Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Prólogo

Una acción desesperada

Descargó de responsabilidad, no soy dueño de Doraemon créditos a su respectivo creador Fujiko F. Fujio.

Música imágenes y personajes, nada de eso es de mi autoría créditos a sus respectivos autores, lo único que me pertenece es esta historia.
________________________________________________________________________________

Era una noche fría, las estrellas que siempre alumbraban con su brillo característico fueron opacadas por las nubes, mismas nubes quienes eran las causantes del estado climático actual, una inmensa lluvia azotaba la ciudad, la fiereza de dicha tormenta era tal, que hacía temblar el techo de las casas quienes para este punto era un milagro que estas no cedieran ante semejante aguacero.

El frio de la noche se mesclaba perfectamente con el frio de la lluvia, haciendo una danza perfectamente coreografiada, que simboliza el inmenso frio que aquella noche se lograba sentir, aquello era tal que, aunque varios se cubrían con dos mantas seguía siendo el mismo resultado, un helado escalofrió acompañaba las columnas de aquellos quienes no podían soportar la frialdad con la que estaban siendo tratado por la madre naturaleza.

Nadie en su sano juicio estaría tan loco como para salir de la comodidad de su hogar, por ningún motivo....... O eso quisiera decir.

Cambio de lugar: el descampado.

Una pequeña figura era visible, aduras penas pues las gotas de lluvia casi impedían que la visión de cualquiera fuera capaz de visualizar lo que en aquel lugar se veía actualmente.

Una imagen triste, para cualquiera que tuviera la mala suerte de verla.

Una figura se encontraba en aquel lugar, en medio de aquel pequeño claro donde múltiples niños jugaban alegremente, pues es en ese lugar donde la inocencia e interactividad de los infantes se daba a relucir en su máximo esplendor, una zona donde los jóvenes se reunían para saciar su constante hambre de diversión, un sitio donde todos iban con el único objetivo de relajarse y despejar sus constantes frustraciones.

Y dicho sitio ahora, era la sede de lo que sería un comienzo triste, pero a su vez necesario.

Un pequeño niño de cabello negro se encontraba en medio del descampado, su ropa mojada gracias a la constante lluvia que del cielo caía, su cuerpo se encontraba dañado, sus brazos mostraban algunos moretones, su cara tenia algunos hematomas, en sus pierdas tenían varios rayones, a simple vista parecía que el chico estaba sintiendo mucho dolor, y en parte era cierto, pero a su vez no.

Si sentía dolor, pero no por su estado físico, el dolor que sentía era aún mayor, su corazón era el causante de esto.

Lágrimas brotaban del chico, quién ya sin fuerzas, sus piernas cedieron a su peso corporal lo cual lo obligo a arrodillarse, los lentes que siempre usaba por culpa de su miopía estaban rotos, el cristal se encontraba agrietado, y de echó el cristal izquierdo había perdido un trozo de este dando como resultado que la visión por ese lado sea deficiente.

Su cabello antes peinado ahora estaba echo un lio, varios de sus mechones sobresalían de los lados, su nariz presentaba una ligera línea de sangre, una clara señal de una posible fractura, sus labios gruesos, ahora estaban ligeramente dañados pues en ellos una cortada era visible.

El daño que el chico tenía en su cuerpo era grande, a simple vista pareciera que solo era daño físico, pero si eras lo sufrientemente perspicaz notarias que faltaba un lugar donde mirar.

Sus ojos.

Los ojos del chico, aquellos ojos ónix que siempre tenían un brillo característico llenos de emoción, llenos de ilusión.

Llenos deseo.

Aquellos ojos se encontraban apagados, opacos, decaídos.

Oscurecidos.

Nobita Nobi, ese era el nombre del niño, un nombre muy conocido por los habitantes de aquella ciudad púes era conocido como el niño más tonto, bondadoso y alegre de lugar, un niño que con su corazón de oro era capaz de ayudar a quién sea siempre y cuándo este en sus capacidades, un chico que, si bien se le conocía por sacar siempre cero en los exámenes no desestimaba el ímpetu y esfuerzo que hacía para mejorar, era conocido por las múltiples ocurrencias que vivía en su día a día, la gran mayoría (por no decir, todos) de los habitantes de aquel lugar estaban más que acostumbrados a que el niño hiciera o dijera algo.

Aunque dicha costumbre se perdió desde hace algún tiempo, pues inexplicablemente el niño dejo de meterse en tantos líos, dejo de lado aquella faceta imperativa, dejo de lado aquellas carreras matutinas que hacía para llegar temprano a la escuela, e incluso.

Dejo de sonreír.

Gruesas lagrimas bajaban por los ojos del chico, aquellas lagrimas se fusionaban con la lluvia que caía sobre él, unos sollozos eran apenas perceptibles por el oído humano, dichos gimoteos provenían del niño, quién en su dolor comenzó a hipar, púes pese a la sobre acogedora tristeza en la cuál su corazón se estaba bañando, trataría de no hacer mucho ruido, sabía que aunque gritará con todas sus fuerzas para liberar su creciente angustia nadie podrá oírlo, púes aquella tormenta era tan fuerte que el sonido del agua cayendo al suelo lograba enmascarar el llanto lleno de tristeza del muchacho.

En su mano derecha, había un objeto, un recuerdo, un regalo, algo que se había esmerado en hacer, algo en lo que gasto tiempo, esfuerzo, sudor y lágrimas en elaborar, aquel objeto era un florero o lo que parecía ser uno, pues no se debía ser un genio para saber que aquello no fue echó por algún experto.

Nobita abrazaba con fuerza aquel florero, su corazón comenzaba a agrietarse, innumerables recuerdos comenzaban a llenar su mente, recuerdos de los tres meses más infernales que ha pasado en su corta vida.

Habían pasado dos semanas desde que el Doraemon y sus amigos habían viajado al pasado, cuándo la tierra aún era una esfera de nieve blanca.

Un día luego de regresar de jugar, se encontró con una vista que nunca espero ver, y es que en su habitación se encontraban Dorami y su nieto Sewashi ambos sentados alrededor de Doraemon, el cual estaba tirado en el suelo, inmóvil.

Recuerda como rápidamente se había acercado, preocupado por la seguridad de su mejor amigo, su corazón dio un doloroso tirón a recordar las palabras de su querido nieto.

Flashback tres meses antes.

- abuelo tendré que llevarme a Doraemon al futuro - el futurista había dicho, la seriedad en su tono era palpable -.

- espera, ¿Por qué? Que le pasa a Doraemon - Nobita preguntaría, preocupado por el bienestar de su mejor amigo -.

- Nobita, puede que este tema sea muy delicado, y de hecho lo es, pensé que mi hermano ya te lo había dicho, pero veo que no lo hizo - Dorami hablo, su semblante era triste, dicha tristeza solo se acrecentó más al ver la expresión de su amigo con lentes -.

- ¿decirme que? - pregunto el Nobi, quién sin saberlo ligeras lágrimas comenzaban a fluir de sus ojos -.

- verás abuelo, como ya sabes Doraemon es un gato robot del siglo XXII, así como tus videojuegos, un celular o una cámara, que necesitan energía para funcionar, lo mismo pasa con Doraemon - Sewashi hizo todo lo posible para hacer que su explicación tuviese sentido, aunque parecía ser que sus palabras estuvieran desordenadas -.

- sí, pero ¿eso que tiene que ver con Doraemon? - Nobita pregunto, algo le decía que la respuesta no sería de su agrado -.

Abecés odiaba tener razón.

- veras Nobita, Doraemon al igual que yo necesitamos energía para funcionar, si bien el ingerir alimentos ayuda un poco en la tasa de recuperación de dicha energía, esta solo es una solución a largo plazo más no una permanente, púes al final la energía que se gasta es mayor a la que se recupera - Dorami explico, siendo directa y precisa en sus palabras algo que Sewashi agradeció -.

- ya veo - el Nobi comprendo, sin embargo, el nudo que en su estómago comenzó a formarse le decía que esto era mucho más serio de lo que habría imaginado -.

- pero - esta vez Sewashi hablo, su tono denotaba tristeza -.

- ¿pero? - Nobita repitió, el nudo en su estómago iba en aumento -.

- abuelo, lo diré directamente, Doraemon necesita un cambio de batería - el futurista habría dicho no queriendo alargar más la conversación -.

- oh, entiendo pensé que era algo más grave - el Nobi dio un pequeño suspiro, parecía ser que sus preocupaciones estaban injustificadas -.

- Nobita esto es serio - Dorami diría, su tierna carita estaba bañada en preocupación y seriedad - las cosas no son tan sencillas como crees -.

- a-aque te refieres - Nobita pregunto, la breve paz que sintió fue destruida de inmediato -.

- no referimos a que las cosas no son tan simples como parecen - Sewashi hablaría - si bien en teoría bastaría con sacar la batería desgastada y cambiarla por una más nueva y duradera hay un gran problema - el chico trago duro, sabía lo que se venía -.

- ¿qué problema? - para este punto el Nobi sentía como una inmensa ansiedad inundaba su ser -.

- el problema es que en el caso de Doraemon el cambio de batería significa un riesgo enorme - Dorami dijo, luego comenzó a explicar - como posiblemente ya sepas, Doraemon perdió sus orejas hace mucho tiempo, puede que en tu caso pienses que aquello no es más que una tontería, que simplemente bastaría con comprar un par nuevo o algo por el estilo, pero la verdad es mucho más cruda que esta -.

Nobita para este punto había decidido en sus adentros que se mantendría callado y escucharía lo que tenían que decirle.

- Doraemon es un modelo viejo, y de echó es uno de los primeros modelos que salieron al mercado como robots cuidadores, con el tiempo la gente comenzó a comprarlos en masa púes vieron como facilitaban el cuidado de sus hijos, sin embargo, surgió un problema - Sewashi le dijo a su abuelo -.

- el problema era que en el momento de cambiar la batería en más de una ocasión luego de haberla cambiado se dieron casos en que los robots no recordaban nada, ni la familia donde pasaron años al cuidado de los niños, ni a los amigos que formo en el camino - Dorami continuo - con el pasar del tiempo se revelo que a aquellos que les pasaba esto presentaban algo en común -.

- ¿algo en común? - Nobita pregunto -.

- sus orejas - Sewashi revelo - todos y cada uno de los gatos robot niñeras que presentaban pérdida de memoria era debido a ligeros daños en sus orejas, veras abuelo las orejas son más importantes de lo que crees en un principio púes es en estas donde la memoria del usuario reside, o mejor dicho de otra forma es donde el seguro de memoria esta impuesto -.

- ¿seguro de memoria? - Nobita estaría confundido, no comprendía nada -.

- si, según los planos originales esto fue un fallo del creador original del modelo de Doraemon, veras abuelo, así como en un juego se puede perder todo el progreso sin un cambio de batería (tomen como ejemplo los juegos de la game boy y la game boy color) lo mismo puede pasar con Doraemon solo que al revés -.

- al sacar la batería todos los sistemas internos se apagan y reinician como un método de solucionar algún problema interno, y no solo es un reinicio más bien es un formateo completo - Dorami continuo - ahí es donde entran las orejas, es en ellas donde se almacena una copia de seguridad que ayuda a que la memoria del usuario sea recuperada una vez hecho el cambio de batería -.

Nobita para este punto comenzó a unir los puntos, lo que descubrió al hacerlo aria que una mueca llena de horror se formara en su rostro.

- es-espera entonces eso sig-significa - el Nobi tartamudeo al comprender la cruda realidad -.

Doraemon no tenía orejas, por lo tanto.

- el perderá completamente la memoria una vez hagamos el cambio de batería - Sewashi revelo -.

Una vez aquellas palabras fueron dichas, Nobita sintió como si una cubeta llena de agua fría le caía encima, un sinfín de pensamientos inundaron su mente, a cada cual más deprimente que la anterior.

- hay alguna forma de salvarlo - Nobita pregunto, casi en un susurro, su mirada opaca -.

- sí, hay una forma - Sewashi diría, se sentía triste al ver a su abuelo en tal estado, puede que en un principio no le tenía mucho aprecio por todo lo que su familia ha tenido que vivir durante tantos años, sin embargo, todo eso cambio con el pasar del tiempo, entendió que su abuelo nunca había querido perjudicar a su descendencia, entendió que él lo quería púes según a palabras Doraemon su abuelo cada día mejoraba lo único que necesitaba era un pequeño empujón, alguien quién creyera en el y lo apoyará fielmente - pero es un método muy tardado -.

- es-espera, ¿enserió? - por unos segundos, los ojos del niño brillaron con esperanza -.

- si - Dorami comenzaría a explicar - mira, hay una forma para intercambiar la batería de mi hermano por una nueva, más duradera y de mejor calidad, pero hacerlo de esa forma es un proceso lento -.

- dicho proceso es complicado de explicar, pero en si lo que hay que hacer es mantener encendido a Doraemon mientras que a su vez la batería es cambiada, el problema radica que, si bien es un método cien por ciento seguro, la dificultad que significa hacer tal proeza es inmensa - Sewashi continuo - piensa en esto como un trasplanté de corazón, tienes que hacer un trasplanté sin embargo se debe ser cuidadoso, no dañar el nuevo órgano vital y al mismo tiempo mantener estable y conservado el cuerpo de quien recibirá la nueva oportunidad de vida, esa sería la explicación más precisa que puedo darte en estos momentos, por lo tanto tengo que llevarme a Doraemon y rápido pues al ritmo en el que va su última reserva de energía se terminara en tres días -.

Nobita se abstuvo a escuchar, en este punto no había nada que pudiera hacer, veía casi impotente el cómo su nieto cargaba a un Doraemon inconsciente, un gran vacío comenzó a inundar su ser, si tan solo hubiera sido más perceptivo quizás Doraemon no estaría en ese estado, comprendía que en gran parte era su culpa pues el por el que siempre su amigo gatuno se sobre esfuerza, sí tan solo no fuera tan egoísta cada que tiene un problema iba corriendo a él en busca de un aparato, si tan solo fuera más fuerte podría defenderse y no dependería de él.

Si tan solo fuera más listo.

Quizás y solo quizás habría algo que él pudiera hacer, más no puede y eso era algo que calaba profundamente en su ser.

Seguía siendo el mismo inútil de siempre, nada había cambiado en estos meses.

Dorami y Sewashi habrían terminado de cargar al inconsciente Doraemon en la máquina del tiempo de Dorami, fue en ese momento que su nieto se acercaría a él, de su bolsillo sacaría dos cosas, cuando lo vio quedo incrédulo, más que nada porque este se los estaba dando.

- hijo, esto es - Nobita diría, tomando por sorpresa a Sewashi, nunca su abuelo le había llamado de aquella forma, debía admitir que le gusto el cálido sentimiento que inundo su corazón -.

- si abuelo, estos son dos bolsillos de cuarta dimensión, son tuyos - diría mientras se los daba - estos bolsillos son los más caros y modernos del mercado actual -.

- ¿Cómo? Espera ¡¿Por qué me los das entonces?! - Nobita quedo incrédulo ante esto, si lo que decía su nieto era verdad aquellos bolsillos debieron costar una fortuna - ¿de dónde sacaste el dinero para hacerte con un par de estos? - la curiosidad inundo el corazón del Nobi, una pequeña esperanza comenzaba a brotar en su corazón -.

- je, aunque no lo creas abuelo, el futuro a estado cambiando constantemente, es más gracias a ese cambio es que podemos darnos el lujo de hacernos con tales bolsillos, así como de pagar el cambio de batería de Doraemon - el chico del futuro hablo con alegría, y con justa razón desde hace un tiempo su futuro ha ido mejorando exponencialmente y eso solo significaba una cosa, su abuelo iba por buen camino - y todo, gracias a ti abuelo -.

Calidez.

Una calidez inmensa abrumo de golpe el ser de Nobita, aquella esperanza creció más y más a niveles estratosféricos, el futuro de su familia en realidad estaba mejorando, ¿significaba esto que por fin estaba haciendo bien las cosas? Quería creer que sí.

- de todos modos, este nuevo modelo del bolsillo de la cuarta dimensión es muy diferente al de Doraemon y Dorami, tú y solo tú eres capaz de usarlo, si cualquier persona ajena a ti intenta meter a mano dentro se encontrara con el final de este como si de un bolsillo normal se tratara, dentro de él se encuentran una gran cantidad de artefactos, algunos que ya conoces y otros que no, no te preocupes si no sabes el funcionamiento de estos, el bolsillo está configurado para mandar una pequeña señal eléctrica a tu cerebro, esto con el objetivo de mandarte la información sobre dicho objeto, el cómo se usa y como se puede contrarrestar en caso de necesitarlo - Sewashi explicaría los funcionamientos de aquellos bolsillos - no te preocupes si llegas a perder algunos, ya que estos mismo también cuentan con una función de rastreo el cuál hace que luego de un determinado tiempo automáticamente se dirija hacia donde estas, otra cosa una vez pegado en tu ropa o piel solo tú puedes despegarlo, los artefactos solo pueden ser utilizados por ti, lo configure de esta forma ya que te conozco y sé que en algún momento ya sea intencionalmente o no llegaras a perder dicho artefacto, si este es el caso pasaran dos cosas, el artefacto al igual que el bolsillo regresara a ti y si quieres hacer que alguien ajeno a ti pueda utilizarlo solo debes darle autorización - el descendiente Nobi termino de explicar - aún tiene algunas funciones más, pero dejare que las descubras por tu cuenta, no quisiera arruinar la sorpresa -.

- no crees que ¿es mucho? - Nobita hablo con duda en su voz - no creo ser digno de esto -.

- tú no te consideras digno, abuelo - Sewashi tomaría de los hombros a su abuelo, hablo con firmeza - pero, a mis ojos, eres más digno que nadie - fue lo que dijo, directo y claro -.

Si existe alguna persona del pasado a quien le confiaría no solo uno si no dos bolsillos de cuarta dimensión, ese sería su abuelo, no solo por ser parientes directos por la sangre, también porque según lo que el propio Doraemon su abuelo nunca ha buscado el mal para el mundo, si otra persona tuviera en su poder una máquina del tiempo la usaría para fines egoísta, pero no su abuelo hasta donde sabe las única vez que su abuelo uso la máquina del tiempo por su propia cuenta fue para viajar al pasado y convertirse en un legendario francotirador (lo cual logro) puede que hayan más ejemplos, desconocía algunos de ellos o ya de plano no se acordaba.

- bueno me despido, no sé cuánto tiempo dure el cambio de batería, por lo que tendrás que arreglártelas solo, crees poder hacerlo - Sewashi pregunto con duda en su voz -.

- sí, no te preocupes - Nobita diría, una suave sonrisa inundo sus labios - gracias por todo, hijo -.

Sewashi solo atino a sonrojarse, tenía que acostumbrarse rápidamente a ser llamado de tal forma por su abuelo.

- hasta que nos volvamos a encontrar, abuelo te pido que cuides de la máquina del tiempo - el pidió, y Nobita asintió - adiós, abuelo - diría mientras saltaba al interior del cajón y desaparecía por este -.

- adiós, hijo - se despidió, no siendo escuchado -.

Fin flashback

Desdé aquel día pasaron tres meses, tres meses en las cuales ha vivido un infierno, al día siguiente posterior a la despedida, recibió un regaño abismal de su maestro, púes de nueva cuenta había llegado tarde, paso lo mismo de siempre era la burla de todos en el salón, la única que no se burlaba de él era Shizuka quién lejos de verlo con saña su mirada tenía un deje de preocupación, el día fue tranquilo y acabo con el siendo castigado por el maestro, en el castigo una vez quedo solo decidió buscar en su nuevo bolsillo de cuatro dimensiones algún artefacto que no haya visto antes, fallo en el proceso, lo que saco fue el mantel gourmet, se encogió de hombros y decidiendo que quería probar algo delicioso usaría el mantel para ello, no comió nada en el recreo más que nada porque no fue autorizado para salir, y ese día su madre no le dio un bento pues había salido muy temprano hacia algún lugar que el desconocía.

Cuando el castigo fue levantado Gigante y Suneo lo interceptaron, aparentemente habían notado el bolsillo de cuatro dimensiones que llevaba en la barriga, habían exigido que se los diera pues según sus palabras no era justo que Doraemon solo le prestara el bolsillo a él (no sabían que dicho bolsillo era suyo) cuando este se negó recibió una paliza por parte de ambos, tal fue que sangre salía de su nariz una vez terminaron con él.

Esto se repitió durante tres meses, tres meses en los cuales la historia se repetía casi como si fuera un bucle, llegaba a la escuela, recibía sus clases, uno que otro regaño y al salir era apaleado por sus "amigos" quienes en ningún momento fueron capaces de arrebatarle el bolsillo.

Lo peor vino cuando comenzó a aplicarse más en las clases, lo dicho por su nieto avivo una llama en su interior, una llama que solo se encendía cuando alguien confiaba en él, una llama que siempre estuvo dormida pero que ahora una vez despierta, esa misma llama ansiaba quemarlo todo, una llama que lo impulsaba a mejorar, y debía hacerlo pues el futuro de su nieto recaía en sus acciones en el presente.

Los días pasaban, y nada cambiaba, pero a su parecer eso no importaba hacía ya mucho tiempo que había decidido que esta vez, no desistiría que esta vez demostraría que él, Nobita Nobi podría ser alguien de provecho para la humanidad, una persona importante, quería demostrar que todo el tiempo y esfuerzo que Doraemon gastó en él no fue en vano.

Pero nada, ni siquiera las palizas diarias que recibía lo habían preparada para lo que sucedió ese día.

Ese mismo día se había levantado más temprano de lo habitual, algo que sorprendió a sus padres, se había tomado el tiempo de desayunar, se encontraba algo adolorido aun por la paliza que recibió el día anterior, agradecía que su bolsillo tuviera un kit de primeros auxilios, sin el desde hacía mucho tiempo que sus padres se hubieran dado cuenta de lo que tenía que aguantar diariamente, una vez termino de alistarse camino con tranquilidad con dirección a la escuela primaria.

Algunas personas lo veían fijamente, los niños lo veian con algo de burla y los adultos con un semblante triste, no entendía el porqué de aquello, pero simplemente lo dejo pasar.

Ya se había acostumbrado a ese tipo de miradas.

Llego a su clase, para sorpresa de los demás pues había llegado temprano, el maestro lo felicito por eso, el tiempo paso y de nuevo fue felicitado no solo por haber hecho sus deberes, también porque había sacado un sólido siete en el examen que habían hecho el día anterior (suena poco, pero si consideramos que sus notas era siempre un cero, es una mejora exponencial) dio una pequeña sonrisa por eso, el esfuerzo que a hecho estaba dando sus frutos.

El día transcurrió con normalidad.

O eso le gustaría decir.

Al salir de la escuela se encontró con que fuera de esta había muchos alumnos amontonados, por curiosidad se acercó y lo que vio le rompió el corazón, y es que Dekigusu tenía en sus manos entrelazadas con las de Shizuka, este tenía los ojos cerrados, sus labios soltaban palabras, frases, poemas llenos de amor hacia ella, muchas chicas de su alrededor suspiraban por cada una de esas frases, los varones aunque molestos por aquello (púes es bien sabido que la pelinegra era la niña más bonita de la escuela) asintieron en señal de aprobación, pensando en sus corazones que si alguien era digno de ella ese era Dekigusu.

- ¿quieres ser mi novia? - había dicho el chico, esperando de todo corazón que la respuesta fuera afirmativa -.

- y-yo - la niña no sabía que responder -.

De pronto, Shizuka por el rabillo del ojo vio algo, más bien a alguien, cuando lo vio su expresión cambio de una sonrojada a una pálida, y es que aun lado vio como Nobita la miraba fijamente, su pequeño corazón tembló de dolor al ver la expresión que tenía en su cara.

Desamparo.

Eso reflejaba la mirada del pequeño Nobi quien al ver aquello, supo dos cosas.

1: que Shizuka estaba enamorada de Dekigusu.

2: que el futuro que vio hace tanto tiempo con ella como su esposa nunca existiría y eso le dolía en el alma.

- Nobita - susurro la pequeña, su voz cargada de arrepentimiento -.

Dekigusu escucho esto y vería a la misma dirección que la pelinegra, pero no vio al mencionado.

- ¡¡¡NOBITAAAAAAAA!!! - Shizuka grito de repente -.

Si alguien prestaba atención, se vería como en el suelo había unas gotas de agua, gotas que lentamente comenzaron a secarse.

Nobita corría y corría, su vista nublada y borrosa, pero no porque no tuviera sus lentes puestos, no, más bien por las gruesas lagrimas que no paraban de fluir de sus ojos, tal fue el caso que no se dio cuenta cuando choco con algo, lo cual fue un bote de basura, el pelinegro se levantó del suelo, adolorido por el golpe.

Pero lo que vio lo aria sentir un dolor aun peor.

Y es que ahí e medio de la basura, estaba el jarrón que el mismo había hecho con sus propias manos, mismo jarrón que fue dado a Shizuka como un regalo de cumpleaños, Nobita temblorosamente, tomaría el jarrón en sus manos, su vista se giró hacia un lado entonces lo vio, era la casa de Shizuka, aquello solo afirmo lo que veía.

Para Shizuka, su regalo no era más que basura.

Crack

Algo dentro de él se había roto, con prisa tomo el jarrón si reanudo su carrera, su vista se encontraba gacha, el dolor de su corazón solo crecía y crecía, entonces de repente alguien lo tomo del cuello con fuerza.

Sin saberlo Gigante y Suneo lo estaba siguiendo, siendo este otro intento para quitarle el bolsillo, pero como los días anteriores no pudieron hacerlo por lo que simplemente volvieron a apalizar, varias personas pasaban por el descampado, lugar donde se estaba llevando a cabo aquella masacre, pero ninguno se dignó a interferir, ya sea adultos o niños, simplemente hicieron de la vista gorda.

En sus mentes, se decían que no era su problema.

Nobita vio esto, la ira, la decepción, la traición, la desesperación, esos eran los sentimientos que recorrían todo su ser, con las pocas fuerzas que le quedaban cubrió con su cuerpo ya mal trecho aquel jarrón.

Los minutos pasaron y fueron como horas para el Nobi, una vez que la paliza termino ambos niños se irían del lugar, si siquiera ver o preocuparse por el estado de su "amigo", como si el mundo mismo sintiera las emociones del niño, de un momento a otro el cielo comenzó a nublarse, una lluvia torrencial comenzaría a caer con fuerza.

Nobita quien a duras penas se mantenía consiente se arrodillo en el suelo, las lágrimas que antes salían de sus ojos volvieron a aparecer, esta vez con aun más fuerza que antes, en su mente pasaban múltiples pensamientos, pero uno era el más constante.

¿Por qué el?

Porque era el quien tenía que sufrir toda esa basura.

Volviendo al presente.

Nobita seguía arrodillado en el frio suelo, mojado hasta el alma por la inmensa lluvia que caía del cielo, el frio comenzaba a hacer mella en él, sus heridas recientemente abiertas, estaba empezando a arderle aún más que antes, y aun con todo eso la mirada en su rostro no cambio.

Era una mirada vacía.

El niño estaba cansado, cansado de lo mismo, cansado de que a cada paso que daba para mejorar, tenga que retroceder tres pasos hacia a tras solo porque alguien no quiere verlo avanzar y ser mejor persona, estaba harto de que todo siempre recayera en el, que lo vean con lastima, que cada merito que tenga en su nombre sea desestimado por los demás quienes pensaban que los inventos de Doraemon tienen algo que ver, pero, sobre todo.

Estaba harto de seguir existiendo.

Inconscientemente su mano bajo hasta el bolsillo de su barriga, lentamente el mango de una espada se hacía presente, su mente nublada por el dolor y la desesperación le impedía darse cuenta de lo que estaba a punto de hacer.

Slash

Perforar

Goteo.

Golpe seco.

Silencio.

Arrastrar.

lo último que Nobita vio antes de caer inconsciente fue una falda roja y medias blancas, entonces todo se torno negro,

Aquel día, aquella tarde, en aquel lugar, fue el último lugar donde Nobita Nobi dio su último aliento.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

O eso era lo que muchos llegarían a pensar en el futuro.

Fin del capítulo

Hola a todo que tal están, he aquí el primer capítulo de esta historia, la verdad me hace ilusión hacer esta historia, pues en Doraemon nunca se llegó a explotar tanto esta premisa, y si bien dudo mucho hacerlo mejor intentare dar todo lo que tengo e intentare hacerlo lo mejor que pueda.

Para aquellos que esperan el capítulo de Subaru en One Piece, ya casi esta, diría que está a la mitad por lo que deberán esperar solo un poco más.

Y pues nada ya se la saben, si les gusto el capítulo pueden votar es totalmente gratis y si les gusta mi contenido pueden seguirme, nos vemos hasta la próxima :3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro