—Abuelita. ¿Qué es esto? —pronunció la niña señalando un pequeño cofre—. No puedo abrirlo por más que lo intente —finalmente dejándolo de lado para hacer un puchero.

—Eso es porque tiene candado —respondió de vuelta, su abuela, sobando sus cabellos naranjas—. Solía tener la llave guardada en alguna parte pero ya estoy un poco vieja y no lo recuerdo, pero estoy segura de que si buscas bien podrás encontrarla.

—¿Y qué tienes allí guardado, abuela? —preguntó con cierta curiosidad.

—Solo cosas viejas. Nada interesante —le respondió, bajando las escaleras del ático—. ¡Anna ven!, preparé tu tarta favorita.

—¡Sí!, naranjas —la pequeña niña se detuvo antes de comenzar a bajar las escaleras, sentía mucha curiosidad de aquel viejo cofre, buscaría la llave. Y descubría que se encontraba dentro.

(Septiembre, 10 de 2019.)