Capítulo 12
Jungkook soltó con cuidado las piernas de Taehyung cuando ya estuvo dentro de su habitación, permitiendo que cayera sentado sobre su cama.
Caminó hasta su clóset y buscó algo de ropa cómoda que pudiera prestarle al castaño, estando listo, se dirigió al baño y giró la llave de agua caliente de la tina para que esta empezara a llenarse. Volvió a su habitación e hizo una mueca al ver que Taehyung seguía en la misma posición que cuando llegaron, mirando algún punto vacío.
Se acercó y se agachó frente a él, captando su atención. -Ve a darte un baño de agua caliente, puedes enfermarte si te quedas así-
El castaño abrió ligeramente la boca para decir algo, pero se arrepintió y se limitó a asentir, siguiendo las indicaciones que le dio el azabache para llegar al baño y cerrar la puerta.
Por mientras, Jungkook bajó a la cocina y preparó un té de manzanilla (recordando que Taehyung alguna vez le había dicho que era la única bebida caliente que tomaba) y un café con leche para si mismo.
Subió con las dos tazas en sus manos, las dejó sobre su escritorio, cambió su ropa por algo más cómodo y se sentó sobre su cama a esperar que el castaño saliera del baño.
Algunos minutos después, escuchó un suave carraspeo. Desvió su mirada hasta la puerta y se encontró con la presencia del otro chico.
—Yo... ¿dónde puedo colgar esto?— Preguntó, refiriéndose a la toalla y ropa húmeda en sus manos.
El azabache se levantó de su sitio y tomó las prendas que estaban en las manos contrarias. —Yo iré a colgarlas, por mientras ponte cómodo—
Volvió a su habitación poco tiempo después, encontrándose con el castaño dentro de esta, mirando atentamente los cuadros en su pared.
Se permitió fijarse en cómo le quedaba su ropa; las mangas de la camisa que solían llegarle a la mitad de sus bíceps, al castaño le llegaban hasta sus codos, el largo de la prenda superior que solía llegarle un poco más abajo de sus caderas, al castaño le llegaba casi hasta medio muslo, por no hablar de los pantalones, que tuvo que doblarlos para no caerse mientras caminaba.
A pesar de que la diferencia de estatura no superaba los cinco centímetros, la diferencia de musculatura que ambos poseían hacía la diferencia, sin contar el hecho de que solía usar tallas de ropa más grandes que la que le correspondía.
—Hey— Llamó su atención y el castaño volteó a verlo. —¿Cómo te sientes?—
—Bien... creo—
El azabache se adentró en su habitación, tomó las tazas sobre su escritorio y le extendió la que tenía la infusión de manzanilla. —Me dijiste que te gustaba el té de manzanilla sin azúcar, ¿no?—
Asintió y aceptó la taza, sintiendo inmediatamente sus manos calentarse con el calor del objeto entre ellas. —Gracias— Susurró.
—No es nada— Se sentó en la orilla de su cama y palmeó su costado para invitar al castaño a hacer lo mismo, aceptando pocos segundos después. —¿Qué pasó en la universidad?— Preguntó bajito.
Taehyung se tensó un poco, miró el contenido de la taza, la acercó a sus labios y bebió un poco del contenido antes de responder. —Fui al baño como te había dicho— Empezó. —Esos dos chicos estaban allí antes de que entrara, pero no les tomé importancia— Suspiró. —Cuando estaba a punto de salir, el chico que... golpeaste— Hizo una mueca. —Me tomó del brazo y me arrastró a la esquina del baño. Dijo un par de cosas que no recuerdo porque no me interesaba escucharlas, pero todo cambió cuando apareciste en la conversación— Jungkook lo miró con el ceño fruncido. —Me preguntó qué hice para que estés conmigo, insinuó que era tu zorra y muchas cosas más y que a cambio de eso no estaba solo— Bajó la mirada a su taza. —Había podido sobrellevarlo hasta que...— Tragó pesado. —Bueno... me tocó un poco— El azabache se tensó. —No fue mucho, sólo un poco la cadera y cintura, lo golpeé antes de que... pudiera tocar algo más—
—¿Qué pasó después?— Estaba molesto; con el idiota que lo había tocado y consigo mismo. ¿Por qué? Con el idiota sólo por el hecho de haber tenido el descaro de tocar al castaño, y consigo mismo por no haber reaccionado a tiempo e ir a ayudarlo antes.
—Se enojó— Suspiró. —No sé de dónde sacaron el balde, pero de un momento a otro me quitaron mi mochila y me aventaron el balde de agua fría— Se estremeció ligeramente ante el recuerdo del agua fría contra su cuerpo. —Ya sabes lo que pasó luego— Susurró.
—Lo siento...— Taehyung lo miró curioso. —Debí haber ido antes a ayudarte—
Negó con la cabeza. —No te disculpes, no tenías cómo saber—
—Pero debí haber intuido que algo así estaba pasando y-
—Jungkook— Lo interrumpió. —No eres adivino, está bien, ya estoy mejor. Llegaste en un buen momento a ayudarme y estoy agradecido por eso, pero no cargues con una culpa que no es tuya—
Ambos terminaron con sus bebidas sin ninguna palabra después de eso. El azabache dejó las dos tazas vacías nuevamente sobre su escritorio minutos después y giró su cuerpo en dirección al castaño, quien se encontraba recorriendo la habitación con la mirada.
—¿Qué tanto miras?—
—Me gusta tu habitación— Respondió sin mirarlo. —Es grande y está ordenada—
—¿También te gustan los recuerdos que tienes de haber estado aquí?— Preguntó en voz alta, golpeándose mentalmente por ello. Se supone que no debía decirlo.
Taehyung se giró a verlo, perdiéndose por un momento en sus ojos oscuros. —¿De qué recuerdos me hablas?—
—Cuando me viste sin camisa— El sonrojo en las mejillas del castaño no se hizo esperar, haciendo que se regañara por no poder ocultar el hecho de que aún lo recordaba y pensaba en ello de vez en cuando. —Y cuando acaricié tu mejilla— Jungkook se acercó un poco más a él, queriendo ignorar el latir de su propio corazón e ignorando realmente las peligrosas palpitaciones que el corazón del contrario estaba experimentando. Nunca apartaron su mirada. —Siempre pasa algo cada vez que vienes aquí, ¿qué será ahora?— Susurró.
Taehyung tragó pesado, sintiendo su rostro arder cada vez más. El azabache estaba siendo imprudente con su espacio personal y sabía que debía detenerlo, pero no quería hacerlo; prefería probar hasta qué punto llegaría. —¿Qué... estás haciendo?—
Jungkook dejó de acercarse cuando sus rostros no estaban a más de veinte centímetros de distancia, llevó su mano al rostro contrario y lo acunó suavemente, sintiendo el calor de la mejilla contraria abrazar su mano. —No lo sé— Admitió en un susurro. —¿Qué estoy haciendo?— Se preguntó en voz alta, mas sus acciones aún no se detenían.
Taehyung cerró los ojos para disfrutar la sensación que le estaba siendo proporcionada. Se sentía bien, increíblemente bien, pero no estaba seguro si eso era correcto.
Se había declarado querer ser egoísta para obtener nuevamente una sonrisa de Jeon Jungkook, pero con el tiempo se encontró queriendo más cosas de él.
Un sutil tacto, una mirada cariñosa, sentir su presencia, escuchar su voz... se estaba volviendo loco.
Eso no estaba bien, no podía querer más de lo que ya había conseguido, pero ese chico que se engañaba a sí mismo para agradar al resto resultó siendo demasiado encantador y llamativo para su gusto. Jeon Jungkook no estaba teniendo piedad con su pobre persona.
Decidido a que ya era momento de parar, abrió los ojos para encararlo y grande fue su sorpresa al encontrar su rostro más cerca del propio, su aliento caliente mezclándose con el propio y sus atentos ojos negros sobre los suyos.
El momento le hacía querer algo más, pero ¿qué era ese algo más?
A pesar de que estaba seguro de la respuesta, prefería evitarla.
—¿Vas... a besarme?—
[Hi. ¿Beso? ¿No beso? ¿Sí? ¿No? ¿Dormir? Ah no, no era así (no sirvo para estas cosas).
Ternuritas, la cuarentena me tiene mal y eso que a mi me gusta estar encerrada en mi casita. Me estresan pequeños sonidos que antes pasaba por alto (como las manecillas del reloj, o anoche que no podía dormir porque escuchaba la gotera de la cañería, y no sé cuándo empecé a escucharlos con tanta claridad)... gruñona de mierda que soy :'/
Nos leemos el miércoles, bye.]
AKWIJSJELWJJWLEJDWLWHBEIWJE BESENSE CARAJO SKJEJELWJWMEJ
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