Hola, soy Matsuno Chifuyu.

Ex Vice-capitán de la primera división de ToMan y actualmente Vice-capitán de la sexta división y a la vez subcomandante de la onceava generación de Black Dragon.

Todo estaba yendo relativamente bien en mi vida. 

Pero a veces eso no puede durar mucho tiempo. 

Mi mama trabajaba en el hospital… si dije trabajaba en tiempo pasado ya que… bueno lo sabrán después. 

Todo se derrumbó cuando comenzó a salir con un hombre que también trabajaba en el hospital como enfermero. Yo lo conocí y me cayó bien y estaba feliz por mi madre. 

Ella apoyó el que estuviera enamorado de dos chicos por lo que yo la apoyaría si quería quedarse con este hombre. 

Si, los dos somos muy confianzudos y eso nos jugó en contra. 

De un día  para el otro el desapareció junto con nuestros ahorros con los que pagamos los servicios del departamento junto con la comida, el dinero para mantener mi moto…. 

Todo…..

No solo eso…  Mi madre comenzó a tomar horas extra, tantas que desgraciadamente le pasó factura y en un momento cometió un error y la despidieron solo por eso. 

Ella quedó sin empleo y yo no sabia que hacer… 

¿Qué tipo de trabajo legal tomaría a un chico de 14 años?

Ninguno. 

No quería preocupar a nadie en la pandilla por lo que hice como si nada pasara. 

Mintiendoles a todos. 

Fue cuando llegaron mis 15 años que estaba dispuesto a contarles a los demás sobre lo que me ocurría, pero mi mamá me dijo que si habíamos podido mantenernos este tiempo podriamos seguir.

Yo le creí pensando que ella había encontrado otro trabajo… pero no fue así. 

En realidad ella todo este tiempo había pedido un préstamo a un ex-paciente del hospital, con el que seguía en contacto ya que el hombre estaba agradecido por que ella había salvado a su hija mayor. 

No objete nada pero algo no me caía bien… 

Y tenía razón…. 

Una noche que llegaba a mi casa luego de una reunión de la ToMan, normalmente con Baji-san y Kazutora-san llegabamos los tres juntos pero esta vez no fue así ya que ellos habían ido al trabajo la madre de Baji para llevarle unas cosas por lo que yo estaba solo esta vez. 

Subí tranquilo, las luces de mi departamento estaban prendidas y pensé que estaría mi madre. 

Pero cuando abrí la puerta me encontré con unos hombres que rápidamente me durmieron. 

Al despertar me encontré en una habitación desconocida junto a dos mujeres que me explicaron donde estaba. 

Al parecer el hombre que le dio el préstamo a mi madre era dueño de unos burdeles ilegales, la "hija" que salvo mi madre era una de estas mujeres que me estaban explicando todo, y que se supone que mi madre iba a ser quien "pagara" con su cuerpo el préstamo pero el dueño al verme en una foto me quiso…. 

Mi mamá se opuso…. 

Y termine perdiendola. 

Desde esa noche comencé mi vida como "Kitty", un adolescente pandillero que por la noche era el dulce gatito de sus amos o amas. 

No podía quejarme, no podía rehuir del contacto, no podía hacer nada de eso ya que sino se añadían intereses al préstamo. 

Quería pedir ayuda… quería pedir ayuda… pero si lo hacía… quien sabe que me pasaría o peor aún… quien sabe que le pasaría a los seres queridos que me quedaban. 

Porque ya bastante habían sufrido todos como para que yo añadiera otro problema, después de todo quién sabe qué podría hacer y qué contactos tenía ese hombre.

Logre mantener el secreto por ahora, pero a medida que se iba acercando la fecha de mi supuesta retirada las cosas iban empeorando. 

Algunos clientes pagaban más y me hacían consumir alcohol (a otros tambien les pasaba), de noche cuando trataba de dormir podía sentir los toques fantasmales en mi cuerpo, cuando me bañaba tenía que llevar a Peke J al baño porque sentía que en cualquier momento alguno de los clientes se aparecería y me tomaría por completo. 

Los únicos momentos donde me sentía a salvo era con la pandilla 

O

Cuando salía con Baji-san y Kazutora-san… 

Cuando estoy con ellos dos me siento protegido, complementado… tal vez ellos me vean como un hermano menor… pero mi amor por ellos seguirá estando. 

Aunque creo que ayer lo habría puesto en duda por la forma en que le grite a Baji-san…  No se merecía que le gritara pero igualmente lo hice. 

Solo espero que no se enteren sobre esto…. 

No se como les podría mirar a la cara. 

-¡KITTY! - escuche el llamado de mi "jefe". 

Actualmente había terminado mi labor como "acompañante" y ya me había retirado al camerino para buscar mi ropa, mis cosas e irme por fin. 

-¿Si Kisho-sama? - dice de forma educada ocultando la molestia en su ser. 

-Mi querido niño- dice sonriendo- Quería darte una pequeña despedida yo mismo. 

-Hee…. No es necesario señor-dije rápidamente, mi instinto me decía correr pero siento como el me atrae hacia su cuerpo mientras veía como algunos guardias de seguridad se acercaban a nosotros. 

-Ohh claro que es necesario mi pequeño gatito…. Después de todo solo hay una razón por las que no dejo que sean penetrados-contesta él con una sonrisa.. La misma que he visto en los clientes y clientas. 

-No… suélteme… ¡SUELTEME! - grite mientras comienzo a forcejear y me libere rápidamente de él pero los guardias me agarraron. 

Yo no entendía…. Porque no podía con ellos si en las peleas he recibido peores golpes de tipos más fuertes y estoy vivo. 

-Mi niño… recuerda que yo se todo sobre ti… estás en una pandilla y al parecer una de las más fuertes por lo que se que si primero no te debilitó no podría tenerte - me dice el mientras me acaricia una mejilla. Yo quería llorar y gritar de la importancia que sentía. 

-Viejo sarnoso…. - gruñí intentando morderle la mano, lo logré pero me dio una bofetada. 

-Maldito crío….. Creo que primero debería debilitarte más antes de tenerte- me dijo- Sostengalo bien. 

Entonces sentí como el agarre en mi cuerpo se intensificó y cuando estaba por protestar algo viscoso y de sabor raro entró en mi boca, los tipos me obligaron a tragarlo. 

Toda mi garganta ardía. 

-¿Qu-ue… mmme… distte? - dije con dificultad por el ardor. 

-Solo un pequeño afrodisíaco de reacción rápida- me dice de forma burlona- Y como tu eres un adolescente todavía con las hormonas revolucionadas no faltara mucho para que actúe y gimas como puta queriendo mi pene. 

Intenté contestarle pero no pude…. Él tenía razón, el estupido afrodisíaco estaba comenzando a hacer efecto en mí, ya que sentía el calor esparcirse por todo mi cuerpo en especial en la zona baja. 

Comencé de a poco a perder bien mis sentidos de la vista y el oído…. 

Lo único que supe bien fue que me llevaron a una habitación donde me arrojaron a una cama y Kisho se puso sobre mi y comenzó a quitarme la ropa mientras me decía cosas sucias al oído. 

Yo quería vomitar, quería salir de ahí….. 

Pero nadie vendría. 

Lo último que pude y fue gritar con toda la energía que me quedaba. 

Recibir otra bofetada y comencé a sentir como de apoco el efecto de la sustancia nublaba mi juicio…. 

Aunque…. En un momento sentí como alguien me levantaba con delicadeza en sus brazos. 

Todo eso antes de perder la conciencia.