Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

I

—Es enorme! —dijo SeHun, realmente maravillado, mientras tomaba al bebé de sus amigos en brazos y lo apretaba contra su pecho. Sonrió ante la mirada sorprendida del niño que fijaba sus grandes ojos sobre él—. Este pequeño va a ser un gigante cuando crezca. ¡Pesa muchísimo!

—Es normal. —a Chanyeol le hizo gracia la afirmación de SeHun sobre la talla de su hijo, pero también acogió con entusiasmo la predicción del pequeño—. Pero podría ser un jugador de rugby. Tiene buenas piernas.

Kyungsoo también pareció sorprendido ante el comentario de SeHun respecto al tamaño del niño.

—¿Qué quieres decir con eso de que es muy grande? Pesa poco más de tres kilos. —replico Kyungsoo.

—SeHun lleva demasiado tiempo ocupándose de recién nacidos con poco peso. —aseguró Chanyeol y SeHun inclinó la cabeza, admitiendo que podía ser verdad. Tres kilos para un bebé que estaba bajo su cuidado, en la unidad especial de neonatos del hospital de la capital de Seoul, podría ser considerado muy grande.

—Esta es, probablemente, la primera vez este año que has tenido en brazos a un niño normal. —dijo Kyungsoo con una sonrisa—. Ahora, dámelo. No te hemos invitado aquí para que insultes a nuestro bebé.

—No me habéis invitado, sencillamente. —aseguró SeHun con una sonrisa—. He tenido que enfrentarme al obstetris, a dos aguerridos empleados y a una enfermera para poder entrar aquí. ¿Qué tal estás?

A pesar de que solo habían pasado ocho horas desde que Kyungsoo había dado a luz, tenía un aspecto increíble. El rubor de sus mejillas y el brillo orgulloso de sus ojos lo favorecían mucho.

—Estoy dolorido, pero feliz.

—¿Dispuesto a ponerte a trabajar ya? —cuestiono SeHun riendo.

—¡Ojalá! —bromeo Kyungsoo.

—¿Te parece una debilidad? —preguntó Chanyeol con alegría.

—Lo superaré. —dijo SeHun.

SeHun había tomado, temporalmente, el puesto de director de la unidad de cuidados intensivos del Hospital de Seoul, mientras Chanyeol disfrutaba de sus ocho semanas de baja por paternidad y vacaciones, y Kyungsoo, que trabajaba como el segundo de a bordo, gozaba de seis meses de baja.

Después de dos años trabajando en el hospital de Seoul, en la unidad de neonatos, SeHun estaba ansioso por volver a tomar contacto con la medicina de adultos otra vez.

—Voy a tardar unos días en poder volver a hacer mis cálculos en kilos, en lugar de en gramos. —añadió SeHun.

—Pobre SeHun. Estarán todos observándote. —le advirtió Kyungsoo, con una sonrisa que parecía indicar que la idea le resultaba divertido—. Los enfermeros de aquí no pasan ni una. Estarán esperando a que cometas el primer error. Si te equivocas y le prescribes a un adulto algo para un bebé, vamos a oír hablar de ti.

—Los conquistarás. —dijo Chanyeol, y sonrió a su amigo—. Según he oído, tu llegada ha causado todo un revuelo.

—Ya he tenido una propuesta de matrimonio, dos proposiciones deshonestas, y uno medio decente. —confesó SeHun—. ¿Es eso un «revuelo» o un día normal en la unidad?

—Un día normal. —dijo Chanyeol y sonrió al ver el gesto de su esposo—. Kyungsoo, tú sabes cómo son los enfermeros aquí.

—Es solo una forma de diversión. —dijo SeHun, soltando una carcajada.

—No todos lo dirán en broma SeHun. —le advirtió Kyungsoo con un gesto de sorna—. Algunos van realmente en serio. Cuídate.

SeHun vio que el bebé sacaba la lengua en un gesto de hambre y que Kyungsoo se había dado cuenta, porque rápidamente se bajó el tirante del camisón dispuesta a darle de mamar.

SeHun se puso de pie.

—Debería volver al trabajo. —anuncio SeHun.

—Quédate. —le dijo Kyungsoo, divertido al intuir su nerviosismo—. Siéntate, por favor. No me importa. A menos que seas tú el que se sienta incómodo.

—No, claro que no. —respondió SeHun.

— Antes de que llegaras estábamos diciendo exactamente eso. Los dos esperábamos que tuviera ciertas dificultades, pero al parecer sabe bien lo que tiene que hacer. —rio Kyungsoo.

—El instinto. —dijo SeHun suavemente, fascinado por los movimientos del bebé —. Es como un milagro. ¿Te duele?

—Un poquito. Es como un escozor. —respondió Kyungsoo.

—La comadrona dice que ya no te dolerá cuando la leche empiece a fluir libremente. —añadió Chanyeol y se acercó a Kyungsoo —. Nos sentimos como dos ignorantes. Nadie diría que somos médicos.

—Es diferente cuando te ocurre a ti o a tu familia. —dijo SeHun —. Cuando mi padre sufrió el ataque al corazón el pasado invierno, dos cardiólogos se pasaron media hora explicándome los pros y los contras del marcapasos y de la operación de corazón. Mi pobre padre estaba allí, tumbado, esperando a que yo decidiera y yo era incapaz de entender nada de lo que me estaban diciendo. No era capaz de pensar racionalmente y, al final, tuve que decirles que lo decidieran ellos.

—¿Cómo está tu padre ahora? —le pregunto Kyungsoo.

—Bien. —asintió SeHun —. Tuvimos unas semanas muy duras cuando todo aquello ocurrió, pero ya está de vuelta en la granja. Mi otro padre ha cejado en su intento de que descanse. La semana pasada ya estaba arrastrando paja, así que debe sentirse muy bien.

—Me alegro. —dijo Kyungsoo, estiró el brazo y lo tocó —. Me gusta tu padre. Ustedes se parecen mucho.

SeHun miró interrogante.

—¿Es ese un modo indirecto de llamarme cabezota?

—Si no eres cabezota, entonces no me explico cómo sigues viviendo en esa casucha de Guryong. — dijo Chanyeol —. Cuando te hemos ofrecido una verdadera joya en Bongsan.

Cuando Chanyeol y Kyungsoo se trasladaron a una casa cerca del nuevo hospital, le alquilaron su casa a un médico del hospital del centro de Daegu. Su inquilino estaba a punto de marcharse y Chanyeol y Kyungsoo llevaban seis meses tratando de persuadir a SeHun de que lo comprara.

—No vivo en una casucha. —dijo SeHun defendiendo su hogar.

—No lo sería si la reformaras. —admitió Chanyeol —. Pero ¿cuándo vas a sacar tiempo para eso?

—En cuanto ustedes se incorporen de nuevo al trabajo. —dijo SeHun.

—Te sería más fácil comprarnos la casa. —oferto Kyungsoo —. No tendrías que hacerle nada. Podrías mudarte el sábado e invitarnos a una barbacoa el domingo.

—Quizá, si me lo dejaran a un precio razonable...

—SeHun, el precio es más que razonable. —protestó Kyungsoo entre risas —. Solo por las vistas que tiene, vale mucho más. La única razón por la que hemos bajado tanto el precio es porque, es tan especial para nosotros, que preferimos que la compre alguien a quien realmente queramos.

—Si la sacáramos en venta pública, la semana que viene estaría vendida. —le aseguró Chanyeol —. No, con unas vistas como las que tiene, la tendríamos vendida en un día o dos. En una hora, quizá.

—Es perfecta para ti. —añadió Kyungsoo —. Y a JunMyeon le gusta, ¿no?

—Teniendo en cuenta el poco tiempo que pasamos juntos últimamente, lo que a JunMyeon le guste o no importa poco. —dijo SeHun, arrepintiéndose de lo que había dicho y el tono exasperado de su voz, en cuanto vio el gesto preocupado de Kyungsoo—. Lo siento. Olvida lo que he dicho. Lo que quería decir es... que me lo pensaré. —sonrió—. Gracias. Seguramente es un buen negocio, solo que no sé si es el momento adecuado para tomar una decisión así.

Pero Kyungsoo seguía con el ceño fruncido.

—SeHun, si hay algo que yo pueda hacer...

—JunMyeon y yo estamos bien. —SeHun miró al reloj—. Ha estado trabajando muchas horas últimamente, eso es todo. Tiene muchas cosas que hacer, y apenas si lo he visto en semanas. La frustración de tratar de estar con JunMyeon me ha afectado un poco. Bueno, será mejor que me vaya. Cuando dejé la UCI, había pendiente una petición de admisión de una paciente. Voy a ver que ha pasado con eso. Enhorabuena a los dos. —acarició con un dedo la mejilla del bebé—. Es maravilloso.

Los dos intercambiaron miradas incomprensibles.

—¿Te parece tan maravilloso como para convertirte en su padrino? —ofreció Chanyeol.

—Por supuesto. —SeHun respiró profundamente, sorprendido por la oferta—. Me he quedado sin habla. Sí, sí. Me encantaría. Sería un verdadero honor. —le besó en la mejilla—. Muchas gracias.

—Íbamos a preguntarle a JunMyeon si quería ser el otro padrino. —dijo Kyungsoo dudoso.

—Estoy seguro de que JunMyeon estará encantado. —dijo SeHun rápidamente, manteniendo su expresión todo lo neutra que podía. Sospechaba que tendría que recordarle a JunMyeon que había nacido el pequeño de Kyungsoo y Chanyeol, pero, seguramente, la idea de ser el otro padrino le agradaría. JunMyeon les tenía mucho cariño a ambos, y, aunque era un chico centrado en su carrera, le gustaban, más que los bebés, los niños—. Se lo preguntaré.

—Si estás seguro. —murmuró Kyungsoo.

SeHun notó sus dudas, pero las obvió y dijo que tenía que volver a trabajar.

—¿Cuánto tiempo estarás aquí? —preguntó SeHun.

—Mañana me voy a casa. ¿Por qué no vienen a cenar a casa el sábado por la noche? —comentó Kyungsoo.

—Ya hablaremos. —SeHun agitó la mano y se despidió—. Ya veremos cómo te sientes el fin de semana. Puede que estés muy cansado. Vendré mañana a ver cómo estás. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro