capitulo 4
Antes de empezar, por si no me siguen y no ven mis anuncios, debo decri; yo soy Venezolano y están quitando el servicio eléctrico por entre 6 a 8 horas diarias, por lo tanto mi tiempo en Pc es limitado, y tengo que actualizar 8 fic a la vez. Agradezco su compresión.
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Viendo a la chica irse, el rubio se queda pensando mucho en lo sucedido entre los 2 y como arruino su fuerte amistad con la chica, donde esos años antes de la guerra contra el Olimpo vivieron juntos.
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Luego de que la batalla contra Eris acabara, el joven guardián de Calisto no supo a donde ir, ayudo Erda en ese combate, logrando derrotar al Phantoms, aun así desgraciadamente, y con todo el dolor de su inutilidad solo pudo irse, aun tenia la experiencia de un niño, no importa los años que Hecate le regalo.
Solo pudo observar, apretando los puños queriendo ser de ayuda, hasta que pudo respirar tranquilo viendo como todo se desmoronada en el combate final.
Estando tranquilo y acompañando a las doncellas y los Gold Saint de vuelta al santuario. Pero; De ahí en adelante no supo qué hacer. No podía volver con Artemisa, no podía verle la cara a Calisto luego de lo que cometió, las botas de Hermes y la Glori que portada, eran su única posesión en este mundo.
No se arrepentía, Erda lo reconoció como un guerrero y un Hombre en ese momento, estada feliz de ayudarla, y así se quedaría, ahora le pertenecía a Athena.
Obviamente tuvo que decirle, era imposible guardar el secreto de sus acciones. A lo que, la chica reacciono de la forma más inesperada posible, no le reclamo en vez de eso lo apoyo. Ahora estaban en deuda uno con el otro, y se encararía a partir de ahora de él.
Por decisiones de Saori, quiso que las Chicas entregaran sus Cloth y se fueran del campo de batalla, por lo menos por un largo tiempo. Tenía miedo.
Les entrego a todas un lugar donde volver en ese tiempo.
- ¿Vamos? - Esa fue la pregunta de la castaña el rubio, tomando por terminada su decisión. Luego de entregar su Glori y las botas a Athena, aparte de conseguir un guardarropa más cómodo en ese tiempo, ambos se fueron juntos, viviendo como jóvenes adolescentes en ese camino a la madurez.
Aun no entendía sus sentimientos a fin y al claro pero Rhyutos estada enamorado de la Saintia, en ese tiempo no pudo negarse la atracción que le generada la joven doncella. Mas no la entendía, solo cambio su apariencia, tenía que aceptar y empezar a comparte como un joven adulto, claro está que en ese momento la tenia peor, adaptándose a una vida humana que con el esfuerzo se adapto, con problemas pero lo logro.
Cuando Artemisa invadió el Santuario de Athena luego de la derrota de Zeus, ellos volvieron con Athena, los 6, porque Shoko, Xiaoling, Katya y Mii volvieron a sus puestos. Y se quedo como parte de su ejército, hasta que tuvo que plantar cara a Artemisa, descubrir algo de su pasado muy fuerte para él y terminar en volver con la diosa de la caza, mas confundido que nunca.
Solo le tocada aceptarlo, pero era difícil para él, como ya se menciono, aun era casi un niño. Con todo y en contra no se arrepentía de haberla besado.
Mas eso dificultada estar a su lado, por no saber aun que sentía la chica por él.
- ¿Ryuthos?
- ¿Ah? ¿Qué pasa? - La voz de la chica lo caso de sus pensamientos, presentando atención solo ella.
- Nada malo, solo he pensada en varias cosas desde ese... Ese momento. - El rubio frunce el seño recordando amargamente todo lo anterior. - ¿Salgamos mañana si?
- Claro.
- Te estaré esperando. - Se despide besándole la mejilla. Al no estar cerca los 2 el Joven querubín solo se puse detrás de una pared y se dejo caer sobre ella frustrado.
- ¿Qué hare? - Mas frustrado pone sus manos en su cara aguantando las ganas de gritar. - ¿Por qué las relaciones son tan difíciles? - Ahora agradecía un poco el tiempo con Calisto, y eso es algo que considero imposible luego de la batalla contra Eris.
Claro que la Saintia De Cassiopea, no estada de forma diferente. Quería que volviera a como estada antes de ese Shock, pero poco podía hacer. Solo apañarlo y darle tiempo al tiempo.
Al día siguiente los habitantes del Santuario estaban buscando empezar el día, este al contrario de otros seria mas tranquilo, ya que las reparaciones estaban casi completas. Tenían mucha mano de obra en diferentes puntos, cosa que ayudada. Sin contar el apoyo financiero de la fundación Grand.
La Saintia de Casiopea ya había consultado con sus amigos, y Xiaoling, Shoko y Seiya los acompañarían, este ultimo por petición de la pelirroja.
A lo lejos su mirada estada en el punto sobre un pilar donde su amigo estada sentado en posición fetal, esperando su señal.
- ¿Quién es él? - Pregunto Seiya parándose frente a la Saintia de cabellos castaños viendo al chico rubio a esa distancia.
- Es un amigo, nada grave.
- Erda quiere animarlo, ha pasado por cosas que lo han dejado con dudas. - Respondió Xiaoling, parándose frente a ellos.
- ¿Qué le paso?
- Lo lamento Seiya, pero ninguna esta posición de decirte eso. Solo el te lo puede decir. - Respondió la chica de armadura verde, caminando a donde estada el rubio y traerlo.
- ¿Qué tanto le pas...? ¡Ah! - Antes que pudiera decir algo, Shoko le galo la oreja para que se callara, como si su hermana fuera.
- Sei-Chan, lo lamentamos, pero es un tema por demás complicado. - Dijo soltándolo.
- Esta bien. Pero eso fue mucho. - Paso su mano por su oreja algo adolorida. - ¿Alguien más ira?
- No, solo nosotros 4.
- Como digas. - Poniendo su mano en su cintura y enmarcado la cabeza, Seiya solo quedo incomodo en la situación en la que se encontrada. Luego intentaría hablar con el chico al estar en un ambiente más ameno entre los 5, o eso pensada.
Al estar Ryuthos junto a ellos se notada incomodo, como si quiera escapar en cualquier momento, ante esto la castaña lo sujeto de las manos sonriéndole para ir juntos al pueblo... Pero antes.
- Ahora que me voy cuenta. Vamos a cambiarte, llamaras la atención con Armadura. - El joven Asintió, dejándose guiar por las doncellas y Seiya a una de las habitaciones, donde Erda aun conservada la ropa que el rubio uso en su tiempo viviendo juntos.
Del otro lado, manteniendo su distancia pero atenta de todo; Shaina no le quitada la vista de encima al Saint de Pegaso.
"Él nunca te amara, con o sin la máscara" Ya era hora que recordara eso y se le olvidara su obsesión con Pegaso impuesta por la regla de la mascaras y la educación estricta que su puesto como guerrera de Athena le había conferido.
- Se nota que estas pensando mucho. - El Santo de Tauro se había acercado a la Silver Saint sonriendo de forma amigable, pero debajo de la máscara la guerrera estada con la guardia elevada hasta el cielo.
- ¿Qué quieres?
- Nada, solo no he dejado de pensar en lo que me dijiste, y la verdad no lo entendí. -Menciono, bajando el trozo enorme de roca que tenia a cuestas y dejándolo bien acomodado en el suelo, para luego apoyarse en el. - Puedo ver que le prestas mucha atención a Seiya. Es un buen chico, tiene un gran futuro como un Saint poderoso, es admirable lo que él y sus amigos han llegado. - Como si ya Shaina no tuviera mucho que el castaño ni la mire, viene el toro a recordárselo.
- ¿A qué quieres llegar? - Volteo la cabeza sin perder su porte serio, esperada que cualquiera estuviera intimidado pero con el no pasada.
- No entiendo porque te pones así, si solo quiero ser amable. - Le sonrió, poniendo una mano en su cabeza mirándola de lado. - Debo decir, que sabiendo de lo que fuiste capaz me impresionas.
- ¿De qué hablas? No Llegue a hacer nada en toda esta guerra.
- Lograste interceptar la flecha de Sagitario impulsada por un dios, y resistir un ataque de un Saint Poderoso como lo es Aioria. En otras palabras; lograste usar tu séptimo sentido de forma inconsciente. - Debajo de la máscara la cara de Shiana era un Shock. ¿De verdad lo hizo? Solo pensé en proteger a Seiya, del cual estada seguro estar enamorada.
Apretando los puños a los costados miro por última vez donde el castaño y las Saintias se iban, ante de musitar, tratando de contener su ira;
- Ahora no tengo cabeza para eso.
- Como digas.
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Seré claro en lo que dire; yo no veo lo que siente Shaina por Seiya como amor, para mi es solo una obsesión que ella misma se implanto por la ley de las mascaras, que la denigra queriéndose ganar el amor de un crio de 13 años que ni debe saber lo que es un beso. Si les gusta el Ship se los respeto, pero a mi no. Ahora ¿Qué la pasa a Ryuthos? Para mas adelante lo sabrán, es muy pronto para que la Bonda explote.
Gracias por esperar y leer este fic.
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