Amigos.
-¿C-casarme contigo...?
-Sí. Tenía preparado algo para decírtelo de manera bonita, pero pasó todo esto y no pude decírtelo.
-Pero...
-Ya sé que lo hemos dejado, pero de verdad te digo que quiero casarme contigo y haré lo que sea para que tú también quieras.
-Yo...
Es un anillo precioso. ¿Eso es un diamante?
-No me rechaces, por favor. Haría lo otro, pero pueden pasar meses, incluso años hasta que se vuelva a dar esa situación. Puede que no vuelva a pasar nunca y...
-Lars.
-Dime.
-Sí.
-¿Qué?
-Que sí, que me casaré contigo.
-¿En serio?
-Pues claro.
-¡Genial!
Estoy prometida con Lars. Seré la mujer de Lars. La señora de Lars Ulrich. Aunque eso de "señora" no me convence del todo, pero da igual. Me voy a casar con Lars, que es lo que importa. ¡Joder! No me lo creo.
-Lars.
-Dime.
-Tienes que prometerme algo.
-Por ti hago lo que sea. Incluso si quieres un unicornio, yo te lo traigo.
-No, idiota. Quiero que me prometas que no te vas a pelear con James.
-¡Pero si empezó él...!
-Empezó todo el alcohol que os habíais tomado. Es tu mejor amigo y no quiero que os hagáis daño.
-Vale...
-Y quiero que cuando estéis preparados, busquéis otro bajista.
-¿Y reemplazar a Cliff? Jamás.
-No es reemplazar a Cliff, es seguir adelante.
-Pero...
-Como amiga de la banda os lo aconsejo, y como fan os lo exijo.
-Vale... Pero no me gusta que seas amiga de una banda de metal. Esos van a muchas fiestas y beben demasiado.
-Eres idiota.
-Pero me quieres.
-Por supuesto.
No sé si me harán caso y buscarán a otro bajista. Yo sólo quiero lo mejor para ellos.
*Golpes en la puerta*
-Siento interrumpir, pero necesito entrar en esta habitación.
-James. Claro, pasa. Hay una...
-Una carta, lo sé. Me lo ha dicho Kirk.
-Bien. Te dejamos solo.
-Carmen.
-Dime.
-Quédate aquí.
-Vaya, al gran Hetfield no le asusta llorar delante de una chica.
-Eh, yo no lloro. Sólo que... Te he cogido mucho cariño, eres como mi hermana pequeña y te necesito.
-Oh James, eso es muy bonito.
-¿Entonces te quedas?
-Claro.
-Gracias.
James lleva un rato con la carta en las manos. Ni siquiera la ha abierto.
-James, abre la carta.
-Sí...
-¿Estás bien?
-Tengo miedo.
-¿Por qué?
-¿Es lo último que voy a tener de él?
-No lo sé, Jaymz.
-Es que...
-No tienes que leerla ahora si no estás preparado.
-Tú eres la primera que se ha atrevido a entrar aquí, la primera que leyó su carta. Has sido la primera en superarlo, y yo...
-No lo he superado.
-¿Qué?
-Eso. Sólo lo he aceptado. Lo he hecho por vosotros. Un día vi cómo estábamos todos, y no podía permitirme seguir así. Alguien tenía que ayudaros.
Las lágrimas caen por la cara de James, y ni siquiera se molesta en taparlas. Confía en mí.
-No me imagino lo mal que lo pasas cuando nos ves pelearnos. Llevo mucho sin verte pasarlo mal por él.
-Porque alguien tiene que ser fuerte delante de vosotros tres. Hay veces que tengo que ir corriendo al baño porque no aguanto las ganas de llorar. O voy a mi casa y no vuelvo hasta el día siguiente. Paso las noches en mi cama llorando, preguntándome qué puedo hacer por vosotros... Preguntándome qué haría Cliff...
-Vaya, yo... No sabía eso...
-James, tienes que ser fuerte por mí. Porque yo sola no puedo.
-¿Y cómo?
-Lee la carta.
He conseguido que lea la carta. ¿Podrá leerla hasta el final? Espero que sí.
-Joder...
-¿Estás bien?
-Necesito un abrazo.
-Tranquilo, ¿vale?
-Le echo de menos.
-Lo sé, yo también.
-Tenemos que buscar otro bajista, ¿verdad?
-Es lo mejor para vosotros.
-Gracias por estar aquí conmigo.
-Para eso están los amigos.
-Amigos...
-¿Qué?
-Nada.
-¿Qué has dicho?
-Es que es una tontería decirlo.
-Vamos, no creo que sea para tan...
-Me gustas.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro