╰✯┋Capítulo 44┋
Lawrence alejó a Shannon de Ellie. Lo sostuvo contra su pecho, dejando que los dedos de este se hundieran en sus hombros.
—No es verdad... —exclamó Shannon temblando— Ellie jamás habría hecho nada de eso. Ellie era mi preciado lucero...
—Lo he visto en el color de su alma: no hay mentira alguna en la ilusión.
Shannon apretó los ojos, con un grito inarticulado llevó las manos a su rostro y se volvió a su hermano.
—Mataste a nuestros padres —Las lágrimas se mezclaron con la sangre.
—Sabes que no haría algo así. Los amaba, tanto como te amaba a ti —Agachó la cabeza un instante y luego negó—. No, es cierto: a nadie podría amar de la manera en que lo he hecho contigo.
El rostro de Shannon se llenó de furia y frustración.
—En verdad... has sido tú... todo este tiempo...
Ellie, con los ojos dilatados dio unos pasos majestuosos y extendió su mano.
—Te amo Shannon, acompáñame y prometo que la vida que nos espera será hermosa y llena de luz. En este mundo solo hay miseria y destrucción.
—¿Cómo puedes decir eso?
—Sabes que es verdad. Desde que volví he estado preparando el mundo para que sea un paraíso: nuestro paraíso, solo debes venir conmigo.
Shannon se congeló en su sitio, su pecho subía y bajaba irregularmente y sus ojos quedaron vacíos.
Nada dolió como eso. Ahora Ellie era un monstruo.
No, quizás siempre lo había sido.
—¿Por qué, Ellie? —apenas salían las palabras mezcladas con sollozos, y sus lágrimas amenazaron con derramarse nuevamente— ¿Por qué elegiste el camino de las estigias? ¿Por qué mataste a nuestros padres?
Shannon le dirigió una atónita mirada y él le devolvió el gesto adusto.
—¿Por qué? Pues porque Él no amaría a un pecador como yo, así que tuve que aceptar esta eternidad: por ti Shannon. Cuando mamá y papá se enteraron de mis sentimientos estuvieron por separarme. Entonces Caleb me ofreció la oportunidad de permanecer junto a ti.
El terror y el dolor paralizaron su mente ante la inesperada confesión, movió la cabeza. No pudo ocultar su miedo, su repugnancia.
—¿Estás diciendo... que todas esas personas que asesinaron, toda esta absurda guerra, todo el dolor es mi culpa?
—Acepto la responsabilidad si eso tranquiliza tu alma.
—No te lo perdonaré —apretó los puños, con el dolor calando hondo.
—Cuando esto acabe entenderás la forma en que te he amado, más allá de todo.
—¿Amarme? Tú que no has provocado más que dolor ¿te atreves a decir que fue porque me amas?
Ellie intentó acercarse, pero fue retenido por el poder de Lawrence que le impedía avanzar. La estigia frunció el ceño y con un movimiento le hizo caer, controlando la sangre del Creador que corría por sus venas.
—No te metas en esto, balanza. A partir de aquí no me sirves más.
—¡Basta! —Shannon sujetó su mano, pero todavía temblaba, incapaz de hacerle daño a la persona a quien tanto amó.
Fue Clear quien se encargó de atacar. Se aferró a Ellie drenando tanta sangre como pudo, aunque pareció no causar suficiente daño y la estigia usó la sangre del Creador para inmovilizarla y después lanzarla por los aires de un golpe.
La chica fue atrapada con cuidado por las vides de Rose.
—Rose... ¿tú también me traicionarás?
El rostro de Ellie se mostraba alterado, como quien lo ha perdido todo.
—Los recuerdos son solo eso... el humano ni siquiera comparte los mismos sentimientos por esos recuerdos.
—¡Te equivocas! —bramó con furia.
Una fuerza desmedida emanaba de él, destrozando todo a su paso. Rose maldijo por lo bajo, notando como el escudo que las protegía a ella y a Clear cedía rápidamente.
Se interpuso y apretó los ojos, preparándose para recibir el impacto, pero en lugar de ello sintió una fría brisa y al abrir nuevamente los ojos notó como una Cúpula de Cristal las envolvía, impidiendo que el poder de Ellie las lastimara.
—Tarde como siempre —se burló Rose.
—Calla, arruinas mis ganas de ayudar —espetó Kain.
Ellie se volvió hacia ellos, creando una ola de poder que apenas pudieron esquivar, y mientras se concentraba en derrotarlos, Elizabeth utilizó una de sus runas junto con el poder que Nico le había dejado para absorber parte de la fuerza del Creador.
Finalmente, Ellie se tambaleó y Lawrence aprovechó para atacar, pese al dolor que le provocaba usar su poder contra la estigia.
—Ustedes, deberían de estar muertos.
Todo a su paso comenzó a colapsar cuando de pronto notó la figura de Shannon y tuvo que detenerse.
—No. Tú deberías de estar muerto —espetó Shannon interponiéndose tras un letargo del tiempo—. Debiste quedarte donde estabas y no volver.
Cuando Shannon pronunció aquellas palabras pareció rendirse. No se molestó en detener los ataques que llegaron uno tras otro.
Fue Eira quien propinó el golpe final.
Ellie cayó sobre sus rodillas y Shannon no pudo evitar ir a donde él. Eran demasiados sentimientos, y el amor que tuvo por su hermano se negaba a desparecer tan pronto.
—Deseaba que cuando nos volviéramos a ver hubiera un paraíso lleno de luz por doquier, sin tristeza ni dolor y donde no habría más separaciones. Quería que este mundo dejara de ser un lugar donde los ángeles temen pisar.
—¿Qué tipo de paraíso se conseguiría con la muerte de inocentes? El dolor de perder a nuestros padres, el de perderte a ti o el de perder a mis amigos. Ninguno de ellos era mentira. Pero ahora...
Solo pudo apartar la mirada. El dolor de las heridas ni siquiera importaba.
—Adiós Shannon. Sé feliz.
Shannon mordió su labio y una luz se expandió a su alrededor. Su trabajo como balanza estaba terminado ahí.
Rose se preparó para desaparecer tras la muerte de Ellie, pero nada sucedió, miró a Kain y ambos se observaron confundidos para luego dirigir la vista a Eira.
—Así es. Soy el Creador.
—¿Qué harás ahora? —inquirió Shannon— ¿Por qué mentiste diciendo que tú eras el asesino?
—Dije muchas cosas que no son ciertas, tú eres quien las creyó —contestó tranquilo—. De hecho, no soy yo. El nuevo creador es Lawrence.
La balanza abrió más los ojos, horrorizado de su nueva naturaleza se dejó caer sobre sus rodillas.
—Ya veo... quería asegurarse de que nosotros viviéramos —supuso Rose con tristeza. A pesar de todo sentía que Ellie no estaba tan equivocado.
—Y al mismo tiempo los ha protegido a ellos —completó Kain—. A menos que Lawrence los traicione, es imposible que la guerra continúe.
Un silencio envolvió el lugar. Todos habían perdido demasiado como para conformarse con ese final.
Clear comenzó a llorar y Shannon no pudo evitar acompañarle, pero cuando las heridas comenzaron a cerrarse entendió que el poder de Ellie ahora vivía en él.
A su mente llegó el recuerdo de su amigo, corrió con todas sus fuerzas al lugar donde se hallaba y lo encontró con los ojos cerrados y una expresión serena en el rostro.
Se dejó caer de rodillas cerca de él y con su mano temblorosa tomó la suya.
No pudo evitar desplomarse al notar que su amigo estaba vivo, esta vez lloró de alivio y se apresuró a curarlo junto a Lowell.
Cuando le miró removerse dejó escapar una sonrisa y limpió sus lágrimas.
—Despierta, bella durmiente.
—Tonto. Debiste despertarme antes, seguro que me perdí de todo.
—Lo hiciste bien —exclamó abrazándose a él—. No lo habríamos logrado si no hubieran derrotado a Caleb.
—Caleb y Abdiel...
—Muchos en realidad... pero ha terminado, y ahora solo nos queda encargarnos del resto.
—¿En serio ha terminado? —Damien se incorporó con cuidado, cerciorándose de que alrededor no había peligro alguno.
—Lawrence es el nuevo Creador —repuso Lowell sorprendiendo a Damien.
El chico miró a Shannon, quien en silencio asintió, dejándole saber que era verdad. Un caprichoso silencio les envolvió hasta que Damien habló nuevamente.
—Tal vez debas de ir con él —sugirió el chico al tiempo que ayudaba a Lowell a incorporarse también—. Seguro que la noticia le habrá sabido mal.
Shannon asintió y con pasos lentos gracias a sus heridas fue a encontrarse nuevamente con Lawrence. Le encontró en las escaleras, contemplando el cielo nocturno y con cuidado se sentó a su lado.
—Te eché de menos —dijo en voz bajita y entrelazó sus dedos con los de él—. Tuve tanto miedo de no ser capaz de protegerte a ti tampoco... y ahora que pude hacerlo, es porque en realidad no soy un apóstol normal.
Su pulgar acarició el dorso de la mano del más bajo.
—Para mí sigues siendo el Shannon que conocí aquel día en la iglesia. ¿Más bien no te preocupa involucrarte con una estigia que además es el Creador?
Shannon no tardó en negar.
—Lo que seas no cambiará lo que siento.
—¿Puedes ver mi alma? ¿no te asusta lo que ves a través de ella luego de toda la sangre que he derramado? —apartó sus manos de Shannon y las frotó contra su rostro—. Al final no soy distinto de las estigias.
—Incluso el color de las estigias luce amable. Y puedo jurar que tu alma es como una luz que estoy seguro de que podría amar por siempre.
Lawrence se giró hacia él, de costado, apoyó la cabeza en su hombro y esbozó una triste sonrisa.
—Me haces dudar sobre quien es la luz de quien. Gracias.
La lluvia se detuvo y la Luna y las estrellas se asomaron en el cielo.
—Las estrellas son hermosas —habló Shannon luego de un rato, envuelto en la extraña calma que había quedado—. Creo que comienzo a entender la obsesión que Abdiel tenía por ellas.
—Siempre están ahí, sin embargo, de no ser por la oscuridad no seríamos capaces de notarlas.
Shannon le miró un instante y luego volvió a dirigir la vista al cielo.
—Más bien creo que todos navegamos en oscuridad. Perdidos y desolados. Y entonces llega una luz que poco a poco aparta esa oscuridad. Si yo no te hubiera conocido tal vez habría terminado como Ellie, lo habría aceptado, justificado y perdonado. Pero tú llegaste a iluminar mi camino.
—Y tú a iluminar el mío.
Se quedaron mirando un momento, todas la lesiones y heridas no dolían tanto como la pérdida de su familia, o como el incierto futuro. Pero finalmente podían sonreír.
Sus almas ya no estaban solas.
FIN
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