Había sido un viaje largo, Nótt lucía tan apagado, tan muerto e irónicamente al mismo tiempo tan vivo, lleno de árboles hasta que cruzabas la zona cero donde empezaban a disminuir y volverse puro edificio desierto. Changbin explicó que no siempre había sido así, que hace unos años no había tantos árboles así que tenían la ilusión de que la tierra poco a poco pudiera restaurarse.

Cuando llegaron donde recibirían al contacto, el hombre delgado de mediana edad ya los esperaba en un auto. Al verlos salió al igual que Chan, acompañado de Hyunjin y Seungmin quienes se detuvieron a pocos metros en sus motos.

— ¿Y el chico con el que hice trato? —preguntó el hombre, no muy confiado al ver caras ajenas a la que debería rendirle cuentas.

— En la camioneta —mencionó Seungmin. El hombre miró en dirección al vehículo, notando la cara del castaño que le había contactado aunque no pudo evitar hacer una mueca de desconfianza mientras se cruzaba de brazos.

— ¿Y por qué él no baja?

— ¿Quieres acaso una cita también? —preguntó Chris, manteniendo un semblante serio y una voz ligeramente más grave a lo habitual.

— N-no, no es eso —el hombre rápidamente se disculpó mientras sacaba sus planos para poder darles indicaciones más exactas.

Desde la camioneta, Minho se sorprendió un poco, aunque no podía escuchar nada el repentino cambio de la postura firme del hombre a ser más accesible luego de que Chris hablara le hizo sentir curiosidad.

— Por cierto —habló de pronto Changbin, tomando un cable de la guantera que después le entregó a Minho—, conseguir un cargador fue más difícil de lo que parece, hace mucho que no se usan los celulares debido a lo complicado que es tenerlos con batería para su funcionamiento. Espero cargue, aunque busqué el que me dijiste no puedo garantizar su correcto funcionamiento.

— Gracias —Minho tomó el cargador con un poco más de ilusión, el día que cambió había estado hasta la noche en la calle y cuando llegó a Nótt, solo tuvo unos minutos más de batería, lo suficiente para enseñarles unas fotos y su calendario, mientras que la señal era inexistente.

— ¿Vas a seguir mostrándonos esos vídeos divertidos? —preguntó Jisung.

— Quiero ver si hay señal para intentar mandar mensaje.

— ¿Crees que funcione? ¿Cómo piensas volver?

— No lo sé... Pero quiero intentar.

— Tienes muchas ganas de volver... ¿Verdad? —Minho notó un tono de tristeza en Jisung, lo cual lo hizo sentir extraño.

Antes de poder responder, pudo notar a los chicos regresar hacia la camioneta. Chris se acercó hasta la parte trasera para sacar unas cosas, finalmente tras colgarse una mochila terminó acercándose hacia la puerta donde estaba Minho. El hombre había abordado su auto igual para poder irse. Hyunjin y Seungmin habían dejado las motos cerca y se estaban alistando también, aunque mirando de reojo las acciones del líder.

— Baja —comentó Chris.

— ¿Qué dices? —preguntó Changbin—. Acordamos que Minho no bajaría.

— Revisamos la zona, es un sitio pequeño, no hay de que preocuparse —dijo Chan, abriendo la puerta del castaño—. No le pediría que baje si no supiera que es seguro.

Changbin quiso alegar otro poco, pero Minho acabó tomando la mano de Chan casi en automático cuando éste la acercó para ayudarle a bajar, Seungmin sonrió y Hyunjin chasqueó su lengua.

— Está bien, vayan todos a la diversión, nosotros nos quedaremos aquí, solitarios como siempre —se quejó Changbin de forma falsa, causando que Chris sonriera.

— Creo que Jisung aprendió unos chistes nuevos.

Comentó el pelirrojo mientras se alejaba con Minho ante la atónita mirada del chico, quien empezó a quejarse con que no era en serio mientras su voz se opacaba por la risa de Jisung que confirmaba había aprendido unos chistes que deseaba contarle pero cada que iniciaba, la risa le terminaba ganando, causando que Changbin suspire con frustración.

Seungmin y Hyunjin avanzaron primero hasta el local a tres calles de distancia, era pequeño en comparación de otros, tal vez por eso la gente solía pasarlo por alto, no tenía letreros. Minho se sintió un poco avergonzado al notar que su mano seguía tomando la de Chris mientras éste lo guiaba, no sabía que decir así que se limitaba a seguirle el paso, pero no deseaba que el momento fuera incómodo así que se animó a hablar aunque todo le decía que el chico podría ignorarlo y entonces el ambiente sería más tenso de lo que pudo haber sido.

— ¿Changbin y Jisung esperan normalmente?

— Sí, son parte del cuerpo de acción, tienen el trabajo de vigilar mientras los de recolección entran a investigar y juntar todo lo posible.

— ¿Esos son Seungmin y Hyunjin?

— Y Lee Know. A veces también entro, cuando creo que puede ser peligroso.

— Dijiste que...

— Sé que lo que dije —se apresuró a responder, pero aún había calma en su voz—, no hay peligro aquí. Solo quería que conocieras un poco de lo que hacemos, pensé que en esta misión tan tranquila podrías hacerlo. Desde que llegaste solo has estado encerrado en nuestro hogar, podrías enloquecer con todo el cambio rudo que ha sido.

Minho expresó sorpresa en su rostro, notó a Chris ligeramente apenado por ello así que se limitó a sonreír mientras lo seguía. Es cierto que solo estar en el edificio mirando las diferentes condiciones era un tanto aburrido y poco a poco empezaba a ponerse impaciente, así que agradecía mucho aquel acto. El mayor soltó su mano apenas entraron, la puerta rota les dio paso a una tienda de conveniencia vacía, pero avanzaron hasta la puerta de una bodega cerrada que Seungmin tuvo que romper con repetidos golpes de un mazo que llevaba en la mochila. Al abrir, la oscuridad y el polvo de unas cajas vacías los recibieron, pero les habían comentado que eran solo las primeras las que se encontraban vacías, así que mientras ambos chicos movían unas cosas, Minho empezaba a caminar por el lugar mirando cada detalle sucio y roto del mismo, era tan diferente y ajeno a todo lo que vio una vez, en Delling ese tipo de cosas no se daban, siempre estaba todo tan limpio.

Incluso se atrevía a decir que el lugar se sentía más frío que el camino, pero no conseguía identificar si era la zona o el abandono lo que lo hacía sentir así. Tocó con las puntas de sus dedos el polvo en uno de los estantes para luego mirar estos, sucios, había algo en esa imagen de su piel manchada que lo hacía sentir extraño, recordó su infancia donde no lo dejaban jugar en la tierra del jardín, solo podía ensuciarse si era cuidando las flores del mismo, tampoco era común ver niños jugando en la tierra del parque, se creía que estar limpio era un reflejo de una buena comunidad, porque sus habitantes eran diligentes hasta en su aspecto.

— Mira —la voz de Chris lo trajo nuevamente a su realidad, la sonrisa del chico mientras se acercaba le hizo sentir extrañamente en casa—, encontramos un poco de chocolate.

— Eso debe tener como mil años —bromeó Minho haciendo una mueca al verlo abrir la barra de chocolate.

— ¿Entonces no quieres?

— Solo juego, dame un poco, extraño el dulce.

El mayor rió de forma breve con satisfacción mientras cortaba un trozo para dárselo, pues tenía que repartir el resto entre los que habían ido a la misión. Aunque habían otras barras en una caja eran pocas y quería que todos en casa alcanzaran al menos un trozo pues era realmente difícil encontrar dulces. Minho no titubeó en llevar el dulce a su boca, jugando un poco entre su lengua y paladar, dejando que poco a poco se derrita el sabor entre dulce y amargo que adjuntó al tiempo, la sensación espesa del chocolate deslizándose entre sus dientes y garganta fueron una ola cálida entre todo el frío que estaba sintiendo, incluso su piel se erizó al poder disfrutar nuevamente de aquello.

— Sabe bien, ¿Verdad? —preguntó el chico, complacido de ver al castaño disfrutando aquel momento.

— Valió la pena salir —contestó Minho.

— Ven, llenemos las mochilas, encontramos sopa en latas y necesitamos toda la ayuda posible para cargar.

— ¡Llevaré más que cualquiera!

Gritó el castaño, haciendo sonreír a los tres presentes que rápidamente empezaron a jugar diciendo que no podría seguirles el ritmo, o que sus brazos eran tan delgados y sus manos tan pequeñas que apenas podría con tres latas, incluso Hyunjin había aprovechado la ausencia de mangas en su ropa para posar sus brazos marcados demostrando que sería quien lleve más, al menos hasta que Seungmin tomó el brazo de Chan diciendo que nadie le ganaría a eso, haciendo que el líder se sintiera un poco apenado mientras el resto reía.
Cuando finalmente llevaron todo lo que podían al auto, estaban listos para regresar a casa, el ambiente estaba mucho más relajado entre todos aunque Changbin no dejaba de quejarse que fueron los minutos más largos de su vida solo con Jisung, quien finalmente se había callado cuando le dieron su parte de chocolate.

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Delling

— Seguimos sin tener señas del rastreador.

— ¡Sigue buscando! ¡No puede solo desaparecer, inútil!

El hombre de sesenta años se notaba disgustado, desde que la noticia del chico atacado en el tren se desató la gente se mostraba un poco preocupada por su seguridad y aunque con los días el tema se iba olvidando, en el núcleo de Delling se encontraban en problemas.

— Señor, llevamos días intentando que el chip se reactive —habló un hombre sin dejar de ver la pantalla frente a él—, creímos que el accidente había causado que se apagara por un momento pero no entendemos cómo sucedió.

— ¡Debes arreglar la falla! ¡Es estúpido el argumento que me das!

— Pero señor... Le juro que aunque buscamos aparece que Lee Minho salió de Delling...

— ¡El chico apenas fue dado de alta hoy del hospital! ¿Lo ves acaso muy lejos? ¡Son todos unos incompetentes!

El hombre resopló, como cabeza al mando del sector tres tenía cuentas que rendir pues aunque entre ellos no había un presidente, sí alguien a quien culpar y si la falla seguía, él tendría una dura charla con el resto de los líderes de consejo, lo cual lo mantenía estresado pero se dispuso a pedir nuevamente que proyectaran el expediente de Minho para intentar averiguar qué podía ser. En sus primeros meses de nacimiento todos recibían un chip, nadie era consciente de ello pero era para mantener mayor control sobre qué personas entraban y salían del distrito, así como un mejor monitoreo contra rebeldes. Rara vez tenían que revisar el estado de cada rastreador, pero tras el accidente de aquel chico su chip lanzó una alarma como una salida no autorizada de Delling, lo cual consideraron un error por la delgada línea de vida y muerte a la que se enfrentó el chico, pero para todos esos días seguía indicando que Lee Minho estaba fuera de Delling y aunque revisaron el acceso de otros distritos en espera de que el rastreador hubiese sufrido un accidente y ubicara al chico en otro, no era el caso.

El hombre seguía leyendo su expediente tan escaso por su joven edad, pero de pronto algo resonó en su cabeza, la escuela a la que iba el chico era la misma a la que asistía su hijo, así que podría pedirle ayuda ahora que Minho se reincorporaría a sus actividades, así podría mantenerse atento de qué estaba pasando con el chico. Sacó su móvil para poder marcar, casi no tenía comunicación con su hijo pues durante las horas de trabajo requería total atención a ello, pero cuando podían conversar en casa notaba que todo valía la pena pues su hijo, recto y determinado a ser como su padre, era el mejor de su generación.

— Jisung, hijo, necesito un favor.