"Cosmos elévate  a tu máximo poder"

Casa Tsukino...

— ¿Quién lo puso a esta hora?, es sábado y necesito descansar — una rubia de cabello largo gritaba, tirando el reloj hacia la pared su cuerpo se sentía casado, se la había pasado imaginando cosas, aunque estaba profundamente dormida no descanso nada.

Paso media hora hasta que su madre ya casada de escuchar el teléfono junto al despertador llamo a Serena desde las escaleras.

—Serena eres solicitada al teléfono es. Darién — ella al escuchar quien era, salió corriendo de su cama atendió apagando el despertador. Al llegar a la sala primero se estiro antes de contestar.

Mamá Ikuko sabía que esa era la mejor forma de despertarla.

— ¡Hola! — con un bostezo y luego una sonrisa

—Hola, ¿Cómo amaneciste?, futura Neo Reina Serena— el Príncipe, suspiro aún no tenía claro que era lo que ella tenía y ese efecto en él. Desde el primer día que la vio. "El famoso examen de 30 puntos", como olvidarlo, guardaba ese papel con amor.

—Darién, no me digas así —, colocándose de un color rojo manzana, imaginarse casada con él le producía pudor y muchas cosas más.

Mientras Ikuko, la observaba de lejos lo negaba con la cabeza.

— ¿A qué horas vienes a desayunar? — entendía que se le había olvidado. La conocía bastante bien.

—Perdóname, ya salgo — colgando rápidamente.

"Cuando aprenderás Usako" pensó la joven dándose pequeños golpes en la cabeza.

Corrió hasta su habitación abrió el armario y pregunto a Luna su gata de color negro azulado.

—Luna, ¿Qué ropa me pongo? —sacando varios atuendos como una loca.

—No te preocupes por eso, que vas a llegar tarde y no quisieras hacerlo esperar en su aniversario número quinto— sacando algunas cosas de aquel recuerdo, cuando se topó con la princesa de la luna.

—Ya cinco años — dijo sentándose de golpe.

— ¡Apúrate Serena! —Ikuko también conocía a su hija y no comprendía como era que un joven como Darién se hubiera fijado en ella.

"Se me había olvidado" pensó, se retiró al baño casi corriendo "como pasa de rápido el tiempo, cuando amas alguien."

Al salir del baño se hizo en su larga cabellera dorada los dos moños que la identificaban. Vistió su cuerpo con un vestido que caía ancho de color azul claro y unos zapatos de tacón alto, esta vez no quiso llevar el broche de transformación, porque no había pasado nada desde Sailor Galaxia. Pero antes de salir llamo a Darién para avisarle que ya iba.

—Hola — dijo con un poco de miedo.

El joven príncipe trato de conciliar su paciencia. Definitivamente no entendía bien como llevaban cinco años juntos.

—Hola, ¿Dónde estás Serena? — molesto, el pobre Darién se estaba muriendo de hambre

—Ya voy para allá. Cálmate príncipe — dijo con amor

—Adiós, ya te espero — colgó suavizando su voz

Sin decir nada cerró la puerta de su casa mirando el reloj era ya demasiado tarde para su amado Darién camino rápido, casi trotando; como siempre andaba despistada se chocó con alguien retrocediendo, pero esta vez, se quedó inmóvil, al verle.

—Perdona — dijo un hombre se encontraba con un vestuario extraño, era un guerrero del legendario Torneo de las Artes Marciales. Este era alto y de hombros anchos muy musculosos y su pelo era alborotado como ningún otro.

—No tranquilo — sonrojada del susto y siguió rápidamente a la casa de Darién sin percatarse de quien era.

— ¿Quién es esa chica tan rara? —, guardo silencio y continúo hablando para sí mismo —pero siento que tiene un kí muy poderoso — dijo mirándola que se iba corriendo, cuando escucho una voz llamándolo.

— ¡Goku el desayuno ya está listo! — gritaron, esa voz lo llamo con tanta fuerza, que aquel se apresuró en contestar.

—Si Milk — caminando rápidamente y entrando en una pequeña casa — tengo hambre.

—Cuando aprenderás — colocando los platos sobre la mesa, con una sonrisa grata — Goten Y Gohan a lavarse las manos para que vengan a desayunar

—Si —los chicos se dirigieron al tocador.

Milk torció la boca al ver a su Goku pensativo.

— ¿Qué te pasa? — susurro en el oído de este súper hombre, antes de que los chicos aparecieran.

Después de muchos años Milk, aprendió que él "Su Goku", era un poco reacio a las demostraciones afectuosas en público, aunque fuese delante de sus hijos.

—Acabe de sentir un súper poder — ella frunció el ceño — pero es de alguien bueno — recordando a la joven Serena.

—No debe de ser nada malo — respondió Milk — no te preocupes —, ella también lo había sentido, pero no quiso preocuparlo. Entonces se giró, para ver que ninguno de sus hijos, apareciera. Besando la mejilla derecha de aquel hombre —, tranquilo.

— ¿Tú también lo sentiste? —, apareció el mayor de los hijos Son.

— ¿Cómo Goten? — Milk poniendo más atención.

—Si madre ayer después de salir de clases —, no podía decirle a su madre que había tenido una cita con Videl —. Acompañé a mi prometida a casa.

—Y ¿sentiste ese poder? — volviendo hablar Goku muy ansioso.

—Sí, pero yo no sentí un Ki — explico sentándose a la mesa —, sino dos.

"La luna te está llamando" Pensó Milk quien no dormía bien hace días y se quedaba en la ventana hasta tarde de la noche.

— ¿Madre te pasa algo? —, pregunto Goten acercándose con un plato vacío.

— ¡Ah! — Moviendo la cabeza y sonriendo —, no me pasa nada.

Saliendo de la cocina acompañada de su hijo menor.

Volviendo con Serena...

La rubia entro al edificio y abrió la puerta, su príncipe la esperaba con un desayuno grande y exquisito, Darién sabia como era el apetito de su prometida. Lo abrazo por detrás en forma de sorpresa. Pero antes de llegar en el camino vio algo muy extraño creyó oír que la buscaban, cuando noto que no era a ella si no a una chica de cabello violeta y con unos años más que Serena.

—Saori espera — la chica volteo y se quedó mirando a Serena y la joven princesa también se le quedo mirando, de un brinco reacciono siguiendo su camino.

"¿Será ella?" pensó Saori "ella es la soberana de la Luna"

Sintiendo el poder de nuestra conejo.

—Hola Seiya — saludo a un chico moreno un poco más bajo que ella, él le hizo una reverencia a la chica de pelo violeta— Seiya deja de hacer eso— sonrió apenada.

—Bueno Saori — pudo notar lo que pasaba con la diosa del olimpo— ¿Es ella verdad? —, mirando a la Serenity

—Si — sonrió simpática — y allí vive el Príncipe—, Señalando el edificio donde vivía el Dariencito.

La princesa se quedó en silencio, pero se le hizo conocida aquella señorita a lo lejos.

"De pronto también la conocí en el pasado" pensó ella "No ya recuerdo... ella es una de las herederas más ricas de la Costa en Japón y ese debe ser novio".

—Las demás personas merecen ser felices —, sonrió y dirigiendo sus pasos— como yo lo soy con mi amado Darién.

Antes de que Serena tocara, Darién sesgo la puerta, guardando silencio esperando a que ella le diera un poco de amor ese era su mejor consuelo saber que la tendría siempre y muchos años, más bien, por toda la eternidad.

—Hola Endymion — besando su mejilla.

—Hola Serenity — besando su boca tiernamente — pasa — ella se quitó los zapatos y entrando mientras que Tuxedo Mask, le miraba con dulzura.

—Gracias — entro al departamento y recordó diciendo a viva voz — ¡Felices cinco años! — dijo ella, mirando sus ojos azules como el mar

— ¿Creí que se te había olvidado? — Pregunto acariciando su cara —Hemos pasado, por tanto, para llegar aquí — hablando con nostalgia.

—Pues... — se quedó en silencio, confirmando con ese silencio que se le había olvidado — pero Luna me recordó, que haría yo sin mi gata.

—Me lo imagine, "cabeza de chorlito" — acariciando su cabello.

—Mejor vamos a desayunar, que todo se ve muy delicioso. "mi engreído favorito" además tengo hambre —dijo ella tomándolo de gancho, para acomodarse junto a su Endymion —siempre cocinas tan bien — miro la cocina — en cambio yo soy un desastre en la cocina.

Él recuerda la vez que se comió unas galletas quemadas, para que no se sintiera mal.

— ¿Sabes Usako? — Ella lo mira con los cubiertos en la mano — eres buena, en algo— sonriendo —, en escuchar a las personas, en ayudarlas y esto es de admirar.

—Soy una Sailor Scouts que lucha por el amor y la justicia — se ríen — soy Sailor Moon y tengo mucha hambre.

—Es increíble que seas ella — bromeo Darién acariciando el muslo de la doncella con pierna — y que serás mía.

—Y que tú seas mi amado Tuxedo Mask — tomo una porción de su plato y se lo comió con gran satisfacción.

Negando con la cabeza y con un trozo de panqueque en su boca mientras se veían con amor, ternura, porque ya sabían que faltaba poco para casarse y vivir juntos. Aunque ya Serena amanecía con frecuencia en casa de Darién aún más cuando se peleaba con Kenji.

Cuando las Sailor Stars se fueron a su planeta de origen, Darién hizo muchas preguntas sobre todo a las chicas quienes permanecieron junto a su princesa, por mucho tiempo temía mucho que los sentimientos de Serena ya no fueran los mismos, pero descubrió que lo amaba, así se les despedazara el alma permaneciendo fiel. También entendió que él era demasiado fuerte y duro con aquella flor que era suya, hasta en los momentos más difíciles.

Estaba escrito desde un principio para él, Mamo era inteligente podía tratarla de una manera tierna delicada y amable. Además, él era el adulto tenía claro que no sería lo mismo porque compartirían el resto de sus vidas juntos.

—Gracias —soltando los cubiertos— todo estaba delicioso.

Después del desayuno ella y él se hicieron en el sofá.

Ella, lo miraba mientras él le leía en voz alta, Serena nunca se cansaba de escuchar a su prometido, con el que resultó ser su alma gemela y la persona que estaba marcada con ella, para cambiar el mundo desde el comienzo de la vida. Suspiro fuertemente y el paro de leer el cuento infantil.

— ¿Qué sucede princesa? —soltando el libro ella lo miro y lo beso, un beso ardientemente apasionado y dijo.

—Es que te amo, futuro rey — volviendo a su boca sin frenos.

—Lo sé, y yo te amo mucho— sacando su camisa a cuadros. Se moría por estar con ella cuantas veces el tiempo se lo permitiera, por eso cada vez que ella se lo consentía le contemplaba haciendo el amor con la princesa de la Luna.

—Pues yo más —bajando su cierre, el cierre del vestido besando suavemente la comisura de los labios, poniendo su cuerpo en la cama.

Él no soporto al ver ese pequeño ángel que lo amaba, con el alma y que siempre desde antes del tiempo actual estuvo con él. Recordando, en ese momento cuando Sailor Moon salvo a las semillas estelares del Caos.

Después de algunas palabras cordiales entre Seiya y Serena, el príncipe de la Tierra, pudo sentir los sentimientos de Kou hacia Serena, colocándose celoso, pero no hizo gesto alguno, porque él también notaba que el sentir de la princesa de la Luna era diferente al de Seiya, lo que si tenía bien claro es que él sería el único hombre en la vida de Serena, sin importar los cambios que eso tendría en el Tokio de Cristal.

Después de dejar a las chicas en el Templo, los príncipes se animaron a caminar, pasando tiempo a solas.

—Darién — estaban en el muelle después de un día ajetreado, con una luna gigante al frente de sus ojos — ¿En verdad me quieres mucho?

—Si — hablaba tan tierno como se le era posible, la miraba, aunque tenía una mano en el bolsillo del pantalón y su otro brazo estaba esperando a que ella lo abrazara

— ¿Cómo cuánto? —preguntó Serena con sus mejillas sonrojadas. El inmediatamente, le devuelve aquel interrogante.

— ¿Por qué me preguntas eso ahora? — el príncipe creía que le iba a terminar, por dejarla sola él sabía que su princesa era impulsiva y que no descansaría hasta saber la verdad, se quedó mirando la luna con un pequeño deje en su voz.

— ¿Dime cómo cuánto? — su boca y su cuerpo se juntaron más al cuerpo de nuestro príncipe favorito. Sin querer ese movimiento le había despertado el León dormido que llevaba dentro, sabía que estaba listo para hacerle esa confesión a su princesa.

—Bueno te lo diré — Serena estaba expectante el cerrando los ojos hablo, serio con tranquilidad.

—Mi amor por ti —. Abrió sus ojos y se encontró con una Serena más adulta — es más grande que el universo.

Ella al escuchar estas palabras se sentía la mujer más dichosa del planeta acto siguiente el príncipe la tomó de los brazos separando a la princesa para poderle ver la cara, dándole un suave beso en la boca. Tan tierno como se le es posible, después de pasar tantos meses sin ella, era imposible no tener ganas de amarla como mujer. Por otro lado, no se le salía de la cabeza esa imagen de verla desnuda en la batalla contra Sailor Galaxia.

—Serena — abrazando a la princesa de la Luna — te extrañe mucho —su 5respiración era fuerte —. Aunque estaba muerto sentía tu sufrimiento pequeña Serena.

— ¡Darién! — Apretándolo contra ella, la princesa siente su corazón y de alguna forma confirma lo que Darién le acaba de decir — estos meses de silencio, fueron agobiantes — susurraba con lágrimas en los ojos— te amo tanto — lloraba recordar las noches en vela, cuando ella llamaba a Estados Unidos preguntando, por él y nadie daba razón.

—Princesa — dijo el limpiándole la cara — podría acompañarme a mi humilde morada — ella sonrió y asintió.

En el auto ninguno de los dos hablaba, pero se sentía la magia del romance. Al entrar al departamento Darién le tapó los ojos a Serena.

—Ven pequeña —, la alzo en sus brazos llevándola hasta la cama, sentándose en ahorcajadas sobre ella y le destapo los ojos.

—Darién, ¿Qué haces? — No sabía si reírse de los nervios o que hacer — ¿Qué me harás? — dijo ella con su cabeza nublada, después de todo ver al príncipe con el torso desnudo le producida algo extraño en ella. Algo que no entendía.

— ¿Me dejarías amarte en cuerpo y alma? — pregunto él, un poco nervioso con mucho miedo hacer rechazado — Serena, yo te amo... — Nuestra princesa de La Luna, le agarro de la nuca y sin pensarlo mucho le beso, pero esta vez no tan delicadamente..., quería por un lado decirle que ya no era una niña, esa niña de catorce años que él conoció y del siguiente lado aquella era la mejor manera de ver el alma a su Darién.

—Creo que esto es un si — volviendo a besarlo—, no sabes cuánto tiempo quise esto...

El abre los ojos divertido, aunque incrédulo.

—Lo hare lento — la ayudaba a pararse para jalar la falda de la preparatoria desarmar su peinado y besarle la espalda —, no quiero perder el tiempo, no puedo concebir mi mundo sin ti — desabrochando la camisa — perdóname, por ser tan duro contigo — dice y ella, mirándole las manos a su primer amor es su vientre.

—Si — afirmo cerrando los ojos, tratando de que el tacto de Darién fuera lento y precisó.

—Serena Tsukino, es usted hermosa — besando la clavícula, con cada beso se llevaba la tira de un pequeño sostén color durazno, la mente de ella no estaba en el planeta, sinceramente, estaba hecha flor de piel, cada beso y caricia de Darién, le hacían sentir aún más caliente en sus adentros, cuando de repente, su amado príncipe se divorció de su piel, por algunos momentos.

— ¡Darién! — Gritaba estaba totalmente caliente— por favor ven rápido.

—Lista — le susurra mientras ella asiente abriendo sus ojos azul cielo— respira lentamente abre las piernas — el no aguantaba mucho y sin pedirle permiso le acercó dos dedos al pubis. Le acariciaba lentamente, para entrar más fácil en Serena. Ella gimió moviendo la cabeza pidiendo más— estás lista...

Y con un solo grito dice ella:

—Darién no puedo más — abre los ojos en azul oscuro de deseo junto a las piernas como en bandeja plata.

—Esto te va a doler — se posiciona en todo el centro y como instinto como algo natural, las caderas del muchacho se fueron incrustando en la bella Serena.

Al ver la expresión de dolor en Serena, Darién estuvo a punto de salir corriendo de la casa, de la ciudad y hasta del país. Pero ella hizo algo que le dio seguridad jalándole del cuello, para que le hiciera suya. El príncipe se quedó estático unos momentos mientras que Serena se acostumbraba a su ser, le acariciaba los costados para sentir que lo que estaban viviendo era real.

— ¿Te duele? —, pregunto Darién con un calor demasiado agradable y con las ganas de moverse a flor de piel.

—Ya no...—, susurro besándole de una de forma descaradamente loca y desmedida, haciendo que las caderas de chico en ese entonces estudiante de Medicina, la embistieran lentamente.

El sueño de su vida se estaba realizando, la estaba amando como muchas veces lo deseo. Después de todo y antes que nada... Él no era un niño. Tenía 23 años y estaba harto de esperar, aunque la respeto más de lo que pensaba. Por el lado de Serena también soñaba con él desde que Rei lo vio sin ropa. Se juró que ella sería la única mujer que lo vería desnudo.

Volviendo al tiempo actual

Hicieron el amor como la vida les había enseñado con dulzura, pero con pasión, quedaron pensativos porque no querían separarse nunca, era desafiar el mundo cuando Serena volvía a casa, era como explotar algo sagrado.

—Darién suéltame debo ir donde las chicas —, chillo la princesa de la luna entre risas en los brazos de su amado Tuxedo Mask — a este paso Rini vendrá más rápido de lo que pienso.

Como todas sabemos, nuestro príncipe no es muy afectuoso en público, pero en privado era miel hecho para ella.

—Pero, hoy es nuestro día princesa — tapando su cara, con las manos de ella y haciendo un puchero, pero sonrió al recordar a Rini— ¿Cómo crees que estará ella?

—Entonces acompáñame — ya organizando su ropa y la del Dr. Chiba —las chicas nos tienen una sorpresa — tomando sus manos y también se pudo imaginar a la linda peli rosada como una adolescente e insinuando —, debe ser una bella adolescente — hizo dotes de reina—, tal cual como su madre.

El príncipe hablo y se le pasaron mil pensamientos sobre su hija adolescente del futuro.

"Pobre Rey Endymion, con estas dos Serenas"

—Será... bueno — abrazando a la princesa de la luna por la espalda —, aunque sabes que no confió en Mina, ella está un poco ya sabes — haciendo señas de locura con sus manos.

—Sí, que ella te escuchara — dijo ella, en tono burlón — te ahorcaba con la cadena de Venus.

Él recordó cuando Lita casi lo mata...

—Así, como Lita cuando quería saber todo sobre Andrew —sonríe, haciendo que su prometida se colocara roja del todo.

Hacia unas cuantas semanas se habían comprometido Lita y Andrew.

—Si — dice y recuerda que él también fue su primer amor platónico— vamos — le toma de las manos y salen de la casa —También se... —. Darién habla y alza las cejas — que Andrew te gustaba.

—Sí, pero todo cambio desde que un "engreído"— lo miraba y le sonríe — agarro mi examen.

—Ese vergonzoso de 30 puntos — él se hace el indignado.

—Aja — se veían tranquilos aunque ambos comenzaron a sentir una energía diferente, aunque era turbia por eso caminaron juntos, pendientes de esa energía ella se encontraba recostada en el hombro de él hasta que a Serena se le antojo un helado de vainilla con chocolate el calor lo meritaba. Y el hizo todo lo posible para que no hiciera un berrinche, ella había madurado todavía se comportaba como una niña cuando quería algo.

—Darién quiero un helado — la joven Serena se imaginó saboreándolo.

—Ya vamos a llegar al templo — jalándola ya molesto.

Hizo su famoso show "Drama en cambio de algo"

Al llegar a la heladería número 10 se percató que no estaba a su lado.

"Se debe haber adelantado", pensó el príncipe de la Terra y sonrió.

—Hola — saluda apurado a la señorita heladera — me das un helado de vainilla con chocolate y una paleta de agua.

—Si ya te los traigo — respondió con una sonrisa coqueta, no le puso atención. Y pensó

"Si Serena te viera, seguro que se arma la tercera guerra mundial y es hasta capaz de transformarse en Sailor Moon"

Salió del sitio y creyó que la encontraría en el templo. Donde todos los días iba y más en vacaciones, pero de repente sintió algo muy profundo en él, un dolor que lo hizo detenerse, como si la hubiera perdido para siempre, pago por los helados y llamo a las chicas contestando Mina.

—Hola — suspiro algo le decía que las cosas estaban mal —, ya ¿llego Serena al templo? — pregunto Darién

—No, pero los estamos esperando — dijo en el otro lado del teléfono— creí que estaba contigo — las chicas en el templo se miraron con interrogación.

Darién se preguntaba porque sentía ese miedo de perder a su amada Serenity, ese mismo miedo cuando Diamante se el arrebato de sus ojos. Por fuera de la cabina telefónica miro que dos hombres muy diferentes buscaban algo.

— Luego hablamos voy a buscarla — apresurándose a salir—, no puede ser esto — diciéndose así mismo.

—Bueno si algo sucede nos avisas —, Mina dijo esto haciendo señas a las demás para que guardaran silencio — algo le paso, lo siento — dando ese mensaje a las otras Scouts.

Él colgó y comenzó a preguntar cuando alguien le pregunto por una mujer con kimono y de pelo negro que lo traía envuelto en moño.

—No yo la he visto —. Darién murmuro al hombre que buscaba a esa mujer con desesperación entonces el joven príncipe se atrevió. Preguntado aquel hombre de uniforme naranja y brazaletes azules — y tú has visto a una chica de ojos azules, cabellos largos rubios, dos moños como bolitas de algodón.

—Hablas de Serena, se encontraba con mi esposa Milk y con otra mujer alta como la chica de la que hablas, pero esta se veía más distinguida, y su cabello era de un color lila claro

—Hablan de Saori — dijo un chico que estaba muy nervioso

—Haber, haber mi prometida se perdió— el miedo de nuestro querido Endymion crecía más—, tú esposa también y la novia de este chico igual— mirándolos a los dos dijo Darién — ¿y si están juntas?

—Cabe la posibilidad — afirmo El moreno, que estaba sentado en la orilla de una fuente en el parque número 10. Reconociendo al príncipe de la Tierra.

Mansión Tenou...

Mientras tanto en una mansión se encontraban las Sailors Others: Hotaru, Michiru, Setsuna y Haruka. Tomando café platicando de cosas absurdas, cuando de una forma indiscreta Michiru dejó caer su taza de café, por lo cual Haruka se preocupó.

Setsuna había acabado de llegar pues tenía una misión muy importante que no podía rebelar hasta el momento.

— ¿Qué te pasa? — pregunto Haruka con una voz masculina.

— La tranquilidad se acabó — dijo la Sailor del océano — a nuestra princesa la han secuestrado —, el escalofrió era demasiado grande.

—No puede ser — dijo la hija del Cronos —, el futuro ha cambiado lo puedo sentir — hablo con suma decepción hacia ella misma.

—Siento que un enemigo está cerca y... — hablo Haruka— lo que dice mamá Michiru es cierto— dijo la pequeña Hotaru que ya estaba en la preparatoria.

Escucharon sonar el teléfono y quien contesto fue Setsuna.

—Hola —, en su cara se notó la preocupación de inmediato— Pero ¿cómo es posible? —Las otras Sailors se quedaron en silencio —, ya vamos para haya — respirando — ya no te preocupes Mina. — colgando.

Las mujeres esperaban expectantes.

—Confirmado a la princesa se la han llevado.

Parque numero 10...

— ¿Cómo se conocieron? — pregunto Endymion al Saiyayin

—Tu novia — dirigiéndose a Darién—, te estaba esperando cuando de repente se de rumbo y en ese momento — recordó — y en ese momento Milk junto a la chica del cabello violeta... — interrumpió Pegaso.

—Saori — los miro a los dos

—Si ella... Saori — contesto Goku — la ayudaron la pobre estaba pálida pero tenía mucho poder.

— ¿Poder maligno Papá? — pregunto Gohan quien acaba de llegar y al no ver a nadie salió a buscar a su padre.

Reconociendo a la joven de la tarde anterior.

—No Gohan — se preocupó — era una luz poderosa.

"¿Por qué ahora?" pensó, el príncipeEndymion.