Guillermo se preocupó mucho al quedar a solas con Melissa, prácticamente todos se fueron por caminos distintos separándose y perdiéndose algunos en la huida.

-¿Dónde está Isaac y Leonardo? Solo falta media hora para que sea media noche –pregunto Guillermo.

-Esa es la cosa, no sabemos dónde está de seguro Isaac aprovecho la huida para irse a su casa.

-¿No puedes llamarlo para preguntar?

-No puedo, mi padre no pago el recibo de mi celular ¿No puedes hacerlo tú?

Guillermo saco su celular para llamar pero no contestaba por lo que después de cinco llamadas perdidas se rindió.

-No contesta, de seguro quedo seco –Melissa asintió.

Ambos se quedaron en silencio que dudaría una eternidad hasta que Melissa le pidió el celular para llamar un taxi.

-¿Tienes para pagar? –le pregunto Guillermo.

-No, no tengo suficiente, tendré que pedirte que me prestes un poco de tu dinero para pagar el taxi, ya el lunes te devolveré lo que me diste.

-Melissa –la llamo. –no quiero parecer metiche, pero puedo saber él porque te gusta Leonardo.

-¡Ah!, creo que está bien saberlo –dijo sonriendo. –es absurdo si te digo la verdad, pero siendo sincera no tengo razón para estar con él.

-¿Cómo que no tienes? –pregunto incrédulo.

-La primera vez que interactúe con él, fue solamente para pedirle prestado un lápiz, pero al ver a todas las chicas hablaban con él como unas princesas enamoradas me dio curiosidad de saber porque gustan de él y yo creí que me gustaba el como todas.

-¿En verdad estas enamorada? –le pregunto dudando de la respuesta que le daría.

-¡Si! –dijo al instante.

-¿Estas segura? –ahí es cuando Melissa empezó a dudar.

-No me preguntes más de eso ¿Okay? –Guillermo asintió y busco entre sus fuentes un tema para hablar.

-Me gusta alguien –dijo dándose cuenta de su error.

-¿Enserio? ¿Y de quién? –pregunto coqueta Melissa.

-No te puedo decir porque es una amiga de mi hermana –en su mente se dio un fuerte golpe contra un muro.

-No puede ser a ti te gustan las mayores como todos.

-No todos, creo que Isaac tiene sentimientos por Kate.

-Eso también creí pero él me dijo que no son nada, solo es algo casual –dijo Melissa desilusionada. –es una lástima, Kate parece ser una chica cool, además de que sería la única quien soportaría la cara de poto de Isaac cuando esta serio.

-Esa cara siempre la pone ¿Tendrá un problema al expresar sus emociones?

-¿O tal vez sea que quiere verse el maduro? –ambos se miraron y rieron tomándolo como algo estúpido.

-¿Qué tal si intentamos juntar a esos dos? –se lo pensó en voz alta Guillermo.

-Creo que sí, creo que no, pero no podemos forzarlos a no ser... -miro con cara pervertida a Guillermo y este la miro con miedo.

Más pareciera como si Melissa fuese un lobo feroz viendo a un conejo temblando de miedo.

El taxi se detuvo y Melissa se tenía que ir no sin antes que Guillermo le diera el dinero para pagar el taxi y un beso de parte de ambos en la mejilla como despedida.

Guillermo vio como Melissa se alejaba de su vista hasta no verla más y pensó al recordar todas beses que se dieron besos en la mejilla que el único beso que tendrá de parte de ella, será uno de saludo y despedida.