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Madre de los Monstruos

𝐌𝐀𝐃𝐑𝐄 𝐃𝐄 𝐋𝐎𝐒
𝐌𝐎𝐍𝐒𝐓𝐑𝐔𝐎𝐒| 𝐀𝐂𝐓𝐎𝐍𝐄 𝐎𝐍𝐄

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Estoy tan acustumbrada al caos, al correr, escapar y el sentir constantemente que mi vida y libertad me la pueden arrebatar de las manos, que ante la ausencia de estos abrumadores sentimientos me siento incomoda.

El caos se volvió mi normalidad y las batallas mi hogar.

Supongo que debo agradecerte, Diosa de los Monstruos, gracias a ti volví a sentirme como en casa.❞
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Python's Pov

𝐔𝐍 𝐍𝐔𝐄𝐕𝐎 𝐃Í𝐀 𝐄𝐍 𝐄𝐋 𝐐𝐔𝐄, 𝐃𝐄𝐒𝐆𝐑𝐀𝐂𝐈𝐀𝐃𝐀𝐌𝐄𝐍𝐓𝐄, 𝐌𝐄 𝐀𝐂𝐎𝐌𝐏𝐀Ñ𝐀𝐍 𝐔𝐍 𝐓𝐑Í𝐎 𝐃𝐄 𝐈𝐍𝐂𝐎𝐌𝐏𝐄𝐓𝐄𝐍𝐓𝐄𝐒 mientras nos dirigíamos a desayunar con la ansiedad respirándome en la nunca.

¡Todo esta demasiado tranquilo!

Estoy acostumbrada a estar atenta a los sonidos externos, diferenciar los conocidos de los desconocidos, el tener mi espada en la mano la mayor parte del tiempo; esta tranquilidad me genera desconfianza. Nunca había hablado con tantas personas a la vez.

Siento que me falta el aire conforme caminamos a un rumbo desconocido, escucho personas hablando, bebés llorando, música de todas partes, perros ladrando, todo sucede al mismo tiempo.

No era igual a cuando voy a la estación, la bulla no se compara con la de este lugar, es tan estrecho que me genera claustrofobia.

──¿Creen que hayan dulces azules aquí?

──¿Qué rayos, sesos de alga?

──¡Deja de llamarme así!

──¡Chicos, acordamos no pelear!

《Cállasen, mierda, me maren》pesené, segundos después un niño tropezó contra mi ─¿o es un perro?─, me mandó varios paso hacia atrás ─¿cómo puede ser tan fuerte?─.

Sentía el tren moverse a cientos de kilómetros por hora. Mi equilibrio era perfecto, pero actualemente lo sentía tan estable como la economía del sur.

──¡Mi niño! ──gritó una señora, aún cuando la sentía a escasos centímetros de mi, ¿por qué todos estan gritando demasiado?──. Perdona, linda, ¿estas bien?

El olor de humano nunca me importó, ¿por qué me genera tantas nauseas repentinamente?

──¿Python?

──¿Linda, estas...?

──Ella esta bien, señora ──habló ahora Annabeth, interrumpiendo a la desconocida──. ¿Su perro esta bien?

¿Por qué todos estan tan cerca y hablando tan alto? ¿Por qué el tren va tan rápido? Mierda, no respiro, creo que quiero vomitar.

──Su amiga no parece estar bien. ──insitió la señora, y tuve que contenerme para no mandarla al carajo debido a que sentía el vómito quemándome la garganta.

──Ella lo está. ──aseguró Annabeth, es claro que no quería causar un escandolo y, ¡por un demonio, yo tampoco!

──Exacto, estoy perfecta ──aseguré, ignorando la sensación del vomito recorriendo mi garganta.
No sé si era por el mareo o por el olor repulsivo a azufre y carne quemaba que me llegaba, ¿acaso nadie se baña aquí?──. Que tenga buena tarde, señora.

Sin querer darle más explicaciones a esa señora y su cutre olor, tomé de la mano a las dos personas a mi lado y enprendí mi camino. Enserio esperaba que fueran Annabeth y Grover, así Perseus se quedaba atrás y solito con la enemiga del desodorante.

Decepcionante fué saber que a quién dejé atrás fue al único que me agrada: Grover.

Necesitaré limpiarme la mano con ácido.

(...)

Ahora, una vez acabado el escándalos donde yo, desgraciadamente, era la protagonista, no encontrábamos los cuatro cómodamente sentados en el tren.

Pero, aún así, existía aún algo que me generaba conflicto.

──Perseus, ¿en el campamento no existen las duchas? ──le pregunté al nombrado, tomándome la molestia de alejarme sutilmente de él mientras dirigiendo mi cabeza hacia el taradito.

¡Y es que no entiendo cómo puede oler peor de cerca!

No se si es el olor característico de uno de los hijos de los "Tres Grandes", si solo es responsabilidad del pescado podrido de su padre o es porque simplemente es él. ¡Pero no entiendo cómo puede oler tanto a cerveza y a pizza vieja!

──¿Disculpa? ──preguntó, claramente indignado.

De fondo escuché la risa de Grover.

──Hueles peor que adolescente gamer en baño público. ──les juro que los baños públicos de la estación huelen mejor que él.

──Percy huele así por su padrastro, Python. ──explicó Grover, aguantándose sutilmente la risa.

──Conque eso era...──murmuró Annabeth, y yo tuve que morderme la lengua para no soltar una fuerte carcajada. Aunque si Kara estuvieta aquí, probablemente se hubiera reído como nunca.

Kara, Niragi..., cómo las extraño...

──¡¿Por qué nadie me dijo nada?! ──se quejó Percy, y su tono de voz me resultó molesto por un momento, al punto que casi me pegaba al vidrio a mi lado. ¿Por qué me tocó a mi sentarme con él?

La vida me trata como si yo fuese la culpable de las infidelidades de Hera.

──Porque estas mejor así ──habló Grover, cambiando el ambiente drásticamente──. El olor que tienes no es como tal tuyo, sino de Gabe.

──¿Qué quieres decir con eso? ──preguntó Percy, igual de confundido que todos.

──¿Quiés es Gabe? ──preguntamos Annabeth y yo a la par. Okey, debíamos dejar de hacer eso.

(...)

Omnisciente's Pov

Mientras Grover explicaba ma verdadera razón del matrimonio entre Sally y Gabe, arriba, en las alturas, los dioses seguían espectantes ante la situación.

──¡A un lado, haganase a un lado! ──gritaba un rubio de rulos más perfectos y brillantes jamás visto mientras empujaba a todos a su paso──. ¡Yo tengo las palomitas, tengo prioridad, a un lado!

──¡Deja de hacer tanto ruido! ──le gritó Atenea, lanzándole una almohada.

El "Gran Salón", el lugar de determinado solo para asuntos importantes con sus imponentes estructuras y legendarias historias, se había llenado de almohadas, cobijas, bebidas y bocadillos, volviéndose más una sala de cine que una sala de reuniones.

─¡Sus apuestas, hagan sus apuestas! ──gritó Poseidón a los cuatro vientos, siendo el autor de todo este espectáculo, literalmente.

──¿Apuestas de qué, azulito? ──preguntó Ares frunciendo el seño, robándole el último pedazo de pizza a Hefesto.

──La desgracia que creen que los atacará ahora, tarado ──explicó Poseidón orgulloso, antes de caer en cuenta en el apodo dicho por el Dios de la Guerra──. ¡Y deja de llamarme así!

──¿Desgracia? ¿Tan pronto? ──dijo Afrodita, terminando la trenza de su cabello.

──¿Pronto? ¡Ja! Ya se habían tardado demasiado, estaba aburrido.

──¡Apolo! ──gritaron todos a las vez, sobresaltando al rubio imprudente.

──¿Qué? ¡No he dicho ni una sola mentira!

──¡Silecio! ──les calló Hestia, dejando su bebida de lado al notar la "persona" responsable de la nueva aventura que acosadaría el grupo de aventureros──. Ya inició....

(...)

Python's Pov

──Voy al baño. ──informé, sintiendo repentinamente las consecuencias no de ir al baño en horas.

Pero, la verdad, es que no solo necesitaba ir al baño por cuestiones biológicas, sino, para pensar en las palabras de Grover.
Lo que dijo, el como explico por lo que pasó la madre de Perseus..., todo me hacía pensar que el dios de la cañería tenía una habilidad para atraer mujeres grandiosas y destruirlas por completo.

Me hacía pensar que Sally y mi madre no eran tan diferentes.

《¿Qué habría sido de la vida de Sally Jackson si nunca se hubiera relacionado con Poseidón?》esa pregunta no dejaba de acosar mi mente, aún cuando un grupo de centauros cabalgando por el bosque en libertad pasaron a nuestro costado, aún si el deseo de verlos por primera vez me gritaba, la presencia de Sally Jackson envolvió mis pensamientos.

Nunca se habría casado con un tipo como Gabe ─quien, si huele peor que Perseus no quería ni imaginarlo─, nunca habría sufrido la angustia de cuidar a escondidas a un hijo de los Tres Grandes.

¿Habría sido feliz? ¿Era feliz?

Mi madre..., si nunca se hubiera relacionado con los héroes, ¿habría sido feliz?

Nunca hubiera conocido a mi padre, ¿eso era lo mejor para ella? ¿seguiría con vida?

Sin darme cuenta, enfrascada en mi dudas internas, había llegado a la puerta del baño, y el indicador de mi cara chocando contra la puerta fue muy acertivo.

──Necesito regresar a mis sentidos. ──murmuré por lo bajo, sobándome el lugar afectado, eso me había dolido.

Desde el "saludo" del fulano del mar, mis sentidos seguían tratando de recomponerse y, si, le robé energía a Perseus a través del juramento pero, para curarme en su totalidad tuviera que haberle robado la fuerza vital y, aún cuando no era una idea que me desagradaba, morir por el veneno de una Bora ancestral no estaba en mis planes más cercanos.

──Estupido tren...──murmuré cuando la sensación del mareo regresó. En definitiva, odiaba los trene.

──¿Primera vez en tren, querida? ──dijo una voz chirriante a mis espaldas, su molesto tono me hizo recordar de inmediato a la señora que me "ayudó" cuando su cosa chocó conmigo.

──Podría decirse. ──respondí rápidamente, tratando que su olor no entrara por mi boca, aferrándome com fuerza al lavamano.

Las palabras de mi padre azotaban mi mente: "Nunca le des información valida a un desconocido, por más que jure conocerte, no le des respuestas."

──Ya veo... Y dime, ¿te sientes mejor? ──preguntó, y el sonido de sus tacones chocando contra el piso metálico taladraba mis oídos. Se acercaba, de eso no cabía dudas pero, ¿por qué?

Discretamente, aún con mi "mirada" fija en el espejo frente a mi, lleve mi mano a mi pantalón, donde el obejeto que escondía mi espada se encontraba.

"No dudes en atacar, ellos no durarán en hacerlo".

Okey, papá, es hora de poner tu entrenamiento en práctica.

──Sí, gracias. ──respondí secamente, agarrando el arma con fuerza, aún si sacarla.

《Vamos, solo dame una maldita razón para hacerlo y lo haré.》

──¿Sabes? Nunca pensé verte fuera del bosque, Python... ──habló, con esa voz chirriante.

¿Cómo me conocía? ¿Cómo supo mi nombre? Joder, ¿quién rayos era esta mujer? ¿Siquiera era humana?

《Respira, respira, Python, tal vez es una prueba, ¿okey? No le des lo que quiere...》

──Disculpe, señora, ¿me habla a mi? ──le pregunté con fingida ignorancia, lavándome la mano izquierda, negándome a sacar mi mano del bolsillo, porque sacar mi mano de ahí significaría soltar mi únuca arma y, solar mi única arma significaría perderlo todo.

──No te hagas la tonta, querída, sabes muy bien que hablo de ti ──respondió, y pude jurar sentir su sonrisa sádica a mi costado. Cuando no le respondí, siguió hablando──. Aunque es entendible, con tu mamá muerta no quisiste quedarte con su cadáver inerte.

《Cálmate, solo ignorála, te esta provocando. Cálmate e ignorala》 repetía en mi mente una y otra vez como un mantra, si perdía los estribos de nuevo sería como en el sótano de mi casa.

──Aunque, aún así, no entiendo qué te impulsó a aliarte con los asesinos de tu madre. ──la bestia seguía con su monólogo, y yo estaba a un minuto de quebrar el lavamanos.

Ignorala.
I

gnorala.
Ignorala.
Ignorala.
Ignorala.
Ignorala.
Ignorala.
Ignorala.
Ignora....

──Pero veo que son ciertos los rumores que corren los cielos ──habló, y la venda en mi cabeza se me hizo estorbosa con cada palabra──. La hija de Medusa y el hijo de Poseidón, estan juntos.

Okey, eso fue todo.

──Repito, no entiendo de qué carajos habla. ──respondí, volteandome en su dirección, la venda estando solo a un movimiento más de cabeza de caer.

──Oh, ¿entonces no estan juntos? ──habló, como si todo esto le causara gracia── Pues debería decirle eso a la forma en la que te miró.

¿Pero esta señora esta más loca que un semidiós o qué demonios?

──Ya sabes, el como se preocupó por ti cuando casi te desmayas hace un rato, el como no aparta la mirada de ti ──con cada palabra, la ira y las ganas de vomitar solo aumentaban. ¿Cómo alguien puede oler tanto a azufre?──. ¿Cómo explicarías todo eso, querida?

──Drogas ──respondí rápidamente, rodeándola para tratar de llegar a la puerta del baño. Si era quién creo que es, pelear directamente con ella no me conviene actualmente──. Las mismas que usted usa, aparentemente.

Una carcajada resonó en el baño y, con eso, el sonido de sus tacones moviéndose igual. Mierda, ¿se dirigió a la puerta?

──Tienes una lengua filosa, ¿lo sabías? Una que expulsa veneno con cada oración. ──habló, aparentemente fascinada con nuestro encuentro.

──Mi lengua no es lo único filoso que tengo, señora, ¿quiere saber qué más?

Otra risa, otra estruendosa y estúpida risa.

──Oh, seguro que me encantaría ver a la hija de él en acción, pero debo priorizar el avance de mi hijo. ──habló, y ya para entonces mi espada relucía en el exterior.

──No si puedo permitirlo, Madre de los Monstruos. ──joder, ¿pero en qué cosas me meto?

──Que rápida, ¿cómo lo supiste?

──El olor a azufre, al principio me costó saber por qué seguía mareada pero, lo supe conforme usted habla. Usted y su perro, que en realidad en su hijo, apestan a azufre, azufre del inframundo.

Mi analogía pareció divertirle, ¿era caso un entrenamiento para ella?

──No esperaría menos de la hija de Medusa, Python ──habló, orgullosa. ¿Pero qué demonios quería esta loca?──. Por eso, te consederé el regalo de vivir otro día más y, el desharme de los asesinos de tu madre.

Mis ojos se abrieron como platos ante su declaración, su hijo, ¿dónde esta? ¿es una distracción?

Mi venda calló al suelo, justo cuando ella salió corriendo por la puera, cerrándola a su paso.

──¡No! ──grité, pateando la puerta a penas llegué, pero esta no se habría.

──Entederás que, en comparación con ellos eres más fuerte, ¿no? Y no puedo dejar que mi hijo pierda tan rápido, no sería educativo ──la señora hablaba, un sonido raro de fondo neutralizaba su voz pero igualmente se le escuchaba──. Tu madre lo entendería, disfruta el viaje, Python.

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CHAN, CHAN, CHAAAAAAN

¿Qué tal? Me extrañaron???

Perdonen la tardanza, algunos asuntos me impidieron escribir cofcofbloqueodeescritorcofcof

Peeero, aquí andamos.

¿Vieron las pistas del posible padre de Python? ¿Sospechas? ¿Ideas?

¿Les gustó este cap?

MEMES DEL CAP ❗──────


Ntp, vv, el mío también es ese 😪

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