👶┆𝐍𝐨 𝐝𝐢𝐠𝐚𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨 𝐩𝐚𝐬𝐚 𝐧𝐚𝐝𝐚...
Al tener que caminar de regreso a la oficina se preguntaba si valía la pena esto, pero en su mente al recordar la sonrisa de burla de Jimin "malditamente sí valía la pena".
La vida de Jungkook no era muy normal que digamos, y a eso él ya se había acostumbrado, desde los 5 años supo que era lo que tendría que estudiar, con quién trabajar y con quién se iba a casar.
Lo había aceptado todo pero eso no evitaba que disfrutara de su vida hasta que llegó el momento de convertirse en un adulto. Ciertamente nunca le habían atraído los hombres pero él nunca había dicho nada de no aceptar experimentarlo con alguien tan bonito como lo era Jimin por eso cuando lo vio entrar a la zona VIP sabía que era el momento de hacerlo, había pensado que iba hacer difícil, pero con Jimin estaba más que al cien y eso solo escuchando su voz.
Ahora que iban a trabajar junto quizás su sueño húmedo que se había venido repitiendo desde la noche que conoció se haría realidad. Su cuerpo desnudo como una obra de arte, su trasero bien proporcionado, grande más atractivo que cualquier chica con las que se había acostado, su piel de porcelana ardiendo en cada espacio que había logrado tocar....
y sí, su polla estaba más que despierta.
El día empezaba y con eso la nueva preocupación de Jimin, que iba hacer con Jungkook en su oficina durante todo el día??, su proceso de trabajo conllevaba mucha concentración y con Jungkook no era algo que se podía hacer y más cuando recordaba la pesadilla que lo atormento la noche anterior.
sí, una pesadilla. Miéntete Jimin.
Bien, ahora no era tiempo para esa tontería.
Apenas entraba a su oficina el bonito y estúpido rostro de Jungkook lo recibía, al inicio como era de esperarse las discusiones no faltaron los dos siempre se contrariaban al momento de elegir cual de todas las ideas les iba bien para la canción, así hasta que como por arte de magia la idea de Jimin fue la acertada y aceptada de Jungkook.
Como lo planearon la noche anterior fue el turno de Jimin de pagar pero esta vez pidieron un delivery y para sorpresa de el mayor Jungkook no era tan idiota y sabía de algunas que otras cosas de negocios, no por nada había estudiado 4 años en la escuela de negocios.
—¿y que vas hacer? se supone que tienes que entrar en el negocio familiar, pero no quieres saber nada de esto—
—tengo todo planeado, estoy cursando una doble carrera, y me graduare de Abogado también, después me casare con Soyeon diremos que queremos empezar nuestra vida de casados en Canadá donde al llegar Soyeon se hará cargo de cualquier cosa que nuestros padres nos den en la empresa y yo seguiré con mi contrato en un bufete de abogados—Jimin estaba realmente sorprendido, había jurado que era el típico niño rico — ¿te sorprendes? pregunto el menor viendo la cara de Jimin
—no es por nada pero, sí, había pensado que eras un niño rico viviendo a costa de sus padres—
—era un opción pero ya ves, un contrato me sorprendió y eso era más atractivo que vivir de fiesta—
—ok, tienes el ego muy alto—después de eso los dos siguieron comiendo en un muy cómodo silencio donde Jungkook le dedicaba sonrisas y Jimin solo quería esconder su cara en cualquier lugar, no podía entender que causaba que su sangre se caliente y suba hacia sus mejillas.
Los días pasaron y sin pensarlo cada día era más cómodo entre ellos dos, las risas y pequeños coqueteos por parte de Jungkook no pasaron por alto pero para el mayor, pero no significaban nada.
Que sonriera cada vez que recordaba a Jungkook y sus lindos guiños de ojos no significaba nada y peor que deseara quedarse en la oficina escuchando cualquier tontería que dijera.
No, para Jimin no significaba nada.
Había pasado una semana y la idea del video ya estaba concreta, ahora venía el proceso de hacer que todo cambiara, desde el diseño hasta la ropa y color, eso era toda una ciencia.
Jungkook y Jimin estaban por los pasillos de una tienda comercial encontrando cualquier cosa que llamara su atención y principalmente que ayudara con el proceso que atravesaba Jimin, con el tiempo parecían que se conocían de años y aprovecharon para escoger algunas cosas que necesitan para la cena.
—hey esto, mira —Jungkook alzó una bola redonda dentro de una caja decorada con colores
—no vamos a llevar eso—Jimin siguió su camino
—sí que lo llevaremos— al pagar Jimin no pudo hacer nada.
—para qué quieres una cosa como esa?, no vas a ponerla en mi apartamento— Jimin se quejó mientras arreglaba lo que habían comprado.
—ohh si que lo haré, veras para poder seguir haciendo esto necesitamos sentir la canción—Jungkook tomo una silla del comedor para poder alcanzar a la bombilla del foco
—qué, qué haces??? no puedes pisarlo— Jimin intento alejar la silla de Jungkook— no sabes cuanto me costó, para que tus sucios pies lo dañen, bájate—
—Cálmate, no me quiero caer—no insistió más y Jungkook puso el foco, las luces de varios colores comenzaron a brillar, Jimin observaba como la blanca piel de Jungkook sincronizaba con la luz roja que parpadeaba. Jungkook tomo el control del equipo de sonido y conecto la pista de la canción de Zac.
—ven— Jungkook bajo de la silla moviéndose al ritmo de la música mientras se acercaba a Jimin— vamos, ven—
—ohh no, no lo haré—Jimin comenzaba a alejarse de las manos que se extendían hacia él, y cuando menos lo pensó la mano de Jungkook se envolvió en su muñeca y lo atrajo hacia él.
—si queremos seguir debemos sentir la música— los brazos de Jungkook se envolvieron en la cintura, y Jimin poso las suyas en sus pectorales para alejarlo pero en lugar de eso solo se quedaron quietas sintiendo lo fuerte que era esa parte del cuerpo del menor, comenzaron a moverse y Jimin se sintió cálido, sintió que el mundo paraba a su alrededor y cuando se dio cuenta los labios de Jungkook ya estaban sobre los suyos en un simple roce.
Sus ojos parpadearon ante la electricidad y la cercanía de Jungkook.
Acabo el beso y Jimin sacó de su apartamento a Jungkook.
Eso no debió haber pasado, Jimin hecho un manojo de nervios no iba a mentir sabía que no debió a haber pasado pero tampoco se iba a engañar, sabía que ese beso no lo dejo dormir o quizás durmió pero soñando con Jungkook.
No sabía si sentía culpa por haber correspondido el beso o sentía culpa por no sentir culpa por besarlo, era un dilema que no iba a resolver así que la mejor solución era evitar el tema.
Jungkook por su parte sabía que en algún momento eso iba a pasar, pero no esperaba que esa sensación que lo recorrió fuera tan fuerte como para no dejarlo dormir. Hace unas horas había llegado a la oficina y no vio a Jimin por ningún lado, preguntó a Namjoon quien solo le dio un "hoy se va a tomar la mañana libre, así que sigue con lo que sea que estén preparando" que carajos...!!!
Jungkook necesitaba hablar del beso, pero tendría que esperar hasta después de las 13h30 según Namjoon.
Para Jimin la mañana había sido muy estresante pero estando en un consultorio médico pensando en los exámenes para poder hacer su sueño realidad todo parecía un sueño, el día había sido relajado pero ahora todo lo que quería era volver a casa porque evitar a Jungkook era más fácil que entrar y trabajar con él, pero Namjoon no le iba a dar el día libre.
Entró a su oficina y como era de esperarse Jungkook estaba ahí sonriéndole.
—hola—saludo a lo que Jimin solo respondió con una media sonrisa y moviendo su cabeza— mira estaba pensando que esto nos podría ayudar— quiso acercarse hasta Jimin pero este lo rechazó y obligó a sentarse en su puesto, la fuerza que había estado recogiendo Jungkook para hablar sobre el beso se esfumo al ver como el mayor rechazaba cualquier tipo de acercamiento o intento de conversación que él iniciaba, y así por el resto del día.
La paciencia de Jungkook estaba acabando, y no solo porque nunca antes nadie lo había hecho sentir rechazado si no que también no se podía trabajar así. No cuando cada cosa que pensaba o quería añadir Jimin siempre lo negaba o ni siquiera escuchaba así que arreglaría el asunto, bien vestido y perfumado entró a la oficina, empezaría por algo suave, así que solo saludo y como lo esperaba Jimin solo le saludo con un movimiento de cabeza.
—bien, ya me cansé de esto—dijo poniendo sus manos en el escritorio haciendo que el mayor alce su cabeza hacia él.
—¿De qué hablas?—
—de esto—se señaló a los dos—y no te atrevas a decir que no pasa nada, porque definitivamente lo pasa desde el beso—Jimin no podía verlo a la cara—qué? nos besamos, sí, y qué? no tiene nada de malo, no soy un niño como dices, apenas me llevas unos años y el hecho de que nos hayamos besado no significa nada así que no entiendo porque carajos me sigues evitando—Jungkook hablaba tan rápido que el mayor ni siquiera podía pensar en palabras que salieran de su boca— Me gusto el beso? sí, y qué?, se que a ti también te gusto por eso haces esto, pero no tenemos porque seguir. Yo me voy en dos semanas, porque no solo disfrutamos de sea lo que sea que esta pasando total al fin y al cabo me voy a ir, te voy a olvidar y tu igual, vas hacer tu vida y haremos como si lo que paso estas semanas nunca paso— tan fácil como inicio su discurso lo acabo dándose cuenta lo que había ofrecido, Jimin impactado no supo que decir sabía que el niño tenía razón. Le gusto el beso así que no tenía nada que negarse a excepto
—no puede haber sexo—salió de su boca
—¿qué?—
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