No sabía que pensar. Kanon como patriarca había aceptado la presencia de Ryuthos en el santuario, ya que entendía lo importarte que fue para este cuando Athena solo tenía a las chicas para ella por información que Shoko le había proporcionado.

Pero para el propio Ryuthos era extraño, una parte de él estada seguro que solo había aceptado por que Artemisa se lo había ofrecido, no obstante, podía decir también que poco se arrepentía, esas semanas que ha estado en el Santuario le han sabido para despejar la mente, enfrentándose más a sus miedos, más específicamente, recobrando su confianza al estar junto a la presencia de la Saintia de Casiopea. Y un poco con las otras chicas y la compañía de los dorados.

Se le olvidada que él los conocía a ellos, pero ellos ha él no.

- Ryuthos, te estada buscando. - La voz de la Saintia de Casiopea sonó a sus espaldas. El rubio estada sobre un pilar sentado, admirando la imponente vista del Santuario, siéndose casi nostálgico, actualmente era algo que lo dejada sobre analizando más de lo sería necesario.

- Perdona. - Bajándose de este pilar el rubio de un salto quedo frente de ella. Esto ya era costumbre donde el rubio se perdía un poco del resto, así que a Erda no le molesto del todo.

- Quería avisarte que Saori volverá pronto, no vio fecha en especifica, pero dijo que volvería al santuario por una jornada los próximos días. - Informo. Sonriendo el contrario entendió. - ¿No te pones incomodo con ella verdad? No me gustaría que estés con la señorita como con Aioros.

- Calma. A Saori ya la conocía desde antes de enterarme, ósea, no te negare que fue raro verla al principio después de que me lo dejara saber, pero no me afecta tanto ya que ellas 2 son muy diferente. Con Aioros no me pasa eso ya que lo veo, y me recuerda a él, es raro...

- ¿Por qué no hablas con Aioros? A la final, a ninguno de los 2 los conociste, solo tienes el recuerdo que Saori te mostro.

- Bueno... Supongo que se a lo que te refieres. - Eran personas diferentes en todo sentido, salvo la imagen. Solo el sentimiento de culpa que Rytuhos sentía, y se presionada con este él mismo eran lo que lo hacia compártanse así. Eran muchas emociones, culpa, negación, angustia,  nostalgia, curiosidad, todo lo que creía y sabia de si mismo fue destruido en pocos minutos. - Ya es algo del pasado que no se puede corregir. - Suspiro, tenía que hacerlo en el mejor de los casos para poder superar ya las cosas.

Erda sujeto su mano, sonriéndole en un gesto donde quería trasmitirle protección.

- Creo que me gusta verte más tranquilo, se que te has estado torturando mucho pensando en eso. - Empezó por decir lo que creía era obvio; lo que los 2 sabían. - Casi me molesta que últimamente hago de Terapeuta del santuario, primera contigo, luego Shaina, para terminar en Katya. - Sin soltar su mano la carcajada que broto de los labios del rubio fue grande. De eso apenas estada consiente.

- Jajajajajaja. Yo creo que eso te hace una gran amiga.

- Tal vez. - Ladeando la cabeza acepto, ya que si, ella no era de abandonar a las personas por las cuales tenía lealtad.

- Por cierto... ¿Ellos si son pareja? El toro y Shaina. Y... ¿Le dijiste que Katya sobre lo que le Calisto? Ella me pregunto sobre si había una forma de recuperar sus recuerdos, pero no supe que decirle.

- Sobre Katya, si, lo lamento, pero tarde o temprano iba a pasar. En este momento está pensando sobre si hablar con Saga sobre ese tema.

- Vaya... Sabe cómo llevar sus emociones mejor que yo. - Ahora la que rio fue Erda, pero en mucho menor medida.

- Si conocieras a esa princesa del hielo, las sabe llevar porque está acostumbrada a ocultarlas. Yo la conozco. - Declaro, el rubio hay no quiso alegar, mejor se quedo callado, hasta que ella terminara de hablarle. - Sobre Shaina... La verdad estoy orgullosa de ella, la noto más feliz y relajada sin tener que cumplir con esa ley. Sabrás que mi odio hacia Deathmask me llevada por un rumbo similar. Queriendo solo superarlo.

- Que lindo que hablan de mí. - Y de la forma más descarada y ruidosa, de un salto el santo de originen italiano se paso frente a ellos. - Vaya que creciste chaparro, te recuerdo como un niño de 5 años y ahora todo un hombre. ¿Qué te vieron para crecer? - Comento al ver a Ryuthos, haciéndole a este formar una mueca al tenerlo frente. Sabía que era un sádico pero ahora notada que también se burlada de cualquiera de una forma casi de mal gusto.

- Fue un sacrificio que hice. No me arrepiento. - En toda la conversación que tuvo con Erda no le había soltado la mano, ahora con el cangrejo aquí prefirió cruzarse de brazos a la defensiva.

-¿Dije algo malo? ¿No están muy melosos los 2 aquí?

- Así que, ¿Faltas a tus obligaciones para Espiar a los demás? - Erda le cuestiono, sujetándolo de la camisa para apartarlo de su compañero.

- Mas o menos, es bien aburrido últimamente. - Ninguno de los aludidos quiso comentar nada. Esto era hasta inoportuno. - Ahora lo noto muy pegados, ¿No que no podían coger las doncellas?

- No tenemos ese tipo de relación. - Dijo él, empujando el dorado suavemente para quedar al lado de la Saintia ofreciéndole irse.

- Oigan, no me dejaran solo. - Dicho esto, no tuvo reparo en buscarlos, quedándose cerca de ellos un rato más.

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- ¿Paso algo? - Seiya pregunto, desde que Aioria regreso había cambiado de semblante, notando la poca presencia de su hermano, más de lo que era considerado normal. Ni el mismo Kanon le había logrado dar señal del porque.

- ¿No notas algo raro en mi hermano?

- Esta más feliz. - Solo eso dijo, y Seiya sabía perfectamente el porqué estada de esa forma. Le había confesado que la señorita Mei ya era su novia en todas las expresiones de la palabra. Estada feliz por él y por haber logrado ayudarle. El brillo en la cara de Aioros cuando le hablada de ella no tenia precio.

- ¿Será?

- ¿Qué te preocupa?

- Solo... No sé qué decir. - Pasando su mano por detrás de su cabeza suspiro. - Ósea, tu sabes mejor que nadie aquí que yo sé que mi hermano se castiga a sí mismo por lo que pase, y si bien lo odie por un tiempo, no lo odio, no le tengo rencor ahora, aunque le tenga que dar su espacio estoy feliz de recuperarlo, y ahora que yo no estuve... No sé, parece que hasta se olvido de mí.

- Ahh... - Seiya no supo que decirle, poniéndose nervioso, ambos hermanos habían puesto su confianza en él haciéndole difícil en decidir qué hacer. Aioros quería decirles sobre Mei él mismo, pero cualquier cosa que dijera sin cuidado pondría peor a Aioria. - Hey... - En un salto, Seiya quedo frente a Aioria, apuntándolo con su debo. - No te dejo que pienses así. Yo también tengo a mi hermana, y aunque tengo que estar separado de ella la mitad del tiempo, yo nunca lo olvidare, te puedo confirmar que con Aioros es lo mismo, él nunca te olvidara por más tiempo que pasen separados, o por más cicatrices que tenga que sanar. - Suspirando aliviado para sus adentros estada seguro que consiguió las palabras correctas. Mirando a los ojos verdes de Aioria con una sonrisa mutua, del uno para el otro. - Además, aun me tienes a mí. Y yo te aprecio bastante.

Riendo por lo bajo Aioria sonrió enternecido. Seiya tenía razón, mirándolo detalladamente, antes de pasar su mano por su cabello, rozando su rostro mientras este reía, acercándose a él para terminar por abrazarlos unos segundos.

- ¿Vamos con él no? - Seiya pregunto, Aioria asintió. En ese momento Sagitario estada en el Santuario. 

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Para quien, o quienes me logren adivinar que tiene Ryuthos encima, le dedico el cap donde lo dejo en claro. Porque a este punto es bien obvio: Athena, Aioros, pasado, arquero. Lo siento muy evidente. 

En el próximo cap habrá  un poco de Shoko y Milo, como hable una amiga, ellos estaban pensados para ser los protas del fic, pero como son los únicos que no necesitan terapia  se fueron dejando de lado.