Capítulo 20
Odiaba levantarse temprano.
Era un hecho, nada iba a hacer que cambiara de opinión.
Ni siquiera el hecho de que significara ver más a Taehyung.
Al estar iniciando el verano, los exámenes finales de semestre y las vacaciones, las mañanas se hacían mucho más pesadas para su gusto.
Sólo tres semanas más, Jungkook, sólo tres semanas y no tendrás que levantarte a las seis de la mañana.
Le gustaba recordarse eso cada vez que despertaba por su alarma, alegrándose de que cada vez podía asegurar que quedaba menos tiempo.
Luego de tres horas, estaba a las nueve y media de la mañana en la entrada de la universidad esperando por Taehyung.
Sintió su celular vibrar en el bolsillo de su pantalón, lo sacó y frunció el ceño al ver que era un número desconocido. Decidió ignorarlo en caso de que fuera de alguna empresa haciendo propaganda. Pero, cuando ya iban cuatro llamadas del mismo número, contestó.
—Diga—
—¿Jungkook? ¿Eres tú?—
—Sí, ¿quién habla?—
—Soy SeokJin, el hermano de Tae—
Una llamada del rubio no podía significar nada bueno si hasta ahora no había visto al castaño.
—Oh... hola, ¿está todo bien? ¿Pasó algo malo con Taehyung?—
—Pensaría que está completamente bien si no ha dejado de fastidiarme para que te llame— Lo escuchó suspirar al otro lado de la línea. —Pero Tae no irá hoy a la universidad, no lo esperes—
—¿Está bien?— Se estaba asustando y no estaba recibiendo una buena respuesta.
—En resumidas cuentas, se resfrió por quedarse dormido con la ventana abierta y despertó con treinta y nueve grados de fiebre—
—¿Qué tan peligroso es eso para él?—
—No tanto, sólo debo lograr que su temperatura baje y...— Pausó un poco antes de continuar, como si no estuviera realmente seguro de lo que iba a decir. —¿Puedes venir en cuanto acabe la universidad? Conseguí que me dieran tiempo libre en mi trabajo por la mañana, pero no puedo perder la tarde-—
—Está bien— Interrumpió. —Estaré ahí a más tardar a las dos y media—
—Gracias y... ¡Kim Taehyung regresa a la cama ahora mismo!—
El grito de SeokJin hizo que Jungkook alejara un poco el celular de su oído, pero aún así pudo escuchar la conversación de los hermanos.
—¿Estás hablando con Jungkook?— El mencionado hizo una mueca; su voz no se escuchaba para nada bien.
—Sí, ¿por qué?—
—Déjame hablar con él—
—No, regresa a la cama—
—Por favor Jin, yo-— El sonido de algo cayéndose lo puso en alerta, frunciendo el ceño al no volver a escuchar nada por parte de los Kim.
—¿SeokJin? ¡¿Tae?!—
—¿Jungkook?—
No supo realmente si escuchar la apagada voz del castaño lo relajó o lo preocupo aún más. —¿Tae? ¿Estás bien?—
—Estoy bien, no me voy a morir por esto— Soltó un quejido. —¿Estarás bien sin mí en la universidad?—
—No estás en posición de preocuparte por mí— Escuchó los regaños de SeokJin hacia Taehyung una vez más. —Hazle caso a tu hermano, yo iré en cuanto pueda, ¿bien?—
—Bien... gracias—
Después de despedirse, cortó la llamada e ingresó al campus de la universidad, esperando que el día no se le pasara demasiado lento.
Probablemente nunca había estado tan feliz de que acabara una clase, ni siquiera en el día en que se graduó y ya no tenía que volver a ver a sus desagradables compañeros de clase.
Prácticamente corrió a la casa de Taehyung, ya que se encontraba en la puerta diez minutos después de la salida, cuando generalmente el trayecto solía ser entre veinte y treinta minutos.
Antes de que tuviera oportunidad de golpear la puerta, esta fue abierta por SeokJin, completamente preparado para salir a trabajar. —Gracias por venir—
—No es nada— Respondió mientras recuperaba el aliento. —¿Ya te vas al trabajo?—
Asintió. —Estaba esperando a que llegaras— Suspiró y se corrió de la entrada, permitiendo que el pelifucsia entrara y a la vez él pudiera salir. —Tae está arriba, por favor cuídalo. Adiós—
Jungkook se despidió de igual manera y la puerta fue cerrada. Subió de forma cautelosa las escaleras para no asustar al castaño, entró en la última habitación del pasillo e hizo una mueca al verlo hecho un ovillo sobre la cama, tapado hasta el cuello y temblando levemente de vez en cuando.
—Hey...— Saludó. Dejó su mochila a un costado de la puerta, caminó hasta la cama y se sentó a un costado de esta, todos sus movimientos siendo seguidos por Taehyung. —¿Te sientes muy mal?—
—Como si me hubiera arrollado un camión— Susurró. —¿Pasaron mucho contenido hoy?—
Negó con la cabeza. —Fue más que nada un repaso para los exámenes— Llevó su mano a la frente contraria. —Estás ardiendo en fiebre, ¿SeokJin tomó tu temperatura antes de irse?— Preguntó preocupado.
—Sigue en treinta y nueve— Jungkook frunció el ceño, se levantó y le arrebató las mantas al castaño, haciendo que este se abrazara a si mismo. —¿Qué estás haciendo?—
—Si te mantienes abrigado, tu fiebre no bajara—
Salió de la habitación ignorando las preguntas de Taehyung, entró al baño y abrió la llave de agua helada de la ducha para que esta empezara a llenarse. Regresó al cuarto, encontró al castaño sentado en la esquina de la cama, se acercó y agachó frente a él.
—Necesito que te saques tu polerón—
—¿Para qué?— Preguntó extrañado.
—Si te quedas en una tina de agua fría, eso ayudará a que la fiebre baje y sería ideal que no estuvieras tan abrigado— Taehyung asintió. —Levanta los brazos, te ayudaré—
El castaño cumplió con lo pedido y Jungkook no tardó en quitarle con cuidado el polerón, para luego tomarlo entre sus brazos, llevarlo al baño y meterlo en la tina con agua helada.
—¿Está fría?— Dijo mientras cerraba la llave de paso.
—Bastante— Abrazó sus piernas. —¿Cuánto tiempo tengo que quedarme aquí?—
—Hasta que baje un poco tu temperatura— Tomó su mano. —¿Te quedaste dormido con la ventana abierta?—
Asintió. —Estaba estudiando, no me di cuenta cuando me dormí sobre el escritorio y olvidé cerrar la ventana— Suspiró. —Ya estaba ardiendo en fiebre cuando Jin me despertó—
El pelifucsia palmeó su cabeza suavemente con su mano libre. —No debes esforzarte demasiado, ¿está bien? Tienes que cuidar tu salud—
—¿Te quedarás conmigo?—
Sonrió y se inclinó levemente para besar su frente. —Por supuesto que sí— Respondió cuando se separó.
Alrededor de dos horas después, Jungkook fue en busca de un termómetro a la habitación de Taehyung y comprobó su temperatura, encontrándose increíblemente más aliviado al ver que había bajado a treinta y siete y medio.
—¿Bajó?— Preguntó el castaño y el pelifucsia asintió. —Entonces, ¿ya puedo salir de aquí?—
Volvió a asentir. —Iré a buscarte una toalla y ropa seca, no te muevas— Salió del baño y cinco minutos regresó con lo dicho y ayudó a Taehyung a salir de la bañera. —Te espero afuera, ¿bien?—
—Jungkook— Susurró y tomó su muñeca, impidiendo que el nombrado saliera. —Gracias—
Sonrió y dejó un pequeño beso en sus labios. —No agradezcas, bobo— Sin más que decir, salió del baño, dejando al castaño solo para que pudiera cambiarse.
Cuando Taehyung estuvo listo, salió del baño, bajó las escaleras y colgó la ropa mojada en el tendedero que estaba junto a la lavadora en el cuarto continuo de la cocina. Subió las escaleras, abrió la puerta de su habitación y se encontró con Jungkook sentado sobre su cama, observando una esquina del cuarto.
—¿Qué estás mirando?— Preguntó mientras se sentaba junto a él.
—No sabía que tocabas la guitarra— Susurró y volteó a verlo.
Suspiró, observando la esquina de su habitación donde se encontraba su guitarra en un estuche, probablemente bastante polvorienta. —Hace mucho que no toco, realmente la tengo como adorno—
—¿Algún día tocarás para mi?—
Lo miró. —Si encuentro una buena canción y puedo tocarla... quizás—
—Entonces lo esperaré con ansias— Sonrió y se levantó de la cama. —Deberías acostarte. Puede que la fiebre bajara, pero aún así debes cuidarte—
—Estás igual que mi hermano— Dijo, mas no protestó y cumplió con lo solicitado. —Tú... ¿no quieres recostarte conmigo?—
Jungkook abrió sus ojos aún más, estaba sorprendido. —¿Puedo?—
—Te estoy invitando, así que es un sí—
El pelifucsia quitó sus zapatos y pasó con cuidado de no aplastarlo por encima del castaño, recostándose al lado de la pared. La cama de Taehyung era un poco más pequeña que la suya, por lo que eran pocos los centímetros que los separaban. —¿Así está bien?—
El castaño asintió y se giró hacia él, con un leve sonrojo adornando sus mejillas. —¿Me extrañaste mucho en la universidad?—
—Como no te imaginas, las cinco horas más largas de mi vida— Taehyung sonrió. —Ahora que recuerdo... ¿has comido algo? ¿No tienes hambre?—
—SeokJin me dio algo de comer antes de irse, ¿tú?—
—No— El castaño frunció el ceño. —Pero no te preocupes, no tengo hambre—
—Aún así deberías comer— Lo reprendió.
—Por ahora prefiero estar contigo, puedo comer algo más tarde— Sonrió. —Quiero abrazarte—
Demoró un poco en responder. —¿Qué... qué te detiene?—
—Estás de frente a mí—
—No entiendo—
—Date la vuelta—
Sin estar muy seguro de a lo que Jungkook se refería, Taehyung cumplió con lo solicitado, tensándose cuando sintió los brazos del pelifucsia rodear su cintura y su cálido pecho contra su espalda. Sin embargo, pronto se relajó y disfrutó la sensación. —¿Ahora estás feliz?—
—Muy feliz— Admitió mientras lo acercaba más a si mismo.
Y después de un rato de hablar sobre temas que no tenían sentido en lo absoluto, el calor contrario y la sensación era lo suficientemente agradable como para cerrar los ojos y dormir acurrucados en el otro.
[Hi. Mmmh... realmente no sé qué decir, no me encuentro con algo lo suficientemente interesante para decir.
Cuídense y nos leemos pronto, bye.]
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