˖✦Navidades mágicas✦˖
A pesar de todo, me acostumbré a su cambio, a la hora de la verdad supongo que le estaba dando muchas vueltas al asunto. Una vez me acostumbré a su nueva apariencia y actitud todo fue más fácil.
Ese fue el primero de muchos diciembres que pasé con ella. Ok ya no vivíamos bajo el mismo techo ni nos veíamos a diario, pero sabía que la volvería a ver al llegar el mes de diciembre. Me encantaba estar en el apartamento, me sentía segura allí y era bastante acogedor.
Una vez que nos acoplamos la una a la otra nunca nos aburriamos, veíamos películas, íbamos al cine, a las pistas de hielo, a las maquinitas; que eran juegos de esos de arcade donde al acumular tickets podías canjear regalos después, (yo siempre pedía lo mismo que mi hermana), jugaba a montarme sobre sus pies y obligarla a caminar así por toda la casa, al escondite; era un apartamento pequeño pero nos las apañábamos entre los 4 (mi mamá, mi hermana, mi hermano y yo) para que el juego durara lo más posible, también jugábamos al "que te pillo" alrededor del árbol de navidad ¡qué felicidad! Aunque le tumbábamos mil hojas y después nos llevábamos un leve regaño; porque mamá era quien terminaba recogiendo todo. Pero por la diversión, valía cada uno de ellos.
Unos días antes del 24 salía de compras con mi hermana y su mamá, siempre me regalaban las galas de diciembre, ambas tienen buen gusto. Tengo mucho que agradecerles. Pero sin duda las salidas que más me gustaban era cuando íbamos al parque de atracciones mecánicas de la Nonna de mi hermana, al haberme criado prácticamente con ella por supuesto que su Nonna también me tenía cariño y me dejaba montar sin tickets en todas las atracciones cuantas veces quisiera.
A mi me encantaba; al contrario de mi hermana que realmente para esas cosas era una aguafiestas, se montaba casi obligada, a veces creo que accedía ir conmigo sólo para no entristecerme.
En uno de esos diciembres durante el viaje de ida cogí una virosis, llegué muy afiebrada al apartamento y bastante exhausta, no recuerdo cuál fue el diagnóstico del pediatra, sólo sé que me prohibió por un tiempo las actividades al aire libre, y me recetó tomar mucho "Gatorade", eso para mi era una tortura, no tanto por la bebida; sino porque habían inaugurado una sección de trampolines en el parque y yo no podía disfrutarlos porque estaba enferma. Pero ahí estaba mi hermana, y con mucho cariño y toda la paciencia del mundo fue la primera en sentarme en sus piernas y buscar maneras creativas para entretenerme. Yo solía dormir en su cuarto en una cama aparte, esa noche no se había exteriorizado mi fiebre, pero me sentía mal, cuando sentí una mano en mi rostro desperté levemente y noté que mi hermana me estaba acariciando la cabeza, sólo ahí me di cuenta que había sudado mucho, pero mi hermana no tuvo ni asco ni miedo a contagiarse, se quedó a mi lado hasta la mañana siguiente.
Pero a conciencia, ¿en diciembre cuál es el día que todo niño espera con impaciencia? Jaja así es, la madrugada del 25, creo que todos en algún momento tuvimos la idea de que ése era el único día del año donde podíamos recibir juguetes gratis. A mi me hacía mucha ilusión; y todos los 24 antes de irnos al lugar donde sería la cena; preparaba con ayuda de mi hermana un plato que llenaba con todo tipo de golosinas: Panettone de limón, chocolates con forma de Santa, caramelos de menta y un vaso de leche, eso era casi un ritual, si Santa se tomaba la molestia de traerme regalos al menos debía ser agradecida ¿o no? Y a la vuelta el resultado era ¡tan satisfactorio!
En aquel entonces no entendía por qué Santa solo me traía regalos y cartas a mi, mi hermana no recibía ninguno y eso me apenaba en gran manera, aunque le ofrecía de los míos ella siempre rehusaba con una sonrisa diciendo que ya estaba muy mayor para que Santa la consintiera.
Con el pasar de los años me enteré por boca de mamá; el secreto detrás de todo eso. Resulta que durante todos esos años mi "Santa" no había sido otro que Mery, la mamá de mi hermana y ella misma. Ellas eran quienes texteaban las cartas que encontraba en los regalos y su marido era quien antes de salir detrás de nosotras para la cena de noche buena se comía lo que yo había dejado en el plato para Santa. Juro que un montón de sentimientos se asentaron en mi pecho cuando supe la verdad ¿decepción, comprensión, alegría, agradecimiento? Todo eso, pero aunque me diera cierta "cosita" aun así estaba sonriendo, después de todo ya estaba por entrar al liceo y sería ridículo que se me saliera esa niñada que tantas sonrisas me sacó.
De por sí, mi tiempo de bachiller tampoco fue sencillo en una etapa de aquella época; realmente era muy diferente a mis compañeras porque me habían criado con otro tipo de patrones. Tenía gustos que parecían estúpidos a ojos de ciertas personas, y no sólo musicales, (siempre odié esa música "rapera" con cantantes que se escuchaban ahogados, hasta hoy no sé por qué a la gente le gusta. Pero bueno "es moda") Ahí fue cuando aprendí un truco para evitar que me molestaran: tener 2 caras.
No me refiero a hipocresía, sino a saber mostrar mi forma de ser. Porque la sociedad no tolera a la gente como yo. "Diferente"... Pero bueno, eso es harina de otro costal.
Volviendo a lo importante también me enteré que la razón del por qué mi hermana nunca recibía regalos era porque su hermano le había contado toda la verdad a los 6 años, Dios como lo odié en ese momento, a lo mejor lo hizo por jugarse con ella; pero aún así me enfureció el hecho de que le cortó la ilusión a mi hermana. Y pensando en eso me di cuenta de algo muy importante... A pesar de todo mi hermana no cometió ese error, respetó mi inocencia y compartió mi felicidad, siempre fue tan dulce y humana, si... Así es mi hermana.
Mi mente nunca imaginó que aquel diciembre sería el último que pasaría con ellos. Poco después la situación en mi país se agravó tanto que todos tuvimos que empezar a medir nuestros gastos, cada quien tenía el suyo, ya no se podía visitar a nadie sin llevar algo para ayudar... Fueron tiempos difíciles para todos, y así se acabaron mis navidades mágicas, aunque creo que no fui la única...
Muchas cosas sucedieron posteriormente en esos años, me gradué de bachillerato y estaba empezando mi proceso de admisión a la universidad, tuve que ir a Caracas a resolver un problema de eso mismo, y nos quedamos en el apartamento, pero una vez más, lo que veo me deja sin habla. Mi hermana no estaba.
No, no me malinterpreten, no ha sido raptada, y no es que yo me he perdido, ella está bien y es feliz, el asunto es... Que yo no la encuentro.
Esta vez definitivamente no logro encontrarla.
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