12 | Confrontaciones
—¡Ah! ¡Hyung...! e-es muy grande... ¡ugh!— los gemidos constantes de JiMin inundaban su habitación.
En la habitación del menor, se encontraban ambos chicos sobre la cama, JiMin rebotando sobre el gran pene del mayor, mientras éste lo sostenía de la cintura con fuerza y daba estocadas duras que lograban tocar la próstata de aquel chico.
Las cosas tomaron un rumbo diferente cuando ambos se besaron, esperando obtener más que sólo eso, pues el deseo que ambos sentían por el otro era más que suficiente para demostrar lo mucho que se necesitaban.
Por esa razón, no lo pensaron mucho cuando ambos decidieron seguir con lo que habían empezado.
Subieron a la habitación del menor para terminar lo que empezaron, en esos momentos realmente no les importaba si Seokjin también se encontraba encontraba casa, completamente inconsciente por tanto alcohol en su cuerpo.
Aunque sinceramente, eso ya no les importaba, por lo menos no ahora.
—Hyung, bésame — el menor susurró muy cerca de sus labios, escuchando una ligera risita por parte de YoonGi.
—Ahh... eres tan lindo.
YoonGi dio suaves caricias a su cintura, impulsando sus caderas para seguir con los movimientos de manera suave y lenta, logrando hacer sentir a JiMin un placer diferente. Sus labios se unieron con lentitud, el rubio cerró sus ojitos al sentir su tacto con tanta delicadeza que lo hizo sentir cómodo.
YoonGi masajeó sus muslos con cuidado, tratando de transmitirle suaves caricias para hacer que su cuerpo se relajará. El mayor se separó dejando un piquito en sus labios, sostuvo su cintura y agilidad, cambió la posición dejando al rubio sobre el colchón, y él entre sus piernas, se sostuvo con uno de sus brazos apoyado en el colchón mientras continuaba dando embestidas.
—A-ahh... Yoonie~
El mayor creyó haber escuchado mal aquel bajito gemido que salió de los labios de JiMin, llamándolo con un tono cariñoso y aquélla linda forma de llamarlo.
—Deberías llamarme así más seguido — el mayor susurró sobre su oído —, se escucha tan lindo viniendo de ti.
—Hyun- ¡Ah! ¡Ah! — no pudo decir una palabra más, ya que las estocadas de su mayor aumentaron, volviendo a tocar su próstata con rapidez y fuerza, haciendo que se retorciera de placer bajo su cuerpo.
Inconscientemente movió sus caderas al ritmo del mayor, tratando de buscar más placer al hacer que YoonGi lo penetrara con más profundidad si es que era posible.
Pero no podía evitarlo, estaba tocando el cielo gracias al mayor, el placer que le generaba YoonGi era demasiado, él sabía como tocarlo, como complacerlo, sabía de sus zonas más sensibles para darle cariño y hacerle sentir bien, sabía como follarlo, lento y profundo, pero también duro y fuerte, haciéndole ver estrellas cada vez que su pene golpeaba aquel punto sensible en su interior.
YoonGi sabía como volverlo loco, sabía como tenerlo en sus manos, y es que ya lo tenía ahí, con el simple hecho de saber que su mayor gustaba de él, sólo necesitaba sus palabras para saber que le correspondería.
Ni siquiera le interesaba si Seokjin se enteraba, sólo quería estar con YoonGi.
—Shhh, mi amor, no hagas tanto ruido — murmuró el mayor sobre sus labios, dejando un beso sobre estos —, si Seokjin nos escucha y por arte de magia nos encuentra aquí, dudo mucho que se detenga a escuchar mi confesión.
JiMin frunció el ceño algo confundido.
—¿Confesión?— preguntó, mientras ambos se detenían unos segundos para escuchar la respuesta de YoonGi.
—Sí... — estaba algo avergonzado, el sonrojó en sus mejillas era notable no sólo por lo bochornoso de la situación —, quiero confesarle que realmente me gusta su hermanito menor, y que me deje estar con él.
JiMin sintió sus mejillas calentarse después de escuchar aquellas palabras. Su corazón parecía igual de emocionado que él, ya que comenzó a latir demasiado fuerte, el rubio rodeo el cuello de su mayor, para impulsarse y dejar un profundo beso en sus labios.
—Hyung, dime que esto...
—Shhh, no, no es juego si es lo que piensas— cortó sus palabras enseguida, besando rápidamente cada una de sus mejillas —, me tienes tan enamorado.
El menor sentía que podría explotar de emoción en estos momentos, escuchar esas palabras hicieron que su pechito se sintiera tan caliente y que sus mejillas se sonrojaran aún más. También gustaba de YoonGi, eso era evidente, pero que el mayor se atreviera a confesar algo así tan de repente, le hacía sentir tan bonito.
JiMin sonrió felizmente por sus palabras, se movió un poco, recordándole a YoonGi que estaban en pleno acto sexual.
El mayor gimió bajito cuando sintió las paredes anales del menor removerse contra su falo, apretándolo un poco más.
YoonGi, al sentir que su pene parecía no aguantar más, pues éste quería terminar lo que habían empezado, tomó de las caderas del menor, alzándose con agilidad para reposar a JiMin contra la cabecera de la cama, en donde su espalda quedó acomodada y sus piernas quedaron abiertas para él.
Ya que su miembro seguía dentro de él, no fue tan difícil seguir con lo que estaban haciendo.
—E-eres tan precioso...
YoonGi murmuró sobre su oído, para acto seguido comenzar con las embestidas una vez más. Le gustaría haber sido lento, pero ya había aguantado mucho llegar a su clímax, así que se movió a buen ritmo, ocasionando que la cama rechinara y en poco tiempo, se escuchase el golpeteo del respaldo de la cama contra la pared.
Además de que lo único que se escuchaba en aquélla habitación eran los sonidos de su piel chocando, los gemidos que salían de su boca y el rechinar de la cama.
—¡A-ah! ¡Ah! Hyung... e-eso se siente... ¡muy bien!— JiMin lanzó un gritito, sintiéndose algo avergonzado al descontrolar sus gemidos de esa manera a sabiendas de que no estaban solos en la casa.
Pero no podía controlarse, YoonGi embestía contra su entrada, fuerte y rápido, sintiendo aquel grueso falo tocar su próstata una y otra vez, pues poco a poco comenzaba a sentir un cosquilleo en su vientre, aviso de que estaba por llegar a su tan esperado orgasmo.
JiMin se aferró a la espalda del mayor y con las pocas uñas que tenía, se encargó de rasguñar a duras penas la blanquecina piel del mayor, mientras YoonGi se concentraba el alcanzar su orgasmo al igual que JiMin.
Donde sus partes íntimas se unían los fluidos de ambos chicos corrían, empapando toda esa zona, con sus cuerpos sudados y soltando balbuceos que daban a entender lo perdido que ambos estaban.
—¡Oh! Hyung~ ... — JiMin se aferró aún más a su espalda, escondió su rostro entre el cuello del mayor, sintiendo sus piernas temblar con facilidad —, hazlo más fuerte... Dios, YoonGi Hyung~
—Tan lindo, y tan mío. — YoonGi besó sus labios de manera corta.
JiMin sintió un tirón en su vientre y luego escuchó los roncos gemidos que abandonaban la boca del mayor, sintiendo su orgasmo llegar, gritó bajito para no dejarse en notable evidencia pero no pudo evitar gemir más fuerte cuando todo el semen de YoonGi llenó su interior.
[...]
—Yoonie, ya levántate — JiMin se removió un poco entre sus brazos, el mayor parecía estar muy cómodo a su lado.
No negaba que se veía bonito, pero necesitaba irse de ahí o al menos aparentar que durmió en el sofá para no alterar a Seokjin, si es que se despertaba primero que ellos.
Después de haber estado en su nidito de amor ayer en la noche y parte de la madrugada, se habían dado un baño juntos para después acostarse a dormir cómodamente. No obstante, sabían que no podían seguir alargando esto.
Al parecer, YoonGi tenía pensado hablar con Seokjin hoy, y prepararlo mentalmente para confesarle que le gustaba su hermanito. JiMin tenía un poco de miedo, puesto que no sabía como se iba a tomar esto el mayor, aún así, se le hacía algo bonito que YoonGi quisiera arriesgarse a tanto.
El mayor se removió, levantándose a regañadientes mientras se colocaba entre sus piernas y recargaba su mejilla sobre el pecho de JiMin. El menor acarició con suavidad la espalda de YoonGi, la cual estaba desnuda debido a que solamente traía puesto la parte de abajo con sus pantalones.
—Te juro que siento que voy a morirme — YoonGi sintió su estómago removerse —, no debí haber tomado tanto ayer por la noche.
—Sí bueno, es muy tarde para arrepentirte de eso. — JiMin soltó una risita siendo seguido por YoonGi.
—Si me das un besito, prometo levantarme y hacer el desayuno.
JiMin sintió sus mejillas rojitas después de escuchar sus palabras, estuvo por contestar, pero el mayor fue más rápido y dejó un largo y profundo besos en sus labios. JiMin jadeó con gusto al probarlos y su corazón comenzó a latir con rapidez cuando el mayor dejó varios besitos por todo su rastro cuando se alejaron de aquel beso.
—¡Ya, Hyung! será mejor que se apure antes de...
JiMin no pudo terminar se formular por completo sus palabras, pues cuando menos lo sintió, YoonGi ya no estaba frente a él en la cama.
Y no sabía en qué momento Seokjin había entrado en su habitación, lo único que pudo hacer fue reaccionar tan rápido como le fue posible para levantarse y evitar que su hermano mayor golpeara a YoonGi.
—¡Maldito bastardo!— Seokjin empujó fuera de su alcance a JiMin, quien chocó con la cama mientras veía como Seokjin se iba contra YoonGi.
El pelinegro trató a toda costa de esquivar los ataques de aquel chico, aunque también trataba de defenderse y empujarlo, pues realmente no quería pelear con su mejor amigo.
—¡SeokJin! — el pelinegro gritó, mientras lo empujaba tratando de tomarlo de amabas manos para detener sus golpes — Mierda, ¡escúchame!
—¡¿Quién te crees maldito idiota?! — Seokjin lo empujó con fuerza, haciendo que YoonGi se moviera directamente sin muchas ganas de resistirse —¡Sólo una cosa te pedí! ¡una maldita cosa!
—¡No fue su culpa!— JiMin intervino rápidamente, parándose entre su hermano y YoonGi, podía percibir lo enojado que estaba Seokjin y sinceramente le dio mucho miedo —, Hyung... n-no fue culpa de YoonGi, no te enojes con él.
—¡¿Qué no fue su culpa?! Cierra la boca, ¡eres exactamente igual que todas las personas que se tira! ¡¿no te das cuenta de sólo te está usando para tener sexo?! ¡te lo dije tantas veces!— Seokjin avanzó una vez más para poder acercarse a YoonGi y darle lo que se merecía.
Pero JiMin fue más rápido y trató de empujarlo, a pesar de que era hombre y tenía fuerza suficiente como para resistir, su hermano Seokjin tenía más músculos y por supuesto más fuerza, ya que hacía ejercicio constantemente.
El mayor estaba tan enojado, tan cegado por la traición de su mejor amigo al meterse con su hermano menor, que no se percató realmente del golpe que le dio a JiMin para quitarlo de en medio.
JiMin podía aguantar un gran golpe como este, pero aún así no pudo evitar sentirse aturdido por grandes segundos que se sintieron eternos.
Por otro lado, YoonGi terminó por enojarse al ver que Seokjin estaba demasiado enojado como para detenerse a pensar en su hermanito menor.
—¡Cálmate, Seokjin! ¡Jodido imbécil! — lo empujó con fuerza hasta sacarlo casi fuera de la habitación, a pesar de que no quería golpearlo porque era su mejor amigo, no pudo evitar sentirse demasiado enojado con él —, ¡no voy a dejar que le pongas una mano encima a JiMin! ¡es tu hermano!
—¡Está bronca no es con él! ¡que no se meta a defenderte!— gritó una vez más.
Realmente ninguno de los dos quería golpearse como se supone deberían hacerlo, principalmente porque se consideraban buenos amigos.
—H-Hyung... — ambos escucharon como JiMin hablaba con algo de dificultad — YoonGi Hyung...
El pálido pareció olvidar por completo lo que estaba haciendo con Seokjin, se acercó rápidamente al menor al ver que éste estaba sangrando de la nariz.
Fue entonces cuando Seokjin cayó en cuenta del error que había cometido.
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