¡Maremoto de Neptuno!

Pedestal del Sacrificio...

Después del golpe dado por la bruja Beryl y que ambos espectros la dejaran para que viviera una y otra vez esa pesadilla. Serena se colocó mal, es que era frustrante ver lo que vio y sentir el dolor de su madre por culpa de Darién, no era divertido además no le quedaron dudas de que su padre también sufrió mucho con lo pasado.

Lloro mucho hasta que un grito el saco de su desesperada agonía.

—¡Rini! —, la chica se encontraba inconsciente la llamaba una voz conocida por ella— despierta, debes cuidar a Darién mientras yo cuido de Serena...

—Mamo — ella agitaba la cabeza apretando la joya en sus manos—no puedo.

—Tienes el Cristal de Plata — la voz de un joven adulto asintió — confía en él — se hace aún más presente—, dentro de poco estaremos juntos.

—¿Me lo juras? — pregunto la joven despertando de aquel sueño, sus pupilas estaban dilatadas, su hermano nunca le diría mentiras.

—Te lo juro — fue lo último que escucho

Cuando su respiración se normalizo de un golpe, abrió sus orbes carmesíes con poder para no perder tiempo al sentarse con las piernas estiradas después de unos minutos recuperando la visión observo como todos daban sus vidas, por el futuro aquel futuro ya cambiado, ese en el ella era la princesa y por ende debía también actuar.

Pero la sorprendió más al ver a su futuro padre convertido en un guerrero. No recordaba ver a su padre de esta forma, pero recordó con un agrado efímero que su futuro ya no era el mismo, si de ese de cual había venido a los 10 años.

—¿Debo hacer algo? — Apretando en su mano derecha el famoso y milenario Cristal de Plata — ¡Ya se! — Se quedó detenida en el tiempo, entonces grito. —¡Oye tú! — todos se voltearon a mirarla con preocupación; Beryl se extiende en su ira sus celos y su miedo, creía que Diamante se la había llevado — ¿No sé quién seas tú? — Rini frunce el ceño, pero lo se suponía —pero lo que estás haciendo— gritaba más fuerte — está destruyendo mi futuro y eso no te lo permitiré —, colocándose en su posición de batalla — soy Sailor Chibi Moon — su respiración se vuelve un poco más gruesa — Y te castigare en el nombre de la Luna del Futuro.

—El conejo de la Luna — Beryl la miraba con deseo de destripar su corazón, esa niña era el producto del amor que el príncipe de la Tierra y la princesa de La Luna se tenían, le odiaba. Y antes de que fuera atacada. La hija de Darién saco su cetro Lunar y grito.

—¡Curación lunar del corazón! — del centro salió una luz, una luz grande que les dio más tiempo más recuperarse y acabar con los demons de Hades.

Al ver la fuerza que Rini trasmitía a través del Cristal Plata, Beryl salto de un solo tirón hacia donde se encontraba la jovencita gritando.

Pero justo antes de que la líder malvada le hiciera daño, nuestro príncipe pudo reaccionar:

—¡Rini cuidado! —Endymion saco de su mano una bola grande para darle por la espalda a Beryl. Pero no funciono... ya que la Reina de Negaverso lo esquivo tan fácil que el poder se desintegro como nunca en el viento.

—Niña Tonta —, y justo antes de que Rini fuese lastimada arrebatando su broche aparece una mano delgada con mucha fuerza se interpuso.

— ¡Serena! — gritaron todos haciendo espaviento de una gran batalla que no daba espera.

En la zona de la batalla se podía visualizar el poder de esas dos hijas de la Luna.

—Serena me alegra tanto verte —, la pequeña Rini se le hinchaba el corazón al recordar cuando era una adolescente.

—Mi pequeña Dama —. Serena primera respondió a su grata voz — Serena, ¿Dónde está tu padre? —ella hablaba con la mano de Beryl atrapada, curiosamente y desgraciadamente para la antigua geóloga no podía moverse de ese agarre.

—Estas abajo con los demás.

—Perfecto, ya que solo necesito a esta señora —, soltándola para mirarla de arriba abajo.

En la parte baja de la pelea...

—¿Qué pretende la princesa? —, pregunto Haruka a su "futuro soberano".

—Lo único que te puedo decir —. Sonrió jadeante mientras que daba puños patadas a diestra y siniestra — es que primero se va a descargar antes de purificarla.

Las Sailor estaban sorprendidas por el cambio del príncipe. Sus tácticas de pelea eran más fulminantes de lo que pensaban y curiosamente eso les daba tranquilidad. Ya que con rosas no se mata a un dios, sabiendo que Serenity y él serian buenos de reyes.

Dende y Piccolo le habían enseñado a pelear, pero eso era un secreto entre Setsuna, Serenity y Darién.

—Muy buena derecha — Haruka le dio un afirmativo mientras que Fighter y Vegeta, "sacaban la basura" — y, tu príncipe —, Tuxedo Mask giro la cabeza mientras que se agachaba para tumbar a un demonio — me puedo ir más tranquila para Estados Unidos

—Gracias — respondieron en unisonó.

Hipólita se encontraba detrás de su esposo cuando ya cansada de ver como todos ayudaban y ella no.

Dijo

—No puedo pelear con esto en las manos — dijo la señora Son soltó la pesada hacha haciendo que el lugar templara y movió la cabeza como forma de calentamiento rápido.

—Entonces suéltalo — Goku ofreciendo su mano derecha —¿Hace cuánto no luchamos juntos? — dando un golpe a uno demonio morado detrás de ella.

—Sí, hace mucho— agachándose para ser atrapada por su esposo y comenzar a dar golpes.

Gohan protegía instintivamente Hotaru.

Mientras los caballeros de Bronce no se alejaban de Athenea.

Todos daban una cuota de fuerza y de esmero, para acabar con eso.

Mientras caminaban peleando para no dejarse engañar de alguna visión o algo parecido, sin darse cuenta el ánimo se debilitaba, pero con solo verla a ella la paz de todos volvía; Serenity siempre fue luz en tinieblas.

—No encontraremos la manera — dijo Lita, ya cansada de caminar mirando la maldad de Beryl — quisiera ver a la tonta de Serena riendo como siempre —, con unas ganas de subir allí sin antes matar a todos estos demonios — Ahora debemos velar por nuestra Pequeña Dama.

Lita debía ser fuerte y apreciar que nunca Serena la dejo sola y esa promesa se mantendría por mucho más tiempo del que pudo ser en el pasado.

Un fin de semana Lita iba caminando hacia la casa de uno de sus mejores amigos, para ver a su adorada amiga Serena. Ella estaba enfrascada en sus recuerdos más dolorosos en la muerte de sus padres los cuales murieron en accidente aéreo. Llego al departamento de Darién y toco con cierta discreción, no quería encontrar una escena bochornosa.

— ¿Quién? —, pregunto una voz cálida y amable. Esa era Serena.

—Yo —, negando con la cabeza con una risa cómplice —Lita Kino.

—Ya va.

Al abrir la puerta Serena vio a su amiga un poco acongojada, recibió las cosas y la hizo sentar en el mueble azul.

—Te noto decaída — Serena trato de ser la buena amiga que Lita había sido con ella.

—Es que dentro dos días será el aniversario de la muerte de mis padres — resoplo y de inmediato Serena, le contemplo como hace una madre con una hija— y me siento sola... aunque sé que las tengo a ustedes.

Serena no respondió solo le acaricio la mejilla, entendía que Lita, su dulce amiga Lita estaba pasando por momentos muy difíciles puesto que ya pronto se graduarían de preparatoria y no tendría con quien celebrar ese momento.

— ¿Sabes, que puedes contar conmigo? —, Serena estaba muy dulce como un algodón de azúcar — ya se, que te parece si vamos las dos juntas a visitar a tus papás

— ¿Harías eso mi por mí? — la Sailor estaba anonada.

—Es lo poco que puedo hacer — miro los paquetes en la cocina —. Se me acaba de ocurrir una idea —, dando una gran carcajada — convertiremos esto en nuestra tradición. —, la chica alta se paró y comenzó camino junto a la princesa de la luna, hasta la cocina del príncipe de la Tierra —. Además, tómalo como un intercambio.

—¿Cómo? —, pregunto la Kino

—Sí, Lita. Tú me has ayudado tanto —dio una sonrisa pícara a su amiga —, con esto de ser una buena esposa.

Y con ese recuerdo se despertó algo en Lita, algo que no sabía que tenía el poder Júpiter se trasladó en ella.

"Por el Poder del Reino de Ío".

En ese momento hubo centellas que electrocutaron a cada uno de los demonios de Hades. Eso sorprendió a todos, fue tanto el poder de Lita que cayo desmameyada en brazos Bushi Healer.

—Gracias —, se detuvo con dificultad—, pero debemos buscar la manera de salir de aquí y salvarlas.

—Y ¿si ya ha muerto? — Continuo Rei resoplando aliviada por Lita, aunque no cabe duda que en ese momento Lita era una de las Sailor más fuertes—. O si es una visión lo que estamos viendo — Sailor Mars, estaba desconfiando de sus poderes y eso ya era bastante malo.

Darién cansado de tanto pesimismo grito de una forma para darles fortaleza, era el gobernante de la Tierra debía ponerle fe a ese asunto.

—Ella va estar bien —aguanto el llanto de felicidad, de amor y de esperanza — Rini esta con ella.

Miro a Seiya y siguió luchando por su futuro.