once
Ambos chicos estaban sentados en el sofá, frente a ellos se reproducía una película que solo parecía estar siendo atendida por el azabache, aunque en realidad ni eso. Yoongi estaba con sus ojos clavados en la pantalla del televisor, pero lo único que podía hacer es estar tenso por el jugueteo que se traía entre manos el menor.
SeokJin estaba a punto de irse al trabajo, pero el chico de mejillas pomposas parecía estar ya más que preparado, se encontraba sentado al lado de su hyung, rodeando la cintura de este con sus brazos; dejando besos y algunos mordiscos en la piel de su cuello entre risas.
-- Hyung ¿Por qué no me prestas un poquito de atención? Yo en serio estoy deseando que me la des... -- Pidió en voz baja paseando su nariz por la mejilla del pálido.
-- S-SeokJin hyung aún no se ha ido, espera por lo menos para eso -- Susurró sin apartar su mirada de la pantalla, deseaba que por alguna razón el mayor entrase en la sala diciendo que hoy sus citas de la consulta se habían cancelado.
Y si que el castaño entró en la sala, pero iba arreglado para ir a trabajar, con su maletín negro en su mano derecha y su radiante sonrisa habitual decorando su rostro.
-- Chicos, me marcho ya, volveré a la noche. Pasadlo bien, avisadme más tarde si estaréis aquí para la cena. -- Dijo sonriente Kim, saliendo del lugar después de dejar un beso sobre la cabeza de ambos chicos.
-- ¿Y ahora qué? ¿Qué excusa me darás, hyung? -- Preguntó el rubio mordiendo de forma lasciva su labio inferior -- ¿Es que no quieres hacerlo? ¿Es eso? Si esa es la razón solo dilo, no quiero obligarte a nada, por favor. --
-- ¡No! ¡Claro que quiero! Sólo... tengo miedo, o no sé, no sé qué pasa conmigo. --
Park sonrió ligeramente, era muy consciente de que su amigo de ojos felinos era realmente diferente a todos los chicos y chicas con los que se acostaba, su hyung parecía tan sensible... y eso le encantaba. YoonGi tan tímido; y él tan malditamente desvergonzado.
Se movió para sentarse en posición de indio a su lado, algo que sorprendió al contrario en demasía, esperaba ser atacado por otra ronda de besos húmedos.
-- Yoon, no tienes que tener miedo conmigo. Sé lo que estás pensando, sé que crees que tú te has acostado con mucha menos gente que yo, pero eso no lo va a hacer menos placentero, te lo aseguro. Somos dos amigos que vamos a pasarlo bien ¿No es así? -- Preguntó está vez mirando al mayor, viendo como este asintió pensándoselo un poco. -- Tengo ganas de hacerlo porque es contigo, no porque espere que vaya a ser el mejor encuentro sexual de mi vida, así que no estés nervioso por eso, solo déjate guiar por mi, puedo enseñarte muchas cosas. --
Hacía casi un año y medio que no mantenía relaciones sexuales con alguien, y la idea de poder tenerlas no parecía demasiada mala idea, más aún pensando que iba a ser con el chico que le gustaba. Sí que estaba nervioso por todo aquello que el rubio había deducido, pero sus palabras de alguna forma habían hecho que se animara un poco.
JiMin no parecía que fuera a juzgarlo si algo no fluía demasiado bien en mitad de la acción, aunque el azabache dudaba que fuera a ser algo demasiado malo; él sentía que en cuanto pudiera tocar la piel desnuda del chico iba a trabajar sin pensar.
Se acabó dando la razón a si mismo en el momento en el que sintió como la gruesa y bonita pierna de Park se colocaba por encima de su cintura, moviéndola con cuidado para poder hacer fricción entre su rodilla y el miembro de su hyung. Ese movimientos suaves y lentos iban a hacer que el pálido fuera arrastrado a la locura.
-- YoonGi-ah... que te quedes tanto tiempo callado me asusta un poco -- Susurró el rubio relamiendo sus pomposos labios.
-- Perdón... E-es que estaba pensándolo seriamente, pero sí, definiti- ahm- definitivamente me encantaría hacerlo. -- Dijo, usando el mismo tono de voz.
-- ¿¡De verdad?! -- Preguntó emocionado el más joven rodeando el cuello del contrario con sus brazos, de nuevo comprobando como este asentía mirándole los labios. -- Entonces... ¿me besas, hyung? Siempre comienzo yo nuestro besos y eso se siente feo... --
-- Te beso, te besaré cuantas veces quieras, JiMin -- Aseguró colocando su izquierda en la cintura del chico, inclinándose un poco hacia delante para tomar sus labios entre los suyos.
Para el menor fue imposible no sonreír durante el contacto, los belfos de su amigo eran suaves y agradables de besar a pesar de ser más finos que lo suyos. La lengua del pálido no tardó en entrar en el juego, abriéndose paso en la boca ajena en busca de la del contrario.
YoonGi se echó hacia delante, dejando que la espalda de Park se quedara pegada al acolchado sofá. Casi de forma automática el rubio abrió sus piernas para dejarle un acogedor hueco entre estas a su hyung, donde se acomodó para seguir con aquellos besos que lo único que hacían eran subir de tono.
Casi con algo de desesperación el pálido separó ambas bocas para poder bajar la suya hasta el cuello del chico de pomposas mejillas, allí estaban todas las marcas que SeungCheol había dejado el día anterior, y no las quería allí, así que hizo las suyas encima.
"Tierno." Pensó el más bajito al notar las intenciones de su hyung, lo cual le hizo disfrutar mucho más de la sensación de su piel siendo succionada. De su sonrisita divertida se escapaban jadeos, su cuello siendo estirado hacia el lado contrario donde el azabache trabajaba. Min tendría aquellos gestos que le parecían tan lindos hasta en momentos como estos.
-- ¿Te molesta si nos vamos desnudando, hyung? -- Preguntó JiMin deseando poder estar en contacto con la pálida piel de la persona que lo estaba casi devorando. Normalmente no es como si verbalizase tanto cada acción que fuera a suceder, pero quería tanto complacer a su mayor, quería que recordase este momento como algo increíble.
Deseaba que YoonGi perdiera la cabeza por repetir esto con él una y otra vez.
La voz del nombrado salió con un deje ronco sin siquiera pretenderlo. -- No, claro que no. Álzate un poco, te voy quitar el suéter --
Por supuesto Park hizo caso, de un momento sintiendo un poco de frío por la ausencia de su ropa; la sensación duró bastante poco, puesto que el azabache quitó también su polerón y volvió a inclinarse para ahora seguir succionando más allá del cuello
-- ¿Por qué par- ahm! parecías tan preocupado? Siquiera me has dejado hacer nada aún, estás haciéndolo todo tú... y no está nada mal. -- Confesó el pequeño tragando saliva al sentir como YoonGi atrapaba el lóbulo de su oreja entre sus dientes.
-- Que seas tú y que se nuestra primera vez juntos me hace sentir nervioso, solo eso -- Soltó en su oreja para después desplazarse hacia su cuello, pasándole la lengua por su nuez y provocando que un escalofrío le recorriese.
Las fuertes piernas del rubio se enredaron en la estrecha cintura de YoonGi atrayendo su intimidad hacia la de este también, ambas siendo ya prácticamente erecciones en su totalidad.
-- Hyung es tan lindo... es como esos chicos de las películas. -- Bromeó moviendo sus caderas para poder frotarse contra la hombría contraria, recibiendo un gruñido como respuesta, además de otra ronda de besos húmedos sobre sus labios que estaba disfrutando como el que más.
Con sus demás amantes no solía empezar besos, no es como si estos le importasen pero no era demasiado fan de besar a alguien que le da igual. Pero la lengua de YoonGi, oh... aquello no estaba siendo sano para su integridad.
A JiMin le gustaba el sexo, le gustaba mucho; y lo que más le gustaba de esto era poder complacer a la persona con quien lo estaba teniendo. Pensaba firmemente que aquella era la única forma en la que podría hacer sentir bien a alguien, tal vez esa era su oportunidad de hacer que alguien más le apreciase, porque tenía asegurado que nadie lo haría por ser simplemente él.
Tan problemático, tan insuficiente y poco adecuado.
Mientras que ambas bocas estaban unidas en un sucio de beso con saliva y mordiscos de por medio, el más bajo empujó el cuerpo del contrario con cuidado, colocándose encima suyo sin pedir permiso. -- Me gusta estar arriba -- Susurró haciendo presión hacia abajo, sintiendo como la dureza de su hyung se quería hacer hueco en su trasero aún con la ropa puesta.
-- Entonces tú arriba, JiMinie, todo lo que quieras lo tendrás conmigo. -- Dijo el pálido estando más cómodo sentado que nunca. Sus manos grandes se alzaron para acunar el precioso rostro de Park mientras se seguían besando, haciéndole jadear ante las falsas y lentas embestidas que ahora. -- Me estorban tus pantalones; muchísimo ahora mismo. --
Su risita se volvió a morir contra la boca del azabache. -- Los quitamos, a mi también me están estorbando. -- Susurró atrapando el labio inferior contrario y tirar de este despacio antes de llevar a cabo lo dicho.
JiMin se apoyó en sus rodillas, levantándose del regazo de su amigo por unos instantes. Con sus deditos estaba quitándose el botón y la cremallera de su pantalón vaquero, bajo la atenta mirada de su hyung en aquella zona. -- ¿Te ayudo? -- El nombrado posó sus manos en los muslos del rubio, mientras sus ojitos felinos volvieron a viajar hacia los orbes del otro.
Esa sonrisa coqueta era nueva en él "Me lo quiero comer, lo quiero para mi." -- Quítalos, quítalos. -- Dijo apresurado antes de volver a enroscar sus brazos alrededor del cuello contrario y hacerse dueño de su boca.
Fue el turno de YoonGi para reír, tironeando de los pantalones del chico para que estos se quedasen en el suelo, a los pies del sofá donde ambos estaban divirtiéndose de sobremanera. Cuando Park volvió a sentarse en su regazo fue inevitable dejar escapar un jadeo a media voz, ni siquiera había podido ver qué tipo de ropa interior era la que el chico estaba usando, porque al desnudarle ya había estado distraído con su boca y orbes cerrados.
Por eso es que no se demoró en usar sus manos para hacerse una idea. Sin vergüenza sus manos alzaron desde sus muslos desnudos con parsimonia, colando la punta de sus largos dedos por el elástico de la ropa interior del chico. Dedujo que estaba usando unos boxers apretados, bastante suaves y cortos; seguramente bonitos porque todo en él era así, pero que ahora mismo no le interesaban un mismísimo carajo.
-- Me gusta cuando eres tierno, pero cuando no tienes reparo en tocarme... también, mucho. Me gusta todo de ti, hyung. -- Murmuró relamiendo sus labios, sintiéndolos hormiguear por tan larga tanda de besos; incluso si los sentía hinchados no quería parar.
Min ni siquiera lo pensó dos veces, en cuanto lo escuchó decir eso metió sus manos por dentro de los elásticos de la prenda, ahuecando con sus manos las nalgas contrarias dejando ligeros apretones que le robaron un suspiro placentero al dueño de estas.
-- ¿Tienes lubricante? -- Preguntó JiMin a la par que sus traviesas manos se adentraban en el pantalón de chándal holgado que el otro portaba en estos instantes, tomando la erección con gusto; mucho gusto de hecho.
-- S-sí. -- Jadeó YoonGi hundiendo sus dedos en los glúteos ajenos, echando la cabeza hacia detrás para dejarla posada sobre el respaldar del asiento. Tenía los ojos entreabiertos, en mitad de una discusión mental sobre si debería cerrarlos por el placer; o no, para no perderse esas expresiones divinas que el jovencito era capaz de ponerle mientras le manoseaba como nunca antes recordaba que alguien hubiera hecho.
La diestra del nombrado se había metido hasta por dentro de su ropa interior, agarrando con su mano el duro miembro, apretándolo con ligereza y deslizando su pulgar por encima de su glande que ya se encontraba húmedo.
-- Sí a qué. Sí porque te sientes bien y te gusta esto; o que sí tienes lubricante. -- Rió lascivo el rubio rozando su boca con la de su mayor, pero sin terminar de besarle; a pesar de que era consciente de las ganas que parecía tener Min en hacerlo.
-- Mi habitación... uh, allí en la mesita de noche. Condones y lubricante. -- Dijo a duras penas con respiración pesada, JiMin había comenzado a masturbarle. La voz de YoonGi cuando se encontraba excitado era algo de otro mundo, y por un momento el chico quiso quedarse ahí un poco más escuchándole mientras le otorgaba placer con sus manos.
Teniendo estas ocupadas se inclinó también apenas un poco hacia delante para poder llevar su boca al oído ajeno. --Me gusta verte y escucharte de esta forma, eres muy guapo, hyung.-- Susurró. -- Te ves tan atractivo para mi... Desde el primer momento quise esto contigo. --
Le escuchó sisear y tensarse, volviendo a apretar su trasero y deslizando su dedo índice con la intención de introducirlo. -- Espera, tengo que ir a tu habitación; impaciente. -- Se burló Park, utilizando una de sus manos para tomar el rostro del pálido apretando sus mejillas para que sus labios se abultasen y entonces dejar un casto beso ahí.
Después, sin reparo alguno se levantó del sofá y sin prisa movió sus caderas hasta perderse por la puerta en busca de que necesitaban. Fue entonces cuando YoonGi pudo pensar un poco, siendo consciente de lo que estaba a punto de hacer. Iba a darle lo que quería a ese niño caprichoso, le daban ganas de reírse de si mismo al recordar lo poco le gustó JiMin el primer día que le conoció.
¿Y ahora? Ahora soñaba con ser el único que pudiera comerle a besos.
El azabache miró su propio pantalón desacomodado, viéndose directamente el bulto debajo de su ropa interior color azul marino. Sintiendo aún sus labios hormiguear y el sabor de JiMin en ellos le fue inevitable no llevar su diestra hacia su miembro, sacándolo para bombearlo con lentitud. "Joder."
Su lengua se dejó ver por la comisura de sus labios entreabiertos, de los cuales fluían los jadeos a media voz. -- Oi~ ¿Qué haces haciendo mi trabajo? -- Inquirió el menor entrando en el salón, una amplia sonrisa haciendo acto de presencia al comprobar lo necesitado que había dejado al "chico correcto" del que YoonGi se trataba.
Sin rodear el sofá, desde atrás JiMin dejó caer los productos en el mullido mueble, él quedándose a las espaldas de su hyung. En aquella posición pasó sus brazos alrededor de YoonGi, posando su barbilla en el hombro del mismo. -- Hyung, me hace estar tan cachondo tenerte así... ¿Soy un niño malo porque me guste hacerte hacer cosas incorrectas? -- Murmuró, con un falso puchero sobre sus labios, mirando las acciones del contrario.
-- No... Claro qu- -- YoonGi tuvo que tragar cuando el rubio volvió a tomar su miembro, masturbándole un tanto más rápido que al principio, pero aún calmado. -- Joder. No, eres bueno; muy bueno. -- Jadeó, tomando una gran bocanada de aire.
-- ¿Lo soy? No solías pensar eso antes. -- Rió suavemente sobre su oreja, depositando un besito en el lóbulo de esta antes de bajar sus besos por su cuello. La colonia de su amigo le estaba nublando la mente.
-- El mejor, JiMinie. Eres el niño más bueno y el más bonito. --
"La puta madre." El corazón del rubio se aceleró posiblemente más de lo debido ante aquellas palabras ¿Por qué tenía que decirle algo como aquello justo en este momento? Park relamió sus pomposos labios, deslizando sus manos para quitarlas de encima del cuerpo ajeno. -- Necesito montarte. Ya, ahora, hyung. -- Dijo, mientras ahora sí rodeaba el sofá y se subía a horcajadas con prisa. -- Tócame, sin miedo. -- Ordenó justo antes de sacar su lengua y hacer una silenciosa petición de que el otro abriera su boca para besarle.
A tientas YoonGi buscó con ansias el bote de lubricante que tenía a su lado, no perdiendo el tiempo empapó sus dedos con este y se hizo camino entre la ropa interior que aún JiMin llevaba puesta. Cuando su primer dedo entró; el índice, sintió como el chico jadeaba en mitad el beso. Si aquello era posible, esa sensación hizo que el mayor se excitase aún más.
Y entre besos, saliva, jadeos y palabras torpes fue que el azabache había terminado con tres dedos en el interior del otro, asegurándose de que estuviera bien preparado porque por muy caliente que estuviera; lo último que quería era hacerle daño.
Esta vez fue JiMin quien estiró su brazo para tomar uno de los preservativos que había tomado abriéndolo con sus manos, antes de colocarlo depositó un casto beso sobre los finos belfos del otro; y entonces si que deslizó el plástico lubricado en la erección de su hyung.
Con su ropa interior no se molestó demasiado, simplemente la echó hacia un lado, justo como había estado haciendo YoonGi mientras usaba sus dedos. Con cuidad se apoyó de nuevo sobre sus rodillas para estar ligeramente alzado, y poco a poco se deslizó hasta que consiguió estar completamente sentado en los muslos de Min YoonGi.
Ambos suspiraron con sus narices rozando, el pequeño teniendo ambas manos posadas en el abdomen ligeramente marcado del contrario; y YoonGi ocupadas acariciando la espalda baja de Park. -- ¿Bien? ¿Duele? -- Murmuró, queriendo asegurarse.
Antes de poder articular alguna palabra el rubio negó con su cabeza, alzando esta para poder mirarle antes de hablar. -- Se siente de maravilla. -- Dijo antes de comenzar con el suave vaivén de sus caderas que hizo a YoonGi rodar sus ojos y volver a echar su cabeza hacia detrás.
Park no entendía nada, porque él estaba harto de tener sexo, lo había hecho con muchas personas. Con amigos, desconocidos, con gente que incluso lo odiaba en la etapa de instituto por ser "maricón"; pero al final pedían experimentar con él. Lo hizo también con personas que decían estar enamoradas profundamente de su persona.
Pero nunca, nada ni nadie; le hacía sentir de esta manera.
YoonGi lo estaba tocando; cómo él mismo le había dicho, pero estaba siendo tan cuidadoso. Acariciando sus costados, apretando con cariño sus muslos. JiMin tenía su rostro echado hacia detrás mientras brincaba, autopenetrándose de una manera sumamente placentera e intentando dejar de pensar en el extraño sentimiento que residía dentro de su pecho.
Y justo cuando había encontrado su punto dulce, chocando a consciencia contra este una y otra vez a la par que gemía en alto y sin pudor, estando con su cabeza en las nubes sin ninguna preocupación... Min, quien hasta ahora había estado acompañándole con sus gruñidos placenteros, le había ahuecado las mejillas y le había atraído el rostro hacia el suyo para tomar de nuevo sus labios.
"Este hombre... no sé si va a acabar loco él; o yo." Fue lo primero que pensó Park, siéndole imposible hacer otra cosa que no fuera corresponder de lo mucho que adoraba la sensación, por lo menos hasta que no pudo más.
Tenía la cabeza embotada, todo su cuerpo temblaba por el placer y estaba a punto de correrse. -- ¡Ah! ¡Ah-Uhm! ¡Hy-hyung...! -- Exclamó hundiendo sus deditos en los hombros ajenos, mientras apoyaba su frente en la del otro.
YoonGi le tomo de la cintura con fuerza para ayudarle; y así poder hacerle terminar, y él hacer lo mismo. Unos pocos saltitos más y el primero en correrse fue JiMin, para poco después terminar haciéndolo él.
Sus respiraciones eran un caos, tanto como para tener al rubio un tanto mareado, con sus pequeños ojitos cerrados en busca de un poco de estabilidad. Y sin esperarlo sintió al mayor depositando un beso sobre su hombro, otro en su cuello y por último mejilla mientras le abrazaba para apretarlo contra su cuerpo. -- ¿Viste? Eres el niño más maravilloso del mundo. -- Susurró, dejando a Park con los orbes abiertos en sorpresa y el corazón revolucionado.
-- Hyung. -- Soltó como 10 segundos después en silencio intentando asimilar, escuchando rápidamente como Yoon le hacía un sonido para que entendiera que le estaba prestando atención. -- Quiero segunda ronda. --
¡Hola, angelitos míos! Supongo que no lo esperabais, pero prometí que pronto actualizaría; y aquí está. Por temporadas me cuesta un poquito escribir smut, pero creo que este quedo ¿medio decente? digamos, no lo sé, no me termina de convencer pero tampoco es un horror.
Espero que por lo menos ustedes lo hayáis disfrutado.
Os amo. Cuidadse mucho ¿Si? Kissuuu~~ 120923.
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