Capítulo 1
Capítulo 1: Extraña coincidencia.
Los días se convirtieron en meses. Exactamente han pasado 10 meses que no averiguan el paradero de Kyle y Mark. Luego de arduas investigaciones, horas en la oficina del agente, detuvieron a mi profesor de estadística por fraude y violación a estudiantes de la universidad; nadie lo podía creer, pues él se veía un señor muy serio y dedicado a su trabajo, pero como dicen... las apariencias engañan.
Durante este tiempo he tenido sueños bastante extraños con Kyle; era como si tratara de revelarme un secreto y cuando está a punto de hacerlo desaparece, la angustia se apodera de mí, intentando encontrarle y sin embargo, fallo en el intento. Me levanto con lágrimas en los ojos y un vacío en mi corazón, sentimientos como angustia y preocupación están presentes todos los días, la impotencia es algo que cada día me consume; el único alivio que encuentro es mirar el collar con el dije en forma de "K", que me regaló Kyle antes de irse, sin darme cuenta que esa sería la última vez que le vería. Al acariciar delicadamente el collar, siento como si la presencia de Kyle estuviése a mi lado.
Los días en la universidad ya no son lo mismo, Carly sigue con su séquito de arrastradas y mis días suelen ser aburridos, con la esperanza que Kyle y Mark crucen la puerta del salón y me hagan creer que todo esto sólo ha sido un mal sueño, pero caigo en la realidad que ya ha pasado mucho tiempo para esperar que algo así pasará.
—Ann, ¿Crees que Mark y Kyle volverán? —me pregunta Diana. Ella es mi mejor amiga, la conozco desde el preescolar. En la universidad ella eligió una carrera distinta a la mía y por suerte Mark está con ella. Desde que éramos niñas a Diana siempre le ha gustado él, se ha hecho de varios novios solo con el afán de ponerlo celoso, pero no lo conseguía.
—Sí, estoy segura que volverán. Sólo quisiera saber que están bien y nada malo les pasó —le digo mientras entramos a la biblioteca.
—Ha pasado mucho tiempo, ¿crees que sea verdad lo que la policía confirma?
—Espero que no —hago una breve pausa—, sé que ellos no ayudaban a los narcotraficantes, es extraño que la policía diga que los han secuestrado, pero yo no me creo esa historia.—le digo sentándonos en una mesa vacía.
—¡Annie, voltea a ver a tu derecha! —me dice Diana pegandome en la pierna para que le preste atención.
—¡Auch! ¿Qué pasa? —le digo extrañada.
—¡Sólo hazlo! —me ordena.
Dirijo mi vista hacia donde me indicó y un gesto de sorpresa se apodera de mí, un chico idéntico a Kyle sentado en una mesa, leyendo un libro.
—¿Qué? ¿Pero cómo? No es cierto ese no puede ser Kyle.—digo atónita.
—¡Anda, vé! Sólo averigua si es Kyle, nada pierdes con intentarlo.
Dicho esto me encamino hacia donde se encuentra el supuesto Kyle.
—Ho... Hola —le digo nerviosa.
—Hola —me mira con un gesto arrogante y sigue leyendo su libro.
—Lo siento, es que te me hacías conocido —le digo nerviosa y noto un tatuaje en su muñeca izquierda, con la forma de unas alas descansando.
—¿Ah sí? —me mira confundido, juro que él podría ser el gemelo de Kyle, solo que un poco más misterioso y sombrío.
—Sí. ¡Bueno adiós! —él solo se pone de pie y no articula ninguna palabra, encaminándose hacia la salida. Me quedo allí sin poder siquiera moverme, no por el hecho de que se ese chico haya sido sumamente extraño, sino porque sentí una cercanía con él; creo que me estoy volviendo loca.
—Ann, ¿Qué pasó? ¿Qué te dijo? —me pregunta Diana y yo no puedo asimilar aún el encuentro con este chico—. Ann, ¡responde!
—Na... Nada solo me miró confundido y se fué.
—¿Estás bien? —me mira preocupada.
—Sí —le digo y vamos en busca de un libro para el trabajo de investigación que nos toca hacer en el semestre.
Pasadas 2 horas ya estaba de vuelta en mi casa, me encontraba escuchando música en mi habitación. Una llamada entrante de un número desconocido, me interrumpió mientras cantaba una canción.
—¿Aló? —sólo se escuchaba la respiración de alguien— ¿Quién es? —le digo desconcertada y sigue sin responder, luego de varios segundos sin que la persona que me llamó me contestase colgué.
No le presté mucha importancia y seguí escuchando música, tumbada en mi cama.
—Kyle... ¿Pero que haces aquí? —digo mirando a Kyle en la ventana.
—Shh, no digas nada. Es solo que no quiero que alguien sepa que estuve aquí.—me dice Kyle acercándose a mí.
—¿Dónde has estado? ¿Te encuentras bien? —le digo sollozando para luego abrazarlo.
—Sí pequeña, estoy bien. No puedo decirte donde he estado, pero sabes que siempre estaré a tu lado, cuidando de ti —me dice Kyle, acariciando mi cabello—, Ann yo de verdad lo siento por irme sin avisar, te cuento un secreto —asiento y se acerca a mi oído. Cuando siento a Kyle cerca abren la puerta y Kyle desaparece.
—¡Kyle! ¿Dónde estás? Regresa por favor.—grito con todas mis fuerzas tratando de encontrarle— ¡Kyle, no te vayas! No me dejes sola.—grito sollozando.
Despierto con lágrimas en los ojos y me doy cuenta que todo solo ha sido un mal sueño... un mal sueño de tantos de los que he tenido últimamente.
—¿Dónde estás Kyle? —digo con la esperanza de que él me escuche.
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