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Me di la vuelta asustada. Ahí lo vi. Estaba algo despeinado, con ropa blanca y negra y bueno, sexy como siempre. Corrió a mi y me abrazó. Algo mareada, puse mis brazos en su espalda.

- Pequeña, no te vayas. Por favor, ahora que te recordé, no quiero perderte

Me desperté asustada. Mire a mi lado, Lizzy también dormía. Repitieron el anuncio, estábamos por llegar a Cancun. Me despedí bien de todos, o de casi todos. Quería ver a Juan, pero no lo conseguí, no me atrevía a verlo. Después de lo que pasó hace meses en el río, no podría verlo a los ojos. Lo mas lógico es que siga odiandome o sin recordarme. Me duele, pero no podemos estar Juntos.

Juan.

Me acerqué corriendo a una ventanilla. La chica me miró raro.

- Señorita, digame ¿Salio el vuelo hacia México donde iba _______________ (TN) ______________ (TA)?

La chica me miro.

- Eso es información confidencial.

Apreté mi mandíbula.

- Soy Maluma -Me quite los anteojos y la chica me miró asombrada- Le prometo una foto y un autógrafo si me da esa información. No grite.

La chica tecleo su computadora.

- Ese vuelo salio hace una hora. Pero enseguida sale otro al mismo lugar.

- Genial, deme dos pasajes allá.

La chica me los entrego. Hice lo que prometí y me fui con Valen hacia la puerta donde debíamos abordar.

- Papi ¿Donde vamos?

- A hacer ese viaje que te prometí hace tiempo.

Lo alce en brazos y caminé mas rápido. No traje maletas, nada, solo lo necesario en dos mochilas. Por las dudas, mas que nada.
Subimos al avión, rumbo a México. Iría a buscarla, la necesito. Necesito hablar con ella, aunque llegue tarde. Es una locura lo que estoy haciendo y tengo prohibido dejar el tratamiento. Pero necesito a mi amor y por ella me moriría. No importa si la enfermedad me consume, moriría por su Amor, seria capaz de abandonar todo y que el cáncer me mate. Solamente por ella.

Después de unas horas, llegué a México. Cancun era maravilloso, ya había venido. Pero esta es una razón especial. Estaba mega cansado, consecuencia de mi enfermedad. Pero no existe cansancio que valga en este día.
Llegue al hotel donde siempre me hospedo cuando vengo y pregunte por _______________. Me dijeron la habitación, sin vueltas. Bueno, tuve que sacarme una foto con las recepcionistas.
Subi al piso. El ascensor iba vacío, solamente Valen y yo. Llegue al piso y fui directo a la habitación. Las manos me temblaban, pero toque la puerta.

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- Ay dios. Estoy cansada.

Ignore los golpes en la puerta. Pero no paraban. Agarre y Me levante molesta. Me puse una bata, ya que estaba en ropa interior. Abrí la puerta, algo adormilada. Me quede parada, quieta.

- J... Ju... Juan.

Me miró. Se puso pálido y tembló.

- Nena.

Me tomó de la cintura y me besó. Volví a sentir sus labios nuevamente. Pero me separé, rompiendo la magia del beso.

- ¿Que haces aquí?

- Vine por ti. Te recordé Nena, se todo de ti. Vine a buscarte.

Trague duro. No me di cuenta que Valen nos miraba sonriente.

- Pasen... Por favor.

Me hice a un lado y entraron.

- Valen, ve derecho hasta mi cuarto. La tele esta encendida.

Asintió y se fue sin decir nada. Le hice una seña a Juan para que se sentara. Lo hizo y yo a su lado.

- Creo que deje en claro que no quería estar contigo.

Mire mi vientre. Ya tenia algo de forma, poco, pero ya tenía. Estoy bastante delgada y se nota poco

- No me interesa. Vine a buscarte. Deje hasta mi tratamiento por ti

Se que su tratamiento contra el cáncer es fundamental para él, lo cual me asombró.

- Juan, en serio, no podemos estar juntos. Te lastimo.

- Soy fuerte. Estoy acostumbrado a que me lastimen, las heridas no me duelen

Sus ojos se llenaron de lágrimas

- Luche toda mi vida por tu amor, renuncie a todo por ti. ¿Que me importa que me lastimes? Nada. Porque así creas que me lastimas, yo soy feliz así.

- Juan... Por favor.

Empecé a llorar.

- No puedo estar sin ti. Por favor, vuelve conmigo preciosa.

- Te lastimo..  -Lloré- Si no te pasa un coche por arriba, te chocan, te quieren matar, no se que hacer para que no te lastimen. Todo eso es mi culpa, por amarte tanto y permitirlo.

Lloraba desconsolada.

- Son cosas de la vida, no es nada...

- Si, porque todo eso paso cuando estábamos juntos.

- ¿Y qué? No es tu culpa, es la mía. Yo fui injusto con la vida misma y lo pagué.

- Juan, tienes 27 años, debes seguir tu vida. Feliz, sin mi.

Agarró mi rostro con sus manos.

- Soy feliz contigo Nena. Tu eres mía y yo tuyo. Nos entregamos el uno al otro y tenemos el pequeño fruto de ello.

Toco mi vientre. Apoye nuestras frentes mientras seguía llorando.

- No la compliques. Alejate de mi Juan.

Negó.

- Yo no me iré. Deje todo, capaz de morirme, por venir a buscarte.

Seque sus lágrimas y cerré mis ojos al tocar su húmeda piel. Esto me esta matando por dentro. No lo he tocado en meses.

- Debes volver y seguir con tu tratamiento. No puedes dejarlo por venir a buscar un pedazo de basura.

Se separó de mi furioso.

- No eres eso ¡Eres el amor de mi vida!

Grito. Empecé a llorar mas fuerte.

- Basta Juan, deja de complicarlo.

Lo mire dolida.

- No me rendiré. Lo sabes, estuve En Busca de Ti y jamas me rendí. Aunque ahora no se donde quedo esa pequeña niña de la que le enamoré. Ahora solo veo una chica que cree herir a todos y se esta aislando. Pero ¿Sabes algo? Eres debil y por eso te echas atrás en todo. No crees en ti misma y te sientes una destructora. No es así, eres lo contrario. No puedo cambiar tu mentalidad aunque así lo desee. Te juro por mis hijos, que te cambiare el pensamiento y seras la mujer fuerte de antes. Porque no lo haré con palabras sensibles como ahora, sino con hechos.

Llamó a Valen. Él vino algo adormilado

- No voy a rendirme. Tu y yo estaremos juntos.

Salió de la habitación.