10 | Hablemos
—YoonGi Hyung, estoy bien.
El menor bufó algo cansado, desde que habían llegado a la enfermería YoonGi parecía algo alterado y ansioso, después de que la enfermera encargada del lugar lo atendiera y le pusiera un poco de pomada para después vendar su tobillo, la mayor los había dejado solos porque su turno matutino ya había acabado.
YoonGi aún seguía algo alterado.
—Sí pero... tu tobillo quedó lesionado, si Seokjin se entera regresará a matar a Hyungwon.
JiMin soltó una risita al escuchar sus palabras, lo cual causó que YoonGi le prestara toda su atención.
—No es gracioso, JiMin. Ese tipo pudo haberte hecho cosas peores, no te rías— el mayor habló, está vez su tuno de voz fue un poco más fuerte y tosco de lo normal.
Y JiMin se sintió un poco extraño ya que, era la primera vez en mucho tiempo que no escuchaba ese tono de voz, pero no se molestó.
—Hyung, es muy exagerado. Es cierto que me asustó su actitud, pero me asustó más lo que dijo en realidad— murmuró algo tímido, recordando lo que aquel chico le había dicho minutos antes de ser golpeado.
—¿Y qué fue lo que te dijo?— preguntó el mayor, se cruzó de brazos algo confundido pero con notable enojo.
—Él... bueno, dijo cosas... rumores que circulaban sobre... nosotros— respondió el menor.
YoonGi sintió su cuerpo tensarse en un instante, conocía a sus compañeros de facultad, y también sabía que la mayoría conocía su relación con JiMin, por supuesto, ellos sólo pensaban que YoonGi buscaba follarse al lindo chico de mejillas gorditas y sonrisa angelical, el famoso hermanito menor de Seokjin.
También había escuchado esos rumores, y también sabía quién los había iniciado.
—No les hagas caso, son sólo una bola de idiotas— le dijo el mayor, JiMin asintió ante sus palabras.
Aún recostado en la camilla que había en aquélla enfermería, con su tobillo vendado y el dolor corporal por la caída. YoonGi se había quedado con él en todo momento, le sorprendió de sobremanera que su hermano Seokjin le haya pedido algo tan así de repente, en dejar que YoonGi fuera quien lo llevara a la enfermería, aunque supuso que Seokjin lo dijo porque realmente estaba alterado y preocupado por su hermanito, pero tampoco quería encargarse de darle su merecido a aquel tipo.
JiMin no comprendía del todo a su hermano mayor, sólo sabía que éste era muy protector con él por naturaleza, ya que lo había estado cuidando desde que eran unos niños.
—Hyung, ¿por qué Seokjin tarda tanto? — preguntó JiMin, tal vez YoonGi tampoco supiera la razón pero quería sacar algún tema de conversación.
—Le envié un mensaje hace rato, pero dijo que el rector también le había reprendido a él por haberlo golpeado — mencionó el mayor, observando su celular sólo unos segundos —, creo que el jueguito de Hyungwon no salió tan bien.
—¿Cómo supieron que estaba ahí?
—Uh... uno de los compañeros de Hyungwon que también estaba en la cancha nos avisó, dijo que te vio a ti en la cancha de basquet y que su compañero te estaba molestando — YoonGi le contaba con mayor confianza, mientras que desprevenido, le tomó la palma de la mano para comenzar a acariciar suavemente por aquella zona —, así que en lugar de ir hacia la salida, fuimos a buscarte.
JiMin asintió, una ligera sonrisa se formó en sus labios al escuchar sus palabras. Recordando por un segundo la manera en la que YoonGi le estaba tratando, bien, él no quería hacerse ilusiones, y para empezar, había venido a buscarlo para hablar con él sobre lo que había sucedido entre ellos.
Y ahora ambos estaban ahí, juntos y completamente solos. Era el momento perfecto para hablar.
JiMin carraspeó con fuerza y sus manos comenzaron a sudar, separó su mano del agarre del mayor, logrando captar su atención con aquel movimiento.
—Hyung yo... respecto a lo que pasó...— estaba notablemente nervioso, sobre todo porque tenía miedo —, lo que nosotros hicimos... no sé cómo explicarlo, fue sólo por diversión, ¿verdad?
El silencio inundó la habitación por completo, haciendo que JiMin se sintiera nervioso mientras los segundos pasaban después de haber dicho eso y no haber obtenido una respuesta de parte del mayor.
—Bueno, si para ti fue por diversión, entonces está bien — respondió YoonGi rápidamente, después de dejar pasar bastante tiempo para la incomodidad de su menor —, podemos pretender que es así.
JiMin tragó saliva con dificultad, sentía como un nudo se formaba en su garganta a tan sólo unos segundos de haber escuchado su respuesta. Pero, ¿por qué ahora YoonGi actuaba como el correcto y a él lo dejaba ver como el malo? ¿no se supone que eso hacía siempre?
—¿Entonces para usted fue algo serio?— preguntó JiMin sin aguantar sus ganas fallidas de quedarse callado.
—¿A qué te refieres? Hablas como si eso fuera imposible.
Está vez, la tensión en el ambiente se hizo más fuerte, JiMin trató de ignorar el doloroso sentimiento que estaba instalándose en su pecho conforme iba el rumbo de la conversación.
—N-no... es que... — a JiMin se le estaba complicando mucho hablar, sentía que se ahogaba con sólo abrir la boca —, usted siempre ha sido una persona de relaciones pasajeras, o bueno, sin relaciones oficiales, solamente para "ya sabe" y bueno... supongo que es lo mismo conmigo.
YoonGi observó durante varios segundos al menor, una ligera sonrisa se asomó por sus labios y soltó una suave carcajada, logrando descolocar un poco a JiMin.
—Sí JiMin, porque a todos mis encuentros sexuales les digo "cariño" o "mi amor" — el mayor rodó los ojos y cuando volvió a mirar al menor y observó como este hacia un leve puchero, se apresuró a hablar de nuevo —, es broma, no les llamo así.
—Uh, bueno.
YoonGi decidió que sería mejor mantener la boca cerrada, temía volver a abrirla y decir algo más estúpido de lo que ya había dicho.
Justo antes de que JiMin volviera a decir algo más, Seokjin abrió la puerta de la enfermería.
[...]
El camino a casa fue silencioso, YoonGi llevó a los dos hermanos en su carro para que se les hiciera más fácil y menos doloroso llegar, a JiMin le habían dado algunas pastillas para el resto del día y su pie aún dolía un poco, pero el dolor era soportable.
—¿Quieres entrar?— preguntó Seokjin antes de que bajaran del auto.
—Tengo cosas que hacer, tal vez venga más tarde — le respondió a su amigo.
—De acuerdo — habló el mayor, saliendo del auto y ayudando a su hermanito a bajar de este —, avísame cuando vengas — dijo por último, antes de ver a YoonGi encender de nuevo su auto para marcharse.
JiMin no dijo absolutamente nada, y no pudo evitar pensar que tal vez, el extraño comportamiento de YoonGi se debía a la conversación que habían tenido.
Cuando entraron en su casa, JiMin sólo se dedico a estar en su habitación para poder descansar, masajeando su tobillo de vez en cuando para comenzar a aligerar el dolor, y también empezó a caminar en su habitación para hacer que su pie se acostumbrará a caminar casi sin cojear.
Se dispuso a hacer un poco de tarea y luego, escuchó un par de voces en la planta baja. Supuso que YoonGi había llegado a pasar el rato con su hermano, como siempre.
Sin embargo, en esta ocasión también escuchó la voz de otra persona en su casa. Algo confundido por eso, salió de su habitación de manera lenta y cuidadosa, ya que su pie aún dolía, bajó con la excusa de querer tomar algo de agua por estar haciendo tareas desde hace rato.
Cuando llegó a la parte baja, observó a su hermano apoyado en el marco de la entrada hacia la cocina.
—¿JiMin? ¿qué haces aquí?— preguntó su hermano rápidamente.
—Uh yo... — su mirada se desvío a las otras dos personas en la cocina de su casa —, yo... vine por algo de agua. — dijo tan rápido como pudo, dejando de mirar a aquellos dos chicos que estaban ahí.
No conocía al otro chico, solamente de vista pues sabía que era amigo de ellos y su compañero de clases, pero, le dio cierta duda cuando encontró a ese chico tan arrinconado hacia YoonGi.
—Ah, ¿así que éste es tu famoso hermanito?— la alegre y juguetona voz del otro chico sobresaltó un poco al menor de todos —, que lindo es.
—Hoseok. — respondieron en tono de advertencia y al unísono los otros dos chicos.
—¿Qué?— se alzó de hombros con una sonrisa en su rostro.
—Yo creo que mejor nos vamos. JiMin volvemos al rato— Seokjin le avisó a su hermanito, quien aún seguía en la cocina con su vaso de agua en mano, se acercó hasta él y acarició sus cabellos con delicadeza —, no me esperes despierto.
El menor asintió suavemente y le sonrió un poco, pues realmente no sentía tantos ánimos de devolver alguna clase de gesto.
—Bien, ¡hoy es noche de intoxicarnos!— gritó Hoseok tan pronto como Seokjin caminó hasta la puerta de su casa, jalando del brazo a YoonGi.
El pelinegro simplemente sonrió de lado y esperó a que Hoseok saliera por completo de la cocina. Podía sentir los ojos de JiMin sobre él, así que sin pensarlo dos veces, le devolvió la mirada.
YoonGi asintió ante el menor, como signo de despedida, y después de eso salió de la cocina dejándolo completamente solo. Y JiMin simplemente se aferró a la idea de que no era doloroso para él no haber sido llamado o tratado con cariño por parte del mayor.
Aunque claramente sí lo era.
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