04
—Sólo serán unas semanas. —Exclamó el alfa menor.
Seokjin pataleaba por irse del salón de belleza en el que se encontraban. Estaba desesperado por darle de baja al plan de cambiarse el color de cabello sólo para hacerle las cosas más fáciles a Jimin.
—No quiero verme como un pollo. —Volvió a renegar.
—Eres guapo, no te quejes. —Le dijo esta vez el alfa mayor.
—Eso ya lo sé. —Respondió Jin.
Una sonrisa socarrona apareció en el rostro del gemelo mayor. Yoongi rodó los ojos ante las acciones tan infantiles de su hueco amigo.
—No tenemos todo el día, mocoso. —Exclamó con molestia el alfa de ojos gatunos.
—Está bien, pero con la condición de que me compren un helado de doble bola al salir de aquí.
Yoongi respiró profundo queriendo mantener la boca cerrada para no dedicarle un par de maldiciones al chico.
—Sí, lo que digas, sólo entra ya.
Jungkook y Yoongi soltaron un suspiro de alivio cuando Seokjin dejó de resistirse a entrar al pequeño cuarto en el que le colocarían el tinte.
Un minuto más y el pálido hubiese aventado al de risa limpia vidrios por las escaleras.
—Bien, pasa adelante. —Le dijo la beta.
...
Cinco horas después los tres alfas se encontraban saliendo del salón de belleza. El gemelo ahora rubio llevaba un espejo en sus manos viéndose y tirando besos a su reflejo mientras recitaba: "I'm worldwide handsome".
Yoongi solo rodaba los ojos ya cansado de la actitud del alfa. En ocasiones se preguntaba como es que era amigo de ese par de insectos con ego más alto que slenderman.
Jungkook que iba a la par de su hermano sólo soltaba pequeñas risitas. Estaba de acuerdo con su hermano, porque si el alfa rubio decía que era guapo, entonces el también lo era al ser su gemelo.
—Todos me tienen envidia. —Dijo el rubio con una sonrisa marca dental.
—¿Podrías cerrar la boca por al menos un minuto? —Preguntó irritado el alfa mayor.
—No seas tan amargado. —Respondió— Necesitas una omega, tal vez de esa forma sonríes un poco.
El pálido bufó. Su hermano mayor siempre le vivía recordando el que debería de conseguir un omega para que le quitara la amargura que habitaba en su frío corazón.
—Lo único que necesito es dormir.
—A veces dudo de que tengas un lobo en tu interior —dijo el menor de los tres—. Creo que lo que habita ahí —señaló el pecho del pálido— es un oso, no un lobo.
Yoongi gruñó en respuesta. —Deja de decir tonterías.
—Ya, no entiendo como es que nos tratas así cuando somos tus mejores amigos —comenzó a decir el ahora rubio—. Deberías de darnos besos y abrazos, no maldecirnos y pegarnos.
—Yo creo que Yoongi está enamorado de nosotros y quiere enamorarnos, Jinnie —sonrió maliciosamente Jungkook.
El mencionado detuvo su paso rápidamente, gruñendo y haciendo una mueca por las tonterías que sus mejores amigos decían.
—¿Por qué lo dices? —Seokjin comenzó a reír.
—Porque Yoongi siempre nos está pegando —comentó alzando sus hombros—. Tía Sora me dijo que tía Byun antes de ser su esposa siempre vivía gruñendo, la callaba a cada segundo y le pegaba en su cabeza por cada tontería que dijera —rió divertido—. Tía Byun le confesó después que sólo lo hacía porque quería llamar su atención. Creo que Yoongi está usando la misma técnica.
—Eres u-
—¡Tenemos una emergencia! —Escandalizó el menor mientras sacudía el brazo de su hermano, ignorando olímpicamente al pálido.
—¿Qué te pasa? Me vas a arrancar mi hermoso brazo. —Gruñó el rubio.
Yoongi sólo giró su cabeza en la misma dirección en la que ambos menores veían. Respiró hondo. A unos metros de ellos venían caminando tres omegas, riendo y hablando entre ellos. Kim, Jung y Park.
—Nuestro omega viene hacia nosotros. —Soltó el menor con un suspiro de amor.
—¿Me veo bien? —Preguntó viendo a su hermano— Que preguntas tan tontas hago, por supuesto que yo siempre me veo bien.
El primer omega en notar la presencia de los alfas fue Hoseok, quien jaló la manga del omega rubio para que fijará su vista al frente. El omega al ver que el alfa de sus sueños venía hacia él, comenzó a arreglar su cabello en un tonto intento de aplastarlo.
Los primeros en llegar al omega fueron los gemelos mientras Yoongi llegaba unos segundos después.
—Hola. —Saludo el alfa menor.
—Hola.
—Hey.
—Hola, Jungkook. —El último en hablar fue Hoseok, quien a diferencia de los otros omegas, le regaló una sonrisa muy alegre al chico que parecía un lindo conejito.
—Nos dirigíamos a tomar helado, ¿quieren acompañarnos? —Habló esta vez su hermano.
Yoongi sólo los vio confundido, ¿cuando habían quedado en que irían a tomar helado? Sólo iban a comprar uno para Seokjin, nada más.
—Lo siento pero yo no voy a poder acompañarlos. —Habló el alfa— Tengo que ir a comprar unas cosas que me pidió mamá.
Y no estaba mintiendo.
El omega rubio sintió una inmensa tristeza en su ser. Él queria pasar la tarde junto a ese alfa, pero al parecer la madre luna no lo quería así.
—Yo... Yo también me disculpo por no poder acompañarlos, pero no me siento muy bien. —Agregó el peli rubio— Pero mis amigos estarán encantados de poder acompañarlos, ¿Verdad? —Volteó a ver a sus amigos, estos lo miraban con los ojor entrecerrados.
—Eh... Yo... Sí. —Afirmó un poco cohibido el peli morado.
—Si va Nam, yo también. —Añadió el peli naranja.
Los gemelos se miraron por unos segundos. Ellos esperaban pasar tiempo con el omega de sus sueños, pero no querían ser descortés con los amigos de este, además se miraba que los otros dos omegas eran guapos e... ¿Interesantes?.
—Entonces vamos. —Dijeron al unísono los gemelos.
—Mochi, ¿En serio te sientes bien?, ¿No quieres que te acompañe? —Lo abrazó.
—Sí Nam estoy bien, no te preocupes. —Sonrió.
Hoseok también le dio un abrazo y muchos más fuerte que el que le había dado Nam. Amaba a sus amigos casi hermanos.
Los gemelos sólo hicieron una pequeña reverencia y se voltearon hacia los amigos de Jimin.
El alfa peligris y el omega esperaron pacientemente hasta que vieron a sus amigos cruzar por el camino que dirigía hacia la zona de comida del centro comercial.
—¿Estás enfermo? —Se atrevió a preguntar el alfa.
—No, ¿Por qué? —Lo vio confundido.
—Dijiste que te sentías mal... —Calló unos segundos— Era mentira ¿verdad?.
Jimin solo se sintió sonrojar ante las palabras de alfa, ¿cómo es que se había dado cuenta?. Los gemelos le caían muy bien, pero sentía que algo no cuadraba al ver las miradas de los alfas.
—No tienes que darme explicaciones. —Le sonrió— Sólo contestame algo... ¿A ti te gusta alguno de los gemelos aunque sea un poco?.
—No.
—Vaya, que directo. —El alfa Soltó una risita— Me gusta que seas sincero, eso muestra mucho de ti.
—Son guapos, pero...
El omega no sabía como decir que el alfa frente a él era más guapo. No quería decir que le gustaba alguien mas porque entonces el alfa pensaría que estaba enamorado de otro y no tendría oportunidad.
—¿Pero...? —Lo animó a seguir.
—No son mi tipo. —Contestó muy seguro.
El alfa sonrió satischefo ante las palabras dichas por el omega y no sabía el porqué su lobo suspiro de alivio en su interior.
—Me agradas, pero espero que esos bobos no salgan lastimados. —Comentó con preocupación.
—Hyung. —Le llamó— Prometo que hablaré con ellos y les diré que sólo les puedo corresponder con una bella amistad. Me caen bien.
El alfa sintió un gran alivio al escuchar las palabras del otro. Le agradaba Jimin.
—Me agradas. —Murmuró.
—Usted también me agrada, Hyung. —Habló cohibido.
—Entonces... ¿Me acompañas al supermercado?
Jimi quería saltar en círculos ante la petición que el alfa le estaba haciendo, podría pasar tiempo con su alfa y SOLOS.
—Sí hyung —Contestó con una sonrisa que escondía sus ojos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro