Sacrificio Inesperado
𝐒𝐀𝐂𝐑𝐈𝐅𝐈𝐂𝐈𝐎 𝐈𝐍𝐄𝐒𝐏𝐄𝐑𝐀𝐃𝐎 | 𝐀𝐂𝐓𝐎𝐍𝐄 𝐎𝐍𝐄
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❝¿Qué es lo que mueve al ser humano? ¿Qué lo motiva a luchar sin rendirse por lo que cree justo? ¿Cuál es el motor que lo impulsa a ir en contra de sus ideales si eso le asegura la vida? Aquella capacidad que tiene de aferrarse a la vida con uñas y dientes, aún si tienes todas las de perder, pero que también los puede hacer capaz de sacrificarse, de quemarlo todo y destruirse así mismo, contar de salvar a quienes aman inclusive más que a su propia vida.
Supongo que lo que hace a los humanos, humanos: su capacidad de ser destructivos sin esfuerzo y, a la vez, de proteger y crear vida con la misma mano con la que la destruyen.❞
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Python's Pov
𝐇𝐀𝐁Í𝐀𝐌𝐎𝐒 𝐋𝐋𝐄𝐆𝐀𝐃𝐎 𝐀 𝐋𝐀 𝐒𝐈𝐌𝐀 𝐃𝐄𝐋 𝐓𝐄𝐌𝐏𝐋𝐎, aunque sería más propio decir que habíamos llegado al final de la meta de este espantoso teatro de mala muerte y que el premio eran nuestras cabezas enviadas al Olimpo. ¿Se imaginan? ¿Alguien con los suficientes huevos para enviarle la cabeza de alguien al Olimpo como burla? Definitivamente admiraría a esa persona.
Volviendo al punto, no había escapatoria de este espantoso final, al menos no una que nos incluya a todos con vida.
Supongo que nunca conoceré a alguien capaz de enviarle una cabeza de alguien al Olimpo.
──Debemos sacar a todos de aquí.──dice Perseus, quien ni muriéndose se calla.
──¿Cómo pretendes hacer eso, aguitas? ──le pregunto, sintiendo como un fulano me golpea en el hombro sin intenciones de disculparse.
Segunda vez que un idiota empuja a una niña ciega sin cuidado ni desencia. ¿Qué es esto? ¿Alemania de 1936 o por qué tanto odio a los discapacitados?
Derrepente, la alarma de incendio sonó y, sino fuese por la falta de olor a quemado o evidente aumento en la temperatura, hubiera sido la primera en correr.
──Ah, así. ──murmuré, dándome cuenta que Perseus me había callado la boca al encontrar una rápida respuesta a mi pregunta.
Bien, bien, se la dejo pasar esta vez.
....
Solo porque se esta muriendo.
──¿Y ahora? ──preguntó Grover, todos estabamos escondidos en una esquina mientras los humanos salían corriendo fuera del edificio.
Lo único util que hacen los de esa especie es irse.
──Debemos pensar en un plan. ──dijo Annabeth, la desesperación bañando su voz cual sol que ilumina al cielo.
Esto era ridículo, se escuchaban los pasos de la señora y su perro desde acá.
¿Por qué se aferraban tanto a la vida? ¿Por qué luchaban? ¿Para seguir siendo parte del tablero de los dioses? ¿Para demostrar su utilidad? ¿Desesperación? ¿Por sueños? ¿Cuáles?
No lo entiendo, sencillamente, no lo entiendo.
──Aceptenlo, vamos a morir ──declaré, pues todos estábamos negando lo innegable──. Tu plan no funcionó, Annabeth, nos condenaste a todos y ahora moriremos para enseñarle a un bebé a cazar.
Y entonces, tras mis palabras seguidas de una molesta tos, ocurrió algo que no me esperé.
──¡Si no tienes nada bueno que decir, mejor callate, Python! ──gritó Annabeth, su arrebato tomándome por sorpresa──. Sí, ya se que fue mi culpa, no pensé bien, soy una idiota que nisiquiera puede completar bien su primera misión y decepcionó a todos, lo sé, lo entiendo y lo siento, ¿okey? Pero tal vez tu perdiste las esperanza en la vida, pero yo no, si tu quieres suicidarte y rendirte, adelante, pero nosotros seguiremos luchando. Asique mejor guardate tus comentarios pesimistas y si no dirás nada que nos saque de aquí, mejor ahorrate todo.
Okey, eso me tomó desprevenida.
Y si, tal vez tenía la razón, tal vez debería quedarme callada y dejar que ellos resuelvan, nisiquiera sabía por qué mi obsesión con recalcar lo obvio; pero gritarme mis verdades tampoco la va a ayudar a salvarse.
──Gritarme tampoco va a ayudarlos. ──le dije, negándome a quedarme callada.
Esperaba un grito, un comentario agresivo, un insulto, inclusive hasta una daga volando directamente a mi rostro, pero en cambio escuché algo que jamás creí escuchar.
──Yo me quedaré a luchar con la bestia, ustedes escapen y cumplan la misión. ──dijo Annabeth con firmeza, ignorando mis palabras o tal vez usándolas como gasolina para tomar tal drástica decisión.
──¿Qué? ¡No! ──protestaron Perseus y Grover a la vez, claramente en contra de que su amiga se sacrifique por ellos.
──¿Por qué? ──pregunté, desconcertada. ¿Una hija de Atanea?¿Sacrificándose por otros? Es un mal chiste.
──Porque fue mi culpa, tu misma lo dijiste, es mi deber arregarlo. ──explicó Annabeth, la dureza de su voz flaqueando ante el temor de lo obvio: una muerte en batalla.
O sea, si, entiendo que es su culpa y lo adecuado sería que ella lo arreglara pero, ¿sacrificarse? ¿acaso cree que es tan grandiosa como para sobrevivir sola? No entiendo el afán de Perseus y de ella de actuar como heroes, heroes que mueren patéticamente en batalla solos porque salvaron a todos antes que así mismos.
No lo entiendo y nunca entenderé cómo alguien puede priorizar la vida de otros sobre la suya.
Mientras yo trataba de entender el extraño comportamiento de Annabeth, ella trataba de convencer a sus amigos de que era la mejor opción.
──¡No puedes hacer eso, Annabeth, debe haber otra forma! ──grita Perseus desesperado, tanto como el veneno le permite, sus protestas siendo seguidas armoniosamente por Grover.
──Es la única opción que tenemos, Percy, tu debes completar la misión, necesitas encontrar el rayo y probar tu inocencia. ──dice Annabeth y, algo que hay que reconocerle, es su habilidad de mantener la calma incluso en tal horrible situación; una habilidad de la que carezco.
──No quiero arruinar la amena conversación con mi interrupción, pero, se acerca. ──informé, sintiendo el piso retumbar ante los pasos del hijo de Equidna.
Justo cuando Percy ─o tal vez era Grover, no se, ambos sonaban igual de alterados─, iba a protestar y seguir con sus intentos de convencer a Annabeth, ella volvió a hablar con tono firme.
──¿Quieres salvar a tu madre o no? ──habló Annabeth, la tranquilidad perdiéndose en sus palabras.
Entonces, si era verdad que la madre del hijo del aguitas desapareció.
No pude evitar enfocar mi atención en dónde provenía la voz de Peseus una vez las palabras de Annabeth callaron el lugar; pensando que si no tuviera la venda me encontraría con un espejo en vez de a él.
──Esta bien. ──dijo Perseus después de unos cortos segundos, ya con Edquina prácticamente en la puerta del pasillo.
Si no tratara de matarnos creería que esta esperando pacientemente a que terminamos el consenso de quién morirá por los otros. Pero que considerada.
Annabeth, Grover y Perseus tuvieron un momento emotivo, ya saben, despedirse, probablemente miradas triste y blablabla, irrelevancias.
Pero, lo siguiente que pasó si era relevante y ocurrió tan rápido que a penas y pude notarlo. A veces detesto no poder ver.
Estábamos en la puerta del asensor, listos para bajar y dejar a Annabeth con su boleto al inframundo y justo cuando Perseus se voltea hacia Annabeth para entregarle su ¿espada? No se, supongo que un arma con la que defenderse, siento un empujón al suelo ─otra vez─, como se cierra la puerta de golpe y luego los gritos desesperados de Grover y Annabeth.
Esperen, ¿Annabeth?
──¡Percy, abre la puerta! ──grita Grover y por el sonido de los golpes supuse que estaba golpeándola con una desesperación olímpica.
Annabeth tampoco se quedaba atrás, gritando blasfemias y desesperada tratando de abrir la puerta.
Perseus, había..., ¿cambiado su lugar con el de Annabeth?
Si me sorprendió de la hija de la injustia, del dios de lo insoportable ni se diga.
──Perseus, acaba de..., ¿sacrificarse? ──pregunté con cautela, nisiquiera creyéndome mi propia pregunta.
──Cambió su lugar con Annabeth. ──explicó Grover, su voz escuchándose quebradiza, rota.
──Debe haber una forma de sacarlo de ahí. ──afirma Annabeth, aunque su declaración carecía de fundamentos.
Mientras Annabeth y Grover trataban de abrir la puerta en vano, escuchándose de fondo los sonidos que produce un dragón cuando expulsa fuego, yo trataba de procesar lo que acaba de ocurrir y, mierda, odio no entender algo.
Primero, Annabeth se sacrifica para enmendar sus errores, luego, Perseus cambia de lugar con ella para evitar que muera y, ahora, Annabeth, en vez de estar feliz de evitar morir esta tan desesperada que pareciera que se echaría a llorar en cualquier momento.
¿En qué clase de mundo alterno estoy?
Se escuchan las palabras de Edquina, lejantes en medio de mi desconcierto, nisiquiera noto cuando Annabeth y Grover se dieron cuenta de la realidad y me tomaron del brazo para salir del monumento, probablemente reacios a dejar que el sacrificio de Perseus sea en vano.
Estoy en piloto automático, nisiquiera notando cuando dejé de toser como abuela fumadora, la gente a mi alrededor o los intentos de Annabeth de formular un nuevo plan entre leves lagrimeos.
¿Por qué no tomó a Annabeth del brazo y me empujó en su lugar? O sea, si, el juramentado y todo eso, pero Perseus ya estaba prácticamente muriéndose y yo casi que lo sigo; lanzarme a mi como escudo y salvar a su amiga es la acción más sensata.
Entonces, ¿por qué no hacerlo?
¿Por qué sacrificarse así mismo?
Mientras fuerzo a mi cabeza a pensar, sintiéndose que se quema tras cada segundo ─aunque tal vez era el sol de verano que nos recibió a penas salimos del monumento─, siento un peso en mi mano, un peso que probablemente llevaba rato ahí y tan solo ahora lo notaba.
Me aparté ligeramente de Annabeth y Grover, asegurándome de que estuvieran lo suficientemente lejos cuando me quitara la venda y mirara lo que tenía entre mis manos, la curiosidad quemándome por dentro.
¿Será....?
Cuando logro alzarme la venda con ligera desesperación, pero a que mis ojos se acostumbren a la resplandeciente luz del sol que me saluda. Definitivamente, el verano es insoportable.
Cuando ya el sol no amenaza con dejarme ciega, descubro que el obejto misterioso entre mis manos era, de hecho, mi collar, aquel que me quité para dormir anoche y que creía haber perdido cuando destruyeron la habitación de tren para luego darme cuenta de que probablemente Perseus era quien lo tenía.
──¿Pero cómo...? ──murmuré con el ceño levemente fruncido, tratando de pensar en qué momento de la cazería Perseus logró que el collar regresara mágicamente a mi.
Entonces un recuerdo golpeó mi cerebro como la brisa a los arboles.
Justo cuando estábamos a punto de dejar a Annabeth morir, Perseus me había tomado de la mano, fue un instante, casi insignificante, probablemente en ese momento creí que solo quería sacarme del lugar rápido y terminar la misión.
Ocurrió tan rapido la escena donde cambió de lugares con Annabeth que nisiquiera noté cuando dejó el collar entre mis manos justo antes de lanzarse al precipicio.
De nuevo, algo que carecía de sentido. ¿Por qué había hecho eso? Estaba a punto de morir, eso era seguro y, ¿aún así se toma la molestia de devolver el collar con la única foto que tengo de mi padre?
Genial, parece el bendito sobrino de Dios de lo noble que se esta comportando.
Justo cuando estaba decidida a colocarme de nuevo la venda, escucho un grito, uno lejano y agudo, rozando lo molesto. Parecía de..., ¿Perseus?
Sin poderme agunatar las ganas, dirijo la mirada hacia donde provenía el grito.
──¿Pero qué carajos...? ──murmuro, mirando fijo la escena frente a mi, sintiendo cómo Annabeth y Grover se paran a mis costados, igual de desconcertados e hipnóticos por la escena que yo.
En definitiva era Perseus y, si no era él, pues el aguas de inodoro tenía otro hijo ilegal, porque el lago frente a tan horrible monumento derrepente se alzó como bala y atrapó a Perseus, quien, gritando como desquiciado, caí por los cielos.
Y era obvio que esa fuente de agua era obra de ese ser, porque era la misma que casi me mataba en mi propia casa la otra vez. Que irónico que lo mismo que casi me mata se use para salvarle la vida a Perseus.
Lo siguiente que vimos fue el agua arrastrando a Perseus al lago, salvándolo.
El desgraciado estaba vivo.
Y yo sonreía inconscientemente ante la noticia.
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HIIIII💞💞💞
Siempre impuntual, nunca puntual 💋
YA ACABAMOS EL CUARTO CAPITULOOOO, ahora se viene la aparición del guapo de Ares
Me preocupa ver que las vistas y votos de los caps van bajando, ya no les gusta la historia? 😭 díganme, sean honestos o lloro.
Podemos hablar del como mi niña poco a poco se da cuenta que Annabeth y Percy no son como sus padres?? Aunque aun falta muuuuucho por recorrer, aun se hubiera alegrado de la muerte de Annabeth y Percy jsjs (algunos más que otros)
Ahora si.
MEMES DEL CAP 🗣️❗─────────
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