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Capitulo 8


Lizzy.
(Algunos días mas tarde)

- Lizzy, mira esto.

Valen se sentó al lado mio Con la tablet de su papá. Me mostró una publicación del Facebook de mi mamá.

- ¿Que dice? No se leer muy bien.

- Quisiera ser una mujer real. Pero vivo en un mundo de fantasía... ¿Crees que sera por mi papá?

- No se.

- Hijo ¿Viste mi tablet?

Valen la escondió detrás de un peluche.

- No papi.

- ¿Que hacían?

- Hablábamos de dibujos que queríamos hacer. -Se quedo en silencio y su papá lo miraba raro- De la tele.

Aclaró. Aún nos miraba raro.

- Ah... Lizzy, ven conmigo, hay algo que debemos hablar.

- Ya voy.

Salio del cuarto.

- ¿Sera algo malo?

- Mi papá no es de decir cosas malas. Ve tranquila, yo seguiré viendo el Facebook de tu mamá

Asentí y salí de la habitación De Valen. Juan me esperaba en las escaleras. Le sonreí y baje al living junto a él. Mi mamá esperaba ahí. Algo esta pasando.

- Sientate pequeña.

Me senté delante de ellos dos.

- ¿Que deben hablar?

Mi mamá miró a Juan.

Juan me cae bien. Es un hombre bueno y tranquilo. Me gusta que esté con mamá, hacen linda pareja. También me gustaría que Valen sea mi hermanastro. Pero son pequeñas ilusiones y cosas que quizás no pasen. Tengo una vida entera para convencerlos de que estén juntos y se que eso va a pasar. Lo que no me gusta nada de todo esto es que me ocultan cosas. Lo se, lo presiento.

- Hija... Hay algo que debo decirte.

- ¡Hablen ya!

Grite impaciente. No soy de tener paciencia.

- Hija... Juan es...

- ¿Es?

- Es tu papá.

Los mire mal.

- Son los peores del mundo.

Salí corriendo de la casa.

_________________.

Me quede sentada quieta, en shock. Las lágrimas caían solas.

- Me odia. ¡Me odia!

Empecé a llorar fuerte. Juan había salido detrás de Elizabeth. Sentí algo tocarme y vi a Valen.

- ¿Mami? ¿Que pasa?

Me abrazó. Le respondí el abrazo llorando como loca. Mi propia hija me odia.

- Valen, sientate.

Se sentó a mi lado.

- ¿Que pasa?

- ¿Sabias que tu papá estuvo conmigo, cierto?

- Si.

- Yo... Tuve un embarazo, y ese embarazo fue el de Lizzy... Lizzy y tu son hermanos, Valen.

Me miró anonadado.

- Pero... No entiendo. ¿Eres mi mamá?

- Por desgracia, no. Tu mamá es una chica que estuvo con tu papá antes de mi. Es largo y ya tendré tiempo de contarte.

Le sonreí y seque mis lágrimas.

- Vamos afuera.

Agarre su mano y me levante.

Juan.

- Juan... Debo hablar contigo.

_____________ se sentó a mi lado. De inmediato deje lo que hacia.

- Si. Te escucho.

Suspiró.

- Te mentí.

La mire raro. Sus ojos se llenaron de lágrimas.

- No quiero pelear contigo.

- Fui una idiota, no debí mentirte... -Sollozó- Yo... Si tuve ese bebé.

Me quede petrificado.

- O sea que...

- Lizzy es tu hija... Y hasta tiene tu apellido.

- No es cierto.

Parecía un cuento de hadas.

- Si Juan... Me entere de mi embarazo después de venir aquí.

Me lance a abrazarla. Es lo mejor que me pudo decir en toda la vida. Ya me parecía que tenia mis genes.

- ¿Como le diremos?

Pregunte una vez que estábamos calmados.

- Llamala y dile que debemos hablar con ella.

Asentí. Fui con la excusa de buscar mi tablet, ya sabia que Valen la había agarrado. De hecho, yo lo vi tomándola pero no hice nada.

Después de que Lizzy salio corriendo, corrí tras ella. Corría rápido, pero la alcancé. Empezó a patalear para zafarse, hasta que empecé a cantarle.

- Tu eres mi amor, mi alegría. La verdad de mi vida, mi bebé que me calma el alma con risas. Tu eres mi refugio y mi verdad...

Ella lloraba tanto como yo.

- Bajame.

Hice caso a su pedido, pero no la solté.

- Lizzy, vamos por un helado y hablamos ¿Si?

Asintió. Mientras tanto, llame a ____________ y le dije lo que debíamos hacer. 

- ¿De que quieres?

Miro el cartel y me miro a mi.

- Chocolate.

Dijimos los dos al unisono. Reimos.

- Que sea doble. Dime el otro.

- ¡Menta!

Que raro, igual que la madre. Y que a mi, obvio.

- Copiona.

- Tu me dijiste que elija.

- Cierto. Me ganas

Le pedí a la vendedora lo que queríamos y nos lo entregó. Los dos nos sentamos en una mesa, apartada de todo.

- Lizzy... ¿Por que reaccionaste así?

- No se papá... Quizás me sorprendió de golpe o algo similar.

Me di cuenta de lo dicho.

- Me dijiste papá.

- Eso eres ¿No?

Sonreí.

- ¿No estas enojada?

- Un poco.

- Deberás hablar con tu mamá.

- Si... ¿Tu me perdonas?

Trague el helado.

- No tengo que perdonarte nada, a cualquiera le pasa.

Sonrió. Se levantó y me abrazó.

- Te quiero, papi.

- Tambien te quiero, hija.

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