21
El viaje hacia el punto de reunión de los campamentos había resultado más largo de lo que Minho habría esperado, partieron a las 2:00pm, y llegaron a las 6:00pm. Él iba en la camioneta en el asiento trasero junto a Jisung y Felix, que se mostraba inquieto ya que no solía salir mucho. De copiloto iba Chris y al volante, Changbin. Pese a que fue un viaje largo, se hizo ameno entre las pequeñas paradas de descanso y las anécdotas que iban compartiendo. En otra camioneta iban Seungmin, Hyunjin y Lua, se encontraban en esas pequeñas paradas donde hablaban de cómo iba el camino y cuánto faltaba para llegar.
En una de esas paradas, Chris finalmente dijo que tenía un anuncio que dar, todos se mostraron curiosos salvo Minho que ya sabía de qué se trataba pues el mayor lo habló primero con él, así que se sintió por el contrario, nervioso.
"Diremos la verdad sobre Minho"
Unas simples palabras que desataron tantas opiniones encontradas. Seungmin y Han llamaron loco a Chris, Felix y Changbin se quedaron callados como si aquello no les hubiese sorprendido, Hyunjin miró a Minho con preocupación. La razón se desglosó de forma simple, iban a atacar el consejo. No lo hablaban aún con los otros grupos, pero era algo que podían dar por sentado, algo que seguro se hablaría en la reunión de ese día pero nadie sabría cómo infiltrarse, nadie salvo ellos pues Minho podría burlar el filtro de las puertas y quitar los escudos ya que su cuerpo aún no contaba con la radiación que activaba las alarmas.
Nadie dijo nada por el resto del viaje, Minho pensó que la noche había quedado arruinada, pero llegaron al punto de reunión y las cosas dieron un giro completamente distinto.
Al bajar pudo ver un edificio enorme frente a ellos, los pisos bajos más dañados, pero a partir del tercero al menos conservaban la mayoría de las ventanas. Un hombre alto estaba en la entrada, al verlos agitó un poco su mano antes de quitarse para dejarlos pasar. Minho pudo ver cómo el cuerpo de Chris se tensaba, ya se había acostumbrado a eso, cada que estaban fuera tenía una pose más rígida, sus hombros anchos permanecían levantados gran parte del tiempo, su entrecejo arrugado mientras sus puños descansaban junto a su cuerpo. Pero cuando entraba a la habitación podía ver sus hombros caer acompañados de una sonrisa en el rostro cuando veía a Minho haciendo cualquier cosa, entonces solía decir que había tres versiones de él en realidad, Chan, Chris recto y Chris humano, algo que no le causaba gracia al chico, o al menos eso decía pero llegó a verlo sonreír un par de veces cuando le decía "finalmente el momento del día donde la versión humana sale".
Cuando subieron hasta el quinto piso, ya había mucha gente ahí. Minho se sorprendió, sintiéndose al mismo tiempo algo intimidado entre la cantidad de gente fuerte y alta que le rodeaba, no creía acostumbrarse alguna vez a la altura de la gente en Nótt. Algunos charlaban con otros en lo que reconoció como equipos por la misma ropa. Vió a Felix y Han perderse entre la gente cuando el segundo jaló al médico tras señalar a alguien, Seungmin y Hyunjin se acercaron a otro equipo mientras Changbin y Lua hablaban un poco entre ellos. Minho se pegó instintivamente a Chris, quien sonrió pasando su brazo por los hombros de Lee, agachándose un poco para poder hablarle en voz baja.
— Pronto empezaremos, no te sientas nervioso.
— ¡Christopher! —escuchó de pronto una voz femenina, sintiéndose aliviado cuando vió a Elly acercándose—. ¡Hasta que te dejas ver, bastardo!
— Ahora veo que los muertos hablan —dijo Chris.
— No nos subestimes, le dimos más pelea a esos imbéciles aunque ellos tenían la ventaja —dijo, orgullosa—. Ni una baja.
— No esperaba menos.
— Prepárate porque al parecer está reunión será importante, escuché a Yuta decir que el día de rebelarnos finalmente llegó.
Minho se tensó, sabían que sería eso, pero escucharlo era diferente a imaginarlo.
— Tenemos una idea al respecto.
— ¿Piensas quitar el puesto de estratega a Yixing? Porque sabes que se pone loco.
Ambos rieron antes de que la chica se despidiera de ambos cuando escucharon a alguien decir que la reunión daría inicio. Los grupos empezaron a reunirse y Minho se sintió sorprendido por primera vez de la variedad de personas frente a él. En Delling, no había muchas distinciones, pero ahí, viendo los cabellos coloridos o atuendos, sentía que estaba en muchas partes del mundo. Había un equipo usando trajes estilo militar en tonos rosados, era sorprendente. En otro, la mayoría vestía de negro salvo el que consideró líder, que usaba una especie de traje tradicional y tenía una gran marca en la cara, un símbolo pintado que no supo identificar.
— Como saben, ya no contamos con el resguardo del consejo —habló uno de los chicos—, así que tenemos que planear algo pronto, porque no podemos estar huyendo toda la vida.
— Yuta tiene razón —dijo el chico en traje tradicional—, se dieron cuenta que no era conveniente el acuerdo cuando podían solo exterminarnos. Todos sabemos que lo más difícil es el acceso, porque somos lo suficientemente fuertes para ganar, ¿No es así? Pero nuestro equipo tiene una idea al respecto. Podríamos ocasionar un gran apagón de energía, los minutos suficientes para que ingresen algunos y cuando consigan reactivar su energía, desactivar la seguridad.
— Es peligroso que entren en grupo reducido al sitio que tendrá la mayor cantidad de gente intentando hacer funcionar su mecanismo de protección, Yixing —dijo Elly—. Supongamos que entran cinco personas, ¿Cuántas crees que estén arreglando la energía? ¿Cuántas bajas nos costará antes que lo desactiven? Si acaso lo consiguen. Debemos ser discretos.
— Podríamos asegurarnos de que ya no vuelva a encender la energía, acabar con ella por completo.
— ¿Eres imbécil, Johnny? —habló un chico de otro equipo—. Necesitamos mantener toda la energía posible, el mundo ya es una mierda como para desperdiciar.
— Soobin tiene razón —dijo Yixing—, no podemos arruinarlo por completo.
— Nosotros tenemos una idea —interrumpió Chris, con notorio desinterés en las opciones que se daban—. Minho entrará en silencio y apagará el filtro.
Silencio.
Tal vez todos en ese momento pensaron que era la sugerencia más estúpida que habían escuchado, sobre todo con la tranquilidad con la que había sido comentada.
— ¿Esperas que pase caminando como si fuera a un picnic? —preguntó Yuta, casi ofendido por la sugerencia, cómo si los tomara por idiotas.
— Sí, esa es la idea.
— ¿Esperas que el filtro de radiación no suene? Por alguna mágica razón, supongo, tal vez el hada de los jodidos le brinde los segundos exactos para que su cuerpo sea puro y caminar con calma.
— Minho no activará el filtro, porque no tiene la radiación necesaria.
Nuevamente hubo silencio. Ante eso, Chris le pidió a Changbin la pequeña mochila que trajeron para esa ocasión, el chico hizo caso y el líder sacó un pequeño detector de radiación con la que cada año medían cómo estaba avanzando en su cuerpo. Pasó el aparato por el cuerpo de Minho y para sorpresa de todos, no sonó. El chico se sintió más intimidado pues ahora tenía todas las miradas sobre él.
— ¿Cómo es posible? —preguntó Yixing, levantándose finalmente de su asiento.
— Es muy complicado de explicar... —dijo Chris.
Entonces Felix dió un paso frente a ellos, diciendo que él explicaría, causando silencio y atención por parte de los presentes, conocían a Felix, sabían de antemano que todo lo que él dijera sería la absoluta verdad, pero incluso lo que seguía era mucho para ellos.
— Hace varios meses hubo un accidente en el túnel del viejo tren, Lee Know cayó ahí, herido, y se encontró con Minho... Es, es muy difícil de creer, pero tenemos pruebas, el Minho que ven aquí viene de prácticamente otra realidad, dónde las cosas son mucho mejores, por eso su cuerpo no tiene radiación.
— Explica —dijo Yuta.
Minho se acercó, y sacando su celular empezó a explicar un poco de él, de Delling, del día del cambio. La gente se mostró maravillada con los vídeos y fotos, pero asustados con la explicación y los entendía, él había reaccionado igual. Hubo escépticos, pero conforme Minho avanzaba de fotografías explicando cada una al igual que los vídeos, había menos dudas de que fuera otro chico y más preguntas sobre cómo eso era posible.
— La idea entonces es, que aprovechando que Minho aún no adquiere la radiación necesaria, creemos una estrategia de modo que pueda pasar lo más silencioso posible.
— Es una oportunidad única en la vida... —murmuró Yuta.
— Sí, pero escúchame muy bien —dijo Chris está vez más firme—, que le sea fácil pasar no significa que lo vamos a descuidar. Quiero que el plan sea perfecto, debe poder pasar sin levantar sospechas y uno de tus francotiradores debe estar siempre con la vista cuidando de él, no, ¡Quiero mínimo dos a su cuidado! De lo contrario no lo dejaremos ir.
— Diferente Minho, mismo Chris.
Respondió Yuta con una sonrisa, posteriormente hizo un ademán aceptando sus términos.
— Me encargaré de eso —interrumpió Soobin—. Tengo los planos del edificio del consejo, puedo encontrar un acceso con poca vigilancia, pero no garantizo que sea muy cómodo.
— Mientras no sean la cañería todo bien.
— Entonces buscaré otro plan.
Dijo Soobin, consiguiendo que Chris sonriera bajando su postura defensiva, aunque Minho se sentía aún incómodo, sabía que tal vez no era así, pero no podía dejar de sentir las miradas de todos sobre él, pensó que estaba delirando porque Chris ya habría dicho algo al respecto, así que supuso su mente le estaba jugando una mala pasada, pero incluso si quería mentalizarse a ello no podía sentirse tranquilo. Sobretodo con la mirada de Yuta sobre él, cómo si quisiera descubrir todo lo que sabía con solo mirarlo fijamente, y Minho llegó a pensar que esos ojos cafés podrían mirar en su interior debido a lo tenso que estaba.
Al menos hasta que Yixing dió un aplauso acompañado de una sonrisa, atrayendo la atención de todos.
— Perfecto, debatiremos eso en cuanto encontremos la mejor estrategia. Por ahora, fue un viaje largo y sabemos que quieren alejarse de toda la tensión, así que, el sexto piso queda inaugurado.
Varios ruidos de alivio salieron de los presentes, Minho por su parte, mantenía contacto visual con Yuta, pues aunque se sentía un poco intimidado por su insistencia, Chris le había dicho que no debía mostrar debilidad ante nadie porque eso era señal de que te podían pisotear. Finalmente el chico en traje militar sonrió de lado antes de retirarse con su equipo hacia el sexto piso, entonces pudo relajarse.
Chris pasó de nuevo su brazo sobre los hombros de Minho, guiando el camino hacia donde los demás iban.
— Salió mejor de lo esperado.
— ¿En qué parte mirarme como un alien es mejor, Chris?
— En que nadie sugirió diseccionarte —respondió el mayor, sonriendo ante el suave codazo del chico—. Fue tenso, por hoy solo tenemos que relajarnos.
Asintió, lo que menos quería era sobre pensar las cosas. Chris le había explicado que cada tanto tiempo hacían una fiesta entre los campamentos con lo que lograban recolectar, a modo de liberar tensión ya que eran los grupos más estresados por sus tareas diarias de mantener a su gente a salvo, de modo que era una especie de recompensa para felicitarse por un trabajo bien hecho. Minho pensó que se sentiría incómodo, pero cuando empezó a ambientarse se dió cuenta que nadie estaba pendiente de él, y se sintió tonto, dándose tanto crédito en medio de esa situación cuando lo que todos en ese piso lo único que deseaban era disfrutar. Había pocos snacks, algo de alcohol, música con una pequeña bocina y unas luces improvisadas con lo que identificó como una manguera de colores, entonces sonrió, definitivamente eran tan ingeniosos ahí.
Chris le dió un trago para que se relaje y le prometió no separarse de él, de hecho, el único momento en que tuvieron que hacerlo fue cuando la noche cayó y tuvo que ir al baño cediendo finalmente a todos los tragos que ya tenía su cuerpo. Minho sonrió, disfrutando el ambiente mientras daba otro sorbo a su quinto vaso, jamás había bebido tanto, tal vez una copa en alguna celebración pero eso era diferente, por completo.
— ¿Te diviertes? —escuchó pronto la voz de Hyunjin, que se acercó con una sonrisa, un vaso en mano y los ojos un poco más entrecerrados, definitivamente había bebido igual o más que Chris.
— Me sorprende que resistan tanto alcohol.
— Caemos de edificios con una muñequera, ¿Crees que el alcohol puede contra nosotros?
— Oh, sí, Changbin me habló un poco de eso y me dijo que debía estar listo.
— Al menos tú no pusiste resistencia —dijo, bebiendo otro poco y continuando ante la mirada confundida de Minho—. Lee Know hizo un drama cuando supo que debía depender e Chris en el momento que debamos usar ese escape.
— Pensé que eran una pareja.
— ¿Lee Know y Chris? Pff, si llamas a la dependencia y necesidad una pareja, entonces sí, son ideales.
— No hubiera creído que al menos, expresara disgusto.
— Lee Know no tiene filtro, si algo es una mierda para él, lo dice.
Elevó sus hombros con desinterés antes de decirle que iría por algo de comer. Minho asintió, antes de notar que Chris tardaba en volver así que tras preguntar un par de veces dónde quedaba el baño, se dispuso a dirigirse hacia ese lugar. Era agradable pasar entre tanta gente divirtiéndose, risas por aquí, algunos besos por allá, juraría haber visto a Elly en un comprometedor beso con una chica y un chico al mismo tiempo, no supo si reír o simplemente brindar por ella, pero siguió de largo hasta conseguir tocar un poco la puerta.
— Ocupado.
— Soy Minho.
— ¿Eso hace que automáticamente esté desocupado?
— Solo abre.
Intentó mostrar falsa molestia mientras el chico abría la puerta con una sonrisa, y sin más entró. Chris cerró la puerta antes de apoyar su espalda en la misma, dejando salir un suspiro pesado mientras Minho se recargaba contra el mármol que rodeaba el lavamanos, manteniendo sus brazos cruzados.
— ¿No es grosero dejar a tu cita a solas tanto tiempo? —preguntó, aparentando indignación.
— Necesitaba un poco de paz de todo ese ruido, no es como que esté acostumbrado a ello.
— Imagino, aunque tal vez las explosiones te han dejado un poco sordo.
— Pequeño bastardo, ¿Cuándo tu lengua se volvió tan afilada?
— Te sorprendería saber lo que puede hacer mi lengua.
Dijo orgulloso, antes de que ambos se soltaran a reír mientras éste movía su mano derecha de forma negativa.
— Olvida eso, ¿Muy atrevido?
— Muy sexy en realidad.
Esta vez, Chris se cruzó de brazos también, mirando a Minho que ahora se había cohibido un poco pero aún mantenía una sonrisa.
— El alcohol da valor de decir cosas sexys.
— ¿Da el mismo valor para hacerlas? —preguntó el mayor, acercándose a Minho.
— ¿Christopher Bang quiere comprobarlo?
— ¿Qué el alcohol da valor o que tu lengua es afilada? —elevó su ceja izquierda, divertido de la situación mientras se agachaba un poco hasta mantener su rostro frente al de Minho—. ¿Cuál debería confirmar?
— ¿Por qué no ambas al mismo tiempo? Ten ambición, Bang —respondió Minho, manteniendo su sonrisa mientras sus brazos rodeaban el cuello de Chris.
Éste solo soltó una efímera risa a dientes cerrados mientras sus manos se posaban en la cintura de Minho, quien sintió los segundos más largos de su vida, más tensos y angustiantes hasta que cualquier cosa que pudo haber dicho fue olvidada cuando los labios de Chris se apoderaron de los suyos.
Minho quiso decir que fue el beso de mayor ensueño en su vida, cómo en las películas cuando el roce es tan delicado que sientes que la otra persona podría romperse, pero claro que eso no aplicaría con alguien como Chris. Fue el beso más exigente que había experimentado, se atrevería a decir que el más hambriento, los labios de Chris se aferraban a los suyos como si estuvieran empapados del antídoto a un veneno en su cuerpo que desconocía hasta esa noche, mordía con más delicadeza pero aún demandante, haciendo que Minho abriera la boca para jadear en busca de aire, pero Chris no daba paso a una tregua, debió suponerlo, nada en él era conformista y en cuanto Minho cedió a dar inicio al beso había entrado a la cueva del lobo. No, eso era muy ambiguo, a él le habían dado la maldita instrucción de dónde quedaba el palacio del diablo para que lo evitará y estúpidamente caminó en línea recta hasta someterse ante él.
Las manos e Chris habían empezado a acariciar la piel de su cintura bajo su camisa, amasando con suavidad entre sus palmas pero con total seguridad, Minho se dió cuenta de eso cuando su cadera empezó a levantarse casi por instinto, y Chris lo notó, por lo que bajó sus manos hasta tomar las piernas de Minho para poder cargarlo hasta que estas rodearon su cintura. El menor inclinó un poco su cabeza hacia atrás sintiendo que era la única forma en la que podría tener unos segundos de oxígeno, Bang aprovechó esto para delinear con su lengua el cuello de Minho, que se estremeció entre sus brazos, sobre todo cuando mordió con cuidado antes de ascender rozando sus labios por su manzana de Adán hasta su barbilla, donde dejó un beso.
— Te diría que estás a tiempo de retractarte —dijo Chris, con la voz más ronca que Minho le había escuchado—. Pero por como te aferras a mí, quien debería cuestionarse eso soy yo.
Sonrió sobre la piel de Minho, que se mostró avergonzado.
Nunca había pensado en su primera vez, ni siquiera cuando estaba en Delling pero podría jurar que, en caso de imaginarlo, habría sido el acto más delicado que podría visualizar, con timidez, luego de una cena agradable, con su espalda en las sábanas blancas, ni siquiera en esa imagen había algo de sudor. Ridículo. Pero en el momento en que su pantalón bajó junto a sus bóxers, el frío del mármol contra sus nalgas le hizo caer en cuenta de su realidad, y no le disgustaba.
Se estremeció ante el frío que sintió en su piel, o tal vez por la vergüenza ante su erección completamente orgullosa y necesitada. Chris tampoco perdió tiempo y se desabrochó el pantalón, que se deslizó hasta quedar en sus rodillas. Minho sintió por primera vez el deseo en cuanto vió el bulto pronunciado en el bóxer de Chris, y se sintió tan sucio cuando se imaginó al mayor frotándose contra su propia erección, eran pensamientos que jamás había tenido antes y ahora era una carga de emociones excitantes que no deseaba reprimir.
— Vas a ser bueno y harás lo que te diga, ¿Entendido? —preguntó Chris, delineando el labio inferior de Minho con su índice mientras éste asentía.
Entonces, con cuidado introdujo ese dedo en la boca del menor.
"Chupalo"
Y Minho obedeció.
La mano libre de Chris fue hasta la erección de Minho, acarició primero el glande rojo y húmedo con las puntas de sus dedos antes de recorrerlo con calma, tomándose su tiempo y causando suaves corrientes de placer por la espalda del chico, así que aprovechó en meter con cuidado otro dedo. Minho no sabía exactamente qué hacer, pero se esforzaba y supuso que hacía un buen trabajo debido a la mirada de satisfacción de Chris sobre él.
Poco después, el mayor sacó los dedos y descendió hasta poder atrapar el glande entre sus labios, Minho suspiró con fuerza mientras sus manos se aferraban al mármol, entonces Chris empezó a acariciar la cavidad anal del menor con ambos dedos, primero hubo tensión, pero cuando Minho se sintió menos avergonzado se relajó lo suficiente para que ambos dedos empezarán a entrar con cuidado mientras el mayor empezaba a recorrer la erección con su boca, distrayendo a Minho con un oral para que el chico no se centre solo en el dolor. Una parte de Chris deseaba penetrarlo ya, pero tenía una pequeña sospecha de que Minho no había hecho eso antes y claro que no sería un patán con el menor, no sería el más romántico dándole una primera vez con velas y pétalos de rosas, pero si estaba seguro de algo, es que no iba a lastimarlo y generarle un trauma.
Y realmente había valido la pena pues cuando Minho se acostumbró, había empezado a mover un poco su pelvis en busca de más contacto. Fue cuando Chris no resistió más, no con tan erótica escena frente a él. Se incorporó nuevamente, sacando los dedos del interior, tomó las piernas de Minho y se aseguró que se quedarán flexionadas y firmes sobre el soporte de mármol. El menor lo miraba expectante cuando Chris se bajó su ropa interior y se acercó finalmente hacia él, no sin antes tomar su cintura con su mano izquierda, sin dejar de lado el contacto visual inclinó otro poco su rostro hacia el de Minho.
— Eres la persona más jodidamente sexy que he visto.
Y sin decir más, tomó su miembro con su diestra para ayudarse, apoyó su glande húmedo sobre la cavidad de Minho y poco a poco empezó a empujarse dentro. El menor se estremeció, temblando un poco mientras sentía el ardor recorrer su cuerpo con una mezcla de placer, la erección de Chris se sentía dura y caliente, o tal vez era su propio interior tenso que hacía al mayor jadear ante la agradable presión en su miembro.
Fueron pocos segundos en los que Minho se acostumbró a ello, más bien, no había terminado de hacerlo cuando su cuerpo ya le exigía más, le demandaba sentir por completo a Chris tomarlo como si la vida se les fuera en ello. Chris apoyo sus manos en la pared y empezó a moverse, lento pero firme, haciendo que la cadera de Minho se separe unos centímetros del mármol cuando lo penetraba nuevamente, y que empezara a gemir con mayor goce a cada golpe certero en su interior. En algún momento las manos de Chris habían bajado hasta la cintura del menor para aferrarse a éste, pues sus movimientos ahora eran más rápidos, casi sin salir de su interior, las piernas de Minho temblaban, su propia diestra estaba sobre su miembro, masturbándose en medio de las embestidas bajo las palabras ocasionales de Chris diciéndole lo erótico que era y lo delicioso que se sentía estar en él.
Definitivamente Minho nunca había imaginado su primera vez, porque cualquier cosa que pudo llegar a pensar nunca iban a igualar el sentimiento de liberación que sintió al alcanzar el orgasmo, cuando su piel brillaba por el sudor y su camiseta se pegaba a su cuerpo, cuando sus piernas temblorosas se tensaron al momento que su semen salía, nunca la sensación de Chris acabando con un gemido ronco mientras enterraba un poco sus uñas en su cadera. Ni la complicidad tras unos minutos de acabar, en el momento en que se dispusieron a acomodar sus ropas nuevamente con una sonrisa divertida en el rostro, intentando arreglarse lo mejor posible y saliendo a escondidas del baño para colarse entre la gente bailando e ignorando por completo al resto.
Nunca esa felicidad y sensación de libertad cuando se dirigieron a otro piso a reír por la liberación sexual mientras bajaban el calor con el aire fresco entre la vista de la ciudad derrumbada. Y aún así, Minho no habría deseado estar en otro lado.
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