Capitulo 31
- ¿Uhm? - Todo había pasado rápido, hasta cierto punto había sido sumamente formal, Saori estada feliz de volver a tantas caras conocidas de nuevo, quería ponerse al día.
Estar rodeada de tanto hipócrita enmascarados con falsas solidaridad era algo que no le deseada a nadie, y más ella que desde temprana edad tuvo que hacerse cargo de todo lo que dejo su abuelo, y poca gente la apoyada desde entonces, más que nada, por respeto al gran empresario que fue.
Lástima que no fue buena persona.
Saori quería ponerse al día sobre todo lo que paso a su ausencia, se notaban rostros diferentes, no solo porque por primera vez se lo veía a Shaina, (Quería preguntarle por ella misma la decisión de quitarse la máscara) si por el semblante, notada a todos más relajados y joviales a la última vez que lo vio, esperada que Kanon y Shoko hayan hecho bien las cosas por el santuario, y así confiada en ellos 2.
- ¿Aioria? ¿Pasa algo? - Seiya pregunto. No tardaron más de 1 hora en residir a Saori, ya que en ese momento era más jurisdicción de Kanon como patriarca y las chicas como sus Saintias el residirla. Fue raro como apenas iban por el templo de Piscis cuando de un momento a otro, Aioria se detuvo. No se lo pudo explicar, pero sintió algo extraño, un pequeño "Click" que lo hizo detenerse, mirando al santuario de Athena, fue muy raro.
- No lo sé... Descuida, seguro no fue nada. - Moviendo su mano frente de él le resto importancia al asunto, sonriéndole al Pegaso para irse con él.
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- Un gusto verla de nuevo, señorita Athena. - Inclinándose para ella, Ryuthos le saludo. Con una sonrisa en la cara ante la diosa.
- Un gusto verte de nuevo, no esperada verte de nuevo.
- Mi señora Artemisa me dejo estar aquí un tiempo, aunque hubiera preferido que usted esté aquí en mi llegada, aunque agradezco poder residirla. - Galantemente expreso. Saori agradecía a sus adentros por ver el cambio de actitud en el joven hombre. Ella le mostro la verdad tras su existencia, y se sintió culpable al ver que eso lo había lastimado, sin poder hacer nada para ayudar.
- Me alegra verte más sonriente. Te queda bien.
- Gracias.
- Dejando la galantería, creo que es momento de empezar a ponernos al corriente, han pasado un par de cosas. - Kanon intervino, Ryuthos asintió, dejando libre la atención de Athena para ir con las chicas, quedándose a un lado de Erda.
- Eso es algo que no te corresponde. - Una extraña presencia se instalo en el ambiente, poniendo a todos alertas. El ambiente se torno de un extraño color plateado que cambiada a rojo cada ciertos segundos, era una presencia agresiva.
- Artemisa. -Susurro la Saintia de corona boreal. Las 5 Saintias se pusieron delante de Athena, para ese momento llevaban sus armaduras, por lo tanto les fue fácil prepararse temiendo por su diosa.
- Artemisa. - Saori se levanto, sujetando su Nike en alto, mirando a los ojos a la diosa de la caza. No se notada tranquila, no había ofrecido su presencia para residirla, eso lo notada. - ¿Qué puedo ofrecerte?
- Una explicación ante la falta de respeto que tus sirvientas ofrecieron. - Saori no hizo el mayor gesto, sabía a que se refería. Ya era hora de dar a conocer lo que solo ella y Zeus conocían.
- Me imagino de lo que hablas. Pero... - Ella interrumpió.
- ¿Pero? ¿Qué falta de respeto es esa? Nosotras somos lo acordamos en la era del mito, quedar puras lejos de toda la impureza que los hombres representaban. Toda mujer que se quiera decir digna de estar a nuestro mando debe estar igual, ¿Y vas a dejar como si nada que tu Saintias y ese bastado rompan todo eso?
- Artemisa, veo que no entiendes. No tengo derecho a impedirle a las chicas enamorarse, sería muy hipócrita de mi parte. - Detrás de ellas 2, Kanon, Shoko, Mii, Xiaoling y Katya estaban en la nube de la duda, no entendía ninguna palabra de esta conversación, solo podían ver a Erda y a Ryuthos como una señal, solo pensaban que podían ser a lo que Athena se refería.
- ¿Hipócrita? - No podía creer esto. - ¿Qué mierda te metieron en la cabeza los humanos? Lo menos que puedes hacer ahora, es dejarme borrar toda la memoria de ellas 5, más el arquero, nada bueno pueden hacer en el honor de una Saintia.
- Señorita Saori...
- No, dejen que yo me encargue. Esto es algo entre hermanas. - No dejo que ninguno de los Saint detrás de ella se acercaran, quería encarar ella misma a Artemisa. Calisto estada detrás de ella, molesta por como esto se estada agravando, notando como Athena enserio había traicionado todos sus principios.
- No vale la pena pelear mi señora, ella los va a defender. - Calisto tomo paso al frente, tomando la decisión de atacar, 6 flechas que estaban destinadas a las 5 chicas y su invitado, moviéndose a una velocidad inhumana, pero. Los Saint no estaban bajo los límites humanos, de un chasquido Kanon fue capaz de detener las flechas con su otra dimensión.
- Le voy a pedir que si va tomarse esas libertades, que sea en una pelea limpia. - Sentencio. Parándose del trono, mirando fijamente a Calisto de forma desafiante.
- ¿¡Como puede siquiera permitir esto Athena!? - Calisto reclamo a lo que Saori solo suspiro. Ya era hora de decir la verdad.
- Yo no tengo el derecho de pedirle castidad a mis doncellas, cuando como yo Athena deje de serlo hace años. - Varias exclamaciones ahogadas llenaron el lugar, la diosa de la caza mirada estupefacta a Athena. No tenía el tiempo suficiente para hacerle saber todos los insultos que tenía en frente.
- Cuando Zeus se entere...
- ¿Cuándo me entere de que?
- ¿Aioria? - En sí, la presencia que ingreso a la sala donde ellos estaban, se parecía a Aioria, porque lo era, pero, su cuerpo. Al verle el cabello notaron que era de un color diferente, siendo ahora rojo, a diferencia de la otra vez donde sus ojos tuvieron el mismo color, ahora estaban azules, uno más profundo que un océano. Recordando en ese momento que Zeus había elegido a Aioria como su huésped humano.
- Zeus... - Comento Kanon, por alguna extraña razón adorada la mirada que tornada el santo de Leo cuando el dios de los cielos entraba en su cuerpo.
- ¿Cómo...? - Cuando estada por preguntar el dios de los cielos intervino.
- Artemisa, Athena mis hijas. - Empezó, luego viendo al rubio en el salón. - Ryuthos, mi nieto, hijo de Athena Sasha, y Sísifo de Sagitario. - Ya, las mandíbula de las chicas estaba en el suelo, mientras Kanon, solo mirada sin poder decir algo coherente, esperada mejor a que terminara la novela.
- ¡¿Cometiste tal aberración, Athena?! - Grito, estada dispuesta a matarla de no ser porque Zeus intervino. - Padre... Por favor, no intervenga.
- No lo hare. - Sentencio. - ¿Recuerdas como llego Ryuthos a tus manos?
- Tú me... - Apretó la mandíbula al recordar.
- En efecto, yo te lo lleve en manos para que lo cuidaras, con ello, le deje las botas de Hermes a su cuidado.
- Siempre lo supiste. - Asintió. - Con todo respeto padre, esto es una tontería. Luego de todo lo que provocaste, acordamos dejar de relacionarnos con humanos, y ahora... ¿Dejas que Athena se revuelque con un humano cualquiera siguiendo tu ejemplo? - Estada indignada, molesta y la vez frustrada.
- Te recuerdo, que si Athena se quedo con la tierra es por mi mandato, siempre la he apoyado, al enterarme de esto también me moleste, pero no me negué a ayudarla en lo más mínimo.
- Eres un... Esto no se quedara como un secreto, otro semi-dios griego es lo último que necesitamos. - Amenazo, Zeus hizo caso omiso a sus palabras.
- Retírate, esto lo hablamos en el Olimpo. - Y dicho esto, la diosa de la caza se fue. Con una sonrisa de oreja a oreja, Zeus en el cuerpo de Aioria se volteo a ver a Athena, ya toda una mujer hecha y derecha. Y luego a Ryuthos.
- Señorita Saori ¿Qué acaba de pasar? - La que rompió el Hielo fue Mii, todas querían hacer la misma pregunta. Ellas estaban bajo la misma estupefacción que Artemisa.
- ¿Eres un semi-dios? - Los ojos de la Saintia de Osa menor salían brillitos.
- No, Ryuthos no es un semi-dios, no del todo al menos. - Zeus respondió. - Verán, la encarnación de Athena Anterior, Sasha: Se enamoro de uno de sus guardianes, el de Sagitario, Sísifo mejor conocido. Sasha fue criada como humana y a la edad de 15 años ella ingreso al santuario tras enterarse que era una diosa, de entre todos ellos, Sagitario nunca pudo verla como una diosa a respetar, el veía a Sasha como una chica que cayó en una desgracia tan joven; una guerra a la que no estaba preparada para liberar, al Sasha tener los 19 años tras pasar mucho tiempo ellos se ganaron mucha de la confianza del otro, con todo el miedo, Sísifo le dijo lo que sentía. Bando paso al nacimiento de Ryuthos tras un par de meses confusos para los 2, como Athena reencarna como Humana no se le podría considerar a Ryuthos semi-dios del todo, porque su cuerpo es completamente humano, pero su cosmos es el de un dios. Yo no tarde en enterarme, por lo tanto intervine, Sísifo no tuvo problemas en enfrentarse a mí, con tal de proteger a Sasha y el hijo de los 2, ganándose mi respeto para decidir ayudarlos. Usando mi cosmos para acelerar el crecimiento del embarazado, y luego llevando a Ryuthos con Kronos para traerlo a esta época. Les podrá parecer un poco exagerado, pero era lo correcto llevarlo a un lugar donde saber su origen no le pudiera atraer problemas.
Ninguno supo que responder, fue mucho para procesar. Sin tomarle mucha importancia a las miradas de los demás, Erda no tuvo miedo de sujetar la mano del rubio. A lo que Saori tomo lo palabra.
- Ryuthos como tal no está relacionado conmigo, Sasha y yo, si bien somos la misma Athena, somos personas diferentes, marcadas por experiencias y vivencias diferentes. Ahora que saben esto, les puedo asegurar que no tienen porque aferrarse al voto de castidad, si alguna quiere amar a un hombre, está en todo su derecho, y por eso no será menos "Saintia" - Les aseguro. - Gracias por venir padre.
- No es por nada. - Y dicho esto, Zeus empezó a caminar devuelta al templo de Leo, antes de salir del cuerpo de Aioria para volver al Olimpo, Artemisa no tardaría en encararlo. Tenía que arreglar unas cosas haya para que su nieto e hija no tuvieran problemas.
Kanon se llevo la mano a la cara, ya sé estada esperando una situación similar a esta, pero vivirla supero con creces sus expectativas.
Esperada que Aioros no tuviera nada similar con esa mujer del cual se enamoro cuando Saori se entere.
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