Capítulo 10: ¿Porqué?

Tobías.

Después de aquella última vez no volví a ver a Annie ni a Juliette. Me quedé con mi papá amenazado de que si no conseguíamos a más mujeres buscarían a mamá para secuestrarla.

Mi papá y yo nos quedamos buscando a Kyle, sin embargo, no lo encontramos. Estábamos en la ciudad buscando quien podría ser nuestra presa, cuando de repente llega un carro con vidrios polarizados deteniendose en frente de nosotros, de el baja un hombre algo mayor, con otros dos hombres armados.

—¿Que no vas a saludar a tu suegro? —le dice el señor refiriéndose a mi papá, yo sólo observo a mi papá quien tensa la mandíbula. Estoy confundido, si este señor es el suegro de mi padre quiere decir que él es mi abuelo.

—Hola señor —le responde mi padre serio.

—Y tu, debes ser mi nieto —me dice el señor con una sonrisa.

—Supongo —le digo con un tono de confusión.

El sólo me observa ceñido. Al cabo de unos instantes suena un celular, el señor contesta parece estar molesto por algo...

—¡¿Que no pueden hacer nada bien?!... —espeta el señor hablando por teléfono—, ¡¿Como que escaparon?!

Segundos después de finalizada la llamada, el señor estaba bastante molesto y le dice algo a los dos hombres armados.

—Me debo ir. Logan más vale que hagas lo que te pedí, porque si no lo haces ya sabes las consecuencias —le advierte, mi padre sólo asiente.

Segundos después el señor se había marchado en ese carro.

—Papá, ¿quien era ese señor?

—Es tu abuelo.

—¿Porque nunca lo conocí?

—Porque ese estúpido viejo es el jefe y fue quien nos trajo aquí.

—No entiendo nada papá —le digo frunciendo el ceño.

—No hay tiempo de explicar. Muévete, esa que está ahí —me señala a una mujer de mi edad rubia, alta, con los ojos cafés.

—¿Ella? —sigo observandola. Ella se percata de que la estoy viendo y me sonríe.

—Si ella. Tenemos que hacerlo rápido, se nos acaba el tiempo. Tienes que hacer to...—el celular de mi padre empieza a sonar, él contesta y me hace señas para que me encargue de aquella mujer.

Yo solo me limito a asentir. Y vamos de nuevo engañando a alguien inocente para mi beneficio.

Todo estaría bien si no estuviéramos metidos en este lío. Por fin había podido entrar a la universidad y aunque fuese un hueco para esconder mis intenciones, realmente quería estar ahí. Quería seguir con mi carrera y cambiar mi vida; por un instante pensé que podría, que todo solo era un sueño, que al llegar a casa estarían mis padres y mi hermano y yo sería un chico normal, encerrado en su habitación, estudiando como loco porque al siguiente día tiene examen. Todo hubiese sido perfecto, si no hubiera sido solo eso...un pensamiento.

—¡Hola! —sonrío a la muchacha, tendiendole la mano— Soy Michael, ¿Eres nueva por aquí? —la misma trama de siempre, solo que con una persona distinta.

—Soy Lilly —estrecha mi mano, mientras me sonríe—. Realmente no. Crecí aquí, pero estoy de visita.

—Lo siento. Es que estaba confundido, te me hacías conocida con mi antiguo amor, realmente no logro recordarla y verte a ti, hizo como que todos los recuerdos volvieran —las mismas palabras que le dije a Annie, Margaret, Rachel, Sabrina y la larga lista continúa.

—¿Que fué lo que te pasó? —me dice ella con un tono de preocupación. ¿De verdad quiero volver a hacer esto?

—Perdí la memoria, con una sobredosis. Los que se hacían llamar mis amigos me drogaron, caí en coma y los recuerdos se distorsionan al igual que los lugares y las caras que me eran conocidas —suspiro.

—Oh, lo sien... —antes de que pueda continuar mi padre la interrumpe.

—Hijo tenemos que irnos —habla mi padre desviando su vista a la chica—. Oh, lo siento. Soy Enrique —extiende su mano a la chica y esta le devuelve el gesto.

—¡Soy Lilly, un gusto! —sonríe.

Por último solo le sonrío a Lilly y hago un gesto con mi mano en forma de despedida; ella me lo devuelve. Caminamos hacia un callejón oscuro y de golpe nos detenemos.

Observo a mi padre quien está llorando.

—¿Que le pasa, papá? —toco su hombro, él me mira algo afligido. Por esa mirada creo saberlo todo.

—Me acaban de llamar. Tu madre está en Danak. Le escribí a su celular pero no me contesta.

—¿Quién te llamó?

—Tu abuelo Colton. Los padres de Annie se encontraban ahí con Lorraine y otra señora, cuando unos hombres armados se metieron y agarraron a Lorraine y no recuerdo a quien más.

De inmediato nos subimos al auto y nos dirigimos a Danak. Botamos nuestros celulares y un chip que tiene el auto para evitar que nos rastreen. Pasamos a una tienda por teléfonos prepagados y un set de cuchillos de cocina en caso de emergencia.

Annie

El sonido de un disparo fué lo que me puso alerta, más si ese disparo iba dirigido a mí, me encontraba corriendo con Juliette y las demás por el largo pasillo, camino a la libertad, antes de que pudiéramos salir otro disparo sonó, pero esta vez no fué a mí a quien impactó; fué a Juliette...

—¡Juliette! —grito corriendo para agarrarla antes de que cayera al suelo.

—¡Estoy bien! —dice levantándose y todas seguimos corriendo, antes de que pudiésemos salir un grupo de hombres armados nos bloquean el paso, por consiguiente los que nos perseguían, se acercan; rodeandonos por completo, ya no había escapatoria, esto era... ¿el fin?

Nunca lo hubiera esperado de él, no podía ser cierto que él fuera el jefe. Por fin me he dado cuenta de su urgencia por saber cosas de mí, mis gustos, todo lo sabía él...

Intento contener las lágrimas, siento como se acerca aquel hombre del que confié tanto sin saber que él estaba jugando este estúpido juego, sin saber que él  nos estaba engañando con su sonrisa de hombre bueno sin saber que él era un ayudante más para él en su lista de muchos a los que pagó para que no lo detuvieran.

—¿Ahora te das cuenta que no todas las personas son buenas? —me dice el hombre mirándome con vacilación en su rostro.

—Sí, agente John —espeto fulminandolo con la mirada, detrás suyo se acerca una chica a quien logro verle el rostro— ¿Diana?

—¡Hola Annie! —me sonríe. Corro hacia donde está para estamparle mi puño en su cara, pero Jhon me golpea haciendo que pierda el equilibrio y caiga al suelo. La risa de Diana es sonora.

—¿De qué te ríes estúpida?

—De lo bien que creíste mi actuación. Eres una estúpida.

—¿Todo este tiempo había sido una mentira?

—¡Todo! Desde que me quistaste a quien me gustaba. Luego conocí a John y todo tuvo sentido para mí. Era fácil... fué muy fácil engañarte. —me levanto de inmediato encarandola.

—¿A quien te quité? 

—A Kyle. Siempre pensaste que me gustaba Mark pero en realidad siempre fué Kyle. ¿Sabías que tiene un gemelo? —la observo con el ceño fruncido.

No puede ser.

—Sí como lo escuchas, Kyle tiene un gemelo y él es nada más y nada menos que Tobías.