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Capítulo 2

Las dos caras de Ryan

-Pov. Brendon-

-¿Así que Ryan? huum... -murmuré mirando hacia su ventanal. Sabía perfectamente que me veía. No me molestaba, en verdad... me siento atraído hacía él pero tengo una duda con respecto... a mis dotes-

Usualmente, tengo el don de leer las mentes y ver el futuro de mis víctimas antes de morir. Pero desde que lo conocí no puedo leer nada en su mente. Ni siquiera saber su destino. No estoy errado. Ni mis dotes han fallado a lo largo de estos tiempos.

Miro al techo, reflexionando las palabras de mi hermana mayor Sarah.

"Aléjate de él, yo sé lo que te digo".

Como si fuera posible en estos momentos. Creo que él me busca a mi que yo a él. No puedo tenerlo cerca porque siento que me desbordo y temo hacerle daño. Es raro yo hablando así de este chico que apenas conozco. Es raro que no fuera una víctima común y corriente. Debe ser alguien muy especial para mi, alguien a quien debería proteger. Tengo sentimientos confusos. Sé que en cualquier momento puedo enloquecer. Se nota que es una persona tímida y distante pero sé que desde las sombras su silueta me persigue. Trataré de no perder la noción mañana en la fiesta de Pete Wentz, mi amigo. Veré a donde quiere llegar pero primero necesito saciar mi sed. Iré a comer algo y ya no seré un problema. Podré resistirlo.

Salí de mi departamento en la oscuridad en busca de comida fresca...

[...]

Usualmente no duermo por las noches, ni de día tampoco. Solo tengo una habitación para aparentar ser una persona normal. No siento cansancio alguno. 

Ahora, me encontraba mirándome en el espejo. Retoque mi peinado y me puse mi mejor ropa. Claro, limpia. Puse un poco de mi perfume masculino sobre mi cuello y en el cuerpo. Usé un poco de maquillaje para no verme tan pálido y me enliste hacia el departamento de Ryan.

Toque su puerta una vez. Sólo éso necesite hasta que él salió rápidamente de su hogar. Al parecer vivía solo. No quería interrogarlo.

-¡Hola Ryro! -lo salude, haciéndolo sonrojar- ¡Rayos! te ves increíble... estas de infarto -lo alague, él solo volteo a ver de costado- seguro, serás la estrella del lugar... tendrás a todas las mujeres muertas jeje -dije sarcásticamente, en verdad era un chico muy guapo y su inocencia me atrajo al principio-

-Gra-gracias -contesto tímidamente-

-¿Vamos? -le hice una seña para ya irnos, él me siguió por detrás-

Fuimos hasta el estacionamiento y me dirigí a donde estaba mi auto. No era cualquier auto que hasta él se sorprendió

-¡Que buen auto tienes! -admiro Ryan con una sonrisa boba en su rostro, se veía tierno-

-¿Te gusta? -le dije en doble sentido. él se quedo atónito sin saber qué decir. Entonces le cambie de tema- jajajaja -reí entre dientes mientras abría la puerta del conductor- Pues sube... nos están esperando

-¿Quienes? -pregunto un poco confundido mientras se subía al asiento de copiloto-

-Unos amigos míos, no te preocupes- le dije para aliviarlo. Se notaba que las fiestas sociales no eran su fuerte-

Después de subirnos, maneje hasta el lugar. Me irrité porque lo tenía a escasos centímetros y mi mente seguia bloqueada hacia su persona.

Tuve que sonreírle falsamente  para no advertirle que algo andaba mal pero por dentro me moría por saber que pensaba y que pasaría en su destino. Era imposible que mis dotes los rechace... De un momento a otro sumiso en mis pensamientos llegamos al lugar.

-Aquí es Ryro. -lo sorprendí. Miró por la ventanilla de mi vehículo pero solo era otro apartamento, parecido al cual vivíamos pero la diferencia era que Pete era dueño de todo esto y podía hacer fiestas y el ruido que él quisiera-

Lo anime para entrar juntos. El seguía cada paso que daba con temor. Había mucha gente adentro y algunos que estaban afuera tomando sus bebidas nos miraron sorprendidos.

Podría notarlo en sus miradas y gestos. Muchos pensaban "¿quien es el nuevo amigo de Brendon?"; las mujeres suspiraban por dentro de lo guapo que era Ryro y los cabrones de los hombres supusieron que era mi nuevo juguetito de diversión. Solté una sonrisa arrogante y los ignoré completamente. No tendría porque preocuparme de lo que piensan estas personas. Su mera existencia no me perjudica, solo sirven para saciar mi sed.

-Se nota que serás el centro de atención Ryro -voltee a verlo y se quedo atónito, bajo la mirada al suelo sonrojado-

-¿porque lo dices? -dijo casi audible... mi oído puede capturar los sonidos a distancia, hasta los susurros, nada se me escapa-

-Por lo guapo que eres, tienes en la mira a todas las mujeres de aquí. -el negó rotundamente con su cabeza e ignoro mi comentario-

-Pov. Ryan-

Me sentía alagado que Brendon me dijera  guapo, pero a decir verdad si las mujeres de aquí se atreviesen a decirme algo no se que haré... solo he tenido una novia pero nuestra relación termino cuando vine a vivir a Los Ángeles. Me sentí muy atraído a Brendon y con frecuencia me miraba de reojo y me elogiaba, tal vez, muy dentro de él yo le gusto o al menos como amigos.

Entramos como pudimos a departamento de su amigo que a decir verdad no me dijo como se llamaba, me sentía un pez de otro pozo estando en esta fiesta por completos extraños mirándome de reojo como si fuese un bicho raro. Nos adentramos más adentro y note que unas chicas se le acercaron a Brendon a saludarlo. Lo miraban como si se lo fuesen a comer con la mirada. 

Después saludo otra, que también lo miraba fijo a los ojos y él le sonreía. Hasta de despedida le dio una palmadita a su trasero y este río entre dientes. Pareciera que Brendon era muy famoso aquí. Y así, en cada rincón encontraba a una bella dama que lo admiraba. ¡Rayos! no tendría chances jamás.

Luego, me presento a uno de sus amigos y este me miro por el rabillo. No le agrade mucho que haya venido con Brendon. Chasqueo sus dientes al irse. Supuse que era uno de los cuantos amantes con el cual Brendon se acostaba.

De un momento a otro fuimos a otra habitación a buscar bebidas, acepte ir para no quedarme solo. Allí nos cruzamos con sus mejores amigos, según Brendon. Su amigo Pete Wentz, dueño de este edificio, y Spencer Smith.

Estreche sus manos, al hacerlo me miraron de forma extraña y se hacían gestos con miradas hacia Brendon. No entendía bien la situación. Se fueron de un momento a otro hasta dejarnos a solas. Tome una copa de alcohol y la bebí mientras lo miraba a los ojos. Trague grueso al sentir su penetrante mirada. Una corriente eléctrica recorrió mi espina dorsal.

-Ryng Ryng -susurro mientras bebía un sorbo de su bebida-

-¿Ryng Ryng? -arquee una ceja-

-es tu nuevo apodo -comento divertido- se me ocurrió hace un momento

-jaja me gusta mas que me llames Ryro -le conteste sonriendole-

-relájate Ryro, esta noche recién empieza -se acerco lentamente hacia mi, dejando su bebida al costado de una mesita-

-eso intento -contradije- oye, esas chicas... ¿fueron tus novias? o ¿tienes algo con ellas?

él rió entre dientes

-Nada especial... -musito, mirándome fijo sin pestañear- ¿y tú? ¿tienes a alguien especial en tu vida? -se acerco aun más-

-Creí que lo tenía, pero ya no se qué creer -voltee y mire de lado, no quería recordar mi pasado amoroso-

-ya veo -susurro, no quería mirarlo a los ojos, moría por dentro-

Brenny viniste! -se escucho una voz por detrás mio- ¡te extrañe muchisisimo! -se acerco bastante tocándole su hombro-

-¡Dillon! -exaltó Brendon de la felicidad y lo abrazo fuertemente- Ryan, él es Dillon, un viejo amigo.

-un gusto -estrecho su mano con la mía- Quiero charlar cntigo a solas Brenny... -espeto mientras me miraba de reojo y volvió a mirarlo a él- si se puede.

-Claro -le contesto- Ryan -me llamo por mi nombre, no quería tutearme como lo hacía hace un momento. Deduje que era porque estaba este sujeto viendo la situación- Enseguida vuelvo.

El otro muchacho lo tomo de su mano y se lo llevo, sin antes decirme que "enseguida te lo devuelvo, no demoraremos mucho" mientras me guiñaba un ojo de picardía.

Y eso tal vez quise pensar. Porque para ser viejos amigos no se notaba nada. Los dos se fueron a charlar a otro lado más privado. Se sentaron a unos cuantos metros en un sofá a beber y yo me quede estático donde sirven las bebidas y de reojo veía a Brendon y a su "amigo".

-Hola -toco una chica mi hombro y me saludo- ¿esta ocupado este lugar? -eche un vistazo a Brendon. Note como él y su amigo se estaban comiendo la boca a besos, estaban abrazados y muy apasionados, no me dí cuenta cuando paso todo tan rápido-

-No -suspiré rendido- puedes sentarte si quieres... -murmure enfadado. Me costo mucho acercarme a Brendon pero resulta que él ya tenía a alguien más, no quería quedarme un segundo más en este lugar-

-Mi nombre es Helena Vestergaard -hablo la morena y extendió su mano- ¿y el tuyo? si se puede saber -murmuro en voz baja, parecía una chica tímida-

-Ryan Ross. -dije cortante... miraba como Brendon besaba a ese sujeto como si fuese la ultima gota agua sobre la tierra-

Y así fue como estuve toda esa noche hablando con esa chica, la verdad parecía buena persona, sin malas intenciones. No quería ser un desgraciado. Mientras observaba como Brendon bebía, se besaba con ese tal Dillon y hasta aspiraban un polvo blanco. 

Cuando la fiesta ya casi culminaba, esa chica me dio su numero de teléfono para que la llamase por si acaso. En la charla que habíamos tenido solo supo que no tenía novia. Sino, hubiese estado interesado romanticamente en Brendon, le pediría para salir en otra ocasión. 

De un momento a otro Brendon paso por mi y nos fuimos del lugar, él se despidió de todos sus más allegados en esa fiesta. Me sentía tonto. Pero claro estaba, Brendon me veía como un amigo y nada más, mi error fue creer que tenía esperanzas de que él se fijará en mi. Pero sin saber, que él ya tenía a alguien más. Me saco de mis pensamientos al preguntarme...

-¿Te divertiste Ryro? -Brendon sonrió, vacilo un poco cuando apenas conducía para volver a nuestro departamento-

-No tanto como tú... -mire por la ventanilla de su auto- se nota que son buenos amigos

-jajaja con Dillon nos conocemos hace años, hace mucho que no lo veía. Fue tremenda casualidad de haberlo encontrado hoy -contesto divertido, de seguro aún sigue borracho- deben de haber muchas caras envidiandome -rió entre dientes con una sonrisa boba en su rostro-

-si tu lo dices -dije desanimado. Un dolor punzante atravesó mi pecho-

Estaciono su auto en el estacionamiento del edificio donde vivíamos. Camine por detrás de él con un silencio incomodo. Yo porque estaba herido, por hacerme ilusiones que no eran.

Caminamos por el pasillo de la recepción para ir a tomar el ascensor... Tenía muchas dudas sobre él y ese sujeto, y no quería esperar a que me confesase que en verdad tenía una relación. Me sacaría las dudas ahora.

-¿Hace mucho que sales con Dillon? -pregunte de la nada, tenía esa duda que calcomia mi mente-

-¿Porque lo preguntas así de repente? -pregunto, su semblante cambio a serio-

-pues nada, solo me pareció que es como que ya tuvieron algo desde hace mucho -desvié mi mirada hacía un costado, estaba avergonzado-

-ahhmm -se puso pensativo- la verdad, nunca tuvimos nada serio. De hecho, nunca recuerdo haber tenido algo serio con nadie

-¿En serio lo dices? -este se sorprendió, negando con la cabeza- ¿nunca te enamoraste de nadie?

-La verdad que no -contesto secamente y se acerco a mi tomándome de mi barbilla- ¿que hay de ti?

-No puedo decirlo -cerré mis ojos-

-¿porque? -pregunto, no quise verlo a los ojos-

-sé que si lo digo algo se romperá dentro de mi -susurré-

-jajaja eres muy complicado Ryng Ryng. -hizo una risilla- Si sientes algo, solo hazlo y enfrentalo. Jamas lo sabrás sino lo compruebas.

Abrí los ojos tan grande como pude. Brendon tenía razón sino lo enfrentaba no podía saber de lo que me perdía. Odiaba que las cosas fueran así pero tendría que sacar mi instinto valiente y decirle mis sentimientos. El ascensor llego y nos adentramos. Teníamos que subir hasta el piso nro 10 de este edificio y hasta la espera se hacia eterna.

Lo mire a Brendon a los ojos. Lo contemple un buen rato mientras estábamos situado de un extremo a otro del ascensor, subiendo piso tras piso.

-¡porque me ves así! ¿tengo algo raro en la cara? -comento alegremente. Trague grueso y camine directamente hacia él-

Lo tome de sus mejillas y lo atraje hacia mi uniendo nuestros labios en un profundo beso. Sus labios eran fríos tanto como piel gélida. Un calor recorrió desde mi estomago hasta conducir por todo mi torrente sanguíneo. Luego, me separe dejándolo atónito,apuesto a que no se lo esperaba. Mordí mi labio inferior. Saboreando lo poco de él que dejo en mi.

-Tú me gustas. -confesé, mis manos temblaban al igual que mis piernas-

El sonrió de medio lado y tomo mi nuca para así, volver a besarme. Sin mediar palabras. Pego su cuerpo al mio y desabroche su camisa en un movimiento fugaz. Acaricie sus cabellos y su cara, admire sus facciones como si su belleza fuera lo último que mis ojos fueran hayan visto.

Me volvió a besar intensamente, no hice nada para alejarlo o cortar el beso. Se sentía espectacular, increíbles sensaciones recorrían mi cuerpo.

Luego el comenzó a lamer mi cuello y respiro bastante aire. Largando un gemido que hizo excitarme.

-¡Basta Ryan! -me empujó un poco hacia atrás con demasiada fuerza, quede con la boca abierta de lo impresionado que estaba- ¡Esto esta mal!

-¿que? Brendon yo... -no entendía nada, el retrocedió unos pasos hacia atrás y se limpiaba sus labios con su puño, lamió parte de él. Mire hacia otro lado, su rechazo me dolía profundamente- ¿Esto es por Dillon? -musite- ¿porque lo amas a él? -sonó casi audible, algo en mi interior se quebró-

-¡¿Qué?! ¡No! -exaltó- no se trata de Dillon -revolvió sus cabellos de lo nervioso que se veía- y yo no lo amo -finalizo-

-Claro, dices eso ahora -mi paciencia estaba culminando, estaba desbordando mis emociones- pero tú actitud con él es diferente...

-¿Qué dices? -se hacia el desentendido-

El ascensor llegó a su destino y la puerta se abrió en un centenar. Estaba herido por su rechazo tal ves era conveniente decirle la verdad de lo que siento. Así te termina de una vez por todas.

-los vi... -alze la voz con un hilo de melancolía, estaba a punto de llorar pero contuve las lágrimas- te vi besándote con él y no me lo desmientas.

-tal ves sea verdad pero yo con él no tengo nada Ryro, créeme. -siguió mi paso por los pasillos del edificio. Yo me dirigía a mi habitación- no lo amo

-entonces ¿Qué tienen? -pregunte sin rodeos-

-De ves en cuando tenemos asuntos casuales, pero jamás tuvimos algo serio. -suspiro rendido mirando hacia otro lado- y tal ves tampoco lo tenga.

-¿Porque? ¿No te crees lo suficientemente bueno para amar? -pregunte, voltee a verlo y me cruce de brazos-

-no es eso.... -Hizo con sus gestos algo incomprensible- Es más complicado de lo que parece.

-¿Y yo? -me mire a mi mismo- ¿No te gusto? -lo volví a mirar-

-Si me importas Ryan pero no soy el indicado para ti, puedo hacerte daño. -Contesto girando sobre si mismo y dándome la espalda-

-daño me haces por rechazarme. -entrecerré los ojos de la decepción- Yo te puedo enseñar a amar

Este se quedo quieto, mi vista alcanzo el suelo y al levantarla de nuevo lo tenía enfrente mio.

-mírame bien Ryro , yo... -poso sus manos frías por mis mejillas- No quiero lastimarte si estás conmigo te haré daño y si eso pasará me maldeciré toda mi existencia -escupió hacia un costado-

-yo te haré cambiar de opinión... -propuse- Solo que tengas miedo no quiere decir que tú cargues con eso, quisiera ayudarte y hacerte feliz -le estime una sonrisa-

-no podemos ser pareja. -contesto serio- Es peligroso tanto como para ti y para mí

-¿ahora tienes miedo de lo que pueden a pensar los demás? -desvié la mirada, sentía un nudo en mi garganta-

-no tengo miedo a eso y créeme que estoy harto de lo que piensa la gente. -Volteo de nuevo adarme la espalda- Me agobia

-dame una oportunidad -le insistí, quería saber que él podría cambiar de opinión-

-¿y si te hago daño? -dijo serio-

-no lo harás -conteste-

-no resistiré mucho... -contesto en un pequeño susurro-

-no por nada me invitaste a esa fiesta -le recordé, si me invito tendría un leve motivo-

-quería tenerte cerca y estar seguro de algo -confeso, sin dejar de darme la espalda-

-a que va eso... -fruncí el ceño- No me quieres en tu vida pero te importo ¿Como es eso?

-es complicado te dije... -suspiro y relajo sus musculos, luego movio su cabeza para verme a los ojos- Eres especial Ryan ¿Lo entiendes?

-¿En qué? -agache la mirada, quería oírlo perfectamente de sus labios-

-en que no desee hacerte daño y... bloqueas todos mis dotes. -camino un poco hacía adelante, dejándome en la entrada de mi puerta- Es difícil mantenerme a tu lado sin que me irrite

-¿Algo en mi esta mal? -cuestioné-

-no, todo lo contrario. -alego con una sonrisa- Yo estoy mal y créeme que estando cerca mío caeré en el abismo

Me dolía, su rechazo me dolía en lo más profundo de mi alma. tal vez él tenga razón, no me conviene tenerlo cerca, seguro sufriré.

-bueno, adiós entonces.... Ya me quedó claro todo. Fui un tonto al hacerme falsas esperanzas. -le aclaré cuando lagrimas comenzaron a salir por si solas de mis pómulos. Era doloroso amar a alguien y que te rechacen por sentirse inseguro de sus sentimientos.

Abrí la puerta a mi departamento y cuando apenas gire la perilla. En un movimiento brusco sentí estar atrapado entre los manos de Brendon. Él me sujetaba con fuerza mis muñecas impidiéndole liberarme de su agarre.
No podía creer lo rápido que fue, en un pestañeo y lo tenía frente a mi, mirándome fijo a los ojos, hipnotizandome con su mirada voraz. Mordió su labio inferior y se acercó a mí oído

-esto está mal... -susurro de manera sensual- Detenme ahora y te dejaré ir

Solo mantuve la boca cerrada, no quería que me soltará. Preferiría estar así con él que al rechazo de no verlo nunca más

-¡di algo! -levanto un poco la voz- Pídeme que te suelte

Agachó la mirada al suelo, estaba frustrado. Yo solamente no podía dejar de pensar en su belleza que tanto me atraía

-no lo haré -voltee a ver hacia otro lado-

-sera demasiado tarde para remidirse después -musitó en voz baja-

Cerró sus ojos. Meditaba pero con sus gestos parecía que se contenía

-no te contengas de lo que sientes, yo siento lo mismo -dije en casi un susurro-

-te equivocas -espeto. Abrió sus ojos nuevamente y su mirada se clavó con la mía. Sentí el mundo detenerse en ese momento. Solo éramos él y yo.

Cerré mis ojos, llegué a hacer un leve pestañeo. Al abrirlo tenía sus labios húmedos besando los míos. Mientras deleitaba su exquisito sabor, soltó mis manos y entre gemidos soltó

-¿porque no puedo contra ti? Qué tienes que no quiera hacerte da... -lo interrumpí  con un beso, nada importaba ahora-

Mordí su labio para inferior y le dedique una sonrisa. Sentía mi estómago demasiado feliz. Sé que en el fondo Brendon siente algo por mi pero es muy arrogante para admitirlo.

-averígualo -lo mire de manera provocativa, haciéndole sonreír- Es tan simple

Negó con su cabeza varias veces y cuando alcanzo a mirarme tenía una sonrisa ladina en su rostro.

-pov. Brendon-

Tenía acorralado a Ryan y él me confesó sus sentimientos. Es la primera vez que deseo hacer alguien mío. Mi mente seguía bloqueada. No había manera de ver sus pensamientos y para  saber más de él, ¿Porque no puede ser una víctima más? Asesine a tantas personas engañándolas que no puedo deleitarme con su ser. Él me deseaba y yo a él, en todos los sentidos. Tenía miedo de perder el control y devorarlo. A él no parecía asustarlo a pesar de mis advertencias. No había manera de negarme.

Sin pensarlo dos veces lo bese nuevamente. Sus labios se sentían suaves y cálidos. Trate de respirar hondo ya que su clavícula me tentaba. Tuve que contener mis instintos...

Abrió la puerta con su mano y ambos nos adentramos a su edificio, mas bien a su habitación. Las luces estaban apagadas lo que facilitaba mi visión nocturna. Quite de encima su camisa y su pantalón que me estorbaban sin despegar nuestros labios. Se sentía tan bien y delicioso,  las sensaciones humanas que provocaba en mi o las muy pocas que tenía de disfrutar de un buen sexo. Todas las veces anteriores con las que estuve sexualmente implicado, traía hombres o mujeres solo para aperitivo o cena de medianoche. Nadie jamas lo sabría. Tengo que tener cuidado de que Ryan no me descubra o se alejará de mi y no quiero eso, no ahora que él me pertenece.

-Te amo -gimió cuando pasaba mi lengua por su cuello, saborearlo era el manjar mas exquisito-

-¿Cuántas veces haz hecho esto? -él no podía verme, sólo acaricia mi rostro como admirándolo por su perfección-

-¿hacer el amor? -pregunto incrédulo-  a decir verdad, tu eres el primer hombre a quien he amado. Jamas he sentido esta atracción con otras personas de mi mismo sexo. Por eso estoy tan seguro de lo que siento. -concluyo acariciando mis mejillas-

-¿Debo sentirme alagado? -sonreí en la oscuridad y bese su torso, hasta llegar a su abdomen-

-Seguro. Siempre te veía a través de ese ventanal -mire hacia la ventana y note que se veía mi cama- pensando en que este día llegase y poder tenerte así, solo para mi. -me tomo con sus manos y me atrajo a sus labios-

Sus manos viajaron de mi pecho a mi parte intima y con su delicada mano empezó a acariciar mi miembro bien erecto.

-¿Esta será tu primera vez con un hombre? -comente, él enseguida me soltó-

-Si. pero estoy dispuesto a darlo todo por mi hombre... -confeso ruborizado-

-eso suena... genial... -me incline a su cuello y exhale aire. Me estaba contiendo bastante- te has divertido mucho viéndome todo este tiempo.

Solto una risilla en la oscuridad, con cuidado baje su bóxer para ver si torneado trasero y ya estaba por darme el lujo de hacerlo mio, hasta que eche un vistazo a mi cuarto, gracias al ventanal que daba allí. Y mis ojos comenzaron a irritarse...

No podía dejar que Ryan me viera... no con mi verdadera forma.

-¿Paso algo Bren? -pregunto, estaba confundido porque me detuve-

De un soslayo note a mis hermanos con mi madre en mi cuarto. Los ojos de Sarah miraron hacía aquí y me agache. Sabía que nada se le escaparía, me descubrió.

-Tengo asuntos pendientes mi Ryro, lo siento. -me solté de su agarré y me reincorporé-

-¿Es algo malo? -cuestiono nuevamente-

-asuntos de familia, ya sabes. -conteste serio y fui directamente a su cocina, él me siguió por detrás-

Llegue a su sala de estar, me acomode la ropa y mi peinado.

-¿es grave? -bajo la mirada al suelo, estaba asustado-

-tranquilo, te protegeré. -acaricie sus mejillas- ahora, eres mio.

El asintió. Cuando estaba por irme me abrazo por mi cintura y apoyo su rostro por mi espina doral.

-Quisiera que vuelvas, no temas por lo de hoy. Te estaré esperando. -dijo con una voz melancólica-

-para que te quedes tranquilo, volveré por ti. -quise tranquilizarlo, no quería que lloré en estos momentos- No te preocupes, ya sabes donde vivo.

-Ok, te esperaré... -contesto. No quise voltear. Si lo viera sufrir en estos momentos no lo soportaría.

Apenes salí y cerré su puerta me dirigí a gran velocidad a mi departamento. Allí me esperaban lo peor, mi familia. Solo tendría que enfrentarla, ahora que saben la verdad.

-Continuará-

Ambos aceptaron sus sentimientos. Pero, la familia Urie ¿aceptará dicha relación?

¡Gracias por leer! 😘❤

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