Narra Cassie
No sabía que debía hacer. Era la primera vez en toda mi vida que me pasaba algo así y me sentía extraña, tenía esa sensación de irrealidad que me mataba. Todo parecía un sueño pero por primera vez la realidad era mejor que los sueños, estar despierta era mejor que dormir. Me reí internamente. Acababa de encontrar algo mejor que pasar más de ocho horas abrazada a mi cama, en el mundo de la irrealidad y la locura. Así que solo me decidí por hacer algo simple, tonto y probablemente lo más estúpido que podría haber hecho. Tomé esa foto guardada en mi cajón, fuí hasta su casa y la metí por debajo de la puerta, no esperaba una respuesta. Solo necesitaba soltarlo.
"Honestamente nunca creí que esto podría pasar. Estoy sentada en el sofá verde de tu casa, viéndote dormir. He tomado una foto porque te ves realmente bien y un día prometo dartela, no sé muy bien que es lo que busco ni que es lo que quiero pero por primera vez, tengo algo claro; estoy enamorada de ti, Thomas Grant y eso es irrevocable."
Esperé unos minutos, sabía que él estaba en casa pero no sabía que hacer. Tomé el camino opuesto mientras sentía las lágrimas descender por mi mejilla. Acababa de perderle y lo sabía pero no podía guardar más ese secreto que me torturaba. Oí un sonido detrás de mí pero no me giré.
-¡Maldita seas Evans!- Su voz me detuvo en seco. Me paralicé.
-¡He esperado que lo dijeras por mucho tiempo!- Oí unos pasos apresurados. Me volví hacia él con una sonrisa que se escapaba de mis labios como si tuviera vida propia y entonces me besó.

2 años después.

"La fotógrafa Cassie Evans ha vuelto a triunfar en su última galería. Expuesta en Vancouver, ciudad donde reside..."
Grant miró hacia mi y sonreímos al tiempo. Mi hermano estaba en la universidad en aquellos momentos. Cece preparaba con entusiasmo su boda y estudiaba estética al mismo tiempo.
Malia y Josh llevaban una relación sería y estaban realmente felices y enamorados. Ambos estudiaban periodismo ahora.
Toda la familia vivía en Vancouver. ¿Qué más se podía pedir?
Yo llevaba más de un año estudiando artes escénicas y me iba bastante bien.
-Preciosa me tengo que ir a grabar ya.- Hice un puchero y le dí un corto beso.
-Te veo luego mi súper héroe.- Le regalé mi mejor sonrisa y le observé salir.
Grant había conseguido el papel de su vida. Era el protagonista de la serie de ciencia ficción basada en los cómics de un mítico súper héroe. Era Barry Allen, The Flash.
"-¿Sabes? Serías genial para una telenovela.- Me miró confundido.
-Doy más el papel para un súper héroe ¿No crees?- Golpeó su pecho, a lo Tarzan. -Nunca he hecho de uno...- Hizo un puchero. Dios, que adorable.
-Algún día.- Susurré despacio. -Eres joven, tienes tiempo.- Me levanté y le sonreí, tratando de consolarle."
Sonreí. Lo había logrado.
Y es que así es la vida. A veces tomas un camino opuesto. A veces tratas de alejarte de lugares, personas o recuerdos que aún duelen.
Pero nunca imaginas encontrar algo más, algo que vuelva a alterar tu vida, que la cambie de nuevo.
Nunca sabes lo que el destino tiene preparado para ti.
Fin.