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A Yuri le pareció divertido cuando Beka cerró la puerta de la habitación y le colocó el seguro. Adele tenía la mala costumbre de entrar a la habitación para usar las cosas de su hermano y ya un par de veces los había interrumpido, Otabek se había molestado y comenzó a cerrar con llave la puerta cuando estaban juntos, quería privacidad.
El azabache volvió al lado de Yuri, quien abrió los brazos y le sonrió, invitándolo a acomodarse sobre su cuerpo, jamás había estado tan feliz.
Desde esa mañana en que se abalanzó sobre él gritándole lo mucho que lo amaba que no lo había dejado ir, se había mudado con ellos y compartían habitación porque solo así podía evitar las pesadillas. Había conseguido un trabajo como profesor de ballet para niñas y además era increíblemente mimado por los hermanos Altin y su hermano y su cuñado, su vida había dado un completo giro y agradecía que eso estuviera sucediendo.
Soltó una risita al sentir los besos de su novio provocarle cosquillas y cerró los ojos mientras le acariciaba el cabello, esa siempre era la mejor parte de su día.
—Te extrañé—murmuró, jugando con las hebras azabache entre sus dedos.
—Y yo a ti—descanso la cabeza en su pecho, suspirando. —Vendrás conmigo al rato?
—Si, está noche si—sonrió, era lindo escuchar esa pregunta todos los días, pero no siempre podía. —Invite a Yuuri y a Viktor, no te molesta?
—Para nada, es la parte normal de tu familia.
Se rió y tomó su rostro entre sus manos para besar sus labios.
—Beka.
—Hm?—fue la simple respuesta, mientras tomaba sus labios de nuevo.
—Amor—suspiro al sentir un escalofrío, de repente los besos que bajaban por su cuello eran más lentos. —Has...pensado en dejarte la barba?
Otabek se detuvo y se enderezó para verlo, había ese brillo de curiosidad en los orbes esmeralda de su novio, acompañado de esa sonrisa enorme y traviesa.
—No, por qué?
—Es que....—se mordió el labio y desvío la mirada. —Te ves muy guapo con ella.
Sonrió divertido y beso el pequeño hueco que se formaba en la base del cuello y las clavículas.
—Adele dijo que parecía vagabundo.
Yuri rió y negó.
—Bueno, cuando la dejas crecer mucho si, un poco, pero en general te sienta bien.
—Lo consideraré.
—Gracias—emocionado estiró los brazos y rodeo su cuello para atraerle a besarlo.
Beka no se quejó, correspondió sin perder el tiempo y sostuvo la cadera del menor que se dejó hacer obediente. Le gustaba su gatito sumiso pero también extrañaba cuando tenía un carácter de mierda y lo mandaba a volar por vergüenza.
—Beka—suspiro, con los ojos cerrados. —Debes trabajar...no hay tiempo...
—Un poco más—murmuró, besando su abdomen.
Yuri sonrió y se mordió el labio inferior, no debía alentarlo, pero le encantaba sentir sus labios contra su piel.
—Anda, Beka...debo cambiarme...
—Te ayudó a desvestirte.
Se rió y usando toda su fuerza de voluntad tomó el rostro de su novio para atraerlo a sus labios, deteniendo todas las caricias.
—Cuando termines de trabajar, bae, ahora tenemos que alistarnos.
—Bien, tú ganas—suspiro derrotado y acaricio su cabello. —Pero antes de dejarte ir tengo que decirte algo.
—Te escucho.
El azabache se inclinó hasta su oído y luego de dejar un beso muy suave, retiró el cabello para poder hablarle al oído.
—Yura, serás mío por el resto de nuestras vidas?
El menor abrió los ojos sorprendido y lo vio incrédulo, incapaz de decir una palabra coherente o siquiera de pensarla.
—Beka...estás seguro?
—Claro, se que en esta segunda oportunidad llevamos poco tiempo juntos pero no estoy dispuesto a dejarte ir tan fácil—sonrió, admirando el sonrojó adorable sobre las mejillas de su novio. —Entonces...te casaras conmigo o no?
—Claro que si—pellizco los pómulos del mayor y beso sus labios de forma fugaz. —Estaría loco si me negara—murmuró acariciando su cabello, sin dejar de verlo a los ojos.
—Te molestaría usar mi anillo hasta que lo cambie por uno de oro?
Se rió y negó tendiéndole su mano para dejar que le pusiera el anillo, era de plata y le quedaba un poco grande, tenía símbolos celtas rodeándolo y aunque siempre preguntaba cuál era su significado jamás se lo decían.
—Te amo, Beka.
Sonrió ampliamente, para acercarse a besarlo tanto como le dejo, prometiéndose en silencio qué haría a Yuri muy feliz.
-/-
Mila se observó al espejo haciendo muecas, subió la falda del vestido y bufo, había olvidado arreglarlo para salir. Arreglo su maquillaje, cepillo su cabello y salió de su habitación dispuesta a ir al antro donde Otabek trabajaba como DJ.
Desde que había ido a visitarlos en compañía de su hermano que no podía encontrarlo, al llegar a casa resultó que no estaba ahí y sus padres al enterarse decidieron no decir nada, que diría la sociedad sobre ellos? Que eran malos padres? No, mejor decir que escapó o que se fue de vacaciones para despejar su cabeza.
Entonces ella vio el camino libre, si Yuri no estaba era más fácil seducir a Beka para quitárselo a Adele. Salió apurada de la gran casa y le pidió a su chofer que la llevara a su destino. Se sentía emocionada.
Al entrar al antro el calor la envolvió, en el centro estaba la pista donde muchos bailaban, en la barra había dos personas sirviendo y decidió ir a tomar un trago antes de ir a ver a Beka.
Anduvo por el lugar con su copa en la mano, debía subir las escaleras hasta el cuarto del DJ, ahí nadie los vería y ellos podían divertirse. Toco y sabiendo que no le responderían entro de forma brusca queriendo sorprenderlo...pero la sorprendida fue ella.
Se quedo muda cuando vio a Yuri parado junto a Beka, soltando risitas y ayudándole con la música como si llevaran años haciéndolo juntos, estaba furiosa en verdad.
—Vaya—se hizo escuchar al ver que no le prestaron atención al entrar. —Yo que venía con malas noticias.
Beka rodo los ojos y Yuri beso su mejilla para dejarlo trabajar.
—Te espero abajo—murmuró antes de acercarse a su hermana.
—No has ido a casa—reprochó la pelirroja como si realmente aquello le hubiera preocupado. —Esa mañana salí a buscarte y no aparecías por ningún lado.
—Esa no es mi casa—dijo simple plantándose frente a ella, con los brazos cruzados.
—Bueno, dime en dónde vives ahora para que mama te vaya a visitar.
—No creo que quiera ir, de cualquier forma—se encogió de hombros, sin desviar la vista. —Dime a que has venido en realidad.
—Quiero hablar con Ota.
—Está ocupado, puedo decirle después que querías.
—No te molestes.
—No es molestia, seguro que a mi prometido no le importa si me lo dices a mí.
Los ojos de Mila se abrieron demás de la impresión y Yuri, por primera vez en veintitrés años de vida, saboreo la victoria rotunda sobre su hermana.
—Prometido?
—Si, sé que no irás a la boda porque eres una mujer muy solicitada, pero te enviaré algunas fotos.
—Deja de jugar—se abrió paso hacia el azabache y toco su hombro. —Está jugando, verdad?
Otabek solo le vio de reojo y volvió a lo suyo, concentrado. Mila se sintió ofendida y quiso arrojar su bolso al suelo, como berrinche.
—Ota, dime que está jugando.
El mencionado negó sin abrir la boca y subió un poco el volumen.
—No puede ser—volvió junto a su hermano y le tomó de los hombros. —Él era mío! Por qué me lo robaste?
Yuri frunció el ceño e hizo una mueca.
—Yo no te robe nada—la tomó del brazo y la llevo con él fuera de la cabina. —Otabek nunca fue tuyo, que tan difícil es aceptarlo?—dijo sin soltarle, con firmeza.
—Tu fuiste quien se atravesó en mi camino, él debía casarse conmigo—alzó la voz en la última frase y lo empujó, tratando de volver.
—Joder, Mila, solo no es para ti y ya, que tan difícil es entenderlo.
—Tu siempre has querido todo lo que yo tengo!
—No es cierto, es al revés y lo sabes—frunció el ceño, jalándola a la salida. —Las clases, los amigos, mi instructora, mis cosas...todo me lo has quitado y siempre te quedas con lo mejor, algún día me iba a tocar algo.
—Maldito niño—se quejó al sentir el empujón fuera del antro, el frío provocaba que sus piernas temblaran. —Te odio! Le diré a mama!
—Dile, esto no me lo vas a quitar.
—Suenas muy seguro—sonrió burlona.
—Lo estoy, sé que Otabek no me dejaría por nada en el mundo.
—El dinero cambia el parecer de las personas.
—Solo de las que son como tu—sonrió triunfante y giró sobre sus talones para volver dentro del antro.
En definitiva, era una victoria limpia para Yuri.
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Este capítulo es más corto xD perdonen, me han pasado unas cosas que bueno, solo puedo contarles que me despidieron y ando en busca de un nuevo trabajo (deséenme suerte) ojalá encuentre algo mejor de lo que tenía....
En fin, gracias por leer :3 les loveo con el jart y el hipotálamo~ *smooches*
Rave~
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