Ya era sábado y con ello ya era la segunda salida que tenía que hacer.

Tenía sueño y en la mañana no me quería levantar de la cama por la flojera que tenía pero mi madre como la mujer más paciente que es, me tiro agua en la cara luego de que me gritase más de siete veces.

Solté un largo bostezo al seguir esperando a los demás, apenas había unos seis en el punto de encuentro y eso que somos 24 en el salón.

Llegaron otros cinco más y no eran de las personas con las que me junto seguido, mas pareciera por las pintas que tengo que soy medio Dark o Satánico.

Llego a los minutos Leonardo y se sentó a un lado mío manteniendo una distancia de un metro.

Me concentre en mi celular sin tener una pizca de interés de mantener una charla con él, no hasta que el me envió un mensaje por WhatsApp.

Leonardo: ¿Qué haces?

Lo mire enojado.

-¿De qué quieres hablar? Estoy cansado hasta las pelotas.

-Oye, no me dejes en visto en el wasap –gruñi.

Isaac: (¬_¬)

Leonardo: cuéntame algo de ti.

Isaac: ya te dije que no contare nada de mí a ti, si quieres conocer a alguien.

Isaac: mejor conoce a Guillermo o a Melissa.

Al ver el mensaje que le envié de inmediato lo elimine.

Este mensaje fue eliminado

Leonardo: ya lo leí baboso

-M*erda.

Isaac: ¿Qué ganas queriendo conocerme?

Isaac: ¿Por lo menos sabes la cagada de persona que soy contigo?

Leonardo: Si tanto quieres que me aleje de ti, solo dímelo en la cara y ya.

¡Vete a la m*erda!, lo pensé mientras lo miraba con odio.

Paso media hora en la que no cruzamos miradas y fue suficiente el tiempo que paso para que los demás del salón llegasen.

Todos nos desplazamos a por un parque donde único que haríamos seria comprar licor y después jugar a juegos "calientes".

-¿Quién va a comprar la bebida? –pregunto uno del grupo.

-Leonardo, tu que tienes cara de más o menos de mayor, ve a comprar –me reí en silencio ya que lo llamaron viejo. –Melissa, tú también ve también con él.

Huy, golpe bajo, también la llamaron vieja.

-¿Por qué en vez de Melissa, mejor yo voy? –pregunto Guillermo al cual le tuve que dar un fuerte golpe en el pie.

-Tú no puedes, mas parece que tienes cara de mal parido –me reí como hiena.

Leonardo y Melissa se fueron juntos y por mientras los demás estábamos en un parque cerca de una iglesia.

-Oe –Guillermo me miro estando ambos en los columpios. –por casi arruinas la oportunidad de Melissa de estar a solas con Leonardo.

-¡Ya lo sé! Y esa era mi intención ¿No notaste que estaba celoso?

-No me interesa, no te entrometas en sus oportunidades, ya déjala si quiere estar con alguien y tú no puedes estar con esa persona no tienes por qué arruinar su felicidad.

-¿Entonces qué pasa si la persona que yo amo no se da cuenta que la persona que ama está interesado en otra persona?

-¿Qué? –lo mire sorprendido.

-Está muy claro, Leonardo no le llama la atención en lo más mínimo a Melissa, sus ojos brillan cuando esta con esa persona al cual si tiene sentimientos.

-Deja de inventarte babosadas, ya Melissa se dará cuenta, no es tonta solo se quiere ilusionar un poco, aunque puede que Leonardo cambie esa mirada hacia Melissa una vez que la conozca mejor.

-Ya lo veremos –Guillermo se paró dejándome solo una vez que Melissa y Leonardo llegaron con las bebidas.

Ya sentía yo desde la mañana que debí quedarme en casa.