NARRADORA: el niño despertó casi al instante, después de que el estadounidense mordió su labio inferior, sin importarle que este había comenzado a hablar. El niño tenia los ojos dilatados, y su respiración estaba agitada, parecía un conejo acorralado por un lobo hambriento. 

USA: - ¿dormiste bien amor?- * pregunto con una sonrisa tierna, que le hela la sangre al niño *

NARRADORA: el pobre niño contesta, de su boca solo pueden salir pequeños quejidos, al tiempo en el que las lagrimas comienzan a invadir sus ojos, quiere correr, pero sus fuerzas lo anejado completamente. Ahora solo le queda musitar y pedir piedad dentro de si. 

El estadounidense lo mira con curiosidad por bastante tiempo, sin decir nada, siendo el silencio y la tranquilidad de el adulto, aquello que mas aquejaba a Rusia. Usa acorralo al menor contra la cabecera, en un movimiento rápido, los ojos de este parecían los de un carnívoro a punto de devorar su pequeño conejito.