Capítulo 12
Capítulo 12
Ornella.
El mundo está dando una vuelta de 360 grados, hoy fue un día atípico. La verdad no sé por dónde comenzar, lo mejor sería ir ordenando por sucesos. Los cuales me llevaron a estar en la habitación de mi hermano, los dos durmiendo juntos, el me abraza mientras yo lloro.
Comenzamos con que mis padres no sé por qué razón, nos mandaron a Pablo y a mí solos al centro comercial a comprar la ropa para la salida de esta noche.
Ambos estábamos desconcertados, mama nunca se perdería un día de compra. O Tal vez solo querían que pasáramos más tiempo juntos. Lo cual no me desagrada tanto, Pablo parecía ser un ser humano después de todo.
El día en el centro comercial comenzó como cualquier otro, vimos varias tiendas Pablo eligió algo rápido yo no. Estaba indecisa ente un vestido pegado de lentejuelas lilas o un top negro de cuero y un pantalón blanco. Era una decisión demasiado difícil, con una me vería como una chica sexy y atrevida y con el otro, como una chica sexy nomas.
Así que mientras me seguía mirando en el probador. Pablo me dijo.
-Ey, mientras estas acá voy al lado a la tienda de celulares quiero una funda nueva.-Dice él.
- Claro pero no te vayas de ahí.- Le digo.
- Y no tarada.
Me miro al espejo, el vestido tiene la espalda descubierta y es largo hasta un poco más arriba de la rodilla. Tendría que usarlo con tacones.
Creo que me quedo con el vestido, aparte esta de oferta, seguro es una señal de los dioses.
Cuando voy a pagarlo, me siento observada. Miro hacia atrás y solo había unas chicas mirando la ropa.
Qué raro, pero siento esa sensación de unos ojos clavados en mi nuca. Le pago con la tarjetea a la chica. Salgo del local revisando mis compras, cuando me choco con alguien.
Miro hacia la persona que choque que estaba dada vuelta, se da vuelta y me mira. Era el idiota de Noah.
- Hola Ella.- Dice el muy cínico.
- Hola y chau.-Digo.
El idiota me acosa por redes sociales, desde cuentas falsa y me bien hablar así como así. Que se cree el pendejo.
- ¿Quieres ir a comer algo?-Pregunta mientras me sigue.
- No, déjame en paz.- Le digo.
Miro para todos lados buscando a mi hermana, cuando una lo necesita no está. ¿En dónde me dijo que iba a estar? Si en la tienda de celulares.
Camino hacia allí, con Noah pisándome los talones. ¿Este imbécil no sabe que es la palabra no?
- Sabes que mientras más te resistas más me gustas.-Dice, mientras pone una mano en mi cintura.
- Sabes que mientras más te veo, más ganas de vomitar tengo.- Le respondo quitando su mano de m cintura.
- Ella no me hables así, no me gusta.-Dijo apretando su agarre.
- Hola Noah ¿Cómo andas?- Dice Pablo saliendo de la tienda de celulares. Creo que nunca me alegro tanto de verlo.
- Hola Pablo, bien acá charlando con Ella.- Dice el sonriendo, por favor Pablo no se puede creer esta mala actuación.
Salgo del lado de Noah y me pongo al lado de mi hermano.
- Ya vamos, tenemos que ir a casa.-Le digo a mi hermano, el me mira confundido.
- Si claro, bien nos vemos luego bro.-Dice Pablo saludando a al idiota.
- Si, nos podríamos ver esta noche. Salir con los chicos y jugar algún juego.- Dice Noah sonriendo.
- No puedo, salgo con mi hermana y unos amigos al boliche del centro.-Dice Pablo, pasando un brazo por mis hombros.
Estaba hirviendo en furia, maldito pelotudo ¿Cómo se te ocurre decirle a este idiota donde vamos a estar? No vez que salimos a divertimos y no a escapar de mi ex.
Por dios, este pibe sí que no piensa.
- ¿Enserio a cuál?- Pregunta mirándome con una sonrisa maliciosa.
- Se llama que ti, que te importa.-Digo y agarro la mano de mi hermano y nos alejamos de ahí.
-Que grosera que sos, está bien que no sean novios. Pero no podes irte así.
- Hermano hay cosas en la vida, en las que solo me tenés que hacer caso a mí. Y no quejarte ni preguntar.
***
- Wow, ese vestido te queda divino.-Dice Mili. Ella me silva y yo doy vueltas para que me mire.
- Gracia ¿Qué opinas Ana?-Le pregunto a mi amiga.
- Eh si rojo está bien.-Dice, me doy vuelta para mirarla y la muy pervertida está mirando por la cerradura de la puerta a la habitación.
Ella estaba inclinada dejando su trasero a la vista, me acerco y le doy una muy fuerte nalgada.
-Ay pendeja eso dolió.-Dice sobando se la zona adolorida.
- ¿Qué estabas mirando?- Pregunto riendo.
- A Pablo.-Dice sonrojada.- Estaba con una toalla en su cintura y nada más... Era como ver una al dios de los dioses.-Dice ella.
Por favor que asco, hago una mueca y Milagros solo se ríe. Mi amiga está enamorada de mi hermano desde hace años y la boba no quiere Decile lo que siente, porque piensa que Pablo no le va a corresponder.
- Que asco, mejor cámbiate así nos vamos.-Le digo.
Mi amiga Ana se pone un lindo conjunto de top rojo y pollera escocesa, con unos botines negros. Milagros opto por un short de cuero negro y un top blanco de lentejuelas, con unos tacones de gamuza negros. Estábamos súper hermosas y divinas las tres.
Salimos dela habitación y bajamos juntos a la sala, en donde estaba Marcos y Pablo , ellos se veían bastante bien. Ambos de jeans Pablo negro y Marcos blanco, demasiados pegados sus flacas piernas y parecían que se habían vestido combinados porque uno traía una camisa negra y el otro la camisa blanca.
Veo como Pablo se queda mirando demasiado a Ana y Ana lo mira demasiado el, apa la papa. Estos dos se tiene ganas, por lo menos mi futura cuñada me cae bien.
- Nos vamos.-Dijo el para cortar el silencio.
Los cinco subimos al auto, Ana y Pablo adelante, Marcos y Mili atrás conmigo, pero ellos dos iban hablando.
Ah genial soy la única sin pareja, pienso.
Con la música a todo volumen, el viaje hacia el boliche se me hizo corto. Cuando estacionamos el auto y bajamos, nos dirigimos hacia la entrada.
- Ah espera Orne, que faltan unos chicos.-Dice Pablo.
- ¿Quién viene?
- Lucas, Sosa y Padano- Responde Marcos.
Mi corazón se detiene al escuchar el último nombre. Nicolás viene aquí, por suerte elegí el vestido.
-Esta medio fresco para esperar afuera.-Dice Ana, agarrándose los brazos, Pablo la mira.
-Está bien entremos, ellos nos encuentran después.-Dice él.
Los cinco le mostramos las pulseras verdes flúor al "gorila" de la puerta y nos dejan entrar. El lugar esta abarrotado de gente, muchas personas en la pista bailando la musical del momento. Rápidamente buscamos una mesa en la parte Vip, lo bueno que es tener contactos. Y nos sentamos los cinco.
- ¿Quieren que pidamos el tarro de gomitas y vodka?- Pregunta Marcos.
-Claro.- Respondemos las tres de inmediato.
Sacamos el dinero y se lo damos, la parte buena de venir a dé a muchos es que es más barato comprar que tomar.
Marcos junta el dinero y se va a comprar. Mili se pone sacarse selfie y yo me uno a ella, haciendo caras chistosas.
Veo de reojo que Ana y Pablo están cada vez más cerca, mi hermano nota que lo miro y se separa de ella. Lo miro confundida ¿A este que le pasa? Antes de poder seguir interrogando a mi mellizo con la mirada. Marcos llega con un tarro de aluminio de un litro, rebosante de gomitas y relleno de vodka de frutilla.
Mili saca un par de fotos del trago y la sube a sus historias. Todos tomamos un poco mientras nos reímos y charlamos d algunas, cosas.
Creo que tome un poco mucho pero sigo en mis cinco sentidos.
- Vamos a bailar.-Digo con una sonrisa en mis labios.
Mili me toma a de la mano y yo arrastro a Ana, quien se queja de despegarse de mi hermano.
Empezamos a bailar las tres al ritmo de las canciones, cuando empieza a sonar El Dipy - Par-Tusa y las tres nos miramos sonriendo y empezamos a cantar.
- hoy me voy de ruta.-Cantamos las tres juntas.- Hoy me voy a una par-tusa
Porque por vos no lloro más .Ya no tengo excusas hay que sanar la herida
Fumo y chupo con carpusa. Porque sé que vos me gorrias
Mientras hacíamos el típico pasito de cumbia y nos reíamos las tres. El clima del ambiente era de mujeres y hombres resentidos, todos tenemos un cuerno por ahí pendiente que nos hace querer gritarle un millón de insultos.
Siguieron otros temas y las tres lo bailábamos lo mas bien
-Tengo sed.-Dice Mili.
Con Ana asentimos y nos fuimos las tres de vuelta la esa, en donde vimos que los chicos ya habían llegado. No entiendo porque mi corazón se acelera cuando él está cerca y mi cara se pone roja.
Llegamos a la mesa y saludamos a los chicos, Lucas es un tipo alto de tez morena y cabello negro, es lindo. Sosa es algo petulante, tiene le cabello castaño claro y ojos marrones, complexión atlética. Y Nicolás se veía de diez con una remera blanca polo lisa y un jeans azul claro rasgado en las rodillas.
-Muchachas, pero que intensidad para cantar.- Dice Pablo riendo.
- Si a cual de ustedes gorrearon.- Afirma Sosa, con razón me cae tan mal es un imbécil.
- A las tres.-Dice Mili pasando un brazo por arriba de mis hombros y los de Ana, aunque la verdad era esa a las tres nos habían puesto los cuernos. Empezó a sonar Lego tu papi de Sabroso.
- Vamos a bailar este temon.-Digo y tomo la mano de Nicolás.
Mili toma la mano de marcos y Lucas y Ana agarra Pablo. Sosa garra aun achica de cabello rubio para bailar.
Y empezamos bailar, lo bueno del cuarteto es que podes bailar con quien sea. Nicolás empieza a darme vueltas y bailamos, moviendo nuestras piernas de lado al lado. El me cantaba la canción cada vez que decía "Tu papi llego" y me hacía girar.
Miro a mi costado y veo como Ana se está comiendo a Pablo, literalmente dejaron de bailar para besarse. Al fin, pienso tanta tensión de su parte era insoportable.
Nicolás me mira y serie, mientras me da vuelta quedando de espalda su torso. La canción termina y empezó otro tema, de la misma banda.
Seguimos bailando los dos, esta vez más confiados y cantando a todo pulmón la letra.
- y Tu sientes lo mismo.- Dice el cerca de mi oído, haciéndome erizar la piel.
Me doy vuelta y lo miro a los ojos, la canción seguía y la gente a nuestro alrededor seguía bailando. Pero yo lo miraba él y el me miraba a mí, se acercó a mí y me beso con pasión y lentitud.
Sus labios era sensuales y rápido, su lengua se mezclaba a la mía a la perfección. Se siente tan bien, los brazos de él me rodearon las cinturas y yo lo tome de la cintura pegándolo a mí. No quería dejar de besarlo, pero por desagracia ambos necesitábamos aire.
Lo miro el estaba sonriendo y me tomo de la mano, en mi panza sentía algo raro ¿Las típicas mariposas? No, parecían un nido de avispas, moviendo se en mi interior, él se acercó más mí y puso una de sus manos en mi mejilla.
-Creo que se te corrió el labial-Dice el, tratando de limpiar.
Lo miro y veo que el también, parecía el guasón, labial rojo más besos igual a mancha gigantesca.
- Creo que ambos tenemos que ir a limpiarnos.-Digo con una sonrisa.
- Ve al baño y nos encontramos en la mesa.-Dice él y me guiña un ojo.
-Dale.-Digo.
Voy hacia el baño, me sentía la chica más radiante de todas y no entendía el porqué.
Al entrar al baño, el cual estaba repleto me miro al espejo. Ay mi Dios, parezco un payaso.
Con ayuda de una toalla húmeda trato de limpiarme, me maldigo al haber dejado mi bolso en el auto.
Una vez desmaquillada, salgo del baño. Trato de localizar la mesa en donde estaba, cuando unas manos me agarran por la cintura y me estampan contra la pared haciéndome golpear mi cabeza.
Unos labios secos se pegan a los míos tratando de besarme, intento quitarme a la persona que me tiene aprisionada contra la pared. Y para colmo no logro distinguir quien es.
- Te gusta que te besen así, maldita puta.-Dice la voz conocida de Noah.
Con toda la fuerza que tengo con mis manos lo empujo lejos.
- ¿Qué te pasa estúpido?- Le digo enojada, con la mano me limpio la boca.
Y creo que ese fue el peor error de mi vida, porque me tomo del cabello y me llevo hacia una puerta.
Dios no, por favor yo no.
Pablo
Estuve toda la noche pegado a Ana, por Dios. Sí que esta mujer era hermosa y perfecta.
Y lo mejor de todo, ella me corresponde. Cuando ella se val baño, aprovecho para salir al patio externo y fumar un poco, es una adicción de la cual no estoy orgulloso, pero una vez que empiezas nunca paras.
El patio estaba vicio, había una que otra pareja besándose en la oscuridad
- Suéltame, por favor, déjame.-Escucho el grito de una chica.
Miro hacia todos lados y veo como una sobra un chico alto, tira a una chica contra el piso.
Creo que debo irme, la última vez que intente ayudar a una chica ella me pego y se enojó por defenderla de "su hombre".
Pero veo como el tira e lo que creo que es el vestido de la chica y él se saca el cinto, ay no eso sí que no es algo consensuado.
Voy corriendo hasta donde está la pareja.
-Ey tu.-Grito, el tipo se da vuelta, pero no logro verla la cara. Me ve y sale corriendo a toda velocidad- Maldito hijo de puta.-Grito.
Me acerco a la chica, estaba dada vuelta, su cabelló pelirrojo y el vestido lila la delata.
Es mi hermana, mi corazón late a mil por hora.
- Dios, Ornella háblame, oye.-Digo acercándome y tomándola en mis brazos, estaba lastimada, tenía el labio partido y el vestido roto. Me saco la chaqueta negra y se la doy.
- Pa..blo..-Dice ella con la voz temblorosa.
No sé qué paso después exactamente, estaba como ido.
Me acuerdo a ver llamado a Mili y decirle que le diga a Ana que nos fuéramos. Recuerdo a ver ayudado a Ornella a meterse a la ducha, ella me pidió que no le dijera nuestros padres, los cuales dormían. Cuando ella salió del baño, le deje su piyama para que se cambiara.
-¿Puedo dormir contigo?- Pregunto en un susurro.
- Claro.-Digo.
Me acosté con ella en mi cama y la abrace mientras lloraba.
No puedo siquiera pensar en lo que habría pasado, ni hubiera estado fumando. Ella llora más fuerte y yo la abrazo.
-Perdón por no haberte cuidado.-Digo después deun rato, pero ella no me responde, se había dormido
Hola, pensaron que hoy no tenian sus tres capitulos....
aca estan Un beso, y un abrazo.
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