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Furia.

Tal vez mi cerebro debió pensar dos veces antes de querer venir al edificio de Jungkook, si lo hubiera pensado dos veces no estaría viendo la bonita cara de Jungkook llena de furia, furia que va dirigida a mi indefenso ser.

El valor que coji con el impulso del alcohol ya debe estar en un vuelo lejos de Corea porque que otra explicación abría para que me quiera meter debajo de mi cama y jamás salir de ahí.

- Y bien, que es lo que quieres - la voz dura con la que me habla Jungkook me da escalofríos.

Dios, esto es horrible.

Pero sea como sea le diré a Jungkook lo imbecil que es después de todo que es lo que puede hacer.

¿Dejarme de hablar? Ja. Eso ya lo hizo.

- Eres muy lindo cuando estás molesto.

Okey, al parecer mi estúpida boca se mueve por si sola o mi cerebro borracho acaba de tener un colapso y empieza a decir chorradas.

- Demasiado bonito y adorable.

Okey, que alguien me calle.

Puedo ver cómo Jungkook me mira entre sorprendido y confundido pero ante todo eso en lo que más me fijo es que sus mejillas toman un leve color carmín y eso provoca que suelte más chorradas.

- Dios, eres más adorable aún cuando te sonrojas. Jungkook ¿como puedes ser tan bonito?

Mi cuerpo se mueve medio tambaleándose a dirección de Jungkook que parece tímido de repente. Cuando lo tengo cerca acaricio con mi mano su mejilla suave.

Siento el cuerpo de Jungkook estremecerse ese acto me hace tener un deja vu de cuando Jungkook se estremecía cuando le daba besitos en la nariz.

Ese recuerdo me da el impulso de acercarme y darle un beso en la nariz, escucho como Jungkook suelta un suspiro tembloroso.

No me detiene, Jungkook no me detiene cuando mis manos lo acercan a mi, no me detiene cuando mis manos lo toman de su estrecha cintura y lo aprieto junto a mi y sobre todo no me detiene cuando junto sus labios con los míos.

Iniciando un beso feroz, un beso el cual e deseado desde el día que lo conocí.

La sensación de besar a Jungkook es mágica, sus labios encajan totalmente con los míos y son tan malditamente adictivos.

La falta de aire nos separa.

Y yo aprovecho en besar su cuello, Jungkook suelta pequeños suspiros temblorosos, muerdo con gula para dejar una marca.

- ¡Hyung!- Jungkook deja salir un chillido agudo que lo hace sonrojar ferozmente.

Ver a Jungkook sonrojado mirándome con sus ojos llenos de estrellas, con los labios hinchados y con sus manos aferrándose a mi, me hace pensar que talvez esto sea solo una alucinación de mi mente borracha.

Lo más probable es que me desmaye en medio del ascensor.

Siento sus labios de nuevo pero esta vez es un beso lento en donde no hay prisa.

Jungkook me está besando.

Y eso es lo último que recuerdo antes de  que todo se vuelva negro.