14 | Enamorado
JiMin tenía una extraña sensación en su interior, cuando aquélla vez YoonGi le dijo que no dudará de sus sentimientos y que nadie más le dijera lo contrario.
No sabía a qué se refería.
Pero ahora podía darse cuenta, pues al parecer, los días siguientes cuando iban a la escuela y se encontraba con YoonGi antes de entrar a clases o en la hora de salida, la mayoría de los estudiantes parecían estar atentos a ellos.
Cuando decía la mayoría, se refería más que nada a los de la facultad del mayor, pues los de su carrera parecían no tomarle tanta importancia.
Esos días habían sido tranquilos en realidad, todo estaba normal hasta que por casualidad, un grupo de chicas se le acercó para preguntar si era cierto que él estaba saliendo con YoonGi, y aunque ellas no le dijeron nada para incomodarlo, presentía que ellas querían decirle mucho más.
Después de eso, unos dos tipos de la misma facultad que YoonGi también se le acercaron, pero ellos habían dicho algo como "¿Y es oficial? Hay rumores de que sólo son amigos con derechos ", de ahí en fuera, JiMin había escuchado por casualidad ciertos rumores que se estaban corriendo.
Algunos venían de mujeres diciendo que YoonGi ya había vuelto a la cacería, y otras diciendo que era bueno ver al mayor sentar cabeza. Pero en cambio, estaban las personas que decían que JiMin era una presa fácil para cualquiera, y que en cuanto YoonGi quisiera lo podía dejar.
Y él realmente quiso ignorar todo eso, pero no podía dejar de pensar tanto en sus palabras.
Lo que YoonGi le había dicho y lo que le había confesado aún seguía en su mente, no dejaría que otras personas lo hicieran dudar, pero, no podía evitar pensar que él era muy poca cosa para su mayor.
YoonGi siempre fue reconocido por ser atractivo y tener a su lado a chicas y chicos demasiado encantadores, carismáticos y sobresalientes, pero JiMin no sentía que encajaba en ese papel.
Fue un martes por la tarde cuando JiMin fue a visitar al mayor a su casa, ya que la madre de YoonGi quería conocerlo.
No se sentía nervioso de conocer a aquélla mujer, sólo estaba intrigado porque no sabía que cosas que le habrá contado YoonGi sobre él, sobre todo porque ni siquiera eran pareja oficialmente.
Tocó la puerta de la casa, maldiciendo entre dientes al darse cuenta de que a lado de la puerta estaba el timbre, quiso burlarse de sí mismo. Bueno, tal vez si estaba un poquito nervioso.
Cuando abrieron la puerta de aquélla casa, sonrió un poco tímido al ver a la que parecía ser la madre de YoonGi.
-Bue-
-¿Tú eres JiMin? vaya, cuando YoonGi dijo que el niño que le gustaba era muy hermoso no creí que lo fuera tanto. - la señora dijo amablemente, con un tuno burlón pero tratando de parecer calmada.
-A-ah... bu-bueno yo... - sus mejillas rojas y su voz temblorosa delataban lo tímido que se había puesto.
-¡Pasa! ¡pasa! - la señora lo tomó del brazo con cuidado y le indicó el camino -, YoonGi estaba esperándote y yo también, terminábamos de cocinar.
Mientras caminaban hasta la cocina, JiMin pudo observar lo espaciosa que era aquélla casa, además de que la decoración era muy bonita pero simple. Cuando llegaron a la cocina, pudo observar al mayor, quien atentamente estaba sirviendo un poco de comida para los tres.
-Oye tú, tu novio llegó. - la mujer le dio una pequeña palmada a YoonGi en la cabeza y luego le guiñó un ojo a JiMin, provocando que el menor riera.
YoonGi sobó la parte que fue golpeada mientras miraba acusadoramente a su madre. El pálido dejó de prestarle atención para después mirar a JiMin, quien le dedicó una suave sonrisa algo sonrojado.
-Mamá, no es mi novio - le regañó YoonGi, el rubio se sintió algo extraño al escuchar sus palabras, sobre todo porque era verdad -, aún no lo es.
-Pues ya te estas tardando.
-Pues era una sorpresa, pero al parecer ya lo arruinaste. -YoonGi rodó los ojos al escuchar la ligera carcajada que dejó salir aquélla mujer.
JiMin no pudo evitar sentirse aún más avergonzado, sobre todo porque ellos hablaban como si él no estuviera ahí, a punto de sufrir un mini infarto por las palabras de YoonGi.
-Como sea, igual se lo ibas a pedir. - la madre de YoonGi se alzó de hombros y se acercó al refrigerador, ignorando por un momento a los dos chicos.
YoonGi como buen anfitrión, se acercó al menor y lo saludó dándole un corto besito en su mejilla, haciendo que JiMin cerrara por instinto sus ojitos ante el tacto. YoonGi tomó de su mano, haciéndole señas para que tomara asiento a su lado.
Durante las siguientes horas, JiMin se sintió tan cómodo y feliz, que cualquier rastro de timidez o preocupación se fue, pues haber conocido a la madre de YoonGi había sido lo mejor. Esa mujer era tan divertida, sentía que era una versión aún más adulta de YoonGi, tendía a hacer comentarios un poco subido de tono de siempre en forma de broma, más que nada para avergonzar a su hijo, pues en todo el rato estuvo halagando a JiMin y avergonzando a YoonGi.
JiMin también descubrió que YoonGi sólo tenía a su madre, vivía con ella y cuidaba de ella, pues a pesar de que la mujer tenía un trabajo pesado en una fábrica de dulces, YoonGi siempre se encargaba de hacerle su desayuno antes de que se fuera a trabajar y él se fuera a la escuela, le preparaba su lonche para que ella comiera en sus descansos y por las noches, YoonGi dejaba que descansará.
Por lo regular el mayor se ocupaba de la casa, dejando que su madre sólo se concentre en su trabajo, en comer a sus horas y en descansar correctamente después de llegar tan cansada.
JiMin mentiría si dijese que no estaba sorprendido, porque no le parecía irreal, pero escuchar a la madre de YoonGi hablar tan cómodamente de su hijo, le hacía sentir maravillado.
YoonGi también tenía un padre, pero éste se la pasaba viajando constantemente, a veces por negocios y a veces por diversión. Él les mandaba dinero suficiente, tanto para gastos normales como para la universidad del mayor, a pesar de que fuese un padre ausente, YoonGi no le tenía rencores o lo odiaba, porque realmente no había nada que odiar de su padre.
JiMin amó descubrir bastantes cosas de YoonGi, pequeñeces que le hicieron sentir que su Hyung, no era un hijo de puta como todos decían.
YoonGi tenía su buen corazoncito.
Después de que la madre de YoonGi se despidiera de ellos, y se fuera para comenzar su segundo turno de trabajo, JiMin acompañó al mayor a su habitación, en donde más que nunca se sintió tan cómodo y especial.
La habitación de YoonGi era grande, en serio, grande, tenía dos roperos y dos escritorios, uno más grande que el otro, además de que tenía una pequeña sala con sillones y colchas. Las paredes estaban adornadas con luces Led y pequeñas imágenes de ciertas agrupaciones que seguía, además de que todo estaba ordenado y su habitación estaba limpia.
-Hyung, tu madre es muy linda, me gusta como es.
YoonGi sonrió al escucharlo hablar, se quitó los calcetines que tenía y los echó en la ropa sucia, se quitó la playera e hizo lo mismo. JiMin se quedó observando atentamente las pequeñas fotos que tenía YoonGi en su escritorio, algunas eran de su madre y él, y otras de su padre y él, pero no encontró ninguna donde estuvieran los tres.
Quiso preguntarle respecto a eso, pero sintió las manos de YoonGi abrazar su cintura y su pecho pegarse a su espalda, con su rostro hundirse entre sus cabellos.
El menor se sintió nervioso en segundos.
-Mi madre es una buena persona, le agradó mucho cuando le dije que vendrías - soltó una ligera risita -, supongo que quería conocer al chico que me trae todo idiota.
-No me culpes de tus idioteces, Hyung.
YoonGi soltó una gran carcajada al escuchar su respuesta, si bueno, ya se lo esperaba, después de todo JiMin y Seokjin eran hermanos, algo debían compartir, y en cierta parte, eso que compartían era su humor.
JiMin se giró sobre sus talones y se enganchó al cuello del mayor, con sus brazos rodeándolo casi por completo. Se alzó ligeramente de puntitas y dejó un beso sobre su nariz, para después bajar lentamente y depositar uno sobre sus labios, haciendo que YoonGi muriera momentáneamente de ternura.
-YoonGi, ¿puedo preguntar algo?- dijo JiMin, con cierto temor ante lo que vendría, cuando YoonGi asintió el menor lo miró directamente a los ojos -, ¿tú me quieres de verdad? ¿estás enamorado de mí?
YoonGi sonrió suave, dejando un beso sobre sus labios. -Sí, te quiero y estoy enamorado de ti.
-B-bueno...
-¿Ya empezaron con los rumores cierto? - JiMin asintió cuando escuchó sus palabras, no podía ocultarle nada -, te lo dije, que ninguno de ellos te haga dudar de lo que siento por ti, yo... es mi culpa, Jiminnie.
JiMin negó. -No, no, si dices que estás enamorado de mí, te creo.
-Lo sé - suspiró con pesadez, escondió su rostro entre el cuello del menor, importándole muy poco si tenía que encorvarse -, he sido muy tonto en cuanto a ciertas cosas, pero cuando digo que realmente me gustas y quiero estar contigo, no hay duda de eso.
-Yo también quiero estar con usted, Hyung.
JiMin se atrevió a abrazarlo con más fuerza, acariciando su espalda con lentitud, sintiendo los suaves besos que dejó YoonGi sobre su cuello después de escuchar su respuesta.
Y JiMin no pudo soportarlo más, se fue contra sus labios una vez que YoonGi se separó de su cuello, convirtiendo aquel lindo y precioso beso en algo apasionado por parte de ambos.
JiMin no necesitaba de la aprobación de otras personas, no necesitaba tener rumores detrás de él. Sólo quería darle una oportunidad a YoonGi.
Porque le gustaba, estaba profundamente enamorado de su Hyung.
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