Al salir de la apocalíptica ciudad a salvo pero no tan sano y por primera vez en estos meses, la frustración se adueña de su cuerpo con creces.

Es que de solo imaginarse cómo serán los siguientes días en cuanto ingrese y sospechar de tener la más mínima posibilidad de caer ante éstas bestias, se le revuelven las tripas.

Su cabeza niega diciendo que solo es extraña la forma en que se mueven y cómo lo observan, como dándole tiempo a correr a lo rata de laboratorio para luego caer en una inminente trampa.

Pero luego, sacude su cabeza ante el recuerdo de esas asquerosas palabras, vocablos que ni siquiera sabía que tenían, o por lo menos, que tenían tan desarrollada.

Así que tratando de recuperar aire ante semejante corrida y apoyado sobre la barricada que separa lo abandonado de lo actual casi en ruinas, eleva su cabeza y observa... Observa a lo lejos un contorno algo difuso pero que le resulta familiar aunque no quiera.

Y piensa dentro suyo, que ese espécimen debe ser una especie de líder de esos caminantes. Una camada de monstruos más ágiles y sigilosos que las primarias alimañas. Y liderada por un zombi que nunca había observado antes, ya que de lejos pareciera como que tiene mas facciones humanas que de la misma bestia. Y su porte erguido, observando sigiloso y a lo lejos, lo comprueba.

Casi de inmediato, se le viene a la cabeza el recordatorio de sus contundentes palabras: "Les queda poco tiempo..." Dándole un claro indicio de que esto, fue una jodida advertencia.

Maldiciendo por dentro. Porque no contaba con tener que lidiar con alguna especie de inteligencia en todo esto cuando -supuestamente- ellos se convirtieron en seres sin cerebro sedientos de las entrañas de los otros. Pero de ahí, a organizarse como tropa con un comandante lo altera a sobremanera, porque James sabe reconocer (por experiencia propia) lo que es una formación de batalla.

Así mismo, trata de alejar los demonios que azotan su cabeza para descansar de la agotadora redada que tuvo que sobrellevar antes de llegar a la barricada. En cuando unos cuantos caminantes le salieron al paso sin siquiera haberlos escuchado, teniendo que luchar con patadas y puños cuando se sintió acorralado y debiendo ir en búsqueda de la salida alternativa que había designado para estos específicos sucesos... Sucesos que espera que no se repitan de nuevo.

"Espero que la condenada paga, valga la pena ante semejante esfuerzo..." Piensa por dentro a medida que se aleja y se interna en el desolado camino de regreso.

Este trabajo no fue hecho por una suma de dinero, sino en garantía de una considerable cantidad de agua purificada y abundantes platos de comida variada. Y de solo pensar en ello, rugen sus tripas. Es que no recuerda bien cuando fue la última comida casera que pudo llevar a su estómago. Es más, ni siquiera recuerda a qué hora fue su último alimento. Ya que éste último tiempo se basa en alimentarte lo que se encuentra a tú alcance. Casi todo envasado y demasiadas veces, ya en mal estado.

Sigue su camino a medida que comprueba tener su letal compañera adosada a la cintura y al alcance de su mano.

Lamentablemente, los dueños de lo ajeno en este mundo ruin en ruinas, abundan. No prevalece trabajar para adquirir lo que quieres, solo se creen con derecho de arrebatarte lo que con esfuerzo ganaste. Y en el caso de James, esfuerzo arriesgando su vida, una y otra maldita vez. Y aunque sean un grupo minoritario los que se animan a enfrentarlo, porque es de público conocimiento sus positivas hazañas, no debe bajar la guardia.

Así mismo, sonríe por dentro pensando en lo bizarro del resultado del protagonizado escenario, cuestionando cómo es que sigue de pie y no se convirtió en alimento de ellos luego de tener a la desagradable alimaña encima de su cuerpo.

Con ese pensamiento, vuelve su cabeza buscando a lo lejos y sin resultado, algún indicio de que lo sigan observando, pero por dentro, lo que verdaderamente llamó su atención y mantiene su mente enfocada aunque no quiera, fue el accionar de esa mutación sobre su cuerpo. Es que esos adefesios se caracterizan por estar muertos en vida pero, también, por estar totalmente podridos. Y el líder, o lo que sea de ellos, no parece asemejarse a nada de eso.

Luego de un par de horas de agobiante y estresante marcha por estar atento a todo lo que lo rodea, observa su actual campamento. Un añejo pueblo que por mucho, viene siendo como todos los que rodean el perímetro de la gran ciudad abandonada. A no ser por los lares en donde se encuentran aquellos que pagan exorbitantes sumas de dinero por un trabajo bien hecho.

A estas alturas, James podría estar pensando en tener un mejor paraje, pero su última obsesión no quiere darle tregua, es que soñar con adquirir una moto con la energía de mil caballos de fuerza consume casi todo el ahorro que puede invertir en mejorar su vivienda. 

A parte, cuantos más lujos se tengan en éste fatídico presente, más expuesto estás ante el escrutinio ajeno. Y si tratar de sobrellevar la escasa intimidad que puede lograr ahora le resulta complicado, no se quiere imaginar si pertenecería a los que tienen una mejor calidad de vida.

Con ese pensamiento rondando en su cabeza, y como si fuera un oscuro y denigrante secreto, se guarda bajo cuatro llaves y un candado bien sellado; el movimiento de esas asquerosas manos que queman entre recuerdos sobre la dermis de su cuerpo.

Repugnante toque que no puede dejar de reproducir y sentirlo en sus adentros...

Enojándose consigo mismo y maldiciendo por dentro, porque debería haber actuado y cortado la mano de esa asquerosa bestia y no estar pensando ahora, justamente en eso.

Gracias por pasarte🥰