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Dos

Los padres de Dylan, los señores Wang eran una familia rica pero no tan poderosa como lo era los Wang de la primera rama y los Xiao. El viejo Xiao había arreglado el matrimonio entre su único hijo y Dylan desde que eran unos niños. Hicieron un pacto, donde ambas familias asociarían sus empresas para traer abajo al conglomerado Wang. Nunca pensaron que Xiao Zhan se enamoraría del hijo mejor de los Wang de la primera rama, al oponerse a esa relación, el señor Xiao aceleró el compromiso entre Xiao Zhan y Dylan Wang.

Zhan le comentó a Yibo los planes que tenían y decidieron fugarse el mismo día de la fiesta de compromiso, aprovechando que todos estaban distraídos bailando y tomando el alcohol que iba y venía en grandes cantidades. Esperaron un tiempo prudente hasta que el efecto del licor hiciera de lo suyo. Todo salió como lo habían planeado.

Cuando Zhan regresó a su casa, su padre lo detuvo. Lo amenazó e incluso ya sabía en dónde había estado en los últimos meses.

- ¿Crees que soy idiota?! - una bofetada llegó de manera inesperada e hizo caer a Zhan al suelo, su mejilla estaba roja y gracias al anillo de oro del mayor, tuvo un corte que comenzaba a sangrar. - ¿Quieres irte? ¡Vete! pero eso sí Xiao Zhan - se acercó a él y se puso de cuclillas para mirarlo de cerca a su hijo, su mirada oscurecida y aterradora acompañaban el rostro estoico del viejo Xiao. - En menos de una semana tu noviecito y su familia amanecen muertos. ¡Ah! Y tú serás el espectador principal de sus muertes.

-No te atrevas Xiao Min! - alzó la voz, su cuerpo temblaba, no podía dejar ver su nerviosismo frente a su padre. No sería el mismo sumiso de siempre. Defendería su amor, pase lo que pase.

-Sabes de lo que soy capaz, mira como tu cuerpo tiembla hijo mío. Si eres inteligente te quedarás. Si eres un idiota irás al encuentro con el “gran amor de tu vida” - dijo burlón. - Decide. ¡Te quedas o te vas!

Falló. No podía cumplir con la promesa. Tal vez ya era muy tarde y su padre tenía razón. Era solo un pobre débil y sin convicción que no puede luchar por estar junto a quien ama, o tal vez su valentía la demostraría alejándose para salvarlos a todos. Tenía que protegerlos.

- M... Me... Me quedo.

- Muy buena elección. - se levantó y dirigió hacia su pequeño bar. Se sirvió una copa de vino y la tomó. - Arréglate, iremos a ver cómo le partes el corazón a tu amado Yibo. ¡Ahora!

Salieron de la mansión y se encaminaron hacia el lugar de encuentro, a lo lejos miraba como Wang Yibo lo esperaba. El tiempo pasaba y Wang caminaba de un lado a otro, mirando su celular fijándose la hora y llamando. Su celular vibraba ante cada llamada y mensaje del castaño, él solo cerraba los ojos y lágrimas caían por sus mejillas.

Wang Yibo esperó y esperó 1, 2, 3... 5, 6 horas. Solo podía ver cómo el amor de su vida lloraba amargamente a lo lejos y subía a su auto para irse. No solo le estaba rompiendo el corazón a su amado, el suyo propio estaba destrozado, más aún viendo todo sin poder hacer nada.

- Perdóname... Perdóname por favor, no me perdonaría nunca si algo te pasa, mi amor. - susurró Zhan bajito apoyando su frente en la ventanilla del auto.

Ahora, mientras recordaba, Xiao Zhan tenía a su hijo dormido en sus brazos, él lo tenía abrazado protectoramente, cuidando que nadie se lo volviera a quitar. Porque sí, Dylan Wang se lo llevó de su lado cuando aún estaba convaleciente por la cesárea de emergencia, que fue causada por un "accidente", pudiendo volver a ver a su pequeño bebé recién dos días después, no sin antes aceptar una vez más las condiciones y reglas puestas por su padre y su, en ese entonces, futuro esposo.

- Todo estará bien mi pequeño, eres tan igual a él. - besó su cabecita, deslizó sus dedos por las regordetas mejillas del menor. Suspiró y dirigió su mirada hacia la ventana que mostraba la luna en todo su esplendor. - Si me hubiera quedado en tus brazos esa mañana, todo sería diferente ahora. - una lágrima bajó por su rostro - El hubiera no existe - suspiró - Pronto acabará esto. Tú estarás con tu papá, mientras papi se encargará de arreglar todo esto. El débil Zhan, se terminó.  - Abrazó a su hijo, cerró sus ojos y dejó que su cansancio lo arrastrara para continuar al día siguiente y empezar a mover sus fichas.

Él era un Xiao, también sabía jugar.

El tiempo no perdona y todo sigue avanzando. Volvieron a pasar 3 meses sin ninguna pista del pelinegro.

-Llegó esto en la mañana. - la señora Wang le entregó el sobre a su esposo.
El señor Wang lo miró, realmente tenía un buen grosor - ¿Tiene remitente?

- No, el muchacho que me lo dejó, dijo que era muy importante y que cuando lo abrieras te darías cuenta de quién lo envía.

El señor Wang asintió. Tomó el sobre y se dio con la sorpresa que era todo lo relacionado con las empresas Xiao. Movimientos ilegales, entrada y salida de armas de contrabando y drogas, trata de mujeres y niños. Puntos de concentración y prostíbulos; además de cada punto de posibles escondites del viejo Xiao y más documentos dónde dejaban al viejo en descubrimiento.

Un sobre cayó de entre tantas hojas, la señora Wang lo levantó y revisó mientras su esposo estaba concentrado con toda la información - Para mí amado Wang Yibo - leyó. - Es de Zhan... -  Su esposo de inmediato dejó todo en la mesa y se puso de pie, pidió a uno de sus ayudantes que llame a Yibo y a sus hermanos. Mientras que él llamaría a sus contactos y a la policía.

-Tenemos que actuar rápido. – Su esposa salió rápido del despacho. Cada uno hacia sus llamadas por separado, después de un 20 min comenzaron a llegar, el último fue el castaño. Se disculpó ya que estaba en una junta.

- ¿Qué está pasando papá? - Yibo se asustó al ver a los agentes.

- Primero - extendió el sobre hacia el menor - Esto es tuyo. Léelo - Yibo cogió el sobre blanco, al leer las palabras escritas en el sobre sus ojos picaron y su madre fue hasta él. - Ve con él, nosotros estaremos aquí juntando todo.

Yibo miró a su padre - Papá...

- Ve y hazlo rápido niño tonto, tenemos trabajo que hacer.

Madre e hijo salieron para tener más privacidad, llegaron a la sala. Con sumo cuidado abrió el pequeño sobre.

"Mi amado Wang Yibo. Sé que te preguntarás muchas cosas ahora, pero sobre todo ¿por qué te deje plantado ese día? La repuesta es para protegerte a ti y a todo lo que amas. No me importó sufrir en el proceso con tal de que tú estés bien. Sé que juramos estar juntos todos los días, luchar juntos, protegernos juntos y te fallé. Fallé a todo lo relacionado con el juramento de amor que nos dimos, pero sentí que era lo que debía hacer para mantenerlos a salvo. ¿Sabes? Cuando te vi subir a tu auto, quise morir y lo intenté, pero en el proceso me di con la sorpresa de algo. Una vida, una nueva vida Wang Yibo, una nueva vida crecía dentro de mí, nuestro amor dio frutos. Nuestro pequeño TianBo, es tan igual a ti, tiene dos añitos y es un niño muy despierto para su edad; así que por él decidí aguantar y luchar por ese compromiso que aún tengo contigo. Porqué tú tienes mi corazón, lo tuviste desde el primer momento, eso no lo olvides. En la siguiente hoja tienes el número de un buen amigo, pídele la ubicación y ve por tu hijo, Wang Yibo. Cuídalos a ambos. Te los encargo.

“Te amo mi león"

-Mamá tenemos que irnos ya! - de un saltó se paró y corrió al despacho, entró asustando a los presentes. - Papá... - le extendió la hoja dónde figuraba el número y nombre del hombre que tenía al niño. - ¡Tenemos que ir por mi hijo!

-A ver A-Yi, cálmate...

- No! Mi hijo está ahí con ese hombre, debemos llamar e ir por él, en el camino les explico todo.

Era increíble, Yibo estaba muy decidido, sin ninguna lágrima en sus ojos, sin rastro de pena. Lo que proyectaba era una mezcla de miedo y furia, pero no se dejaría llevar por las emociones del momento, sería prudente porque tenía que cuidar lo más valioso que le había podido regalar Zhan, su hijo.

Llamaron al número, un hombre llamado Zheng FanXing contestó, alegando que tenía al niño y que fueran lo más rápido posible, ya que el menor no dejaba de llorar. Al cortar les llegó la ubicación, era un sitio cercano a la residencia Wang. Cuando llegaron, encontraron al joven cargando al pequeño TianBo, Yibo se quedó congelado, sus padres y hermanos estaban detrás de él.

-Ve por él... - le susurró su hermano mayor y le dio un empujón. Con eso recuperó sus sentidos y llegó hasta él, el pequeño paró su llanto de inmediato cuando lo vio y sonrió, tan hermoso como la sonrisa que tanto extrañaba y anhelaba a su lado. El pequeño Bo estiró sus manitas hacia su padre, cómo no lo iba a reconocer si Xiao Zhan en cada oportunidad le mostraba la foto bien escondida que tenía de su papá Bo.

Yibo lo cargo, le dio un beso en la frente y olió su aroma suave y vainilla - Igual a él - pensó.

El joven tuvo que interrumpir el sublime momento y pidió salir lo más rápido posible de ese lugar, solo quedaba poco tiempo antes de ser descubiertos en aquel lugar. Todos asintieron, no esperaron más tiempo y se dirigieron de nuevo hacia la gran casa Wang.

Al llegar ahí, la señora Wang creyó conveniente darle almuerzo a FanXing y al pequeño bebé.  Antes de iniciar cualquier interrogatorio al joven. Cuando terminó de ingerir sus alimentos, pidieron al joven ir con ellos a la sala y comentar frente a los agentes policiales como habían llegado hasta ahí.

Xiao Zhan, después del nacimiento de su hijo se hizo su propia lucha, buscando y recabando información, a pesar de que en algunas veces tenía que salir y recibir su castigo por desaparecer, no se dejó intimidar nunca. Tenía a alguien por quien seguir y ser libre.

Su padre se dio cuenta que el pelinegro salía y muchas veces no sabía a dónde era que se iba, por eso, decidió colocarle un chip rastreador en el brazo para después mandarlo a otro país junto a Dylan y el pequeño TianBo.  Ahora se le dificultaba el salir o hacer cualquier cosa, pero nada iba a interferir en sus planes, el destino puso a FanXing en su vida.

Él era un personal de la casa que se hizo amigo de Zhan con el tiempo. De inmediato se dio cuenta de las cosas que pasaban y cómo era el trato que recibía su jefe, ahora amigo, por parte de ambos hombres, así que decidió ayudarlo. El menor le comentaba todo lo que veía y escuchaba, todas eran cosas extrañas, sobre todo lo que pasaba cuando su padre lo "visitaba". La verdad era que iba a ver cómo estaba su negocio ya que la casa que les había dado funcionaba como uno de los puntos de aprehensión de mujeres y niños en el sótano. Esto lo descubrieron con el tiempo ambos.

Dylan, después de un año ya no soportaba más al pelinegro su actitud, las respuestas secas, las discusiones, los berrinches, todo lo tenía harto, no se le ocurrió mejor idea que llevarlo junto a su padre. Así tendría de nuevo al pelinegro sumiso en sus manos. Gracias a esta brillante idea, llegaron de nuevo a China, aunque se dificultaba por parte de Zhan, FanXing si tenía la libertad para moverse. Nadie sospechaba de él, un joven de bajos recursos, sin estudios, analfabeto que buscaba algún trabajo para poder sobrevivir; el perfecto compañero para el pelinegro.

Lo que no sabían es que Zhan le ayudó y enseñó lo esencial y este joven resultó ser habilidoso al aprender cada cosa en poco tiempo.

Zhan adoptó al pequeño FanFan como a un hijo.


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Hola Holaaa 👋🏻 👋🏻

Un capítulo más 🫣 el siguiente es el final.

Qué creen que estará haciendo Xiao Zhan?

Cómo reaccionara Yibo?

Todo acabará bien?

Lo veremos en el siguiente capítulo de la otra semana 🤣.... Oh quizás me convencen y lo suelto mucho antes de lo planeado 👀

Nos vemos!!! 💚❤️

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