Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 29

El conteo para el final ha comenzado ~ No soy fan de ponerme a pronosticar porque luego me puedo equivocar al ponerme a escribir, pero si sale como espera, en 2-3 capítulos  se desata el clímax de este fic. 

Esperada que este capitulo sea un poco más largo, ya que necesitada cerrar unas 3 parejas para que el próximo cap sea para avanzar al clímax. 

----------

Al estar frente al templo de los gemelos donde Saga seguramente se encontrada. Justo en el último escalón donde el único camino a la vista era la recta caminata que llevada a la entrada al templo, Katya suspiro con la mano a la altura de su pecho.

De repente sentía una fuerte opresión en este, varias dubas en su cabeza que llevaban el nombre de Saga de Géminis. No tenía sus recuerdos, pero sabía que paso, tenía la información para crearse a sí misma, un mapa para llenar los huecos en su memoria.

Su hermana convertida en dríade la había atacado, Saga como patriarca la rescato, mostrando un cosmos hermoso que hizo que ganara su admiración, tomo la decisión de ayudarlo cuando noto que su cosmos tenía una doble cara, y luego intento acabar con su propia vida para limpiar sus errores, antes de ir a Star Hill donde Calisto la libro de esos lazos que la llevaron al pecado más grande para una Saintia: Levantar la mano ante Athena.

Tragándose sus miedos dio un paso al frente. Podía sentir un ambiente diferente a las otras veces que ha estado acompañada del Santo de Géminis, ahora tenía dubas y miedos, antes era un ambiente de confianza, donde disfrutada de la caballerosidad del santo, sonriéndole y atendiéndola de forma detallada, la hacía sentir cómoda, alegre y en confianza con su compañía.

Ahora sabia más cosas que antes ignorada, pero tenía que hacerle saber las cosas primero.

- Katya... - Al momento de estar frente a frente, el santo de oro no se esperada en lo más mínimo la presencia de la doncella, pero no por eso la iba a desperdiciar, parándose frente a ella para residirla. - No te esperada. - Empezó con eso, pero cuando estada por ofrecerle algo ella interrumpió.

- Saga, necesito que hablemos. Me... Sobre lo que me dijiste al principio.

- ¿Ya lo recuerdas? - Ella negó.

- Pero sé porque no recuerdo, renuncie a todo lo que tu imagen me provocada ante Artemisa, ella me borro la memoria.

- Ya... ¿Hay algo que pueda ofrecerte ahora?

- Hablar. Necesito hacerle saber que ya lo sé, que hablemos de esto, hay cosas que necesito preguntarte. - Dicho esto, Géminis le ofreció su mano, que ella acepto, siendo guiada a una pequeña sala donde había un pequeño comedor, lugar perfecto para los 2 en ese momento.

- Ya sabrás todo ¿No? - Ella asintió. - Me alegra saber eso porque me hará más fácil empezar. Primero que nada... ¿Me odias? - Ella negó. - Me sorprende que digas eso.

- No me ha dado motivos para hacerlo, usted mismo me ha admitido, y demostrado con acciones que se arrepiente por lo que paso con Saori, a pesar de estar consciente de que estada siendo manipulado por un parasito. Se disculpo conmigo por eso, usted me ha demostrado ser un gran hombre, lamento no haberle prestado atención en su momento. Me hubiera gustado tener mis recuerdos cuando nos volvimos a ver.

- Entiendo... En parte no es tu culpa, cada uno estada ocupado. - No sabía que más decir en ese momento, ella había sido sincera respecto a todo. Solo rio para sí mismo, enternecido por la confianza que ella le dedicada, pero que no se sentía seguro sobre si la merecía. - No será por mi voluntad, pero sigue siendo hecho bajo mi nombre, no me puedo excusar en que estada poseído, tengo que remediar las cosas por mi cuenta. ¿Lo he hecho bien? - Ella asintió.

- Me ha demostrado que si, no estoy segura sobre si Saori piensa igual o no, ya que no ha podido verlo ahora, pero le ha dado una segunda oportunidad. Estoy segura que estará feliz de cómo ha arreglado las cosas. - Declaro, las miradas de ambos se conectaron, sonriendo cada uno para el otro. Pero saga seguía sintiéndose culpable. La había hecho sufrir, y no tenia forma que ella lo recordara, el podía usar sus poderes para transferirse los recuerdos donde estuvo con ella, pero eran una opción muy arbitraria ya que no mostraban lo que ella necesitaba.

- ¿Algo más que quisieras preguntarme? - La Saintia llevo su mano a su mentón para pensar, en esa conversación por más corta que fuera, había obtenido mucho de lo que necesitada escuchar de forma inconsciente. No sabía que pregunta formular.

- ¿Cómo se siente usted? Me refiero a que, has tenido la presión de varios pecados de muchas cosas encima como si la roca que llevada Sísifo en la era del mito fuera. Tanto Kanon como tú, están en esa misma situación. Pero aun así, se han esforzado por el perdón a sus problemas.

- Bueno... La verdad es una pregunta difícil. Antes se me conocía por tener un cosmos de la calidez de un dios. Tu misma lo dijiste.

- Creo que lo he llegado a notar, pero ahora esta opacado por la duba.

- En efecto. Ahora... Ha sido difícil, primero estada ese sentimiento de asco y repulsión al saber lo de Ker, pero luego estada ese sentimiento del deber para pelear en el nombre de lo correcto, de cierta forma eso me quito un peso de encima, terminando conmigo en este momento buscando redhibirme. Si Kanon pudo, yo también. - Le aseguro. - Ahora que estas ya consiente, solo puedo volverte a pedir perdón. De cierta forma, que hayas hecho eso ayudo a desarrollar ente conflicto hasta su final, le hiciste saber a Athena mis intenciones, y una pista de mis problemas en ese momento, sin contar que termine liberado de ese espíritu. Pero no implica que haya sido lo correcto manipularte.

- Entiendo. Pero creo que ya no es correcto que ninguno de los 2, termine torturándose tanto por lo sucedido. - Dijo a lo que Saga asintió, parándose de la silla para ofrecerle su mano a la doncella, sujetando suavemente la de ella para besar el dorso de su mano, intercambiando una pequeña mirada para terminar abrazados por unos ligeros segundos, sintiendo ya un completo ambiente de paz entre los 2.

- ¿Te quedas un rato? - Ella asintió.

---

En el pueblo de rodorio, al mismo tiempo que esto pasada en el santuario, Milo y Shoko estaban caminando por las calles bajo una pequeña distancia entre los 2. El caballero de Scorpio no sabía que decir en ese momento, se encontrada nervioso pensando en que decirle sin sonar hasta cierto punto inapropiado, ya que estaba con una de las doncellas sagradas de Athena en una...

- "Cita" - Fue lo que estada pensando. Mirando por el rabillo del ojo a la joven doncella, tratando de tapar su propio sonrojo ante esos pensamientos que para Athena serian completamente impuros.

- ¿Has estado aquí por el pueblo no? - Buscando ignorar eso pensamientos le pregunto, buscando concentrarse en otra cosa.

- Algo. - No sabía si de verdad podía decir que lo estada, al momento que Athena les pidió dejar sus armaduras hasta nuevo aviso, ella regreso a Japón, informándole a su padre sobre todo lo que paso con las chicas en el Edén, al regresar apenas se podía decir que estada familiarizada con Grecia, en parte porque apenas entendía el idioma, en otra porque prefería quedarse para apoyar a Saori. - Es difícil de explicar, pero si he salido cada tanto. - Sonrojada le admitió. Pasando su mano por su cabello.

- Entiendo ¿Cómo te has sentido últimamente? Debo admitir que estoy orgulloso de recordar el pasado, y verte ahora. Has cambiado para bien.

- Milo... - Sus mejillas se tiñeron de rojo, mirando apenaba-mente al dorado, sabiendo a lo que se refería.

Pasar de una niña cobarde a una líber.

- Gracias también por cuidarme. Cuando dije esta mañana, cuando estabas curándome, si bien no podía moverme, si podía sentir y escuchar lo que pasada a mí alrededor, podía escuchar tu voz hablándome, agradeciéndome, pidiendo lo mejor para mi, y tus manos cuidándome.

- No es por nada. No tienes que agradecerme tanto, después de todo, los estuvimos cuidando entre todos. Yo soy la que debería agradecer, que hayas decidido darme tu confianza.

- Haría lo que sea por ti. Es de momento lo que más te puedo prometer. - Declaro, ofreciéndole su mano a la chica sonriendo de ladino, algo sonrojada Shoko acepto, sintiendo su corazón latir de forma acelerada como nunca antes, ni en la pelea contra Eris sintió lo que ahora, en ambas ocasiones su corazón latía a un ritmo acelerado. Pero la diferencia, es que con Eris sintió adrenalina, la voluntad para no morir, para levantarse a pelear. Ahora, era un sentimiento cálido que pasada por gran parte de su cuerpo.

Como nunca antes había sentido con otro hombre, lo más cercano es cuando conoció a Seiya, pero esta vez se sentía diferente.

- ¿Quieres comer algo? - Acepto, siendo llevada por Milo a un lugar que estada segura que disfrutaría.

---

Haber dejado la máscara era algo muy cómodo para Shaina, se sentía más calmada sin tener presión auto-impuesta sobre ella, sin contar relajada, y para su suerte, estada empezando a llevar ese cambio para dejarlo como un completo error del pasado, incluyendo que el comienzo de formar una amistad con Seiya a paso lento. De momento, solo se tenían respeto, pasaría un poco de tiempo para tener el privilegio de llamarse amigos, hasta entonces, no quería apresurarse, dejar cierta distancia entre los 2 y dejar que el tiempo pase para que las cosas se den como deben darse.

Mientras, tenía otras personas en mente. Entre ellas, cierto fortachón que desde el momento de despertar, y a pesar de con ello tener que haber empezando de nuevo sus responsabilidades como Santo de oro, siempre ha estado para ella.

- "Tal vez... Debería especificar más mi relación con él" -Se dijo a sí misma. En ese momento ella estada en cierta parte del coliseo, sentada a una distancia donde podía detallar a Alde y a Mu, instruyendo el cosmos al pequeño Kiki.

Alde se veía tierno, se le notada facilidad para los niños, y jóvenes. Kiki lo apreciada, casi como un hermano mayor. El momento que compartieron después de que le vio el rostro era algo que la dejada avergonzada al recordarlo, cosa que no le pasada con nadie. Se preguntada si, su relación con el toro podía llegar más lejos, pero su sentido más racional le decía que se detuviera, porque era precipitarse cuando apenas acaba de conseguir tomar su propia decisión lejos de la estúpida mascara.

Aunque, si algo podía decir que le incomodada, es que se había acostumbrado mucho a que nadie le viera las expresiones que tomada en el campo, ocultando a si más fácil sus emociones debido al uso de las mascara, ahora que ya no la usada, tardaría en tocar en cuenta que ya estada un poco más vulnerable en cuando sus emociones. Sonrojándose cuando le pidió acompañarlos, siendo apoyado por Kiki que se trasporto atrás de ella, alentándola a unírsele.

No tenía más opciones que aceptar. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro