Mila no es una mujer que se rinda fácilmente, toda su familia lo sabe y por eso su madre esta orgullosa, sabe bien que solo tiene una oportunidad para que Otabek se fije en ella y deje de una vez por todas al fastidioso de su hermano. No iba a ser limpio, pero se tenían que hacer sacrificios por una buena causa, ¿no?

Rento un auto y comenzó a seguir a Otabek durante el día, descubriendo entonces donde trabajaba su hermano y a qué hora salía, por supuesto, Beka le esperaba afuera paciente y al verle le recibía efusivamente con un beso y un abrazo. Le molesto verlos tan contentos y sintió las ganas de joderle la felicidad a Yuri como antes, cuando eran niños y ella se empeñaba en hacerle la vida imposible al menor, actuando inocente frente a todos.

Al día siguiente estaba lista antes de que llegara ese hombre que tanto deseaba para ella, se arreglo dentro del auto y al verlo estacionar la moto bajo de su vehículo, moviendo las caderas de forma exagerada y sonriendo en cuanto Beka la reconoció.

— ¡Otabek! Qué sorpresa —llego a su lado y se quitó las gafas.

—Si... ¿qué haces aquí?

—Andaba por el vecindario y te vi, ¿como has estado? Ya no he ido al antro porque he estado muy ocupada.

—Bien, mejor que nunca.

Mila contuvo una mueca de rabia al verle voltear a la puerta del estudio y apretó los puños, lo más disimulada que pudo.

—Me alegra oír eso, ¿significa que finalmente dejaste a esa...zorra y a mi hermanito atrás?

—No, significa que estoy mejor que nunca con tu hermano.

—Ah...ya veo—vio a la puerta del estudio, los niños comenzaban a salir.

—Si eso es todo...

—Oh, ¿te incomodo? Perdona, no era mi intención, solo paraba para saludar, como tengo meses sin saber de ustedes...

—Ustedes no han sido muy buenos con Yura, no veo porque tendría que buscarlos.

—Ota —suavizó su voz y dio un paso hacia él—, perdona, es solo que yo he estado celosa de Yuri y no podía verlos.

— ¿Celosa? Es tu hermano —gruño, molesto.

—Lo se, lo sé, soy horrible —se mordió el labio y se acercó otro paso—. Pero te juro que no puedo controlarlo, yo he estado enamorada de ti tanto tiempo...y que él solo haya venido a robarte...

Otabek no se inmutó, solo la veía atentamente.

—Sabes que amo a tu hermano.

Ella suspiro, cerrando los ojos, esas palabras le caían en el hígado.

—Lo sé —repitió en su mejor papel de víctima—, y por eso es que no voy a interferir más pero primero debo...hacer algo.

Más tardó Beka en tratar de preguntar qué era cuando ella había estampado los labios en los suyos, era una sensación extraña y desagradable, pero Otabek era un caballero y no iba a maltratar a una mujer, incluso si era Mila. La tomó de los hombros luego de unos segundos –que para él fue una eternidad– y la separó lo más suave que pudo.

—Sabes que eso no está bien, Mila.

—Perdona —bajo la cabeza y sonrío, Yuri finalmente estaba ahí—. No me pude...

—Mila.

La muchacha alzó la vista, no había ni un atisbo de enfado en la voz de su hermano y eso no era buena señal.

—Tenía mucho tiempo sin verte, ¿como supiste que trabajo aquí?

—Pura casualidad —respondió a regañadientes, se le veía tan calmado que ella era la que rabiaba.

—Bueno, al menos pudiste vernos antes de que nos vayamos a Quebec.

Se tensó alejándose un paso, ¿que?

— ¿Y eso por qué? Si se puede saber.

—Es un regalo de Viktor y Yuuri —contestó Otabek, rodeando la cintura de su gatito con un brazo.

—Ella no sabe —soltó una risita, viendo al azabache de reojo—. Nos casamos hace un mes —extendió la mano y le mostró con orgullo el anillo dorado en su dedo anular.

Su estómago se revolvió y no supo si era la impresión o el coraje, de pronto sentía ganas de vomitar.

—Hasta ahora conseguí mis vacaciones, así que por eso se atrasó la luna de miel.

—Felicidades Yuri —sus dientes casi rechinaban al hablar—. Deberías contarle a mama y papa.

—No es necesario —dijo encogiéndose de hombros, volteando para besar a su esposo en la comisura de los labios—, puedes decirles tu, ¿no?

—Debemos irnos —anunció Otabek, jalando al rubio con él, de forma disimulada.

—Si —acaricio el cabello de su pareja y agitó la mano en forma de despedida hacia su hermana—. Adiós, Mila, fue un gusto verte.

La pelirroja saboreo el sarcasmo en sus palabras de despedida, los vio subirse a la motocicleta y perderse por la calle. Su corazón aún estaba acelerado por el coraje y su rostro estaba rojo, no podía creerlo...había perdido ante el debilucho de su hermano por primera vez en su vida.
Y al verlo así de feliz solo podía pensar que jamás iba a dejar de odiarlo...

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Este es el último cap :) es cortito porque solo quería poner la opinión de Mila sobre Yuri, lo odia porque Yuri siempre fue perfecto a los ojos de todos y ella fue desplazada muy feo, por eso se empeñó en hacerle la vida imposible y fue ella quien consiguió al tipo que enamoro a Yuri y lo lastimo, Sip, aquí es mala xD pero en el anime yo la amo ❤

Espero que no haya quedado raro...bueno de hecho si lo siento raro pero es el final XDD el que quería darle, que le hacía falta(?) ojalá les guste :)

Muchas gracias por leer el fic, votarlo y comentarlo, son gente bella, les mando todo mi lof en forma de smooches~

Rave~

P.D. Los veo en Myth :3
P.D.2 corregí mi uso de los guiones xD ojalá ya esté bien porque aún tengo un par de dudas