Capitulo 27
Juan.
Vi que un imbécil chocó con ________________. Sentí odio. Vi que intercambiaron palabras y ella siguió su camino. El tipo se quedó mirándola un rato y volteo, encontrándose conmigo.
Momento...
¿Ese es Jamie Dornan?
¿O yo alucino?
Refregue mis ojos y al abrirlos bien, vi que ya no estaba.
Quizás alucine o mire mal. Hay millones iguales a él.
- Hijo ¿Vamos por un helado?
- ¡Si!
Caminamos afuera del aereopuerto.
Mi pequeña se acaba de ir y yo ya quiero volver a Medellin solamente para estar con ella. No paso ni una hora y la extraño.
En la heladería, me cruce al mismo idiota que chocó con ________________. Pero no fue solo en la heladería. Sino que también en el parque, en un restó, en la playa, en el hotel y en mismo avión que me lleva a Medellin. No se porque pero presiento que este imbécil quiere a MI pequeña y eso no lo voy a permitir jamás. Ella es mía y yo soy de ella. O eso supongo... Bueno, le entregue todo, así que en teoría si soy de ella.
Valen y yo bajamos del avión. Fuimos por nuestras cosas y Empezamos a caminar por el aeropuerto. ________________ me dijo que vendría a recibirme, aunque no hacia falta pero ella insistió.
A lo lejos la vi, hablando con alguien. La gente que cruzaba por delante mío me impedía ver quien era. Y lo prefería así. Cuando vi de quien se trataba, preferí congelar el universo.
___________________.
- ¿A quien esperas?
Preguntó Jamie con una sonrisa.
- A mi... Mmm... ¿Novio?
- ¿Novio? ¿Por que lo dices de esa forma?
- Es que... No se bien que somos.
Algo me decía que Jamie era un buen chico. Me daba tranquilidad. Lo tenia visto de algún lado, el tema es de dónde.
- Ah... O sea que estas sola ¿Cierto?
Notaba algo de interés en su voz.
- Estábamos en algo... Y realmente me gusta él.
Mire a un costado y lo vi. Con una muy mala cara y Valen también mirando mal a alguien.
- Esperame.
Casi que corrí a Juan. Lo abrace y le sonreí. Él estaba tenso, siquiera respondió mi abrazo.
- ¿Y este que quiere?
- Hablar conmigo. ¿Que tiene de malo?
Me separé de Juan. Él me miró frío.
- Nada... Igual, eres libre. Siquiera soy algo tuyo como para reclamarte por tu vida.
Me evitó y empezó a caminar. Mis ojos se llenaron de lágrimas.
- ¿Que sucede?
- Toma mi tarjeta Jamie, hablamos después.
Casi le tire la tarjeta con mi numero y corrí detrás de Juan
- ¿Que te pasa?
Grite. Ya habíamos salido del aeropuerto.
- Nada que te importe.
Me evitó y siguió caminando.
- Si me importa.
- No, por eso andas de zorra mientras supuestamente me esperas. Dejame ya, no te soporto.
Me miró mal y subió sus cosas a un auto. Trague duro mientras lloraba.
- No se como pude perder el tiempo contigo. -Me miro con desprecio- No eres mas que una puta que sirve para un rato.
Se subió al auto y arrancó a alta velocidad. Sus palabras traspasaban mi cuerpo. El aire me faltaba.
- ¿Estas bien?
Preguntó Jamie con Lizzy en brazos y sus dos hijos a su lado.
- Si.
Pude pronunciar. Agarre a Lizzy y le sonreí, aunque salió una mueca.
- Te fuiste tan apurada que la dejaste. Y la traje.
- Esta bien. Gracias.
- ¿Quieres hablar o tomar algo?
- En otra ocasion. Estoy cansada.
Me despedí de Jamie y sus hijos, Dulcie y Andy. Fui a mi auto y subí a Lizzy. Di la vuelta y subí yo.
- Hija, Amor ¿Quieres ir con tu tía Lu?
- ¡Si!
Empecé a manejar. Conteniendo mi llanto.
Lo hizo de nuevo, me lastimó con sus palabras. Pero no, esta vez no iba a huir. Podría haberme subido a un avión en ese instante, pero lo deje como estaba. Ya demasiado con la vez pasada, esta vez no me iría lejos de él. Ahora me daba igual si lo cruzaba o no. Intentaría ser fuerte, pero no por él, sino por mi hija
En cuanto deje a Lizzy con Lucía y subí al auto. Me desmoroné.
Intentaba manejar derecho, pero no lo conseguía. Por mis lágrimas no lo soportaba. No se como llegue a la casa de Juan Luis. Su auto estaba estacionado en la puerta. Me baje del mio y fui al baúl. Esta mañana había comprado pintura para la habitación de Lizzy y algunos aerosoles para un cuarto de dibujo que tengo para mi.
Iba a vengarme y a él le iba a doler.
También compre unas maderas para hacerme un atril para pintar y un pizarron para Lizzy.
- Tenias un auto Rojo, Londoño.
Agarre unos botes de pintura rosa chicle y amarillo patito. Los peores en realidad.
Una madera y clavos. Ya que siempre llevo mi caja de herramientas y tenia un martillo ahí. Puse clavos en la madera. Genial.
Mi coche no se veía desde la casa, tenia ligustrinas gigantes. Y finalmente, para terminar, un aereosol negro.
Pase la madera con el clavo por todos los vidrios y costado del Ferrari. Tenia la alarma desactivada, punto a mi favor. Otra cosa a mi favor, no había cámaras cerca.
Levante la madera y la estampe contra todo el acero y chapa del auto. En los vidrios, pegue en la parte de arriba y los destruí a todos. Destape la pintura y la tire por todo el auto, incluyendo su interior. Con el aererosol, hice dibujos en todo el interior y afuera también. En una parte del capó, le hice una firma.
"Recuerda: Una mujer es peligrosa, mas cuando la insultas.
Con todo el amor del mundo. Quien ya sabes"
Escuche el portón abrirse.
- ¡Mi coche!
Me inline sobre el capo y escribí con aereosol.
"Por imbécil"
Me subí a mi coche corriendo y arranque a alta velocidad. Mire por el espejo retrovisor. Juan estaba mirando todo el auto.
Para que aprenda, que no soy imbécil ni mucho menos débil.
No me voy a quebrar por eso, aunque me duela en el alma. Conmigo no podrá.
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