El final ( Parte 2 )
El parque donde normalmente solo era escenario de momentos maravillosos y divertidos ahora era un campo de batalla que jamás se imaginó presenciar.
Las balas daban en cualquier lugar, gritos se escuchaban y la sangre goteaba de los cuerpos en constante movimiento; se lograban ver tres figuras que se escondían entre los árboles para después disparar a sus contrincantes. Un tanto alejado de la batalla que había, se lograba ver a un pelirrojo que intentaba ponerse de pie, aunque con su cuerpo tan herido como lo tenía, no ayuda mucho.
- Debo ayudar - Era lo único que decía entre murmullos.
Mientras, en el lugar donde solo se escuchaba el sonido de las armas disparar, se lograban ver a las tres personas esparcidas por el lugar, dos de ellas se veían más agitados y heridos que su adversario, jamás pensaron que pelear contra el fueran tan difícil.
- Tú no eres tan inútil como el estúpido de tu hermano - Soltó el más bajo de todos con burla y malicia.
- Tu si das una batalla interesante, no como ese bueno para nada de ese chiquillo que solo sirve para divertirse con el - Le siguió el mayor de la misma manera.
El peli verde trataba de ignorar lo que decían esos dos, aunque era difícil ya que jamás soporto que insultaran a su hermano y mucho menos que se burlaran de él. Respiro hondo antes de volver a asomarse y disparar a las piernas de sus adversarios, sonrió cuando escucho un pequeño grito de parte Thor, la bala le había dado en la pantorrilla.
- Te diremos un pequeño secreto - Dijo de repente Thaddeus, ayudando a su hermano a seguir de pie y con el arma en mano. - Nos divertimos haciendo sufrir a el maldito de tu hermano, fue fascinante oírlo gritar, esos hermosos gritos que pedía ayuda sabiendo que jamás llegaría; nunca creí amar tanto un líquido, pero, te diré algo: Ver la sangre saliendo de ese inútil cuerpo fue algo que realmente aprecie, incrustar esos cuchillos en sus brazos, romperle las manos con un martillo y escuchar como cada hueso se rompía en miles de pedazos, siendo sinceros, no creí que pudiera escapar. Su cuerpo ya no sirve para nada, no es que allá mucha diferencia con el anterior, solo que esta vez todo el mundo lo sabrá - Contó con burla y maldad al ver que había conseguido su objetivo.
Ferb sentía su sangre hervir de una manera que jamás lo había hecho antes, solo quería hacerles pagar a esos mal nacidos todo lo que le habían hecho a su hermano y si era necesario asesinarlos para lograr sus cometido, lo haría con gran placer. Dejo de pensar con claridad, dejo de ser racional, ahora, solo quería ver sangre correr.
Al ver que su contrincante dejo de pensar claro, ambos aprovecharon y comenzaron a disparar sin parar, pero valla sorpresa que se llevaron al ver que el peli verde esquivaba las balas como si nada, en los ojos de este se veía las ansias de sangre y muerte que sentía. Aunque jamás lo admitieran, eso los asusto, no se les había ocurrido que el chico pudiera reaccionar así; trataron de correr pero con Thor herido en la pierna era más complicado, mucho más ya que Ferb no los perdía de vista ni por un segundo.
Sin previo aviso, Ferb golpeo con el arma a Thaddeus, logrando que este cayera al suelo y alejándolo de Thor que lo miraba aterrado, sin mirar al mencionado, volvió a disparar en la otra pierna, consiguiendo un grito de dolor.
- Así que se divirtieron "jugando" con Phineas - Dijo de repente Ferb con una voz carente de emociones, cosa que hizo que a los dos les recorriera un escalofrió. - Entonces, ahora yo me "divertiré" con ustedes - Agrego con una pequeña sonrisa que los dejo helados.
Thaddeus levanto el arma aterrado, las cosas de le habían salido de control y ahora temía de su muerte, comenzó a disparar pero al estar temblando solo erraba en todos sus tiros, algunos solo pasaban rozando pero el daño no era mayor.
Ferb ya cansado de todo lo que estaba pasando, apunto su arma y disparo en el hombro izquierdo, el grito de dolor no tardó en llegar provocando que el peli verde sonriera con sadismo.
- ¿Te dolió? - Pregunto con sarcasmo, mirando con gran detalle como la sangre salía de la herida y de cómo Thaddeus trataba desesperada mente de detener la hemorragia. - Pues será mejor que te acostumbre, porque yo te haré pasar por todo lo que le hicieron a Phineas - Agrego un poco más exaltado.
De la nada se oyó un trueno retumbar por todo el lugar, había comenzado una gran tormenta de la nada. Se podía apreciar como el agua se llevaba toda la sangre de sus cuerpos, Nunca se habían imaginado ver el suelo de ese lugar lleno de rojo con los casquetes de las balas usadas.
Volvió a cargar el arma, solo le quedaba un cartucho de los que le había dado Phineas; tenía que pensar que hacer con las personas que ahora se encontraban a su pies, pero, al mismo tiempo recordó que tenía que darse prisa, pues su hermano lo esperaba en otro lugar y con esa tormenta lo más seguro es que empeoraría su estado. Soltó un gran suspiro al decidir lo que haría, realmente quería hacer sufrir a esos malditos, pero sabía que eso no ayudaría en nada, además de que a Phineas no le gustaría saber que le había quitado la vida a alguien.
Sin despegar el arma de su objetivo, saco su teléfono de su bolsillo y marco a la policía.
- Necesito que vengan rápido al parque, cerca de la fuente principal, es una emergencia, también que venga una ambulancia y rápido - Fue lo único que dijo para después colgar sin esperar respuesta, sabía que, al ser llamada de él la llamada actuarían de inmediato.
Miro con odio a ambos jóvenes en el suelo que le devolvían la mirada de la misma manera, les dio la espalda y comenzó a caminar hacia la fuente del lugar.
- No valen la pena - Dijo en voz alta con total intención de ser escuchado.
Esto lleno de ira a Thaddeus y Thor, el peli verde no solo los había dejado mal heridos, sino que también ahora se burlaba de ellos. Por los malditos hermanos Flynn-Fletcher habían perdido la vida que tenían, se les fue arrebatado el futuro que anhelaban; desdé aquella vez que fueron humillados por la competencia del mejor fuerte, de alguna manera todas las escuelas e instituciones que les ofrecían becas y lugares por los cuales otros matarían, se habían enterado de su fracaso, se les fue negado todo lo que una vez había sido en bandeja de plata y ahora eso era ofrecido a los responsables de su miseria.
A pesar de haber cumplido casi por completo su venganza con el peli rojo, las acciones del peli verde solo les daba más coraje, olvidaron el miedo que sintieron antes y solo dejándose llevar por aquellos sentimientos negativos que tenían comenzaron a disparar sin importarles a que le daban.
Estas acciones obligaron a Ferb a volverse a refugiar detrás de un árbol, no espero enloquecieran de esta manera pero ahora tenía que hacer algo para frenarlos, antes de poder pensar en algún plan, oyó algo que lo dejo helado...
- ¡¡¡Ferb!!! - Era Phineas quien grito su nombre.
Rápidamente giro su cabeza hacia la dirección del grito, encontrando a su hermano apoyándose entre los árboles para poder mantenerse de pie. No sabía cuánto tiempo había estado haciendo ese sobre esfuerzo pero no podía dejar que siguiera así por más tiempo. Cuando se quiso acercar para protegerlo de las balas, paso lo que más temía.
- ¡¡¡Aaahhhhhhhhhhhh!!! - Un grito inundo el lugar.
Ferb observo con horror como una de las tantas balas dio en el pecho de su hermano, al momento de verlo, caer fue la gota que derramo el vaso.
Todo indicio de razón se perdió, sin pensar nada más en lo que había sucedido frente sus ojos, salió del lugar que lo resguardaba y sin fallas dio en ambas manos del par que tenía en frente.
- Aun me quedan suficientes para dar por terminada su estúpida vida – Dijo Ferb son una voz que dejo helado a los que la escucharon. – Y aun sin ellas soy completamente capaz de hacer sufrir de una manera que nunca olvidaran – A completo.
Sin dar tiempo a decir algo más golpeo con el arma a ambos en la cabeza y despojándolos de sus armas volvió a disparar, solo que esta vez en amabas piernas de Thaddeus y en el otro hombro de Thor. Sin dudar les dio una patada en el estómago a ambos chicos seguido de un rodillazo en la cabeza; al verlos retorcer en el suelo preparo nuevamente el arma y una vez que Thaddeus estaba arrodillado frente a él sosteniéndose el estómago de dolor, coloco el arma en su frente.
- ¿Quién se va primero? – Pregunto el peli verde, haciendo las mismas acciones con Thor.
Ambos chicos ahora volvían a temblar, sabían que esta vez nada detendría a Ferb, su muerte había llegado...
- No... No lo... No lo hagas – Se escuchó de repente.
Para sorpresa de todos, dos manos tomaron el arma que apuntaba a Thor, estas estaban llenas de sangre y temblaban, na sabían si era por la lluvia o por lo que estaba haciendo.
- Tu lo dijiste – Se volvió a escuchar la voz, se notaba que estaba haciendo un gran esfuerzo por hablar, las sirenas de las patrullas comenzaron a escucharse más sin embargo las ignoraron. – Ellos... Ellos no valen la pena... Por favor Ferb... Para esto... - Agrego la voz haciéndose más débil cada momento.
- Phineas... - Susurro el mayor al ver las acciones de su hermano.
Dejo caer ambas armas y sostuvo al menor en brazos, no sabía cómo es que el peli rojo había logrado llegar hasta donde se encontraba pero se notaba a grandes rasgos el dolor y cansancio que este sentía.
- Todo estará bien – Comenzó a susurrar Ferb comenzando a ejercer presión en la herida del pecho.
De repente llegaron los policías y médicos, lo que paso después es algo que Ferb no recuerda con mucha claridad...
Los paramédicos tomaron a Phineas de sus brazos y lo colocaron en una camilla, inmediatamente fueron a la ambulancia con el peli verde a lado de su hermano tomando su mano, lo último que vio de Thaddeus y Thor fue cuando los oficiales los rodearon.
El camino al hospital fue algo angustioso, pues Phineas necesitaba atención urgente y las cosas en la ambulancia no eran suficientes, en todo momento Ferb sostuvo la mano de Phineas asegurándole que todo estaría bien.
Cuando llegaron al hospital, Ferb fue obligado a quedarse en la sala de espera, a pesar de que él no quería alejar de su hermano en ningún momento sabía que no tenía opción.
- ¡DEBES RESISTIR PHINEAS! – Fue lo último que alcanzo a gritar, con la esperanza de haber sido oído.
Sin más que hacer se sentó en una silla y dejo pasar el tiempo, en algún momento una enfermera se acercó a curarle las heridas que tenía, la dejo mas no dijo o hizo algo; al terminar, la enfermera le informo que ya le habían llamado a su familia y que no tardarían en llegar.
Pasaron los minutos y él no se movía para nada, solo miraba por la puerta en la que había visto entrar a su hermano. No pasó mucho para que llegara su familia y amigos, todos ellos querían saber que había ocurrido más sin embargo no dijo ni una sola palabra, todos entendieron el mensaje y prefirieron guardar silencio.
Perry que también se encontraba en el lugar entendió perfectamente cómo se sentía su dueños, el también miraba la puerta con ansias.
Él se encontraba en las oficinas del O.S.B.A cuando llego un reporte de la policía anunciando la llamada de Ferb, quiso ir de inmediato al lugar pero el Mayor Monograma se lo había impedido y mejor lo mando al hospital a preparar todo; solo pudo unirse a Ferb hasta que todos los demás habían llegado y ahora, como el resto solo le quedaba esperar.
Pasaban las horas y nadie decía nada, la única vez que se rompió el silencio fue cuando llego un oficial a hacerle unas preguntas pero tampoco contesto.
- Daré todas las respuestas que quieran hasta que sepa el estado de Phineas – Eso era lo único que decía el peli verde.
Después de eso todos miraban la puerta con ansiedad, pasaban las horas y uno por uno fueron vencidos por el sueño, contra todo pronóstico Ferb se mantenía despierto y de negaba a apartar su vista del aquel lugar en específico.
Cuando la mañana llego, lo primero que se oía al escuchar las noticias o al leer el periódico era lo que todos anhelaban desde hace tiempo:
¡Phineas Flynn ha sido encontrado!
Una vez que se oía o leía lo que había hasta el momento todos se encontraban rezando por la salud del pequeño. Más de uno fue al hospital y a fueras de este esperaban noticias del chico que se había robado el corazón de todo el mundo. Más veladoras fueron prendidas, otra gente volvía a hacer oración, muchos más querían tomar el lugar del peli rojo.
La atención del todo el mundo volvía a caer en Phineas Flynn, todos con el deseo de que al momento de las noticias, estas fueran las que todos esperaban.
Más de diez horas habían pasado y ninguna información era dada del estado de Phineas, fue hasta que Ferb creyó que explotaría que esas puertas se abrieron para dar paso al doctor que se veía demasiado fatigado y cansado.
Al tan solo dar tres pasos hacia el frente, el medico se vio rodeado de gente que rogaba respuestas, siendo encabezados por Ferb que simplemente lo miraba.
- El chico estaba en peores condiciones de lo que esperamos – Comenzó el doctor callando a todos. – Todo su cuerpo presentaba marcas de tortura, siendo sus brazos y manos los más dañados, hay varios huesos rotos en ellos, por no decir que estaban destrozados. Hay heridas en su torso y espalda que fueron cerradas con métodos no muy recomendables, varias costillas rotas, además de todas las lesiones en la cabeza que presentaba. También el hecho que presenta una grave desnutrición, puedo asegurar que apenas comía lo necesario para seguir vivo, su corazón está muy débil, lo perdimos seis veces a mitad de operación - Relata el doctor, haciendo que más de uno se pudiera pálido y perdiera la voz.
- ¿Como esta? ¿Se va a recuperar? – Pregunto Ferb después de unos momentos de silencio.
- El chico está vivo y recuperándose – Respondió a la duda el doctor y de esta manera volviéndose a ganar la mirada de todos, más de uno dejo salir un suspiro de alivio. - Tardamos muchas horas reconstruyendo sus brazos y manos, pero de alguna manera lo logramos, el daño en la espada fue algo que nos tenía preocupados pero gracias a Dios no afecto la columna de manera permanente, las costillas rotas de una manera milagrosa no perforaron ningún pulmón o si no las cosas su hubieran puesto más complicadas y peligrosas, el daño en la cabeza contra todo pronóstico no llego a dañar el cerebro , sus piernas a pesar de todo el daño infringido tampoco resultaron afectadas de forma permanente y en cuanto se corazón; estará débil por un tiempo, pero con tratamiento, volverá a estar su ritmo normal – Termino de informar el médico y la sala de espera fue inundada por gritos de alegría.
Ferb no gritaba como sus amigos o su hermana, pero su mirada y expresión delatan el gran alivio y felicidad que sentía.
- ¿Puedo pasar a verlo? – Le pregunto el peli verde al médico.
- Por hoy no, déjenlo descansar de la operación tan dura que tuvo, mañana podrás verlo – Respondió el doctor con una ligera sonrisa.
Ferb solo asintió con la cabeza, realmente quería estar ha lado de Phineas pero sabía que era lo mejor. Dejo salir un pequeño suspiro y se preparó para todo lo que pasaría en cuanto se calmaran los demás.
Perry al saber que Phineas estaría bien, dejo salir unas pequeñas lágrimas de felicidad, él también quería estar con él pero había escuchado la respuesta del médico y prefirió retirarse, el mismo se encargaría que los malditos desgraciados que se habían atrevido a lastimar a su familia pagaran por su actos, después de todo, ser el mejor agente de la organización tenía sus privilegios.
Cuando el estado de Phineas fue revelado al público, miles gritaron y lloraron de alegría, todos querían saber que había ocurrido y quienes eran los responsables para hacerlos pagar; como Ferb esperaba, fue interrogado por todos, relato todo lo que había sucedido: Desde el momento que se dio cuenta de los responsables hasta todo lo sucedido en el parque.
Más de uno quedo asombro al saber los hechos y mucho más al saber a los responsables de todo el infierno que había sufrido Phineas.
Evidencia contra esos dos había de sobra, pues al examinar la casa de los chicos encontraron en el sótano un cuarto de torturas, donde se hallaba mucha sangre perteneciente a Phineas y, por si esto no era suficiente, las cámaras del parque habían gravado todo el enfrentamiento. Si acaso llegaba a faltar algo sería la palabra de Phineas, pero esto no pareció importarle al resto del mundo.
Al día después de la noticia sobre la aparición y estado de Phineas Flynn, el hospital de encontraba inundado por regalos y más cosas que la gente le mandaba a Phineas, todos con la misma dedicatoria:
¡Recupérate/Alíviate/Mejórate pronto!
Con cualquiera de esas tres frases venia cada regalo, pero el mensaje era el mismo.
Ferb a primera hora ya se encontraba en el hospital, esta vez si le permitieron pasar a ver a su hermano; le advirtieron que posiblemente no despertara hasta dentro de dos días más, pues necesita recuperar energía, eso no le importo mucho al peli verde que junto con su querido ornitorrinco entraron a la habitación de su hermano.
Ver a Phineas recostado en la cama lleno venda, gasas, yesos y más cosas fue algo que le partió el corazón a los dos que entraron a la habitación.
Había ido solo con Perry ya que sus padres estaban realizando algunos trámites legales, Candece y sus amigos estaban organizando muchas cosas para cuando su hermano saliera de ese lugar, también apoyaban a la policía a tranquilizar a toda la gente que se encontraba a fuera del hospital con las ansias de ver al peli rojo.
Chico y ornitorrinco tomaron lugar a lado de Phineas, Ferb se sentó en una silla a lado de la cama y tomo la mano de su hermano, mientras que Perry se recostó a su lado.
Pasaron algunas horas y todo seguía en silencio, no Ferb ni Perry se alejaban ni un minuto que Phineas solo lo observaban descansar pero en sus mentes solamente una cosa pasaba: ¡No dejare que esto vuelva a suceder! Ambos hacían esa promesa una y otra vez, cada uno usaría sus propios métodos pero su objetivo era el mismo.
Cuando llego el atardecer ambos sabían que se tenían que ir, Ferb le dio un beso en la frente a su hermano mientras que Perry solo observaba, salieron del lugar y se dirigieron a casa, después de todo, aún quedaba algo que hacer.
El juicio que se llevó a cabo contra Thaddeus y Thor fue algo que estuvo en todos los medios posibles, desde su llegada a la corte en la patrulla fueron recibidos con abucheos y basura que les lanzaban la gente que afuera del lugar los esperaban, a pesar de que la policía hacía el intento de evitar esto no había resultado alguno ( Seamos sinceros, estos tampoco le ponían mucho empeño a esa tarea ).
Con todas las pruebas presentadas no hubo nada que el abogado de los culpables pudiera hacer, condenados a cadena perpetua a pesar de ser apenas unos niños, hasta los 18 años estarían en la correccional de menores y al cumplir la edad necesaria serían trasladados a una prisión donde estarían el resto de sus vidas.
Ferb que tuvo que estar presentar para dar su testimonio, solo miraba con satisfacción el destino de los malditos que le habían hecho daño a su hermano, a pesar de que creía que se merecían mucho más.
Pasaron tres días desde que Phineas estaba internado en el hospital, nuevamente Ferb se encontraba solamente con Perry haciéndole compañía a Phineas.
Fue alrededor de las tres de la tarde que algo comenzó a ocurrir.
La mano que Ferb tenía sujetada comenzó a moverse, esto llamo la atención del peli verde que dejo el libro de leía para poner toda su atención a su hermano, Perry igual de movió para tener una mejor visión de lo que pasaba.
Después de unos movimientos más, al fin ocurrió lo que todos ansiaban: Phineas abrió sus ojos.
Lentamente esos ojos azules como el cielo se volvieron a mostrar, en ellos se reflejaba en cansancio que aun sentía, además de la confusión que lo invadió al no reconocer el lugar donde se encontraba, estuvo a punto de tener un ataque de pánico ya que recordó lo que le paso la última vez que le había sucedido algo parecido, hasta que se percató de la mano que esta con la suya.
- Phineas – Lo llamo Ferb para atraer su atención.
- ¿Ferb? – Pregunto confuso Phineas, cuando noto a alguien más. - ¿Perry? – Le llamo confundido.
- Me alegra que despertaras – Le respondió Ferb con una sonrisa que solo tenía para Phineas.
- ¿Qué paso? ¿Dónde estamos? – Pregunto el peli rojo más calmado al tener a su hermano cerca.
- Hay muchas cosas que necesito contarte, pero no te preocupes, todo está bien – Aseguro Ferb para después darle un beso en la frente a su hermanito.
Phineas ante la acción del mayor solo pudo sonreír, aun le dolía mucho el cuerpo pero eso ahorita no le importaba mucho. Perry se acercó a él y el Phineas a como pudo lo abrazo.
- Soy todo oído – Dijo con una sonrisa.
- Esto será largo – Comento de la mima manera en peli verde.
Lo que había ocurrido sería algo que los marcaria para siempre, Phineas necesitaría toda la ayuda de familia y amigos para poder salir adelante, en especial de su hermano mayor. Este estaba más que dispuesto a ayudar en todo a su hermanito, había muchas cosas que explicar además de disculparse por otras razones, pero para todo esto ya tendrían tiempo. Ahora solo quedaba esperar a que Phineas se recuperara para volver a hacer lo que el mundo le parecía imposible, además de que debían estar muy al pendientes de la autoestima de Phineas, aunque esto, por lo que sucedió, no parecía haber cambiado mucho, cosa que alegraría al mundo entero...
- ¡Ferb ya sé que vamos a hacer hoy! –
FIN
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¡Y con esto doy por terminado este fic!
¡¡Muchas gracias a todos los que apoyaron esta historia desde el inicio hasta el final!!!
Lamento el gran retardo pero me dio un bloqueo horrible, en recompensa, les doy este final que espero les halla agradado n.n
Que decir, es el primer fic que acabo, creo que llorare XD
Nuevamente me disculpo por la tardanza, muchísimas gracias a todo los que comentaron y votaron :)
No tengo mucho que decir, si quieren un especial ya sera cosa de ustedes, aunque les advierto que puede tardar.
Díganme que les pareció, sin mas me despido, ¡Hasta el próximo fic de Phineas y Ferb que llegue a escribir! n.n/
Pds: Lamento las faltas de ortografía que hayan, escribí esto a prisas ( Si no se me iba la inspiración o no lo subía XD )
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