Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 10 El centro

La jornada por fin acabó dejando ver cómo las personas se retiraban con el atardecer para descansar después de un largo día, mientras Donají solo pensaba que su día aún no terminaba debido a sus entrenamientos, su cuerpo estaba adolorido, pero aún mantenía energía y voluntad por lo que se dirigió decididamente hasta los casilleros donde se dispuso a cambiarse.

- ¡Donají! - exclamaba Lara que apenas entraba al cuarto, -Pensé que todos se habían ido ya- comentaba algo nerviosa mientras se dirigía a su casillero.

-Siempre soy la última en salir- le respondía amable y sonriente, -Aunque hoy parece que no- volteaba a verla percibiendo el nerviosismo de su compañera que reía tratando de ocultarlo.

-Eso parece jaja, es que hoy tuve muchas tareas y en la última me tardé más de lo esperado, ya sabes- argumentaba mientras se sobaba su cuello y hombros dejando ver su cansancio.

-Te comprendo perfectamente- le expresaba tranquilamente, - ¿Te duele mucho? - preguntaba señalando su espalda.

-Sí, un poco bastante- reía nerviosa mientras se cambiaba la playera

-Te puedo ayudar con eso, ven si quieres- le proponía sonriente a lo que la otra acepto. -Siéntate aquí y relaja su cuerpo- le ordenó delicadamente haciendo que Lara siguiera sus indicaciones.
Las manos de Donají comenzaron a rozar con la piel de su compañera quien se tensó al contacto tragando duramente saliva, -Tranquila no muerdo- río ante su comportamiento, -sí quieres que siga relaja tu cuerpo- le susurro al oído mientras se sentaba detrás de ella sobre la banca. Lara inhaló profundamente relajando su cuerpo, permitiendo que los dedos de la chica fluyeran con tranquilidad sobre sus hombros dándole una sensación de relajación placentera que se manifestaba a través de escalofríos y una respiración profunda mientras Donají seguía masajeando su nuca y cuello aumentando su relajación, provocando un gemido fugaz entre suspiros de su compañera que provocó un calor dentro de sí comenzando a resistir el deseo de tomarla en ese momento permitiéndose concentrarse en seguir con lo que se había ofrecido dejando de lado sus pensamientos.
Donají se dirigió a la parte superior de la espalda morena que tenía enfrente masajeando con su pulgares los lugares más tensos que percibía aumentando el placer de Lara la cual parecía agitarse mientras estiraba la parte superior de su cuerpo dejando salir de su boca pequeños gemidos que serían imperceptibles ante el oído común pero claros para la chica no tan común detrás de ella que solo apretaba las piernas al escucharla mientras aumentaba su respiración así como sus deseos de salir corriendo o darle la vuelta para poder besarla. Tal idea la alteraba provocandole el tragar saliva mientras observaba fijamente la espalda de Lara, sin darse cuenta que está podía ver todo lo que ella expresaba a través del espejo en la pared, el cual reflejaba una chica excitada que de vez en cuando se retorcía sutilmente cuando ella gemía provocando también su excitación.
Poco a poco comenzó a gemir cada vez más alto para que Donají la escuchara claramente, lo cual no pasaba desapercibido pues ella ya sentía su excitación permitiéndose explorar más su cuerpo, comenzando a masajear sus piernas para acercarse a su nuca donde plasmó besos húmedos y pasionales seguidos de ligeras mordidas en el cuello y sus manos sobre sus caderas, apretándolas con deseo mientras subía su boca hasta sus orejas lamiendo cada parte de estás, dejando suaves marcas que chupaba entre suspiros.

-Jmm Jmmm- llamaba Daniel raspando su garganta tratando de llamar la atención de las chicas que desbordaba pasión hasta que Lara se dio cuenta de su presencia y paró en seco mientras las manos de Donají bajaban de su pecho a su estómago mirando molesta y fijamente los ojos de Daniel por encima del hombro de su amiga debido a su interrupción. -Este no es lugar para realizar este tipo de actos señoritas- reclamaba serio sin despegar la vista de Donají.

-L-lo siento, me disculpo. Comprendo completamente la situación y juro que no sé volverá a repetir- exclamaba parándose de la banca tomando sus cosas, lista para irse mientras su amiga permanecían en su lugar hecha una furia sin dejar de verlo.

-Acepto sus disculpas, puede retirarse- desvío por fin su mirada hacia Lara mientras está asentía y se iba del lugar rápidamente dejándolos solos.

-Eso fue hipócrita de tu parte- expresaba molesta ante su interrupción mientras se paraba de la banca y tomaba sus cosas para irse de ahí.

- ¿Seguirás evitándome? - cuestionaba mientras se sobaba la cabeza algo irritado.

- ¿Seguirás siendo un idiota? - replicaba ella cortante dándole la espalda.

-Ya me disculpé anteriormente que más quieres- resoplaba seriamente acercándose tranquilamente.

-Ya no puedo confiar en ti Daniel, me utilizaste cuando tuviste la oportunidad solo para conservar tu estúpido empleo poniendo en riesgo mi plaza- exclamaba furiosa mirándolo a los ojos con irá, -Ahora me jodes la diversión de cada día con tu presencia amarga que busca desesperadamente atención. Eres imbécil sí crees que con una disculpa te perdonaré- cerraba fuertemente su casillero comenzando a caminar en dirección de la puerta, pero el hombre a su lado la abrazo por la espalda hundiendo su cabeza en la nuca de la joven dejándola escuchar su corazón acelerado y su respiración profunda.

-Perdóname- le susurro al oído, -haré lo que me pidas, pero ya no me ignores, te lo suplico- complemento seriamente inundándose del aroma que despedía la joven.

-Lo consideraré, descansa Daniel- se despidió soltándose de su abrazo, saliendo del lugar sin voltear atrás, comenzando a caminar rápidamente para después correr a través del camino y luego por la vegetación en dirección del cenote donde la esperaba Yum.

-Por un momento pensé que tú me dejarías plantado- reía el dios ante la llegada de su aprendiz.

-Solo se me hizo un poco tarde, pero ya estoy aquí- le respondía entre suspiros.

-Bien, empecemos con la clase- afirmó sonriente aplaudiendo mientras se dirigía hacia ella. -Conoces cómo funciona la empatía ¿verdad? - le preguntaba algo curioso mirando a la chica.

-Sí, es la habilidad de poder comprender como se siente una persona en una situación en particular; ponerse en los zapatos del otro- respondía hacia el cuestionamiento anterior.

-Muy bien, pues este don es parecido, solo que en vez de comprender lo que siente esa persona tú lo sientes- explicaba ansioso ante la atención de la joven, -Es como sí cada emoción y sentimiento tuviera una energía característica que tú eres capaz de percibir dándote la oportunidad de saber o experimentar su emoción o sentimiento. Es por esto que la primera vez que te enfrentaste a los traficantes pudiste experimentar el dolor de los animales cazados- puntualizó causando el asombro de la chica que permanecían atenta. -Este mismo don te permite hacer que otros sientan o experimente emociones o sentimientos que tú les emitas como por ejemplo paz, deseo, alegría incluso amor- complemento la información, -esta segunda es más difícil de logra que la primera, pero no complicada, solo debes identificar la energía que emite cada sensación y transmitirla desde tu interior. ¿Dudas? - finalizó su enseñanza.

-Creo que no- contesto con preocupación pues no temía preguntas, pero tenía que cuando él no estuviera la inundarian.

-Está bien, como ya dije no es tan complicado solo falta práctica- afirmaba tranquilo y sonriente. -ahora viene algo difícil que decidirá si podrás regresar a casa o no- sus palabras se volvieron serías al igual que las expresiones de la joven pues no tenía idea de a qué se refería. -Esta es una forma de que sigas protegiendo las selvas, yo comenzaré a quitarte mi poder y tú tendrás que alimentarte de la energía natural que te rodea- exclamó confiado.

Donají estaba algo preocupada por esto, temía depender del dios y nunca poder ser parte de la naturaleza como él, pero estaba claro que lo intentaría, así que se armó de valor y asintió dando a entender que estaba lista. El aire comenzó a soplar mientras el dios absorbía parte de su poder dejando ver a una chica algo mareada que luchaba por no desplomarse.

-Como ya te mencioné todo se compone de energías, encuentra sus frecuencias y manipulas. Controla el aire- ordenó amablemente mientras la chica trataba de cumplir la orden concentrándose sin resultados causando desconcierto en ella por lo que cambio de posición y utilizo sus manos para guiar la ventisca que quería mover, generando una pequeña corriente con mucho esfuerzo causando su desánimo.

- ¡Excelente! - exclamó el dios con alegría y emoción, -Por un momento creí que no lograríamos un gran avance hoy- le expresaba mientras le dedicaba una tierna sonrisa.

- ¿Esto es un gran avance? - preguntaba confundida frunciendo el ceño.

-Sí, muchos a los que se les retira parte del poder pueden tardar bastantes horas de práctica en poder hacer un pequeño movimiento- comentaba alegre, -Debes de acostumbrarte a esto y poco a poco lograrás hacer todo lo que hacías con mi fuerza- reafirmaba entusiasmado por el logro de Donají provocando que ella también se emocionara.

-Entonces seguiré practicando- declaro con determinación mientras una enorme sonrisa se apoderaba de su rostro.

Las horas fueron pasando mientras Donají obtenía resultados pequeños, lograba controlar pequeñas cantidades de los elementos y podía comunicarse con los animales, pero eso apenas era una cuarta parte de lo que hacía antes. Sus transformaciones en animales eran desastrosas logrando solo transformar una parte de ella en animal, mientras que la absorción de energía calórica no se podía medir en ese momento, así como el poder denominado como empatía, dejando un poco frustrada y desanimada a la chica que estaba dando lo mejor de sí.

- ¡Vamos bien! - gritaba con euforia desde el fondo del cenote mientras Donají trataba de mover un gran cúmulo de agua sin éxito alguno pues este se desplomó al escuchar al Dios alentarla, dejando en la chica el sentimiento de fracaso más grande que había sentido en ese año. -Es momento de relajarte y conectar con las energías de nuevo- le aseguro el dios mientras se acercaba a ella y la dirigía a lo profundo del cenote donde comenzaron a flotar boca arriba. -Solo cierra los ojos, despeja su mente y disfruta de las sensaciones- le susurro mientras los ruidos de la selva se intensificaban para ellos, provocando la completa relajación de la joven que al cabo de una hora se quedó dormida flotando sobre el agua. Cuando la chica abrió los ojos observó por unos segundos la energía que el agua despedía dejando grabada en su memoria la sensación que obtuvo durante el proceso con el fin de poder usarlo de guía. Emocionada nadó hasta la orilla y se posicionó para controlar el agua de nuevo, cerro sus ojos concentrándose en la energía respirando profundamente para después abrirlos y dirigir el agua con sus manos generando una corriente un poco más grande que la que había hecho sobre el cenote para después dirigirla hacia todas direcciones entre sonrisas y ojos brillosos. El dios desde arriba del cenote solo apreciaba tan hermosa escena.

- ¡Lo logré! - exclamaba con una enorme felicidad contagiosa

- ¡Felicidades! justo a tiempo para el amanecer- le gritó emocionado mientras le hacía señas para que subiera con él a lo que ella salió corriendo.

-Hermoso ¿no? - preguntaba el dios mientras sus ojos se inundaban de luz.

-Bellísimo- confirmaba la joven ante la hermosa escena que se generaba permitiéndose cerrar los ojos y disfrutar de las sensaciones que los rayos del sol le daban, dejando lentamente que estos le inundarán llenándola de energía, pero sin obtener su típico color rojo. -Simplemente hermoso- abría sus ojos ya brillosos por las sensaciones que percibía.

De nuevo se encontraba corriendo hacia el refugio, pero está vez experimentaba una sensación diferente, la energía la tenía, pero el cansancio combatía con su cuerpo, sus pies eran torpes y la velocidad que en ese momento alcanzaba no se comparaba con las otras veces.
Al llegar al lugar pudo reafirmar que su condición no era la misma pues está vez llegó sudada, cansada y tarde al chequeo de inicio.

- ¿Todo bien Donají? - preguntaba el guardia quien observaba las condiciones en las que había llegado.

-Sí, solo me falta recobrar el aire- reía burlona mientras moría por dentro haciendo su chequeo. -Nos vemos Enri- se despedía corriendo a los casilleros donde pudo descansar por fin, refrescándose en los lavabos y cambiándose de ropa por algo más cómodo, lista para comenzar con sus actividades, pero cansada por dormir tan poco.

-Donají hola- saludaba Lara nerviosa y un poco sonrojada, -Quería disculparme por lo de ayer, n-no era mi intensión que eso pasara, solo me deje llevar sin-sin considerar las cosas- explicaba torpemente apenada.

-No te preocupes, te entiendo completamente- la calmaba con sus palabras mientras tomaba su gafete, lista para retirarse.

-Gracias, realmente yo no soy así, no sé qué paso- reía nerviosa viendo los ojos de la chica.

-Qué lástima, me divertí mucho- le sonrió para después irse dejando a una chica confundida y alterada por sus palabras tan simples.

Las actividades del día no eran muy diferentes a las anteriores; limpiar, alimentar, jugar y bañar, actividades que le llevaban casi todo el día, sin embargo, de vez en cuando había actividades diferentes como ayudar con la medicación, el rescate o liberación de los animales, pero al haber tantos voluntarios no siempre les tocaba a todos participar. Para suerte de Donají su buena relación con la fauna del lugar le daba preferencia en algunas actividades de apoyo tales como la administración de medicamentos o el apoyo en revisiones médicas, actividad que ese día llevaría a cabo antes de terminar su jornada.

-Bienvenida señorita, la estaba esperando para iniciar la revisión- saludaba el veterinario con un mono en los brazos al ver a Donají entrar en el consultorio, - ¿Lista? - preguntaba ansioso mientras le entregaba a la criatura.

-Claro señor- respondía cortésmente sujetando delicadamente al animal que se notaba estresado, causando inquietud en la joven la cual comenzó a acariciarlo amorosamente mientras le hablaba explicándole la situación, causando el enternecimiento del hombre que amaba a los animales.

- ¿Está listo el paciente? - le preguntaba sonriente a la joven que asentía risueña colocando al mono sobre la mesa de observación.

La revisión fluyó con normalidad y rapidez permitiendo agilizar el proceso rutinario de revisiones gracias a la calma que presentaban los animales al estar en contacto con la joven que ejercía su don en ellos, dándose la oportunidad de practicar y apoyar a qué se sientan mejor ante la situación estresante, sin embargo no todo fue flores y colores pues el cansancio se juntaba en el cuerpo de la joven; el sueño comenzaba a hacerse notar a través de la pesadez de su cuerpo, el hambre se hacía persistente y la energía parecía agotarse dejando ver a una chica devastada a punto de caer dormida.

-Deberías ir a descansar, te ves agotada señorita- comentaba el veterinario quien revisaba la mandíbula de un tapir como su último paciente del día.

-Ya casi terminamos, lo regresaré a su habitad y me iré a descansar- mentía con amabilidad pues después de trabajar iría a entrenar como cada noche.

La revisión acabó y pronto el tapir se encontraba en su área listo para descansar.

-A veces me das envidia- se carcajeaba la chica dirigiéndose al tapir que se disponía a dormir plácidamente.

-Arruinarás tu relación con ellos si les dices eso- exclamaba Daniel siendo gracioso detrás de ella, provocando que corrigiera su postura y su cambiara su semblante.

-Espero que no, descansa- concluyó lista para escapar de la siguiente conversación.

-No te vayas por favor- la retuvo sonriente, - ¿Has considerado lo que te propuse? - preguntó alegre y tranquilo.

-No, a decir verdad, lo había olvidado- sonrió falsamente provocando un suspiro en el hombre.

-Lo entiendo- expreso triste mientras se disponía a ir, llegando hasta lo profundo de Donají dicho sentimiento que a través de su don provocando incomodidad por no poder controlarlo.

~No por favor, es mal momento para que te actives solo~ se hablaba a sí misma mientras sentía una extraña tristeza que no podía comprender que Daniel sintiera. -Espera- lo detuvo en seco, -lo acabo de considerar si es que aún te interesa hacer algo por mí- le comentaba seriamente tratando de controlar la emoción.

-Claro, dime- sonreía de nuevo Daniel ante las palabras de la joven.

-Bueno- se rascaba pensante el mentón, - vendría bien una sala de descanso en este lugar y me gustaría que sirvieran chilaquiles de vez en cuando en la cafetería- concluía con sus peticiones sonriente provocando calidez en el hombre.

-Bueno, gestionaré si se puede colocar la sala y hablaré con la cocina para ver qué puedo lograr- expresaba inquieto rascándose la nuca riendo nerviosamente.

-Mmmmh- exclamaba, -Yo también veré si puedo perdonarte- se burlaba ante su reacción dejando salir al final una pequeña risa. -Bueno descanse, linda noche- se despidió amablemente mientras se abría paso a los casilleros, dejando atrás a un hombre relativamente feliz.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro