-Carmen, ¿te pasa algo? Estabas muy rara antes.

-¿Eh? Ah, no, nada.

-¿Segura?

-Segurísima.

-Yo creo que te pasa algo.

*Teléfono*

-¡Vaya, están llamando!

-En fin.

-¿Sí?

-Hola Carne.

Hetfield...

-James, ¿qué quieres?

-Negociar.

-¿Cómo?

-Yo te cuento lo que pasó si tú me cuentas lo que sientes por mí.

-James, yo no...

-Jamás sabrás si engañaste a Lars o no si no me haces caso.

-Hijo de puta...

-En diez minutos en el bar de siempre. Que no venga tu amiga.

-Está bien...

-¿Quién era?

-Ja... Jaime. Uno de mi clase. Necesita que le explique una cosa y tengo que irme ya.

-¿Puedo ir?

-No, si no voy a tardar. Quédate y... Ehm... Ayúdame a limpiar.

-Vaaale.

No sé qué me da más mala espina, el hecho de querer quedar a solas o que no me haya contado directamente lo que pasó. ¿Qué estás tramando, Hetfield?

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Ya he llegado. James está al fondo de la barra con dos cervezas. Parece mi padre cuando quería hablar seriamente conmigo.

-Carne.

-Hetfield.

-Siéntate.

-¿No podemos ir a otro sitio?

-Este es el lugar más tranquilo del bar.

-Vale. ¿Qué querías decirme?

-Primero quiero que me digas tú lo que sientes por mí.

De todo...

-Asco.

-Eso es lo que sientes ahora, yo quiero saber qué sientes en general.

-James, yo...

-Oye, no tienes que decírmelo si no quieres.

-Me gustas. Me da rabia, pero es así. No llego a quererte como quiero a Lars, pero sí algo parecido.

-Bueno, lo de que prefieres a Lars lo sabemos todos.

-Ya, bueno... Ahora me siento estúpida.

-Oye...

-Dime.

-No hicimos nada. Me dijiste que parase, y te hice caso. Te fuiste sin la camiseta y yo te la llevé. No pasó nada más.

-¿De verdad?

-Claro.

-Vaya... Me respetas lo suficiente como para hacerme caso.

-Por ti lo que sea, pequeña...

¿Eso es una lágrima? ¿Está llorando?

-James...

-Tranquila, estoy bien.

-Vale... Oye, me voy. He dejado sola a Laura.

-¿Puedes...? No, déjalo. Es una tontería.

-Dímelo.

-Da igual...

-James.

-N-no te acerques tanto...

-Dímelo.

-¿P-puedes...? Es decir, yo... A ver... No...

-¿Sí?

-¿Puedes besarme ant...?

No me creo que le esté besando. ¿Tanto me gusta que no puedo negarle un beso? Ahg, ¿por qué es todo tan difícil?

-Hasta luego, Hetfield.

-Hasta luego, Carne.

Ay, no me llames así.