Nota: Entre lo que empezó el fic y este punto, han pasado 2 meses dentro de la historia, 

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A veces quería pensar en cómo reaccionarían en el santuario al darse a la luz la relación que tenia con la mujer Dryade, ya eran una rutina diaria sus encuentros que como hombre enamorado y a la vez subyugado y abrazados a los placeres carnales demandados por la lujuria, acompañado de una mujer que... Estada cerca de ser un demonio.

Qué ironía.

- Shaka-Sama, que travieso. - En una voz muy melosa pronuncio al recibir una fuerte nalgada de parte de virgo, puesta contra la pared sin ningún tipo de incomode residiéndose entre sus paredes al otro.

Como Shaka había dicho al momento de su enfrentamiento contra los chicos de bronce; A pesar de ser conocido como el más cercano a los dios era un titulo al que, en todo en sentido de la palabra no le quedada. El era tan despiadado y carente de compasión como DeathMask, en ese momento igual de perverso en el sentido sexual, lo que los diferenciada era su carácter y sus ideales, Shaka era más tranquilo con su lealtad clara. El cangrejo... Estada casi loco, dudada que de verdad quisiera a una persona de forma plena. Si no tenía remordimientos en usar cabezas reales como decoración que podía esperar sobre tratar a una chica.

(N-A: Nadie. Yo en este momento "¿Qué tal un trió entre Shaka, Dysnomia y Death?" XD)

La mujer no tardo en aparecerse, siempre desde su dimensión apartada esta se encargada de observar a Shaka, embelecada por su imagen, su porte y su fuerza, siendo una lastima nunca poder intervenir. Su gloriosa madre Eris ya estada derrotada y encerrada, pero ella seguía libre de hacer lo que quería esperando hasta el momento que la líder de la Saintias que en ese momento era Shoko, tuviera sus descendiente que varían paso al regreso de Eris, aunque esta no tuviera un hombre a su lado, la primera líder tenia la gotas de sangre pertenecientes a Eris en su cuerpo por lo tanto de la línea de ella siempre nacieran 2 niñas, una para el cargo y otra para Eris. Al no estar atada a ninguno regla como el espíritu de la anarquía que era Dysnomia solo podía esperar a que eso pasara.

Y con Shaka al lado. ¡Que se tarde lo que quiera! Ella bien podía descenderle la inmortalidad al hombre que en ese momento estada llenando su cuerpo con su semen.

- Dysnomia... - Susurro virgo, besando por última vez sus labios antes de acomodarse, ofreciéndole a la dríade para que repose a su lado.

Que ironías va la vida, a ella nunca le tuvo rencor o algún tipo de resentimientos, más bien, le parecía hasta cierto punto interesante. Nunca espero que apenas despertara esta estuviera en su templo esperándolo, una visita piadosa en la mente de la mujer.

La expresión de Shaka siempre se mantuvo en interrogante al verla a ella parada a su lado sin ningún tipo de intenciones de atacar o agredir, estada tranquila en una expresión picara pero a la vez inocente, una combinación muy extraña que dejada a virgo en las dubas sobre su presencia ante él. No atacada, no tenía algún tipo de conspiración solo se quedaba parada frente a él, hasta tomar la confianza para empezar a moverse a su lado, ofreciéndole su ayuda para atenderlo en lo que quisiera.

Ella nunca tuvo puesta su Leaf siempre usada una ropa negra similar a un vestido ajustado, lo que hizo que virgo se quedara pensando más sobre el tema, hasta llegar a varias conjeturas que con el tiempo olvido, solo dejándolo pasar. No negada que su silueta le parecía sexy.

- Tenemos que aprender a dejar un poco de lado tanto él sexo. No quiero que esta relación sea solo eso. - Le hizo saber, abrazando el cuerpo de la dríade acostada sobre este, retorciéndose de forma suave dejando su cabeza contra su cuello.

- Señor Shaka... No estoy segura...

- Dije un poco. - Coqueteo. Eran raros como se vieron sus sentimientos pero no por eso no la quería. Y por eso no disfrutada tenerla de esa forma como marido y mujer.

Por otra parte en la oficina del actual patriarca; Kanon, Saga se encontrada analizando su situación a la par que buscada ayudar a su "querido" hermano menor. Pero negada que pensar en la joven doncella que en ese momento estada acompañada del Santo de Acuario en su templo junto a su aprendiz era negar la realidad. Cosa que Kanon no tardo en notar.

- ¿Me vas a decir que mierda tienes en la cabeza? - A pesar de sus palabras este las pronunciada de forma que parecía que estaba siendo formar y adecuado, cosa que hizo reír al Santo de Géminis.

- En varias cosas... En porque ella me olvido.

- Te recuerdo ese voto de castidad, y por ser mi hermano no por eso te voy a consentir una cogida con una Saintia.

- Idiota. Jajajaja. No la quiera para eso, quería compensarle mis errores, contigo apenas estábamos recuperando nuestra relación, con Aioros y Aioria destruí su confianza, Aioros era de mis mejores amigos y noto que ya no está como antes, ahora en esta en otro rumbo, y con ella... No sé qué decir. Quiero enmendar mis pecados aunque sea con ella.

- Ummm... Se te nota arrepentido. Creo que nunca fuiste "Tu" el que hizo todo eso.

- ¿Huh? No lo sé... Si bien ya no puedo hacer nada, solo seguir peleando por Athena con esa mancha en mi nombre y legado, quiero enmendarles mis errores a todos.

- No te vez mala vida. Yo no lo hice, recordemos que los 2 hemos hecho cosas igual de horrendas. - Por un ligero momento, la imagen de Sorrento, Julian y el resto de los generales marinas regresaron a la mente de Kanon. Sintiendo un deje de remordimiento por eso, pero recordando rápidamente las palabras de Poseidón atreves de Julian en aquella pelea. - Y seguimos. Pero dime la verdad. ¿Te enamoraste de la doncella?

- Bueno... No lo sé.

- ¿Eso significa que si?

- Es muy bonita, y como Saint me ha dejado impresionado. Pero no sé si eso signifique algo.

- Te sugiero que lo pienses. Pero no residirás nada de mi ayuda en ese caso.

- ¿Cuándo la necesite hermanito? - Sarcásticamente hablo, inflando el pecho arrogante sacándole una sonrisa a su hermano.

- ¿Te recuerdo lo que paso unos meses? Digo; Peleamos los 2 juntos y de no ser por eso pierdes.

- No te creas tampoco así, de todos aquí el más fuerte soy yo. Pude solo.

- Claro, por eso Seiya; Que en ese momento era un Santo de bronce recién nombrada estuvo muy cerca de derrotarte y de paso, resistió toda tu fuerza.

- Eso es mentira, a duras penas resistió mis poderes.

- No seas mal perdedor hermanito. - Saga le empujo ligeramente el hombro a Kanon.

Su relación era tan dipolar como ellos en algún momento, primero protegiéndose el uno al otro, luego odiándose a muerte y ahora como hermanos normales, tan raro que solo ellos eran capaces de entender todos los cambios que lo llevaron por ese camino, ambos inmersos en sus obligaciones, en sus 30 y solterones. 

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A estas alturas ya no sé de que pareja es este fic, pues todas han tenido su relevancia y escenas, aunque sutiles. Me puse hacer cuenta y creo que con 10 o 15 capítulos podemos darle final al fics. Debido a que el hecho importante que marcara el desenlace lo tiene Aioros. Ya verán.

Con este capitulo todo el  material original del fic ya esta totalmente editado.