Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

05.

Los recuerdos venían de golpe, atormentándome en las noches, recordándome el pasado y haciéndome caer por la razón de que nunca volverá y ya no pasará. Estoy sola, no tengo primos, ni abuelos, tampoco familia cercana. Lo perdí todo en ese invierno...

Caminé sin ser yo hasta el baño, cogí las pastillas y las examiné. Siete o tal vez ocho, no sé, miraba borroso por las lágrimas. Sonreí con nostalgia y un pensamiento se pasó por mi cabeza.

¿Y si me voy con ellos? La carrera ya no me importaba si ya no tenía a nadie para hacerlos orgullosos, mi vida ya no estaba completa sin mi familia, ya no tenía sentido volver a casa sin el olor hogareño.

Nada tenía sentido, nada.

No sé si estoy bien de la cabeza o del corazón, pero mantenerme vida ya no era una opción. ¿Buscar? Era patético.

¿Si me muero? ¿Quién me extrañaría?

¿Y mis sueños? Ya no tendría con quien compartirlos.

Tomé las pastillas, me acosté en la cama y conté a diez. Mis parpados se cerraban poco a poco y mi mente tal vez, escuchó golpes en la puerta. Era mi imaginación, de seguro lo era.

Solo cerraría mis ojos y dejaría que la naturaleza decidiera, reunirme con los míos o intentarlo de nuevo.

Paz, serenidad, todo en blanco ¿Así es morir?

No lo sabía per sonreía. Ya me iba a reunir con mi familia.

Sé que muchos dicen que el suicidio es la vía más cobarde. Y así lo creía yo.

Pero llegas a un punto y te lo digo yo, que no eres tú pero necesitas a alguien que te lo recuerde y te vuelva a pisar tierra. Por desgracia, no la tenía. Entonces llegué a tomar la via tal vez equivocada, pero no podía volver al pasado. Los actos tienen consecuencia, y esta era una irreversible.

Escuché voces, las luces. Todo era confuso.

Por un momento me vi fuera de mi cuerpo, la habitación en blanco y la gente reanimándome, vi la ambulancia y luego el hospital. Una voz era la más clara, era la de mi madre. Busqué por los pasillos pero no estaba, después era mi padre. Desesperada y con el anhelo de verlos, corrí, tanto como mis piernas me lo permitían.

—¿Mamá? ¿Papá? ¿Nathan?

Pero todo estaba vacío, entonces una mano tocó mi hombro.

Y ahí estaba mi madre, mi padre. No sentí dolor, tampoco lloré. Estaba llena de paz.

—Mi amor. ¿Qué haces aquí? —susurró mi madre con ternura.

—¿Dónde está Nathan mamá? —ella sonrió y acaricio mi mejilla, vi a mi papá y este también me abrazó.

—Sé que ya no estamos presentes pero prometo estar aquí —tocó mi corazón—, vive cariño.

—Pero no tiene sentido si no vienen conmigo... —susurré—. ¿Dónde está Nathan? —miré a mi alrededor, gente agonizando, los doctores corriendo y un hombre tirado en el suelo sollozando.

—Debes ir por él —susurró mi padre y los miré a los ojos.

—Los amo —susurré—, los extraño.

—Vuelve —negué—, vuelve —, no es tu tiempo cariño. Te cuidaremos con tu hermano —susurraron, negué de nuevo y traté de cerrar los ojos y aferrarme a ellos, pero todo era más borroso, y todo se iba cayendo. La luz se iba con ellos y fue ahí cuando me perdí por un momento y al abrir los ojos. Escuché el pitillo de mi corazón. No, no, no.

Ellos prometieron cuidarme con mi hermano. ¿Aquí o en el más allá? Donde ya no estaban, donde lo perdía todo

Todo era borroso, nada era claro. Pero volví a sentir el dolor que antes no tenía. ¿Por qué me arrebataron la paz?

—La perdimos —escuché a alguien decir. Pero esta vez había tenido un poco de energía, un poco de fuerza y motivación para quedarme. Si estaba aquí era por una segunda oportunidad. No debía dejarme caer. Los volví a ver y ellos sabían que los amaba, y yo sabía que estarían para mí sin importar qué.

Hoy no era mi día, hoy no sería débil, ni hoy ni mañana. Quería luchar por mi vida, porque mis padres hicieron todo para darme una mañana hermosa, sus esfuerzos no serían en vano.

Quería gritar que estaba aquí, pero nadie me escuchaba, sentí de nuevo la oscuridad cuando tapaban mi cuerpo.

Me sentía ahogada y sin ser nadie. ¿Quién vendría por mí? Si estaba muerta ¿Por qué no me fui con mis padres? ¿Y Nathan?

Estaba perdida. Vi a lo lejos a mi hermano, sonriéndome y tratando de acercarse a mí.

No sabía si era él o estaba muerta que se había unido de nuevo a nosotros.

—Hora de muerte... —entonces me moví, moví mi mano. Le ordené a mi cuerpo recobrar la vida, me obligué a mi misma a abrir los ojos y hacer que mi corazón latiera; a que mi mente me oyera y no me destruyera.

Volví a ser yo.

—¿Nathan? —susurré débil, necesitaba saber que estaba a mi lado. Pero volví a cerrar los ojos con cansancio. Despertara o no, estaría segura de que fue él o fue mi último recurso para volver a la vida y poder verlo o reunirme de nuevo con los míos. Si no me fui, es porque aún tengo propósito. Si no morí fue por algo, hoy no era mi día.

¿Dónde estás? Aquí o allá, me tendrás a mí y a nuestros padres.

Me imaginé a mi madre y papá. Luego a mi hermano.

Si volvía a la vida, sería fuerte y pelearía, los velaría y lloraría su partida, pero no volvería a caer.

Entendí, cuidan de mí, protegen de mí y los recuerdos deben levantarte y no desmoronarte.

¿Y tu Nathan? ¿Volverías? ¿Te quedarías? No sé la respuesta, ya pronto la sabría pero necesitaba descansar.

Estoy bien; me siento bien. Soy yo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro