Capítulo 50- Cuando las máscaras caen
Capítulo 50
Cuando las máscaras caen
"Nunca te fíes de la apariencia sino de la evidencia"
Gabriel García Márquez
¡Por favor lean la nota final!
Fotitos al final
3/5
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ISABELLA
Me quedo viendo la escena como un montaje macabro del que no puedo despegar los ojos, todo a su alrededor se detuvo, los presenten se llevan la mano al rostro cubriendo su boca y en la cabeza, su hijo cae en llanto y su esposo quien apenas va llegando se encuentra con la escena más desgarradora que seguro verá en su vida, su caminata tranquila se detiene al ver a su esposa madre de sus hijos muerta, seguro habló con ella en la mañana, le dio un beso y esperaba verla de nuevo, pero se encontró con una horrible sorpresa. No le toma mucho caer en gritos, su hijo mayor abraza a sus hermanitos sumergido en llanto, llevan los tres el uniforme de su escuela privada de seguro. Todo es un revuelo, la ambulancia llega en cuestión de pocos minutos; sin embargo, no hay nada que hacer, la probabilidad de sobrevivir a un disparo de rifle francotirador es del 10% porque atraviesa estructuras cerebrales que controlan funciones vitales del organismo como la respiración, en este caso, le he dado en la caja T, lo que incluye ojos y nariz, el punto más letal de todos.
Alpha sube con órdenes de sacarme de ahí antes de que alguien vea el ángulo del disparo, bajamos apresurados subiendo a la camioneta que ha entrado en los terrenos, Karaman me informó que las cámaras del sector fueron intervenidas para reemplazar la imagen durante el periodo en que estuve por la zona, así que ni yo ni el trasporte saldremos jamás en los registros, pero me preocupa que Karaman sí tenga acceso a ello; en cualquier momento podría usarlo para chantajearme. Atravesamos la ciudad; sin embargo, apenas soy consciente del recorrido, he quedado muy lejos de donde está mi cuerpo, se ha ido directo a la escena de la muerte. Debe estar llegando la policía a establecer qué está pasando, seguramente la han declarado muerta. La esperanza ha terminado para sus seres amados.
No encuentro consuelo en que no era una buena persona, nada de eso me hace sentir mejor, simplemente he tomado un alma sin tener el permiso para hacerlo; sin embargo, saber que el antivirus de la Quimera 18 podría salvar miles de vidas, pero ello no me exonera de la culpa, más aún sabiendo que mi motivación principal es salvar a Isaac, un motivo egoísta viéndolo desde cualquier perspectiva. Algo dentro de mí se ha fragmentado, mi humanidad está escapando por mi psique desquebrajada como humo entre las manos y sé que la culpa la acarrearé conmigo el resto de mi vida, no habrá día en que no piense en Alice Browning, nada la sacará de mis recuerdos atormentados.
Vamos llegando a casa, no sé qué hora marcan las manecillas del reloj, ni siquiera me molesto en mirar hasta que llegamos a mi casa. Llamo a Stacey pues no voy al apartamento de Isaac, lo que he hecho está impreso en mi alma, pero también en mi rostro, sobre todo en la mirada perdida, totalmente consumida por la vergüenza... la pequeña me dice que Laura no se siente muy bien y no ha tenido ánimos como todos los que realmente nos preocupamos por Isaac, , pero por nada del mundo puedo verlas de frente hoy, así que llamo a mamá Marina a ver si puede acompañarlas y lo hace.
Cuando estoy entrando por la puerta de casa las lágrimas que retuve todo el camino empiezan a salir en una catarsis explosiva que me hace tomar lo primero que hallo de primero: las fotos de mi boda que por alguna razón tenía aun puestas en marcos, tiro el jarrón, pateo las sillas mientras sigo sollozando abstraída por la culpa. Soy un remolino de impotencia y desconcierto, atravieso la estancia hasta donde tengo el aguardiente, empinando la botella a mi boca llevando el alcohol por mi garganta ardiente en fuego.
Me voy a la cerámica del suelo abrazando la botella como si fuera un salvavidas y caigo en un vaivén corporal como una niña asustada bebiendo como agua.
Este día ha marcado mi vida, fue la primera vez en que la Vípera Carmesí se adueñó de mi propia moral y no hay vuelta atrás, sus colmillos han inoculado veneno esta vez en mi propia sangre.
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Cuando amanece estoy tirada en el suelo frío del apartamento, con la segunda botella que me bebí casi vacía entre mis dedos, mi cabeza parece un martillo percutor taladrando todo mi cerebro, además de que las ganas de vomitar son apoteósicas, así que con un mareo presente logro incorporarme tambaleándome, pero lo que más parece arder y doler son mis ojos, parecen estar en llamas por tantas lágrimas derramadas, mi garganta igual, afectada por los gritos, porque ni saber que salvé al hombre que amo alivia mi consciencia. Pronto mi cuerpo dice no poder más y salgo disparada a vomitar en el baño de visitas vaciando todo, hasta lo que no comí.
Esto solo es muestra de que estoy hecha mierda en todo sentido, pero debo seguir adelante, así que tomo una ducha de agua fría pensando en una idea clara en mi mente, para distraerme voy a buscar por fin el contenido de las cajas de seguridad que mis padres dejaron en un banco con este servicio, así que tomo las llaves de mi Camaro para ir, pero me pongo una blusa cuello tortuga negra, una gorra del mismo color y jeans oscuros metiendo mi cabello trenzado por debajo, ya necesito un corte, pero no he tenido ánimos. Por todo el camino voy pensando en qué podrá haber dentro, qué cosa ameritaría que ellos lo guardaran con dos llaves de seguridad, así que al llegar me voy directamente a mi objetivo, pregunto al funcionario que primero encuentro, pero me hace retirar la gorra por políticas del banco, llevándome a su oficina.
—¿Usted es la señorita... Sofía Isabella Fox Santo Domingo? —pregunta leyendo algo en su PC.
—Sí... —extiendo mi identificación hacia él y su mirada sorprendida no me gusta.
—La hemos esperado veintidós años, el señor Terence Williams la encargó mucho con nosotros —afirma con jovialidad.
—Me gustaría mantener esta visita en privado, si alguien pregunta, jamás estuve aquí —le digo seria, acusándolo con los ojos.
—No se preocupe, nuestro lema es la discreción. Sígame, el señor Williams llamó hace poco para anunciar su visita —salimos del lugar caminando a través de un largo pasillo hasta el final donde hay una puerta de seguridad tras la que están las cajas, él entra, pero yo me quedo fuera por protocolo, solo viendo las cientos de cajas metálicas removibles y poco después sale con un espacio bastante grande que pone sobre una mesa que está fuera del espacio.
Cuando abro la caja encuentro una carpeta de las que tienen ganchos dentro para acomodar las hojas perforadas llena de estas, además de carpetas blancas con rótulos de "Clasificado" hay tres de esas más la grande, junto a una caja mediana tirando a grande de casetes de los delgados con adhesivos organizados por nombre, habiendo muchos de ellos, al parecer las grabaciones están clasificadas según el código alfa-numérico usado en los Praetor, pero algo me dice que no debo ver su contenido allí mismo, por ello luego de firmar que he vaciado la caja me llevo todo, me marcho sintiendo llevar una carga mucho más pesada, me deslizo bajando la mirada al poner de vuelta mi gorra para evitar dejar más evidencias, hasta tomar un taxi que va pasando por allí.
Una vez estoy en casa, pongo todo lo encontrado sobre mi larga mesa de comedor, no sé porqué la elegí tan grande sabiéndome sola en el apartamento, pero era muy bonita. Pongo las tres carpetas blancas una junto a la otra y en el centro la capeta de los ganchos quedándome por algunos minutos apoyada sobre mis palmas en la mesa con la mirada perdida, sé que después de esto no habrá vuelta atrás... Abro la primera, la más grande y empieza con una foto del General Theodore Falcon junto a su expediente, tras de estas transcripciones detalladas de misiones realizadas, las extrañas que no tienen registro, tiene hasta las horas prestadas en servicio bajo la mesa más un código que parece ser el de los casetes, así que voy corriendo a por mi PC pues Isaac consiguió un adaptador lector de aquellos modificado con conexión USB para que podamos leer en las computadoras modernas.
Pronto he podido abrir la información donde hay grabaciones de voz exclusivamente, en ellas Theodore se enorgullece de ser parte de la creación de las células de agentes corruptos, dice que por hacerse rico mataría hasta a sus propios hijos, otras son en medio de misiones donde les grita a las víctimas y se le oye jugar con ellas como si fuera su diversión, pero también hay interceptaciones telefónicas donde planea las estrategias de matanza.
Su voz llena de prepotencia me asquea y sé que soy hipócrita si vengo de matar a alguien que no me había hecho nada e iré a vengar la muerte de mis padres, pero nunca me sentiría feliz de hacer tanto como para agrandarme en mi propio ego. La gobernadora es una cosa, pero los corruptos son otra.
Hay fotos de él regodeándose en las muertes que causó dejando que le fotografiaran junto a los cadáveres ensangrentados. Es un verdadero cuadro sádico, los cuerpos apilados son una mole de aberraciones de las que nadie debería sentirse orgulloso, es la crueldad humana en la máxima expresión posible. Sabía que Theodore era un desalmado, pero la verdad jamás vi venir su verdadera cara que roza la psicopatía con mucha facilidad, conociéndolo ahora más por Isaac, sé que debe tener un desequilibrio marcado, algo sumamente oscuro que simplemente sale disparado por sus actos como una ráfaga inconfundible de anormalidad. Continúo con el siguiente en la carpeta, me sorprendo cuando veo la foto del padre de Renata Dexter Montgomery en las mismas situaciones asquerosas, el hombre intocable para mi hermana de la vida es un carnicero o al menos lo fue, hoy en día debe llenarse los bolsillos a costa de otros vendiendo su consciencia al mejor postor.
Continuo viendo cientos de masacres, muchos agentes Praetor inmiscuidos en tales barbaries, algunos conocidos, otros nunca les había visto, pero están repartidos en todos los comandos, tanto del Militar de Operaciones Especiales (C.M.O.E) Estratégico de policía infiltrada (C.E.P.I) Operaciones Aéreas (C.P.O.A), Médico e Investigación Química (C.M.I.Q)y el Comando de Antiexplosivos y Contra Terrorismo (C.A.C.T). Me duele ver la perversidad en nuestros agentes, porque le tengo amor a la institución y entiendo que no es el Consorcio como tal, sino agentes Praetor, uno tras otro por todas las páginas y fotos dentro.
Voy intercalando entre eso y las grabaciones, desbordando mi mente con acentos, palabras, voces que varían dependiendo de toda la información y me quedo ahí hasta entrada la tarde cuando el móvil me suena sacándome de mi ensimismamiento donde he olvidado hasta el almuerzo, sumergida en todas y cada una de las barbaries, porque no hay otra palabra que esa, una maldita, sangrienta y sádica barbarie. La llamada es para pedirme si puedo ir a la base a ayudar con la investigación de Sokolov en los laboratorios, así que me pongo el uniforme del camuflado militar azul oscuro, la camisa de manga corta con el emblema Praetor con el color del C.M.O.E, saliendo preparada, de todas maneras iba a ir porque quiero ver cómo está Isaac, me confirmaron por mensaje que le han suministrado el antivirus, pero no hay garantías de que funcione una vez infectado, yo mantengo la esperanza en volver a ver sus ojos que tantos problemas me han causado.
Cuando llego y voy caminando hacia el edificio A siento miradas extrañas, pero no en el mal sentido, me miran alegres, algunos me alzan el pulgar hacia arriba en señal de todo okey, creo que se ha regado el chisme de que traje la cura por toda la base, lo que me preocupa porque más de uno puede ponerse a indagar el cómo y descubrirme, pero hasta ahora parece funcionar la historia de que me metí al mercado negro buscándola y pagando miles de dólares por ella. Llego a mi oficina encontrándome con Gerard a quien me sonríe amable, así que nos sentamos a trabajar en la sala audiovisual pues debemos revisar muchos expedientes y la mesa es ideal. A penas son las dos de la tarde, pero por todo lo visto, siento que han pasado tres días, así que empezamos con todo, queremos saber si hay alguna forma de conectar aun más a Sokolov para que no haya manera de escapar.
—Vaya joyitas los que estaban en el laboratorio —murmura Gerard picando mi curiosidad, así que levanto la mirada hacia el expediente que me extiende—. Cada uno de ellos tiene un prontuario extenso, sobre todo abusos sexuales a hombres y mujeres, pero también narcotráfico, homicidio, robos a mano armada, y distintos crímenes. No hay ni un solo ciudadano ejemplar, todos son lacras de la sociedad.
Incrédula porque Karaman usara criminales para experimentar quiero confirmarlo con mis propios ojos y así es, ciertos de delitos se acumulan en el historial de los rescatados, por suerte están en al Comando Médico aún, no se les ha dejado salir de la zona de aislamiento pues dieron positivo a niveles preocupantes de radiación, no la suficiente para matarlos rápido, pero sí demasiado elevada, Dios sabrá porqué y como si lo hubiera invocado, una llamada de él me entra, pero debo pedir excusas a Mike y Gerard, ninguno puede saber cómo hablo con Karaman, ese roce de la coquetería, pero en este momento estoy furiosa con él.
—¿Y? ¿qué quieres? —espeto saliendo del edificio A.
—Me la hizo bien, atravesó la parte superior de mi hígado con su daga, realmente es una víbora letal —dice con dificultad, pero mantiene la diversión, lo coqueto, me lo imagino sonriendo de lado.
—Bueno, solo quería que sintieras lo que siente Isaac por reiniciar a la maldita Roschel, no quería matarte...
—Me dio tres puñaladas, Yikim Melegui, tres jodidas puñaladas ¿No quería matarme? —ríe con gracia como si todo para él fuera un chiste del que disfruta ampliamente.
—En puntos no letales, no toqué arterias importantes, y lo de tu hígado, bueno, fue una feliz coincidencia porque te moviste, apunté al espacio entre el hígado y el esternón
—Espacio milimétrico, mejor dicho, ¿Cómo está su novio? —pregunta con tono serio esta vez, parece que ha cambiado de modo como si fuera un robot con programaciones.
—¿Qué puedo decir? El daño estaba hecho, Karaman, no hay garantías y lo sabes, tú mismo lo creaste ¿O no?
—No solo yo...Bueno le confesaré que no le di la cura convencional...
Se me hace un hueco en el estómago, dejándome en segundos una sensación horrible.
—¡¿Entonces que me diste?! ¡¿más Quimera?! ¡¿por eso no despierta?! Cabrón...
—Cálmese, se le va a salir el corazón, por su Dios, dije que no era convencional, no que era algo malo... —dice tomando aire, debe quedarse sin respiración—. Hicimos dos curas, una regular que tiene un 70% de posibilidades de erradicar la Quimera, pero también una del 90% , te he dado la segunda.
—¿Por qué harías eso? ¿por qué usas criminales para experimentar?
—Para que vea mi gran corazón... mejor dicho, necesito ganar un punto de usted, hacer que me deba un favor. Y los criminales es simple, nadie los extrañará, no voy a meterles mierdas a personas que no han hecho nada teniendo tantos, miles de criminales.
—Los parámetros de creación de tu IA no valora la vida humana ¿me vas a decir que tú sí?
—Mi vida como Kaan Karaman implica muchas capas, ver el mundo a través de mis ojos es comprender que no se es igual es todas las situaciones, la vida es una metamorfosis constante que oscila entre muchas emociones y acciones, la definición de la personalidad implicaría mantener...
—Patrones de emocionales y de conducta similares ante las reacciones situacionales, lo sé.
—Pero las teorías no toman en cuenta la emocionalidad diversa que hay ante un acontecimiento, a veces distan mucho del patrón normalizado... soy diferente porque tengo muchas caras —se ríe de nuevo—. Hiciste un buen trabajo, debía recompensarte. Como sea, debo irme, tengo una noche especial hoy. Espero que su novio se recupere, Yikim Melegui.
«¿Por qué sigue llamándome ángel de la destrucción?»
Al colgar regreso, encontrándome a Renata quien me da una sonrisa extraña, pero me saluda con normalidad entregándome algo de la cafetería porque sabía que yo sola no hubiera comido nada; sin embargo, hay algo en su mirada que me ve con algo que odio, lástima, supongo que por Isaac, aun así no dice nada, se queda callada más de lo usual como si estuviera divagando dentro de sus propios pensamientos alejados de la realidad. Entre ella, Ger y yo revisamos todo y tenemos algunos trabajadores elegidos que podrían darnos la conexión que buscábamos, pues Sokolov se ha dedicado a negar que sabía de la fabricación de la Quimera 18, menos de la experimentación genética. Puras patrañas, pero no falta el imbécil que le cree o el vendido.
Cuando hemos acabado el reloj roza las 4 de la tarde y estoy exhausta, solo quiero ir al Comando Médico a saber de Isaac, para irme pues hoy es la noche de las elecciones de Thomás, así que debo prepararme.
—Renata —le llamo haciendo que me mire pues se quedó sentada con su móvil entre las manos—. ¿Qué te pasa? Has estado muy rara desde que apareciste.
—¿Yo? No, no, no —niega sospechosamente, desviando la mirada—. Estoy pasando por un momento extraño con Michael y mamá, ella lo trató muy mal al conocerlo y él lo resintió, está hablando de terminar porque ahora se siente muy "poca cosa" para mí.
—Lo siento mucho, debe ser horrible, lo sé porque Theodore tampoco me quiere, aunque Laura sí, pero ya verás que su amor lo vencerá todo —le digo sonriendo ligeramente—. Y has lo que puedas para no perderlo, no supe valorar a Isaac y ahora estoy a punto de perderlo luego de decirle cosas horribles por resentimiento. Le dije antojo, que no lo amaba, que había matado a nuestro bebé, fui una perra el día del operativo, aún así, dio su vida por mí y no sé si lo volveré a ver, así que lucha por Mike todo lo que puedas. Bueno, iré a verlo.
Voy caminando cuando me vuelve a llamar.
—Isa, lo siento, pero no puedo mentirte —dice acelerada—. No es por eso que estoy así.
—¿Entonces qué pasa? ¿hice algo que te molestó?
—No... es decir, no yo... mejor vayamos a un sitio discreto donde no haya micrófonos —me hace verla con el ceño fruncido por su petición, pero le sigo la cuerda hasta que salimos del edificio para quedarnos a la mitad de la base con las edificaciones lejos de lado a lado, prácticamente quedamos entre el Comando Médico y el de Operaciones aéreas, lo suficientemente lejos para no ser escuchada—. ¿Qué pasa, Ren? Ya me estás preocupando.
—Necesito que seas honesta, yo no te voy a juzgar, te lo juro... ¿Cómo conseguiste la cura de Isaac?
No sé qué contestar, puedo mentirle a cualquiera menos a ciertas personas, entre ellas mi mejor amiga.
—¿Por qué me preguntas eso?
—Hiciste algo anoche... me llamaste por teléfono, estabas perdida de borracha y me contaste algo, ¿Lo recuerdas? —niego con la cabeza sabiendo claramente qué fue lo que le conté.
«Santa puta mierda, estoy jodida»
—No recuerdo, pero me imagino qué fue... la masacre que cometí por salvarlo a él —digo con propiedad con lágrimas en los ojos—. Soy una mala persona.
—Sí, eso fue, pero no te juzgo, solo alguien que está a punto de perder a su ser amado podría entenderte, las personas creen que es muy fácil decirlo con su moralismo ridículo que no lo harían, pero llegado el momento no creo que superpongan a un desconocido por encima de quien aman. No estuvo bien, pero no te voy a dar palo por ello —menciona abrazándome porque ve que lo necesito.
—Perdóname porque tienes una amiga asesina —sollozo en bajo—. Porque me he convertido en algo asqueroso por motivos egoístas.
—No tengo nada que perdonarte, salvaste al hombre que amas, no lo hiciste por gusto y conociéndote tuviste que negaste al inicio, dijiste que no lo harías y seguro Karaman te presionó con algo hasta romperte.
—Así fue... no quise, pero él me arrinconó diciéndome todas las cosas que le pasarían a Isaac, habló de pulmón muerto, falla multiorgánica, hemorragias —digo llorando con la voz entrecortada—. Él me salvó la vida, debía ser yo quien estuviera dentro infectándome, no puedo dejarlo ir sabiendo que estoy en control para salvarle.
—No sé si hubiera hecho lo mismo, porque a pesar de que estoy enamorada de Mike, no lo amo tanto como tú a Isaac, así que entiendo tus razones, pero lo más importante es que se nota que te pesa, te duele, está consumiéndote y creas o no, eso dice mucho de ti como persona, sí la mataste, pero no querías y te ves completamente arrepentida.
—Gracias por no juzgarme.
—Eres mi hermana, yo soy la mayor, la bajita, pero la mayor —me saca una sonrisita—. Venga, no llores más, corazón, piensa que Isaac pronto despertará y podrás decirle todo lo que le amas.
—-Ren... esta noche debo ir a las elecciones —comento ya más tranquila. Le he contado la verdad sobre mi padre biológico y quedó en modo Renata: "Tú papá será el chingón de chingones, podemos dominar el mundo buajaja buajaja", me reí como hacía mucho no lo hacía, pero en fin, ella lo sabe—. ¿Te gustaría ir conmigo? No quiero emborracharme y volver a cagarla.
—Claro que sí, me haría bien distraerme, más porque Mike lleva todo el día ignorándome, ahora que vea que me voy a conseguir un fucking político suggar daddy que me mantenga.
Renata es el ungüento para mis males, sacándome una risa más alta y descontrolada, tanto que los agentes que pasan nos miran como deschavetadas, me parece ver en sus ojos un claro "se escaparon de psiquiátrico de alta seguridad"
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Cuando ha anochecido y son las ocho en punto, ambas vamos entrando al sitio, llevamos vestidos de noche, ella rojo y yo negro, ambos con pedrería y lentejuelas, porque independiente del resultado, tendremos una pequeña celebración privada en cualquier sentido, Thomás se considera ganador porque ha sido apoyado hasta el final.
Estamos en un salón con plataforma al final, sillas acomodadas en dirección hacia allí que poco a poco se van llenando y techos altos blancos llenos de luces frías, además de todo están las decoraciones de la campaña de Thomás, así como banderas de los Estados Unidos. Camino hasta la plataforma donde está mi abuela, llega primero abrazándome, halaga mi vestido para acariciar mi mejilla, para tener 72 años, no los aparenta, si alguien la ve sin conocerla podría afirmar que no pasa de los 60. Su pelo blanco platinado por productos que usa resalta, ha dejado que el tiempo haga su tarea, pero viéndose espléndida en el proceso.
Le presento a Renata oficialmente porque sí le hablé de ella, pero no tuve oportunidad de presentarla y como todo el que la conoce, queda encantada con la dulzura y lo extrovertida que es mi amiga. Se toman fotos juntas y también con otros asesores de Thomás que están más buenos que el pan, para subirlo a sus redes sociales buscando que Mike lo vea, cosa que pasa muy poco después, ella lo pone en altavoz y su enojo nos causa gracia, pregunta sin pelos en la lengua quienes son los "pintamodelos de las pelotas", palabra de Isaac, y porqué se veía tan, pero tan cerca, en resumen, nos divertimos mucho.
Isobel, por otro lado, me quiere desaparecer del mapa, aunque cada día me importa menos. Tal vez es algo apresurado llamarlos papá y abuela, pero dentro de mí hay una necesidad intrínseca de sentir una familia, amo a Lucio y a Marina y daría mi vida por ellos cien veces sin pensarlo, me acogieron sin tener la necesidad, me construyeron mentalmente fuerte, me criaron con mucho amor, son mis padres, pero a pesar de que siempre me han visto como una hija biológica, algo dentro mi cabeza siempre me hizo sentirme fuera de lugar, cosa que jamás le comenté a nadie, por ello he empatizado con ellos tan rápido, los voy conociendo de a poco y aunque en voz alta no les llamo como tal, internamente sí lo hago.
Sofía me dice "Mi reina" contándome que Thomás llegará en aproximadamente hora y media, así que nos lleva a Ren y a mí a la parte de atrás del escenario donde hay sillones y pequeñas salas. Tomamos asiento y conversamos sobre el cambio que sería para todos, yo incluida, la victoria de papá, pues los parámetros de seguridad, el hogar, los movimientos a un sitio, serán muy rigurosos con el servicio secreto, mejor dicho, todo lo que implica ser presidente de una potencia mundial. Me cuenta también sobre el padre de él, es decir, mi abuelo biológico ex gobernador se Nevada, Teobaldo que usa el apellido de Sofía por ser más influyente, este ha tratado de acercarse a su hijo por conveniencia, su historial está lleno de corrupción, blanqueo de capital, malos manejos, en fin, es un milagro que la gente creyera en Thomás sabiendo que su padre es un criminal de cuello blanco, aun así demostró no tener conexiones con negocios sucios y así su nombre quedó limpio, tanto que está a punto de ser el presidente.
Teobaldo está arruinado y quiere acercarse para tomar ventaja, pero ha sido rechazado en múltiples ocasiones según me cuenta Sofía, confirmando la distancia de Thomás con la ilegalidad, sobre todo hoy, se sabrá quién es el próximo presidente de los Estados Unidos. Claramente lo apoyo, no solo por nuestro lazo sanguíneo, sino por sus ideales. Sé que tuvo conexiones con La Triada, pero lo dejó todo, él mismo me lo confesó, pero siendo una buena Praetor, lo investigué hasta que no quedó nada por revisar y en efecto, no lo vi relacionado desde el año en que decidió dejarla atrás.
Pronto veo a Marco de lejos y se acerca saludando jovial como siempre, con el ánimo característico, pero hay algo raro en él.
—¿Estás bien, Marco? —le pregunto cuando reparo en que está pálido y tiene los labios cuarteados como jamás lo había visto, siempre está elegante y vivaz, pero hoy dista mucho del Marco que conozco. Le presento a Renata, él, como el caballero que es, le toma la mano y le besa el dorso, bromeando al decir que por qué no se la presenté antes.
—Sí, tranquila Isa, hoy he tenido problemas con mi tensión, supongo que el estrés por las elecciones —me contesta dándome su usual sonrisa amable. Le he tomado cariño, su personalidad hace que te encariñes muy rápido porque es atento, humilde y muy caritativo, creo que es el mejor amigo de Thomás más allá de ser su asesor político y por ello, si gana, tiene su puesto asegurado dentro del gabinete presidencial.
—Si te sientes mal solo grita —bromeo sacándole una risita—. Enserio, Marc, solo me avisas.
—Gracias, Isa, eres muy buena amiga, ¿Te lo han dicho? —murmura chocando mi hombro con el mío con diversión, pero al hacerlo me percato de que hace un ligero gesto de dolor que pudo pasar desapercibido para otros, pero no para mí, aun así, no le pongo mucho cuidado, el cuerpo le debe doler.
Establecemos el perímetro con la seguridad de Thomás indicando los puntos débiles del lugar, las cámaras y la cantidad aproximada de gente que ha entrado, hoy es un día muy importante, la elección ha llegado, hoy se sabrá quién es el próximo presidente de los Estados Unidos. Claramente lo apoyo, no solo por nuestro lazo sanguíneo, sino por sus ideales. Sé que tuvo conexiones con La Triada, pero lo dejó todo, él mismo me lo confesó, pero siendo una buena Praetor, lo investigué hasta que no quedó nada por revisar y en efecto, no lo vi relacionado desde el año en que decidió dejarla atrás.
Marco dice que buscará algo en su auto, así que se marcha, pero cuando viene regresando dicen muy claramente "Thomás Deveraux ganador de las elecciones 2018" y dentro del ánimo con las personas saltando empujándose en un afán de estar más cerca del ganador, Benavente queda atrapado y le dan algunos golpes que lo hacen caer al suelo. Pronto la gente hace un espacio circular rodeándolo y corremos a atenderle, pero la sorpresa para mí viene cuando un agente de seguridad le retira la chaqueta del traje y la mancha de sangre sobre el lugar donde apuñalé a Karaman resalta en la camisa blanca, pronto el punto de la clavícula confirma que también tiene una herida allí.
«Me ha visto, ha hablado conmigo tan tranquilo, no reconocí una mentira»
Marco Benavente es Kaan Karaman.
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¡Hola, hola chicas! Espero estén muy bien y que su semana santa haya sido excelente. ¿QUÉ LES PARECIÓ LA REVELACIÓN? ¡DIGANME EN COMENTARIOS! Abajo de la nota fotos de Kaan
También paso para decirles algo sobre el final y es que, si le doy un final bueno, es igual a cancelar de tajo y definitivamente la secuela, son cosas que dependen una de la otra, no me odien, pero si queremos más de nuestros bebés, este libro no puede tener un final feliz. ¿Por qué se los digo ahora? Para que no se decepcionen por lo que pasará, no quiero que abandonen, pero de verdad quiero hacer Cenizas Quedan y si le doy resolución a este conflicto principal, no habrá segunda parte de ninguna manera, ¿quisieran que solo les quedaran 5 capítulos más de Isa e Isaac para siempre? Personalmente a mí no, por ello ideé la secuela, pero eso implica que DHF no acabe como ustedes desean, no las quiero decepcionar, pero es romper con muchos preceptos de los mismos personajes también, además de ponerle fin a la saga.
Sin más que decir por ahora, me despido enviándoles muchos besos y abrazos.
PD: Espero que no me abandonen, queda un camino largo por recorrer, pero si deciden no continuar al terminar este, lo entenderé y solo me queda dar las gracias por el apoyo, llegando tan lejos por mi historia, gracias por dejarme estar de esta manera en tu vida y espero hayas disfrutado del viaje de este universo, muchos besos y buenos deseos.
¡POR FIN LES PUEDO MOSTRAR A KAAN KARAMAN!
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