Una brisa ligera soplaba dentro de la oficina de la consejera escolar, el tic-tac del reloj pasaba incesante, y Shannon no hizo ningún esfuerzo por ocultar el desagrado que le provocaba estar en aquel sitio.

La mujer escribía algunas cosas en su computadora mientras Shannon se limitaba a mirar fijamente. Cuando por fin pareció terminar le dirigió una sonrisa que no pudo ser correspondida, y cruzando las manos comenzó a hablar.

—Bueno, joven Liebheart, ¿qué es lo que le trae por aquí?

—Me han enviado tras golpear a un estudiante de último grado —se limitó a contestar como si dejar casi inconsciente a uno de los mejores integrantes del club de judo fuese poca cosa.

—¿Puedo suponer que es la manera de exteriorizar tu dolor tras la pérdida de tus padres?

La mujer le miró de forma amable, bien sabía que Shannon había pasado por mucho en tan poco tiempo, tras la muerte de sus padres había surgido en él una nueva personalidad fría y que difícilmente dejaba ver sus emociones.

—No hay nada que deba exteriorizar, simplemente ya no están —manifestó de forma indolente, mostrando que sus preocupaciones eran ciertas.

—Si no estás dolido con ello ¿por qué no me cuentas cómo te sientes?

—¿Por qué no me dice cómo debería sentirme, usted que es la experta?

—No hay una respuesta correcta, así que te escucho.

Shannon torció la boca comenzando a cansarse.

—No sé qué desee escuchar, no tengo nada más que decir.

La mujer dio un casi imperceptible suspiro al notar que la charla no se dirigía a ningún lado.

—De acuerdo, me han dado indicaciones y si dices que no se relaciona con tu pérdida tal vez debería hacer algunas preguntas, sólo por formalidad.

Él simplemente se encogió de hombros dejando a la mujer proseguir.

—Analicemos este ejemplo: una chica está en el funeral de su abuela, está triste y sin embargo su vista se dirige a un joven que considera hermoso, a pesar de que es el funeral de su abuela no le parece conocido, se ha enamorado a primera vista. Unos días más tarde la chica asesina a su hermana ¿por qué crees que lo hizo?

—Puede ser... porque de esa manera volvería a ver a aquel chico en el nuevo funeral.

—Una respuesta muy rápida —Musitó esbozando una sonrisa—. En fin ¿Cómo justificas esa actitud?

—Bueno, hay personas que no dudarían en usar cualquier medio para obtener el fin que desean.

—¿Te consideras el tipo de persona que mataría por volver a ver a la persona de la que te has enamorado?

—No, yo no creo en el amor.

—O tal vez lo evitas para no pasar por la etapa de pérdida.

—Todos moriremos. No veo por qué intentar evitar algo inevitable, es solo que no puedo sentir algo más. ¿Cree que estoy loco?

—Nada de eso, las respuestas suenan a tendencias de psicopatía, claro que no hay de que alarmarse, no significa que seas uno.

—¿Ya puedo retirarme?

—Intenta evitar problemas con tus compañeros ¿De acuerdo?

—¿O qué? ¿Significará que soy un psicópata? —cuestionó mirándola con indiferencia— ¿Sabe que solo peleo con las personas que lastiman a otros?

—La tendencia a ser superhéroe también es señal de psicopatía, te pondré otro ejemplo: una madre con sus dos hijos pequeños está atrapada en una vía de ferrocarril, a punto de morir, usted puede salvarla desviando el ferrocarril, pero por la vía alterna se halla un vagabundo ¿Salvaría a la mujer?

—Sí.

—De acuerdo y suponiendo que la opción para salvarlos sea no desviando el ferrocarril, sino empujando al vagabundo que con su cuerpo bloqueará el vagón salvando a la mujer, ¿lo haría?

—Por supuesto ¿No es lo correcto? —cuestionó comenzando a desesperarse.

—Ya habíamos comentado que no hay una respuesta correcta. Pero las personas prefieren no hacer nada que participar activamente en el homicidio.

—Pues en ese caso prefiero ser un psicópata que quedarme sin hacer nada. —Se levantó al ver esfumado su último rastro de paciencia—. Si me permite no tengo tiempo para lidiar con tanta estupidez.

—¡Espere, joven Liebheart! —Hizo un último intento por detenerlo—. No es mi intención llamarle psicópata, las personas que piensan como usted han encauzado sus habilidades psicopáticas para liderar una empresa, para ejercer como neurocirujanos o para ingresar en el ejército.

—¡Que tenga una buena tarde! —contestó tajante, retirándose de la oficina de la mujer.

Pensó en el vagabundo del ejemplo, en la familia en las vías. Y recordó aquella vez que intentó salvar a sus padres aun cuando no era posible y hubiera tenido que elegir entre ellos o Ellie.

Suspiró con un aire de tristeza, de cualquier manera, ahora estaba sin ninguno de ellos. No tenía nada y tampoco podía perder algo, pero había quienes sí y por ello se negaba a dudar nuevamente.

Dirigió sus pasos nuevamente al salón, donde las burlas del resto no se hicieron esperar. Los ignoró y dirigió su vista a la ventana, percatándose de que la lluvia continuaba.

Apretó su adolorido hombro izquierdo, producto no de su riña de la mañana, sino de la pelea del día anterior con aquel sujeto que entró a su casa, uno de esos monstruos que había asesinado a sus padres, sus recuerdos comenzaban a aflorar cuando una voz le interrumpió.

—Estuviste mucho tiempo fuera, di que no te fue tan mal.

Shannon levantó la mirada al chico rubio de al lado. Se trataba de Damien, posiblemente el único amigo que tenía, hijo de unos viejos amigos de sus padres que se encargaron de cuidarle tras la muerte de estos.

—Lo normal —se limitó a contestar de forma inexpresiva mientras tomaba asiento— salvo que ahora me gané el apelativo de psicópata —masculló con disgusto torciendo la boca.

Damien enarcó una ceja y soltó una carcajada.

—¿Tú? ¿Un psicópata?

—Ey, cuidado con burlarte o tu cuerpo terminará en el río devorado por pirañas —bromeó golpeando ligeramente el hombro del otro.

—Guarden silencio, jóvenes —pidió la profesora de literatura que recién entraba. Se trataba de una mujer joven y de buen físico que era descompensado por su terrible actitud—. A partir de hoy se integrará con ustedes un nuevo estudiante, por favor preséntate ante el grupo.

Las pupilas de Shannon se quedaron clavadas en aquel sujeto: era blanco, demasiado, una tez pálida como la porcelana, su cabello largo de un inusual color plateado, y los fríos ojos grises cuyo interior parecía vacío... posiblemente uno de ellos... Uno de los sujetos que asesinó a sus padres.

La clase permaneció esperando la presentación del chico nuevo, solo para obtener monótonas palabras.

—Soy Eira Konohen.

—Konohen, es extranjero, ¿cierto? —Intentó profundizar la profesora al notar lo retraído del joven—. ¿De qué lugar vienes?

Sin prestarle atención encogió los hombros y buscó un asiento vacío, antes de hallarlo, su vista se encontró con la de Shannon, la sostuvo unos instantes y finalmente se acercó a un asiento al fondo, justo en la esquina contraria a donde se sentaba él.

A pesar de la distancia que los separaba, Shannon sintió el aura que emanaba, pero todo eso era reemplazado por un hondo recuerdo que le traía su nombre: ellos se conocían desde antes.

Eira fue un amigo de su infancia y se separaron cuando tuvo que mudarse debido a una enfermedad, después de eso no supo más de él y ahora que lo hacía parecía tan distinto y no solo físicamente.

Pensar que una de las pocas personas importantes en su vida era uno de esos monstruos de los cuales había jurado venganza le enfermaba. Y un hecho más desconcertante era la posibilidad de que las personas normales pudieran convertirse.

Desde la muerte de sus padres parecía tener más preguntas que respuestas, y la llegada de Eira lo empeoraba, pero al mismo tiempo supo que era su oportunidad para encontrar la información que necesitaba.

La clase terminó y luego otra y otra más hasta que fue hora de retirarse. Dándose cuenta de que en ningún momento dejó de mirar al chico nuevo, Damien no desaprovechó el momento para burlarse.

—Déjale respirar un momento, Shannon, ¿Tanto te ha enamorado para no poder dejar de mirarle en todo el día?

—No, yo no creo en el amor —musitó metiendo una mano en el bolsillo y dejando la otra libre para encender un cigarrillo y seguir su camino a casa— porque lo único que amaba ya no existe en este mundo.

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Yey finalmente la continuación :D. La historia comenzará a tomar un poco mas de forma pero aun así espero no demorar demasiado en traer la continuación.

Si te ha gustado agradezco el apoyo que puedas darle a mi pequeña obra uwu y claro, toda crítica es bien recibida.