Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 42

—¿Qué cosa? ¿Qué quieres decirme?

—Es sobre el evento al que fuiste anoche. —Marinette respiró profundo, tomando un poco de distancia de él.

—¿Qué hay con eso? —Adrien la miró en todo momento, nada haría que despegara sus ojos de cada acción que su novia hacía.

—En realidad... ¿Hay algo que quieras contarme? —el silencio se hizo presente; la expresión del rubio se volvió confusa y la de Marinette un poco ansiosa. —hace varios días que no nos vemos.

—Marinette... —tomó su mano e hizo que sus azules lo vieran. —¿me estás preguntando si hay algo entre Kagami y yo?

Marinette bajó su mirada hacia sus manos unidas, sintiendo como los nervios comenzaban a retorcer su estómago y la ansiedad carcomía su pecho. El miedo se apoderó de todo ella.

—No es lo que quise decir, hablaba de...

—De la noticia sobre que ella y yo somos novios.

—No...

—¿Lo pensaste? ¿Realmente lo dudaste? —preguntó con un tono más molesto poniéndose de pie. —de verdad no puedo creer que pasara por tu cabeza. —desordenó sus mechones con fuerza.

—¡No dije eso! —exclamó levantándose también del sofá. —sólo... no me agradó todo lo que decía esa revista sobre ti...

—¡Pero es mentira! ¡Sabes que siempre inventan cosas!

—Adrien, por favor... Sabes que no dudo eso. Lo que intento decirte es que... —bufó. —ni siquiera sé cómo decírtelo. No me gusta que salgas en portadas con ella, no me gusta que tomes su mano o que...

—Espera un momento, —respiró profundamente. —¿acaso estás celosa? —ella abrió más sus ojos y cerró la boca.

—No se trata de celos. —sus manos se agitaron en el aire. —se trata de que... Ella parece más tu novia que yo. Adrien, ella vive contigo; te ve todos los días, van a la misma universidad, hacen esgrima juntos, salen juntos, van a eventos juntos.

—Mi amor... —intentó alcanzarla, pero ella dio un paso atrás, haciendo una barrera con sus manos.

—Y-yo... Yo sé que no encajo con tu vida en general, sé que tu padre nunca me aceptará, pero esto nunca había significado un problema hasta que comenzaste a dejarme de lado. El domingo... El domingo es nuestro domingo. —murmuró. —pero ahora...

—Lo dices como si yo realmente no quisiera pasar los días contigo, como si no pensara en ti todo el tiempo. Marinette, realmente me he esforzado en todo y de verdad lamento no estar dándote más tiempo del que nos habíamos acostumbrado. Es sólo que el trabajo, la universidad y ahora el estar pendiente de Kagami, me está consumiendo un poco.

—Puedo entender todo lo que quieras, puedo entender tu trabajo, tus estudios, incluso el simple hecho de querer estar días a solas, pero tu también debes entender que yo también te necesito. No es fácil para mi simplemente verte en pancartas por todo el centro de la mano con esa chica y hacer como si nada; no por celos, ni siquiera por dudar de ti, es sólo que no es agradable.

—Marinette...

—No soy una supermodelo o la hija de un político.

—Marinette, ya basta. —Adrien tomó su rostro con ambas manos y la miró fijamente. —sabes que eso a mi no me importa. Siempre te lo he dicho; te amo por todo lo que eres y nada puede cambiarlo.

—P-pero yo... Siento que no soy suficien...

—Te amo. —murmuró, callando sus palabras con un beso suave que rápidamente fue correspondido. —te amo más de lo que imaginas; y lo único que necesito para ser feliz es que tu estés bien. —intentó besarla otra vez.

—No puedo. —Marinette tomó sus muñecas haciendo que la soltara con suavidad. —yo también te amo, pero decirnos 'te amo' no soluciona el dolor que siento, y mucho menos soluciona nuestra distancia.

—¿M-me estás pidiendo un tiempo? —murmuró con la voz rota. —¿eso quieres decir?

—No... Lo único que pido es un poco de tu atención en medio de toda tu agenda ocupada, pero creo que es algo que ni siquiera debería decirte, Adrien. Sé que es complicado para ti, pero ambos decidimos ser compañeros de vida. —él la abrazó como si se fuera a desvanecer en el aire, sintiendo como su pecho se estrujaba por su expresión sólida y resentida. —no eres él único que se cansa, yo también tengo responsabilidades, también debo responder con trabajo y mis estudios.

—Lo sé, tienes razón. Perdón... Perdóname, te prometo que esto cambiará, haré las cosas mejor, moveré los eventos y nos daré más tiempo. Sólo... Sólo no quiero más este vacío entre los dos.

Marinette envolvió su cintura con sus delgados brazos, respiró profundamente su perfume y dejó algunas lágrimas salir. Sollozó de la manera más silenciosa posible para que Adrien no se diera cuenta, pero que imposible sería.

—Mi amor, ¿qué pasa? —preguntó preocupado, separando un poco su rostro para limpiar sus mejillas con sus pulgares. —lo siento, n-no... Por favor no llores así.

—Es sólo que realmente te he extrañado mucho. —hipó volviendo a ocultar su rostro en su pecho, aferrándose con más desespero. Adrien besó su cabeza repetidas veces y comenzó a balancearse junto a ella para calmar la tristeza que mostraba. —no me gusta que peleemos y mucho menos hacerte sentir mal.

—Podemos olvidarlo un momento y simplemente pasar el resto del día juntos. ¿Te parece?

—¿No tendrás problemas con tu padre?

—Lo tomaré como un pago por las horas extras. No te preocupes por eso, yo veré como me las arreglo.

Se separaron un momento. Adrien miró sus labios repetidas veces, se acercó con cautela y con un extraño sentimiento nervioso de que ella volviera a separarse como minutos atrás, pero no fue así... Marinette cerró sus ojos dejandose llevar por la calidez de su boca, sus dedos se inmiscuyeron bajo su camiseta, logrando que su temperatura se elevara cada segundo que pasaba.

—Marinette... No quiero que pienses que estoy aquí sólo por esto... —ella desabrochó su pantalón en completo silencio. —Marinette... —suspiró cuando sus labios bajaron por su cuello y sujetó una de sus manos que se había metido traviesamente bajo su bóxer.

—¿No quieres? —cuestionó por lo bajo, sin desconectar sus ojos en ningún momento.

—Lo deseo más de lo que crees.

—Entonces no lo pienses...

══════◄••8••►══════

—Lo siento, no sé porqué lo hice. —Adrien negó con la cabeza y le regaló una sonrisa. —vas a tener problemas. —ella acarició con culpa la marca que había dejado en su cuello. —te pondré maquillaje o algo...

—No importa. —quitó su mano y besó la punta de sus dedos con ternura. —¿quién dijo que no me gusta que mi chica marque territorio? —rió un poco cuando Marinette  frunció el ceño y rápidamente se acomodó sobre ella, acercando sus labios a una de sus mejillas. —yo también puedo hacerlo.

—No estoy marcando territorio...

—¿Dónde debería empezar? ¿En tu cuello también? ¿O más abajo? —tanteó con su boca, estremeciendola con cada toque, ignorando sus palabras de protesta. —quizás por todos lados...

—E-espera... Sería vergonzoso explicar...

—Tranquila, no lo haré. —volvió hacia su rostro y peinó con cautela sus mechones azabaches. Miró fijamente sus ojos, después su nariz y todo su rostro. —te extrañé mucho. —susurró. —no sé qué haces conmigo, Marinette. Desde el instituto sólo caigo ante ti una y otra vez, y es que me enloqueces demasiado. Pareciera que no te das cuenta de lo mucho que te amo y que me sería imposible no tenerte conmigo.

—No es así... Es sólo que me siento algo ansiosa por tu amiga.

—¿Vas a decirme que estás celosa?

—No son celos. Si fueran celos te lo diría, además no la conozco, no sé lo que piensa o realmente como se llevan.

—¿Quieres que te hable de ella? —Marinette hizo una mueca y se encogió de hombros. —Kagami es una persona muy dulce, aunque no lo demuestra nunca. Su vida es un poco complicada, tiene una familia estricta y llena de tradiciones que debe seguir; incluso creo que venir a París le ayudó a quitarse mucha presión de encima, nos hemos vuelto buenos amigos porque tenemos vidas similares, al menos es lo que pienso. No es muy buena socializando, guarda mucho y suelta poco; Kagami es alguien que siempre esperará que todos estén sentados en la mesa antes de comer.

—Siento un poco de tristeza por como lo dices.

—Ayer en el evento me dijo que le alegraba haber venido, que quería quedarse en París lejos de su madre.

—¿Que tan estricta es esa mujer como para que ella no quiera volver a Japón?

—Si crees que mi padre es estricto, multiplicalo por tres. —Marinette abrió un poco más sus ojos. —así como lo oyes, mi amor.

—Entiendo...

—Hey, no pongas esa cara triste. —besó su nariz y ella sonrió más alegre. —¿qué quieres hacer? ¿Vemos una película? ¿Salimos a da runa vuelta? ¿Pedimos algo a domicilio o cocinamos?

—Yo... Creo que antes que nada quiero otro round. ¿O no puedes, príncipe? —lo miró con cierta burla y él no hizo más que hacerle cosquillas bajo sus brazos.

—¡Vamos a ver quién es el que no aguanta!

══════◄••8••►══════

Nathaniel terminó su última clase y salió con total calma del salón, se dirigió al patio de la universidad con todas las ganas de descargar sus pensamientos en su cuaderno de dibujo, hasta que vio a Luka mirándolo a unos cuantos metros con una expresión seria, pasó de él rodando los ojos; lo que sea que estuviera haciendo ahí le daba exactamente igual.

—Es contigo con quien quiero hablar, Kurtzberg. —Nathaniel se detuvo a sus espaldas, tomó aire y volteó viéndolo a los ojos.

—La verdad no sé qué querrías hablar conmigo, hasta donde yo sé no tenemos ningún asunto en común.

—Te equivocas, si tenemos un asunto en común y se llama Marinette. —El pelirrojo soltó el aire con cansancio e hizo una mueca arrogante, la cual desconcertó por completo al ojiazul.

—Mira, lo que tu quieras o no con Marinette no es mi problema, así que puedes perderte e ir a ladrarle a otro hueso.

—Te lo diré de una; marca distancia con Marinette o tendrás problemas conmigo. Tengo más ojos de los que ves en mi cara, así que no creas que no estoy pendiente de tus movimientos con ella.

—¿Crees que te tengo miedo? Si tu te haces llamar su amigo, no tendrías porqué meterte con quien ella quiere estar.

—Si sólo quisieras ser su amigo, yo no tendría problema alguno, pero no es así y no intentes negarmelo. Leo bastante bien a las personas, incluso tu faceta "arrogante" no me la trago o de plano ella misma ni siquiera se acercaría a ti. Pero ya lo sabes, no te pases de listo o te las verás conmigo. —Luka iba a marcharse, pero la voz de Nathaniel lo detuvo.

—¿A quién proteges realmente? ¿A Marinette o a ti? Porque lo único que yo veo es a alguien desesperado por alejar a otras personas en vez de acercarse de frente a ella.

—Lo único que quiero es que no sufran, —murmuró apretando sus puños con fuerza. —pero no lo entenderías.

—¿Qué no lo entendería? Lo único que hago cada vez que estoy con ella es intentar hacerla reír, ¿sabes por qué? Porque está más preocupada por su novio que por si misma y él no es capaz de darse cuenta del daño que le está haciendo con su lejanía. Si Adrien no quiere estar para ella, yo sí.—Nathaniel golpeó su pecho con un sentimiento sofocante. —s-si tanto la amara no dejaría que sufriera como lo hace ahora. ¡Adrien no la merece y lo sabes!

—¡Tú no sabes nada sobre Adrien! —Luka tomó el cuello de su camiseta con fuerza. Su mirada se volvió amenazante, casi levantó al pelirrojo por la diferencia de estatura. —no tienes idea de lo que es su vida y de lo que significa Marinette para él.

—Si significara mucho lo demostraría.

—¿Y lo dices tu? No eres capaz de confesar tus sentimientos por ella, ¿y te atreves a juzgar a Adrien? No seas patético.

—Tampoco veo que tu lo hagas. —Nathaniel se soltó de su agarre con brusquedad. —¿o si?

—Lo que me diferencia de ti, es que yo sé cual es mi lugar y mi amistad es incondicional.

—Dime una cosa Luka, ¿realmente crees muy en el fondo de ti que no tienes ninguna oportunidad?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro