Capítulo 7
Ese viernes, después de haber terminado su clase de biología molecular, Jeon no tardó en guardar sus cosas en su mochila y correr al puesto del castaño, el cual aún no empezaba a guardar sus cosas.
Tal vez estaba un poquito emocionado. —¿Ya nos vamos?—
—Tranquilo— Respondió Taehyung y, cuando vio que ya casi no había personas en el salón, comenzó a ordenar sus cosas, para luego meterlas en su mochila y levantarse de su puesto. —Vamos— Antes de empezar a caminar, cruzó su mirada con la profesora Park, quien los observaba con curiosidad y una pequeña sonrisa se estiraba en sus labios.
Taehyung suspiró y, con una seña, le indicó a Jungkook que estaba listo. Ambos salieron del salón y recorrieron los pasillos de la universidad hasta la salida.
—¿A dónde vamos?— Preguntó el azabache.
—Me da igual, pero... por favor que no sea muy ruidoso, no soporto los ruidos fuertes—
—¿Quieres ir por un helado?—
—¿Helado?— El azabache asintió y el castaño pensó un poco antes de dar una respuesta. —¿Puede ser por un helado de hielo?—
—¿No te gustan los helados de crema?— Taehyung asintió y Jungkook suspiró, era una lástima (pues a él le encantaban), pero que el chico aceptara su oferta ya era algo bueno. —Bien, entonces vamos por un helado de hielo—
Se dirigieron a la tienda más cercana que encontraron, compraron sus respectivos helados y se sentaron en una de las bancas del parque que estaba junto a la tienda.
—¿Por qué no te gustan los helados de crema?— Preguntó Jungkook.
—Tienen mucha grasa— Respondió mientras abría el paquete que contenía el helado.
—Son sólo cien gramos—
—Es demasiado para mí, prefiero los helados de hielo porque casi no tienen grasa—
—¿Tienes una obsesión con la grasa?— Indagó.
—No, pero mi cuerpo no la quema fácilmente, así que prefiero evitarla—
El azabache asintió y comieron sus helados mientras hablaban de cosas sin sentido, con sutiles sonrisas y bromas de ambas partes.
—Dame el envoltorio— Pidió el castaño, a lo que el obedeció. Se levantó de su lugar, botó los papeles en el basurero más cercano y regresó a sentarse junto a él. —Perdón— Soltó repentinamente.
Jungkook frunció el ceño y se giró a verlo. —¿Por qué te disculpas?—
—Te estoy usando para no llegar temprano a mi casa— Susurró. —¿Tienes hermanos?—
—No, soy hijo único— Pausó. —¿Tú tienes?—
—Sí, es mayor que yo por cinco años— Atrajo sus piernas a su cuerpo y apoyó su cabeza en estas. —No lo veo desde hace cuatro meses. Se supone que hoy viene a casa a visitarnos desde Daegu, pero...— Suspiró. —No quiero verlo—
—¿Discutieron?—
Sonrió suavemente. —Sí, él piensa que soy un cobarde—
—No creo que lo seas—
Taehyung lo miró. —Ni siquiera sabes lo que pasó—
—Te conozco lo suficiente para saber que no eres un cobarde— Sonrió.
Negó con la cabeza. —No sabes de lo que hablas—
—Si sé de lo que hablo; si fueras un cobarde, no me habrías rechazado por completo el primer día; si fueras un cobarde, no habrías golpeado al chico que te molestó la semana pasada— Suspiró. —Entre los dos, el único cobarde sería yo—
—¿Porque tratas de acomodarte al resto?— Preguntó y vio al azabache tensarse.
Jungkook bajó la mirada a sus manos. —Nunca fui muy sociable. O, mejor dicho, me sentía fuera de lugar— Pausó. —Me comporté de esa forma en primaria y... las cosas no resultaron bien, muchos niños me molestaban, era...— Levantó la cabeza para conectar su mirada con la del chico frente a él, quien lo miraba sin expresión alguna. —Era como tú—
Taehyung suavizó su mirada. —¿Qué pasó después?—
—Nací en Busan y me mudé a Seúl con mis padres cuando inicié la secundaria, no quería volver a pasar lo mismo que en primaria, así que decidí que lo mejor para mí sería fingir ser otra persona— Suspiró. —Al principio no funcionó tan bien, me molestaron un par de veces e inventaron algunos rumores sobre mi. Luego de un tiempo, comencé a agradarle a uno de los chicos populares y gracias a eso las burlas y los rumores cesaron—
—¿Te sentías cómodo con eso?—
—No, pero lo prefería a ser juzgado sin saber— Un silencio breve se instauró entre ellos, ninguno sabía qué decir ni tampoco se miraban.
Taehyung entendía ese sentimiento, lo había acompañado durante gran parte de su vida y por eso no se atrevía a reprenderlo, sentía que estaría siendo hipócrita.
Por otro lado, Jungkook esperaba que el castaño le dijera algo, que le diera su punto de vista. Por primera vez, se sentía cómodo con la compañía de alguien, y esperaba que el sentimiento fuera correspondido.
—Taehyung— El nombrado hizo un sonido para afirmarle que tenía su atención y que podía continuar. —¿Quieres venir a mi casa?—
Abrió sus ojos aún más por la sorpresa y se giró a verlo. —¿Qué?—
Carraspeó suavemente y evitó su mirada. Simplemente se le había escapado la pregunta. —Digo... si aún no quieres volver a tu casa, puedes venir a la mía... no tengo problema con eso—
—¿Qué te hace pensar que aceptaré?— Preguntó, queriendo ignorar los continuos latidos de su corazón.
—No te estoy obligando, era... una propuesta, no es necesario que aceptes, sólo-—
—Bien— Jungkook lo miró confundido. —Iré, ¿está muy lejos de aquí?—
Sonrió y negó con la cabeza. —Está a un par de cuadras—
Suspiró. —Entonces vamos—
[Hi. Creo que quedó algo simple este capítulo... no sé.
No tengo nada bueno que decir y no quiero escribir mucho porque mis manos están muy dañadas con el execeso de cloro que han experimentado este último tiempo y arden y pican >~<
Así que eso es todo hasta la próxima semana, bye.]
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